La revolución de Franco

Algún día se reconocerá la etapa de gobierno del Generalísimo Franco como la de mayores logros de toda la historia de España. Aquí van algunos, sólo algunos de ellos:

* El “Auxilio Social” que llenó España de comedores gratuitos para los más necesitados mientras fueron necesarios.

* La Seguridad Social universal para todos los españoles, al amparo de la cual se construyó una extensísima red de hospitales, residencias y ambulatorios, favoreciendo también la extensión de los seguros privados sanitarios, el desarrollo de la industria farmacéutica, etc.

* La erradicación de varias enfermedades que venían siendo plagas seculares en España tales como la tuberculosis, así como la disminución hasta niveles ínfimos de otras pandemias como el sarampión, la escarlatina y la varicela.

* La pensión por jubilación y viudedad.

* La edad obligatoria de jubilación a los 65 años.

* La escolarización pública, gratuita y obligatoria; la practica erradicación del analfabetismo; una extensa y competente red de Universidades públicas accesibles a todos los españoles; el impulso sin igual a la Formación Profesional.

* El Estatuto de los Trabajadores que garantizó a éstos, entre otras muchas cosas, una edad mínima para el comienzo de la vida laboral; el sueldo mínimo interprofesional; la fecha tope para el contrato de pruebas/pràcticas y la indemnización por despido improcedente.

* Práctica eliminación de la mendicidad callejera.

* Creación de una «clase media» sólidamente arraigada que alcanzó hasta al 66 por ciento de los españoles.

* Una España industrializada como nunca antes que llegó a ocupar el décimo lugar del mundo en tal ámbito; la llegada a España, atraídas por su seguridad jurídica, laboral y social, de empresas de primer orden como Renault, Peugeot, Citroën, General Motors, Mercedes Benz, Ford, Mitsubishi, Sony, Hilton, Larousse y Horcher entre otras muchas.

* Incremento exponencial y mejora palpable de sectores tradicionalmente atrasados como la red ferroviaria, el agua corriente y la luz, incluso hasta los pueblos más pequeños; la red de carreteras y el transporte aéreo y marítimo; las grandes empresas nacionales como Iberia, Renfe, Telefónica, etc.

* Creación de organizaciones para la protección e integración de personas con minusvalías como la ONCE, las Apuestas Deportivas Benéficas y otras.

* Reducción hasta mínimos envidiables de los niveles de delincuencia; no existieron jamás ni mafias ni crimen organizado.

* Práctica inexistencia del aborto, las drogas, la pornografía, ni cualesquiera otras prácticas degeneradas que hoy son constantes y visibles, hasta para los niños, que sólo consiguen embrutecer y destruir al hombre como persona. España era una nación de orden, buenas costumbres, honradez y paz, y por eso respetada y que se respetaba a sí misma, además de unida.

* Creación de un verdadero «Estado de Derecho» en el que el sistema judicial rápido, expedito y pleno de garantías procesales, e independiente.

* La emigración de los años sesenta y parte de los setenta no lo fue porque no hubiera trabajo –durante todo el Régimen existió práctico pleno empleo–, sino porque en el extranjero pagaban más, encargándose el Ministerio de Trabajo de que los que emigraban tuvieran cubierta la asistencia sanitaria y un contrato legal de trabajo reconocido en el país de destino; la tasa de paro al fallecimiento de Franco era de tan sólo 500.000 desempleados la mayoría estacionales. Dicha emigración contó siempre con una extensa red de centros de acogida en los países de destino costeados por el Estado español en el que trabajaban funcionarios españoles para atender a todas sus necesidades una vez llegaban a dichos países; en 9 países de Europa llegó a haber 97 centros –además otros 81 regidos por la Iglesia– y otros 824 en 22 países de ultramar.

