La peligrosa imprudencia de la mediocridad
Recientemente dos actuaciones más, de las muchas protagonizadas por la mediocre Margarita Robles, han traído a la palestra lo peligroso que es dicho defecto porque suele llevar añadida la imprudencia; máxime si, como es el caso, se trata de un alto responsable público, nada menos que ministro, y mayor aún cuando la cartera que ostenta es la de Defensa con todas las connotaciones que ello conlleva tanto hacia el interior como hacia el exterior.
Durante su discurso en la “gala” (¿?) de entrega de los premios Ejército 2023, a principios de Julio pasado, esta exmagistrada de cuya falibilidad como juez hay toneladas de pruebas, así como de su presunta facilidad para evadir fondos propios mientras malgastaba los nuestros durante su paso por Interior, dijo algo que nos puso al borde de la guerra con Rusia: “…no me puedo olvidar en este momento, lo decía antes el JEME, de los hombres y mujeres que están luchando en Ucrania. Que están luchando en Ucrania y defendiendo valores. Valores de libertad, democracia y de paz. Porque nuestros ejércitos, el Ejército de Tierra, trabaja cada día para preservar la paz…”. Un paréntesis: lo de los valores que cita ni lo tratamos porque ni ella ni nadie se lo cree ya a estas alturas.
Pues bien. Según, nada más y nada menos que la titular de Defensa, estamos en guerra de facto con Rusia porque, no sólo enviamos armas a su enemigo ucraniano, que ya sería un casus belli de libro si Putin quisiera, sino que al parecer tenemos soldados sobre el terreno y además luchando, lo que supone, si cabe aún más, ese casus belli fehaciente. Si fuera verdad, imagínense las consecuencias; y si no lo es, cuánta imprudencia al decirlo.
Asimismo, este personaje, patético por demás, acaba de decir también públicamente en referencia a los tejemanejes entre el autócrata en funciones, Sánchez, y el prófugo sedicioso, Puigdemont, que «Lo prudente en un asunto de relevancia es esperar al pleno del TC», en crítica a la decisión del Constitucional de rechazar de plano y de antemano, como es lógico para evitar suspicacias, lo pretendido por ambos que no es otra cosa que la vuelta, exonerado y en consiguiente olor de multitudes, del “héroe” catalufo.
Ambas actuaciones, viniendo de cualquier autoridad son ya de por sí evidentemente imprudentes, pero cuando las dice un ministro de Defensa son además muy peligrosas, no sólo porque la primera podría tomarse al pie de la letra por Moscú dándole derecho en justa reciprocidad a arrearnos donde más nos duela, lo que dado nuestro lamentable estado en todos los aspectos le permite tener donde escoger, ni porque la segunda suponga ponerse de parte de aquellos que como el autócrata y el prófugo sólo buscan la disolución de España como nación, sino peor aún porque ambas declaraciones comprometen a las FFAA cuya neutralidad tanto se cacarea; neutralidad, todo hay que decirlo, que los militares, en su obsesión por “hacer la carrera”, han transformado en sumisión.

Siempre he creído que quien asume el cargo de ministro de Defensa debería no sólo darse de baja en el partido al que venía perteneciendo, sino también ser especialmente parco en sus declaraciones públicas, y privadas, no sólo por la necesidad de la reserva en asuntos siempre confidenciales como son los de defensa y seguridad nacional, sino también por no implicar a los ejércitos en temas y peleas políticas siempre sectarias, torticeras y resbaladizas. Si a los militares se les pide, y exige, un silencio muchas veces excesivo, que ellos llevan motu proprio hasta la ignominia, incluso cuando lo que está en peligro son sus razones de ser que en nuestra Constitución recoge con total claridad y contundencia su artículo 8º, también debería exigirse el mismo mutismo al titular del ramo; para eso, es decir, para opinar sobre política y más sobre nuestras implicaciones reales o ficticias en otros conflictos están el ministro de la Presidencia y el de AAEE, en ningún caso el de Defensa.
La mediocridad lleva siempre añadida la imprudencia y la mezcla de ambas es muy peligrosa, pero cuando tales defectos radican en un ministro, y más en el de Defensa, la cosa es mucho peor.
Claro que tan grave asunto tendría fácil solución con que tan sólo la cúpula militar, el JEMAD y demás jefes de los respectivos Estados Mayores, cumplieran con otra de sus incumplidas funciones como es la de evitar –incluso cortando de raíz– tan nocivas inclinaciones verbales de parte del ministro de turno, en defensa, precisamente, de la neutralidad de las FFAA bien entendida. Lo que pasa es que llevamos décadas en que lo dicho es pedir peras al olmo porque la misma mediocridad que aqueja a Robles, y a sus predecesores con independencia de su color ideológico, es la que corroe a nuestros mandos superiores de las FFAA y de la Guardia Civil, con la agravante de que su imprudencia anexa –¿o será dejadez o… negligencia o… cobardía?– les ha convertido en igualmente peligrosos o… peor.

Estimado Sr; Bendala, sobre este personaje se puede escribir una enciclopedia con todas sus andanzas.
De los militares, como no entiendo lo que es un ejército, NO puedo opinar, aunque mi olfato me dice que sigue el mismo camino de desastre en desastre que el de nuestra querida Patria.
Saludos cordiales
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO
Vaya repaso bien dado. Nada que se pueda añadir. Nunca nadie dijo lo que el teniente coronel: que los ministros de defensa deberían ser los primeros en guardar la neutralidad. Bravo. O mejor aún que no pertenecieran a ningún partido, para ello lo mejor, dentro de lo posible, es que fueran militares como siempre fue. Valiente Bendala
Bien dicho.
Pero no me creo que usted crea que es mediocridad sin más.
Es la maldad supina de los mediocres.
Y “Casus belli” tienen los rusos contra España, pues nuestros, sin duda, buceadores de combate aparecieron una noche invernal en costas polacas vecinas a Rusia ( Kaliningrado), después de tener que pedir socorro porque sus sofisticados medios submarinos de “pescar ámbar” habían fallado.
Imagínense qué pensarían los rusos que hacían esos españoles allí.
https://theobjective.com/internacional/2023-01-16/polonia-espanoles-ilegal/