Laboralización de las Administraciones Públicas, de Ramiro GRAU MORANCHO, 2ª. Edición

Acaba de aparecer, publicada en Amazon, la segunda edición del libro “Laboralización de las Administraciones Públicas”, de nuestro colaborador, el jurista aragonés don Ramiro Grau Morancho.
El libro tuvo una primera edición en 1998 en editorial Trivium, de Madrid, pero ante el cierre de la editorial, mala distribución de los varios miles de ejemplares publicados, etc., así como la dificultad para poder adquirirlos, se ha efectuado esta nueva edición, respondiendo a la demanda de los numerosos estudiosos interesados en su adquisición.
La edición, muy cuidada, con 192 páginas de contenido, se vende única y exclusivamente por Amazon, al precio de 15 euros, y está teniendo una gran acogida, y ello a pesar de que en las actuales circunstancias de pandemia, no se ha podido realizar ningún acto público de presentación, por simples razones de seguridad colectiva.
Para el autor, la dualidad existente en el sector público español, entre funcionarios y laborales, debería acabar, y el Estado tendría que implantar un único sistema de función pública, más dinámico que el actual, y en dónde fuera posible despedir, realizar Ertes, expedientes temporales de regulación de empleo, e incluso Eres, expedientes de extinción de contratos, pues no tiene ningún sentido que en un país que va camino de ser un Estado fallido, haya cerca de cuatro millones de personas (incluidos medio millón de políticos “profesionalizados”, que no profesionales), al servicio de un sector privado en franca decadencia.
Tampoco es lógica la gran presión e influencia de los políticos en las administraciones públicas, de forma que se van adecuando las plantillas, siempre en constante aumento, a las exigencias de “colocación” de más dirigentes, afiliados y familiares de los partidos políticos en el poder.
En definitiva, aboga por una racionalización y disminución del sector público, y una reorientación del mismo al servicio de los ciudadanos, autónomos, pequeñas y medianas empresas, etc., en lugar de actuar como un instrumento opresor de la actividad económica, y de la iniciativa privada, como sucede actualmente.
Pensamos que es un libro muy útil y necesario, y más en estos tiempos que el sector público debe reducir su tamaño, para evitar ser una pesada losa sobre la actividad económica, en lugar de un impulsor de la misma, con la privatización de numerosas actividades, generación de nuevas empresas y servicios que pueden prestarse perfectamente por la iniciativa privada, a costos más bajos que si son las administraciones las que los asumen.
Y, por último, una profesionalización de los cargos directivos, que deben dejar de ser parte del “botín” de los partidos políticos, para pasar a ser desempeñados por funcionarios o personal laboral, debidamente capacitados, que los hay, y muchos, pero son sistemáticamente postergados por los que tienen el carnet de militantes del partido con mando en la administración correspondiente…
Concretando y resumiendo, una obra imprescindible para conocer un punto de vista políticamente “no correcto”, pero que es, en definitiva, lo que pensamos una buena parte de los españoles. Queremos pensar que la mayoría.
Para comprar el libro AQUÍ

* Cuando falleció EL CAUDILLO, no vencido ni derrotado por Pedro Sánchez, como nos quieren hacer creer ahora, o por la PSOE, los comunistas, etc., HABÍA EN ESPAÑA 700.000 FUNCIONARIOS, Y EL PAÍS FUNCIONABA ESTUPENDAMENTE, con unos 35 millones de habitantes.
* Ahora estamos unos 47 millones de personas, muchos de elloc «consumidores libres de cargas», vamos que no aportan nada, y pese a la total información de nuestra sociedad, EL CADA DÍA MÁS PENOSO FUNCIONAMIENTO DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS (ahora con la excusa de la pandemia), etc., se «necesitan» -es un decir-, 3.500.000 EMPLEADOS PÚBLICOS, Y 500.000 políticos «AL MANDO»…
¡Acojonante!
No tengo palabras.
Es decir, hemos pasado de
700.000 funcionarios a 3.500.000 empleados públicos, CINCO VECES MÁS…
La mayoría ingresados a dedo, mediante concursos y oposiciones amañadas y apañadas, pruebas de idoneidad, interinidades de por vida, contratos laborales, «traajadores» contratados temporalmente, pero que al final se acaban convirtiendo en indefinidos, e incluso fijos, etc.
EN DEFINITIVA, ESTOS 3.500.000 EMPLEADOS PÚBLICOS, más el medio millón de politicastros de la castuza política y sindical que tenemos, SON UNA LOSA -Y ESPERO QUE NO UNA LÁPIDA- SOBRE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS Y LA ECONOMÍA PRODUCTIVA, AUTÓNOMOS, PROFESIONALES LIBERALES, ETC.
¡Menos mal que los menas y los pateristas VIENEN CORRIENDO A PAGARNOS LAS PENSIONES, como dirían los giliprogres!