«La represión de Franco»: por fin, contra la mentira, toda la verdad y nada más que la verdad ¡Imprescindible!

Sobre nuestra contienda 1936-1939 y la etapa de gobierno de Francisco Franco se ha escrito mucho y se sigue y seguirá escribiendo, pero aún así hay todavía enormes lagunas por rellenar. Pero además, y debido al Himalaya de mentiras que se escriben sobre tales periodos, no sólo hay que rellenar esas lagunas aún vírgenes antes de que las rellenen violándolas con falacias los de siempre, sino que hay también que proclamar la verdad para combatir la desmemoria antihístorica y ahora también antidemocrática que cual nueva leyenda negra comienza a pesar sobre tan importante periodo de nuestra más reciente historia.

José Piñeiro Maceiras

SND Editores, siempre en su línea de publicar lo que otros no se atreven o simplemente no quieren, acaba de lanzar «La represión de Franco. Persecución y normativa en la España nacional (1936-1945)» cuyo autor es José Piñeiro Maceiras. Antes de seguir queremos dejar claro que para nosotros se trata de un trabajo que se constituye per sé en piedra angular de todo lo que a partir de ahora se escriba sobre tal asunto, que marca un antes y un después, que se va a convertir sin duda alguna en referencia incuestionable, indiscutible y obligada de todos los que quieran saber la verdad y de todos los que vayan a escribir sobre el particular, y que destruye la mayor parte de lo mal escrito hasta ahora. Para nosotros este libro es uno de los más importantes que se han publicado nunca sobre el periodo y asunto citados. ¿Exageraciones? Pues verán lo que les vamos a contar además de recomendarles vivamente que este trabajo no puede faltar en su biblioteca, así como que debería ser de obligada lectura en universidades e instituciones de todo tipo.

El autor aborda con valentía, rigor, seriedad y profundidad uno de los temas más escabrosos, difíciles y al tiempo importantes del periodo 1936-1945, pues no en balde es también el asunto en el que más inciden, se revuelcan y mienten los que hoy alardean de los contrarios, es decir de los que han convertido a verdugos en víctimas y viceversa. El autor realiza en su libro una labor de experto cirujano, abriendo con mano firme, basándose en una investigación profunda que no deja de asombrar, todos y cada uno de los poros y aristas del cómo y del por qué del necesario restablecimiento del orden y la autoridad por los nacionales en su retaguardia, es decir, en aquella parte de España que se sublevó porque no estaba dispuesta a dejarse matar; y por extensión en los territorios que poco a poco fueron liberando.

Llama la atención desde la primera página, precisamente, la amplitud, pulcritud, detalle y profundidad de la investigación que soporta todas y cada una de las afirmaciones que se hacen. Las referencias a los textos legales es exhaustiva, bien que sin abrumar al lector, sino todo lo contrario, porque conforme se va viendo en qué se sustentó dicho restablecimiento del orden y la autoridad, el lector, incluso como nosotros, legos en asuntos jurídicos y legislativos, quiere más… y lo encuentra. Nada mejor para conocer que saber y en este libro ambos pilares caminan juntos siempre, de ahí su importancia.

Los capítulos están perfectamente sincronizados. Comienza con darnos a conocer, además de un índice de términos completísimo, cuáles eran los convenios internacionales y la legislación española vigentes en 1936 aplicable a la situación de guerra que iba a estallar. Y nos enteramos de que los nacionales fueron escrupulosos hasta lo posible según las circunstancias en el respeto a ambas. En el caso de la española no se olvide que era además ¡la republicana!

Sigue el libro dándonos a conocer cuales fueron la disposiciones de la Junta de Defensa Nacional dirigida por el Gral. Cabanellas, que ostentó el mando supremo nacional hasta la designación de Franco como Jefe del Estado y Generalísimo el 1º de Octubre de 1936, es decir, los meses más inciertos de la guerra donde nada no sólo no estaba decidido, sino que ni siquiera la propia zona nacional estaba controlada, motivo por el cual nos enteramos de que es el periodo en que hubo, sin duda, extralimitaciones en este bando; eso sí, nada comparables con los del frentepopulista, y más aún que lo fue sólo y únicamente a remolque o como reacción a las de éste una vez que las noticias de sus barbaridades llegaban a zona nacional. Más adelante también el autor, en otro capítulo, nos cuenta que, aún así, en la zona nacional en este periodo se intentó paliar la dureza y los excesos; en la otra no.

Nos descubre el trabajo de Piñeiro Maceiras lo que fueron los tribunales militares especiales nacionales, los castigos ejemplares y los económicos, tres capítulos en los que vemos cómo se aplicó rigurosamente ¡la legislación republicana!, mucha de la cual era todavía de la monarquía que no sólo no había sido derogada, sino que los republicanos habían incluso endurecido.

Después, el libro nos dice en un capítulo esencial cómo una vez que Franco se hace cargo del poder en Otoño de 1936, su labor de organización en el terreno de la administración en este caso de la justicia logra para los primeros meses de 1937  poner fin a las extralimitaciones sin temblarle la mano a la hora de punir a los que se habían pasado de la raya, llegando incluso al juicio sumarísimo y ejecución de no pocos de ellos; de estos en capítulo posterior el autor nos facilita no pocos ejemplos de fusilamientos de falangistas por tales motivos.

