Las masacres de La Mola (Mahón, Agosto de 1936)

Deseado Mercadal Bagur

Reproducimos la descripción que hizo Deseado Mercadal Bagur de las masacres de La Mola (Mahón – Menorca) en Agosto de 1936. Aunque podríamos suministrar muchos más datos de los que se plasman aquí, hemos elegido el relato de la persona citada, porque creemos que para los escépticos y desmemoridos históricos hoy tan de moda, este relato tiene un doble valor: por un lado, Mercadal estaba presente en Mahón durante los hechos y entrevistó a varios de los protagonistas, ni que decir tiene que sus ideas frentepopulistas eran totales –tal vez de ahí que se observe en el relato una imposible búsqueda de atenuantes a semejante carnicería–, y, por otro, el hecho de que huido de Menorca cuando la isla se rindió en 1939, se exilió hasta su regresó a España en 1948, donde como no tenía delitos de sangre encima nada tuvo que temer, asentándose en Barcelona, primero, y luego en su Menorca natal, donde ejerció como músico y compositor, que eran sus más íntimas vocaciones, con notable éxito local, así como también ejerciendo de periodista e historiador en la España de «la dictadura» hoy tan denostada

Preludio sangriento:

El 18 de Julio de 1936 sólo habitaban la isla de Cabrera una pequeña guarnición de una decena de soldados al mando del alférez Facundo Flores Horrach y dos familias: los Suñer –padre y dos hijos–, de derechas, y los Bonet, de izquierdas; ninguna de ellas radicalizadas ni por ello enfrentadas abiertamente; también vivían en ella dos fareros: uno falangista y el otro comunista; así mismo, pasando unos días de vacaciones dedicándose a su afición preferida, la entomoligía, se encontraba el comandante del Ejército, retirado, Mariano Ferrer Bravo. Caído a los pocos días del Alzamiento un hidroavión frentepopulista en la isla, el alférez hizo prisioneros a sus cinco tripulantes siguiendo órdenes de Palma de Mallorca. Unos días después, un submarino frentepopulista llegó a Cabrera logrando su tripulación liberar a los aviadores y tomar prisionera a la guarnición, así como a todos los civiles de derechas a los cuales trasladaron a Mahón, a finales de Julio. (Toribio).

Vista parcial de La Mola

Los crímenes de La Mola.-

«La tragedia de la Mola, engendrada en mentes exaltadas y vengativas, tuvo un inicuo preludio cuando el 1 de Agosto una sección de la marinería conducía desde la Base Naval hasta la Mola a los presos hechos en la ya detallada acción de Cabrera. Poco después de iniciada la marcha, fueron ejecutados, sin más, los hermanos Gaspar y Juan Suñer Mas de 16 y 18 años, su padre Damián Suñer Mascaró, todos ellos mallorquines, y el Comandante retirado Mariano Ferrer (también lo fue el alférez Facundo Flores Horrach).

General Bosch Atienza

A primeras horas de la noche del 2 de Agosto fueron conducidos a las inmediaciones de “Es Freus” el General Bosch Atienza, el Comandante de Estado Mayor, Jacinto Dolz del Castellar, el Teniente Coronel de Infantería, Luis Martos González, el Coronel de Infantería retirado, Jaime Vidal Villalonga, los Comandantes de Artillería, Manuel Quintero Ramos y Jaime Sampol Mercadal, el Teniente de la Guardia Civil, Julio Riera Terrades, el Teniente de Carabineros, Miguel Vila Olaria, el de la Guardia de Asalto, Bernardo Monclús Durango, el Comandante de Infantería, Sebastián Rodríguez Vinent y el Capitán de Infantería, Claudio Gil Alós y allí mismo fusilados. (Eran los mandos superiores de la guarnición de Menorca cuya sublevación el 18 de Julio había fracasado al no secundarles los suboficiales y la mayoría de la tropa liderados por éstos).

En la noche del siguiente día se produjo otra espantosa matanza (…).

En los días que siguieron a la tragedia tuve ocasión de hablar con alguno de los soldados que colaboraron en la tarea de recoger los cadáveres, los cuales me participaron el horror que les produjo el dantesco espectáculo que vieron sus ojos, pues muchos de los cadáveres esparcidos por el patio, habitaciones y corredores se hallaban materialmente destrozados. Dato espeluznante el del fusilamiento de doña Hercelia de Solá, cuyo cuerpo todavía agonizante fue lanzado al vacío por el peñascal de s´Esperó.

Veamos el relato que dejó escrito un testigo de excepción, el alférez de navío Carlos Moya Blanco quien, junto con unos pocos, logró salir con vida de la matanza.

Vista parcial de La Mola

“A las 8 de la tarde del día 3 de Agosto, cuando la mayoría de los detenidos estábamos paseando por el patio, hicieron irrupción en él muchísimos soldados, cabos y sargentos de Artillería y de Infantería (no vi a ningún marino) armados de fusiles, pistolas y ametralladoras que con una intensidad salvaje nos ametrallaron a mansalva. Ante lo inesperado del ataque, su superioridad numérica y nuestra absoluta indefensión, era inútil e imposible toda resistencia. De las primeras descargas quedaron muchos muertos y heridos en el patio y los demás pudimos refugiarnos en los pabellones laterales escondiéndonos la mayoría en los retretes del fondo, otros en una pequeña habitación del extremo del patio, algunos, como yo, nos tumbamos entre los camastros fingiéndonos muertos entre los heridos y los cadáveres; todo ello en medio de una lluvia de incesantes balas que nos disparaban desde la puerta y ventanas.