* Desde los tiempos de los romanos, hasta 1936, en dos mil años, se habían construido en España 191 embalses con capacidad para 4.000 millones de m3 de agua. Durante la II República no se hizo ninguno, ni siquiera se terminaron los que estaban en construcción. En los treinta y nueve años que van de 1936 a 1975, bajo el gobierno de Franco se construyeron 547 embalses y pantanos con capacidad para 40.000 millones de m3 de agua, es decir, diez veces más que en veinte siglos; además estaban en marcha otros 78 que, terminados todos para 1979, se le deben a él, lo que sumados hacen un total de 625 obras de tal tipo. Varios de ellos siguen siendo los más grandes de Europa. Además, figuran en su haber obras hidráulicas del calibre del trasvase Tajo-Segura –con una distancia de 350 Km. de los cuales 36 corresponde a un túnel– o las debidas al Plan Badajoz, todo lo cual hace que podamos afirmar que todavía hoy cuando abrimos un grifo en nuestras casas el agua que de él mana se debe a Franco y a los españoles de su época.

* El Banco de Crédito Agrícola concedió 344.000 millones de pesetas en créditos blandos a agricultores desde su creación en 1946 hasta 1975.

* Se transformaron 1.650.000 hectáreas de secano en regadío gracias a los embalses y pantanos, así como los ya mencionados Plan Badajoz y trasvase Tajo-Segura.

* Mientras que en países tan avanzados como Francia y Alemania los planes de concentración parcelaria precisaron de 100 años para lograr resultados, en España bastaron veinte –de 1950 a 1970– para alcanzar los mismos niveles que aquellos.

* Construcción de una extensísima y tupida red de 155.018 Km. de caminos rurales esencial para sacar del aislamiento secular a miles de pequeños pueblos.

* La Dirección General de Capacitación y Extensión Agrícola llegó a tener 777 oficinas dedicadas a la formación de agricultores en nuevas técnicas de cultivo.

* La reforestación alcanzó los 4 millones de hectáreas.

* Se construyeron 74.958 escuelas, 131 de magisterio, 70 reformadas, 40 institutos, 351 centros de formación de profesorado industrial, 121 escuelas técnicas superiores y de peritos, 910 colegios de educación media, 65 institutos de investigación, 59 escuelas de investigación, 23.161 aulas, 1.969 centros de enseñanza media, 48 escuelas de artes y oficios, 37 conservatorios de música, 80 centros de enseñanza superior, 283 de enseñanza elemental, 180 de otros centros de formación, 124 escuelas de técnicos sanitarios, 124 colegios mayores sanitarios, 767 bibliotecas, 40 museos, 17.000 viviendas para profesores.

* Se reconstruyeron 338 pueblos que habían resultado destruidos total o parcialmente durante la guerra; algunos, como Belchite o Llanos del Caudillo fueron nuevos por completo.

* Se construyeron 34 gobiernos civiles –y se renovaron otros 18–, 292 residencias hospitalarias, 96 concertadas, 500 ambulatorios, 425 consultorios, 59 sanatorios, 32 institutos provinciales sanitarios –se reformaron otros 18–, 50 centros secundarios de higiene, 38 casas atención sanitaria a mujeres, 508 casa tutelares y 18 parques móviles.

* Se construyeron 294 campamentos para jóvenes y 25 paradores nacionales.

* La ayuda a la Iglesia fue ingente: se reconstruyeron totalmente 2.269 iglesias, se reformaron 15.496, se construyeron y entregaron a la Iglesia 16.654 centros escolares, se construyeron 1.809 nuevas parroquias, 1.297 coadjutorías, 1.479 colegios y casa de religiosas, 910 colegios de enseñanza media, 25 residencias universitarias, 176 institutos, 2 universidades pontificias, 180 escuelas de formación profesional, 11 de enseñanza superior, 12 colegios mayores, 5 institutos de Teología y Filosofía y 332 escuelas apostólicas; destacar la construcción del Valle de los Caídos y  la reconstrucción y mejora del Cerro de los Ángeles ambas obas monumentales de proporciones ciclópeas. Además el Estado abonó el salario del clero que en 1963 estaba formado por 58.046 sacerdotes, 101.209 religiosos y 57.705 seminaristas, lo que supuso un desembolso desde 1940 a 1973 de 300.000 millones de pesetas.

* Se construyeron 25 audiencias provinciales, 11 territoriales, 599 talleres para reclusos, 125 granjas agrícolas para presos, 5.817 centros de protección de la mujer y 22 penitenciarías.

* Se ensancharon 138.249 Km. de carreteras, se construyeron 17.000 Km. de nuevas carreteras locales, 2.847 Km. de autopistas de peaje, 569 Km. de vías de servicio, 3.825 Km. de desviaciones, 758 Km. de variantes, 371 pasos a nivel y se rectificaron o suprimieron curvas, badenes y cambios de rasante en 3.867 Km. de carreteras.

* Se llevó agua potable a 1.417 pueblos, se electrificaron 2.324 Km. de vías ferroviarias, se construyeron 1.150 Km. de transporte subterráneo.

* Se construyeron 43 residencias de educación y descanso para trabajadores –de ellas tres eran ciudades residenciales con capacidad para 1.500 plazas– y también otras 40 residencias menores, pasando por ellas para disfrutar gratuitamente de periodos vacacionales durante los 40 años de gobierno de Franco 35.000.000 de trabajadores con sus familias.

* Se construyeron 322 parques sindicales deportivos con preferencia para trabajadores de los cuales varios era de gran capacidad como el que hoy en día aún existe en la carretera del El Pardo.

* Hasta 1975 se habían construido 3.500.000 de viviendas sociales distribuidas de la siguiente forma: 54.000 albergues y viviendas de realojo, 798.000 subvencionadas, 274.000 protegidas, 210.000 bonificables y 1.282.000 de protección oficial.

* El turismo se convirtió en la principal fuente de ingresos, impulsando otras actividades como la construcción, el ocio y un largo etcétera imposible de relacionar aquí.

* La potencia eléctrica hidráulica que en 1940 no pasaba de 1.300.000 kw, en 1975 llegó a los 12.000.000 kw, casi diez veces más. La producción eléctrica que en 1940 era de 3.617 millones de kw/h, ya en 1969 era de 16.390 millones de kw/h y en 1975 alcanzó los 79.603 millones de kw/h., es decir, veintidós veces la capacidad de consumo y producción de 1940; también había aumentado la potencia de origen térmico y la nuclear, ocupando España el cuarto lugar del mundo en esta última.

¿Alguien pudo hacer más nunca en tan pocos años? Más aún ¿alguien podrá jamás igualar lo hecho?


3 respuestas a «La revolución de Franco»

  1. Son como los objetivos de la Agenda 2030, pero no ficticios, aparentes, camuflados y sospechosos como éstos, sino reales y, además, corregidos, aumentados, mejorados y aplicados ya desde los años sesenta a toda la población de España, y todo esto logrado por un solo país gracias a la expresa determinación del Caudillo.

  2. Y sin ayuda exterior (más bien lo contrario), como es público y notorio. A España, no llegó el famoso Plan Marshall. Bueno es recordarlo.

    A medida que va pasando el tiempo, los éxitos de toda índole alcanzados por la España del Caudillo, son cada día más patentes. Y, en no pequeña medida, todavía seguimos viviendo de aquella herencia. Por eso tienen prisas (los enemigos de España y de Franco, siempre los mismos…), en sepultar la verdadera memoria de lo acontecido durante la «dictadura» del Generalísimo, bajo un nuevo Himalaya de mentiras. Con la vista puesta, particularmente, en producir sus nocivos efectos en las nuevas generaciones de españoles. Alcanzado lo cual, quedaría sellado -en sentido negativo- el futuro de nuestra patria como una sola nación independiente.

    Mientras podamos -y no será por mucho tiempo con plena libertad- tenemos el sagrado deber de comunicar con exactitud, machaconamente y a los cuatro vientos, todo lo sucedido realmente durante aquellos años gloriosos de nuestra común empresa: la venturosa era de la España de Francisco Franco (q.e.g.e.).

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