En los siguientes capítulos, Peñeiro Maceiras nos dice todo sobre las «milicias de retaguardia» –formadas por paisanos (muchos falangistas) que no tenían o edad o aptitudes físicas para el combate– que actuaron como auxiliares de la Guardia Civil y de la autoridad militar en el restablecimiento del orden y la autoridad; queda claro siempre en el libro y se reitera hasta la saciedad con ejemplos que fue siempre en el bando nacional la autoridad militar la que llevó el control muy especialmente a partir de que Franco asumió el poder imponiendo orden donde aún no lo había. Después hay tres interesantísimos capítulos sobre el régimen carcelario –nada que ver con lo que hoy se dice, sino todo lo contrario–, el denominado planteamiento de «guerra a muerte» del que nadie habla y todos desconocen existente en la legislación militar como hemos dicho republicana, y las particularidades del Ejército del Sur (Andalucía) mandado por el Gral. Queipo de Llano, desmantelando este trabajo los vilipendios de crueldad excesiva con que hoy se le tacha; capítulo este de gran alcance.

En los siguientes capítulos «La represión y su relación con el número de voluntarios y soldados», «Las incógnitas de la represión» –donde sin tapujos, pero con la misma solvencia que todos los demás, Piñeiro Maceiras trata con profusión y extraordinaria ecuanimidad sin omitir detalles y análisis el desagradable tema de los «paseos» en la zona nacional–, «El cómputo de las víctimas y el auxilio a los necesitados» y «La represión durante 1937 y 1938». Abundan en esta parte del libro las estadísticas y cuadros comparativos que ilustran al lector gráficamente con una claridad meridiana sobre el verdadero alcance de dicha labor demoliendo de nuevo lo dicho hasta ahora sobre el particular, sacando a la luz de la verdad lo hecho, frente a tantas mentiras dichas.

No elude Piñeiro Maceiras tratar del papel de la Falange en el restablecimiento del orden y la autoridad, enfrentando su realidad a la malintencionada ficción tan extendida.

Tampoco escurre el bulto, sino todo lo contrario, al tratar sobre la represión al final de la guerra, así como sobre el tan famoso como manido «racionamiento».

Prisioneros frentepopulistas

Por último, este abrumador trabajo divide con absoluta fiabilidad las diferencias tan abismales que hubo entre lo ocurrido en la retaguardia nacional y la otra, la del Frente Popular. Asimismo, son casi 1.000 las notas a pie de página muchas de ellas esenciales para completar la visión de lo que cuenta el texto, notas en las que Piñeiro Maceiras demuestra haber realizado una labor ímproba de investigación difícil de superar.

A modo de muy sucinto resumen, porque dejamos todo lo mucho para quienes compren este gran libro, diremos que el trabajo de Piñeiro Macerias nos confirma que los nacionales se ajustaron estrictamente, aunque sin duda con rigor obligados por las circunstancias, a la legislación republicana, que con la declaración del «estado de guerra» era muy dura; la misma que ya se aplicara cuando la Revolución del 34, Casas Viejas y tantas otras algaradas como hubo de 1931 a 1936; que dicha legislación nos pueda parecer a nosotros hoy muy ruda e incluso inaceptable no quiere decir que no fuera la que había y por ello la que se podía e incluso debía aplicar. La historia, sea la que sea, no puede juzgarse desde la óptica y con los parámetros actuales porque no sólo sería un error, sino algo peor: intento de manipulación, de reescribirla, de engañar y adoctrinar con fines incalificables. La historia debe escribirse y juzgarse poniéndonos siempre en el contexto y situación en la que se desarrolló.

No nos extendemos más porque debido a la importancia del libro vamos a dedicarle desde ahora varias iniciativas para dar a conocer poco a poco, con la ayuda del autor, las conclusiones más relevantes del mismo. Pero de verdad que animamos a comprarlo ya, antes de que se agote. Su lectura es, por demás, fácil, virtud que hay que reconocer a su autor, José Piñeiro Macerias, que en temas donde cualquier otro se hubiera estrellado, él consigue exponerlos con la sencillez y accesibilidad que sólo la humildad y valores personales por él cultivados pueden lograr. Estamos seguros también, eso sí, de que libro tan singular y definitivo va a levantar ampollas entre los que llevan décadas de desmemoria, de reescribir con falacias una historia que, como pocas, está documentada hasta la saciedad, pero que hay que descubrir, investigar y trabajar sin orejeras, sin prejuicios, con valentía intelectual exenta de complejos y sectarismos para conocer cual de verdad fue, que es lo que ha hecho el autor.

Para adquirir el libro AQUÍ.

PD.- José Piñeiro Maceira es eminente jurista y al tiempo colaborador de esta web, habiendo publicado en ella varios trabajos que dan fe de su talla como investigador y escritor.


3 respuestas a ««La represión de Franco»: por fin, contra la mentira, toda la verdad y nada más que la verdad ¡Imprescindible!»

  1. No dudo que las prisiones fueeron duras…, como lo era la vida en la España de la posguerra, totalmente arrasada, empobrecida y arruinada.
    Pero también existía la redención de penas por el trabajo, pñor cada día trabajado se redimían dos días de prisión, etc.
    Redención que, por cierto suprimió Belloch, en el Código Penal de 1995. ¡Para que luego digan que los «socialistos» son progresistas y modernos!

Deja una respuesta

Su dirección de correo nunca será publicada. Si la indica, podremos contestarle en privado en caso de considerarlo oportuno.*

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad