Las Fuerzas Armadas pierden aceite

Llegan las fechas en que los sodomitas (ellos y ellas) afloran cual champiñones y se desparraman por nuestras ciudades y pueblos ejerciendo un derecho del que carecen sólo porque se lo conceden, ilegítimamente, unas autoridades que confunden la velocidad con el tocino, las churras con merinas o aún mejor, dado el caso, el culo con las témporas, como también una sociedad cuya decadencia, degeneración excede todas las cotas imaginables y cuyo aborregamiento supera al de las propias ovejas. Y es que nadie tiene derecho alguno a restregar a los demás lo que hace o deja de hacer en la cama, si da o le dan o ambas cosas al mismo tiempo que, oigan, ya sabemos que hay gente pa tó, y menos aún a enseñarnos sus posaderas y otras desvergüenzas y obsesiones fetichistas desfilando por las calles en una mascarada siempre zafia, grotesca, hortera y chabacana. Al menos los sodomitas de otras épocas, que siempre los hubo y habrá, conservaron el pundonor, la elegancia y dignidad de no hacer gala de sus atributos, pero ya sabemos que hoy la mediocridad es la pandemia que no sólo no parece tener cura, sino que sigue en alza.
Pues bien, esta son también las fechas en las que, un año más, los sodomitas que profesan en nuestras Fuerzas Armadas, hecho tan cierto como al parecer inevitable, se creen con el derecho, del que igualmente carecen, de dar publicidad a su práctica antinatura luciendo el uniforme y haciendo gala de su condición militar, lo que hacen por mor de un mando que les otorga con su silencio cómplice y por su cobarde sumisión a quien habita en el Ministerio, sea del color político que sea incluidos los del arco iris.

El uso del uniforme militar está reglado y su normativa no contempla utilizarlo como reclamo para cacarear lo que hace cada cual en la cama, si da o le dan o las dos cosas al mismo tiempo. Tampoco es lícito esgrimir la condición militar ni la unidad a la que se pertenece con tan infausto fin. Quien así lo hace deja en evidencia al servicio de qué causa real está, que no es, precisamente, la de las Fuerzas Armadas. Quien lo permite, igual y aún peor, porque teniendo la autoridad y por ello la responsabilidad, ni ejerce la una, ni asume la otra.
Y es que no se puede poner en el mismo rasero los valores que proclaman y se supone que deben poseer los que pertenecen a las Fuerzas Armadas con cualesquiera otros. El uniforme es la envoltura de una condición, la militar, que es toda una filosofía de vida, la milicia, que es también religión, no un disfraz. El uniforme es armadura en el combate y mortaja en la sepultura, no máscara. El uniforme es prenda del honor que se debe atesorar, el cual es patrimonio del alma y ésta sólo de Dios a Quien repugna especialmente toda práctica antinatura que, por ello, condena contundentemente desde siempre con los peores castigos eternos.
En las Fuerzas Armadas –como ocurría en La legión– nada importa la vida anterior, como tampoco lo que cada cual haga en la cama, lo que importa y mucho, es que cuando se vista el uniforme –se esté o no de servicio, y sepan todos que el militar de verdad siempre lo está aún cuando no lo esté como tal– es obligación comportarse en público, y también en privado, conforme al sagrado afán del que el uniforme lo dice o debe decir todo.

De acuerdo totalmente.
Tanto las fuerzas armadas como los curas, obispos y cardenales estan repletas de maricones, MARICONES con MAYUSCULAS.
I. Caballero
Donostiarra y carlista
Yo, 46 años de servicio activo, siempre hemos tenido de todo, en las FAS y GC, algunos muy buenos y abnegados
compañeros, pero el problema de cama y brageta era algo muy personal que casi todos conocíamos y como era cosa privada haya con su historia mientras no interfiriera en el servicio….pero lo de ahora es un escándalo parece que si pierdes aceite estás a salvo de muchas cosas y el acomplejamiento de muchos mandos superiores a que si actúan les afecta a su promoción profesional nos lleva a lo que hay.
Para ser todos iguales , tambié tendría que haber un día señalado » para los que nos gustan las mujeres», se podría llamar » el día de los machos» y éste colectivo ( también tendría que cobrar del gobierno una importante subvención» ) , como hacen con los GAY y dar una distinción » al más macho).
Extraordinaria lección.
los militares y guardias civiles mariquitas hacen política y proselitismo político con el uniforme, y eso lo prohíben las leyes disciplinarias tanto del Ejército como de la GC, pero los mandos miran para otro lado porque en España las leyes han dejado de tener valor y todo depende de a quién beneficien y a quien perjudiquen, para ser aplicadas o no.
Unas personas que se definen por su condición de mariquitas, que para ellos es lo más de sí mismo, y que en sus vidas todo gira alrededor de lo mismo me parece un peligro que puedan formar parte de las FFAA, de la Policia o de la Gc, como lo sería también en caso de los tutores judiciales, monitores de campamentos y todo lo demás.
Cuando la sociedad recobre la cordura alguna vez, -si es que so llega a suceder-, y se estudie lo que está pasando en España ahora, cómo se le han dado la vuelta a los valores como si fuera un calcetín, no darán crédito ni a la estupidez colectiva, ni al hecho de que se persiguiera por jueces, policías y fiscales, el denunciar toda esta locura de degeneración.
a ucrania a primera fila de combate…siempre podrán matar al «enemigo» aunque sea de risa…
Pues si es verdad que «pierden aceite», pudiéndose aprovechar para la lubricación de los vehículos motorizados (dado el bajísimo presupuesto militar nacional), sería de vergüenza. ¡Qué gran despilfarro!
Aberrante, vomitivo. Y éstos son los que tienen que proteger la Patria y a sus ciudadanos. Lo llevamos claro.
Brillante artículo, por el que felicito a don Francisco, Paco para los amigos, entre los cuales me cuento.
Hace dos o tres décadas, los medios giliprogres «promocionaron» a un Teniente Coronel, creo que Jurídico, que había salido del armario…
No sé que habrá sido de él.
Es muy posible que llegara al Generalato, por «méritos» sodomíticos.
Si alguien tiene información sobre el asunto, le agradecería mucho la compartiera. Gracias anticipadas, y Feliz Día del Señor.
Querido amigo Ramiro; habra llegado a «generala» y pertenecera a la GENERALATA.
Saludos
La decadencia no ha terminado…
Es como lo del jesuita James Martin, un mal ejemplo que se airea y se hace publicidad de él para dar una sensación falsa de lo que son los componentes de las fuerzas armadas españolas. Un acto de propaganda marxista y del lobby anticristiano Lgtibi para utilizar al ejército a la vez que se da un mal ejemplo y una influencia perniciosa contra los principios y valores cristianos, ya que la Iglesia católica (al igual que prácticamente todas las religiones) nos avisa de que la homosexualidad ó sodomía es un grave pecado contra Dios. Se respeta al ser humano que está en esa vida, pero se avisa de que esa conducta es una ofensa grave a Dios, que no es moralmente correcta y que hay que proteger a los jóvenes y a los niños de esa influencia, ya que su formación moral es un derecho de los padres.
Una pena y una tristeza muy grande, pero no caigamos en pensar lo que ellos quieren que pensemos, que eso es lo normal y lo frecuente en las fuerzas armadas. Es una utilización torticera y tóxica por gente muy desviada. No olvidemos quién está al mando del Estado y de los ejércitos, en manos de quién estamos todos… que Dios nuestro Señor proteja a nuestra pobre España y a todos los españoles de bien.