Grupo de soldados frentepopulistas en Mahón

Cuando los asesinos entraron en los pabellones, muchos fueron acribillados en el sitio donde fueron sorprendidos como el almirante que murió en el camastro donde se encontraba y otros eran sacados al patio en donde eran asesinados entre golpes e insultos, ensañándose especialmente con algunos del Ejército; con los de marina no vi que se ensañaran con ninguno porque no nos conocían.”

En otros párrafos de su descripción, Moya Blanco dice que “hubo tiroteo casi incesante hasta aproximadamente las tres de la madrugada” … “a esa hora cerraron las puertas de los pabellones y después de un pequeño descanso se dedicaron a rematar a los heridos del patio e ir sacando los cadáveres fuera. Ya de madrugada encontraron al teniente Casares que había estado fingiéndose el muerto entre los cadáveres del patio, matándolo un cabo de artillería.

Hacia las 6 de la mañana entraron en el pabellón en el que se hallaba Moya Blanco y los demás que allí se habían refugiado. “Al encontrarnos nos hicieron salir a un grupo de cuatro, y cuando nos iban a matar a tiros, llegó un individuo vestido de paisano con varios guardias de Asalto que tras una breve discusión les convenció de que no debían matarnos sin juzgarnos por lo que nos introdujeron de nuevo en la habitación donde llevaron también a los supervivientes de otro pabellón siendo por lo tanto dieciséis los que quedamos de los 148 que en total creo estábamos …”.

Pese a que Moya Blanco habla de dieciséis supervivientes, en la página que figura en la página 141 de su relato, únicamente aparecen los catorce nombres siguientes: Teniente Coronel de Infantería Arturo Guerrero; Comandantes de Infantería, Gervasio Hernández, Jiménez y Tójar; Capitanes de Artillería, Ferrer, Cots y Saler; Teniente de Infantería, Sandino; Teniente de Intendencia, Trémol; Cadete de Toledo, Alberto Moreno; Capitán de Corbeta Isidro Sáez; Comandante de Intendencia de la Armada Fernando Álvarez y los Alféreces de Navío Enrique Manera y Carlos Moya Blanco.

Uno de los pabellones donde se refugiaron los supervivientes

(…)

¿Quién o quiénes fueron los responsables que ordenaron o indujeron a las matanzas ocurridas en las noches de los días 2 y 3 de Agosto de 1936 en La Mola? La Historia tiene sus secretos y sinceramente creo que nos hallamos ante uno de estos. En opinión de varias personas que por los cargos que desempeñaban podían tener informaciones fiables si bien no me atrevería a darlas por exactas y definitivas, los asesinatos pudieron decidirse en el curso de una reunión celebrada en la Comandancia Militar con asistencia de Marqués, Palou, Venegas, Quintanilla y Gabaldón. (Suboficiales frentepopulistas más destacados de la isla).

Marqués estuvo en la Mola el 25 de Julio dando órdenes para que fuesen cambiados de nave –se refiere al barco-vapor Atlante utilizado como prisión– algunos de los detenidos al objeto de que “no hubiese confusiones” aunque ello no indicaría que se tratase de incluir o aislar a algunos de futuros actos de violencia. Se aseguró también que Palou se presentó en la Fortaleza unas horas antes de que se iniciara la tragedia ordenando que los Tenientes Thomas, Sard y Moya fuesen trasladados a un lugar distinto del que ocupaban pero no así el Teniente Miguel Garau que estaba con ellos. La razón de querer salvar a los primeros obedecería al hecho de que fueran mallorquines como lo era él, y pertenecientes a familias de condición modesta, mientras que Garau, también mallorquín, era de familia pudiente.

Atlante

Preciso es recordar que antes de 18 de Julio habían llegado efectivos de tres baterías de Galicia, Mataró y Zaragoza, cuyos hombres no tenían ningún vínculo afectivo ni con la sociedad menorquina ni con los que luego serían ejecutados. Entre aquella tropa de Artillería había algunos “maleantes y desaprensivos” según frase de cierto informador al que siempre consideré imparcial y objetivo. Diré también que al atardecer del día 3 llegó el primer contingente de milicianos, los cuales caldearon el ambiente a favor de hacer justicia rápida y expeditiva.

Por su parte, los penitos que durante su encierro en la Mola habían sufrido vejaciones y lo mismo algunos soldados y subalternos castigados o humillados en ocasiones por algún oficial altanero, participaban de aquellos sentimientos de venganza. Las noticias llegadas de Mallorca dando cuenta de la terrorífica represión que allí se estaba llevando a cabo y el hecho de que se había iniciado la instrucción de sumarios lo que significaba que los juicios se alargarían por culpa del consabido papeleo, significaron otras tantas circunstancias determinantes de que, en un momento dado, saltase la chispa que desencadenó el drama.

Brigada Marqués

Terminada la guerra, fueron procesados los Sargentos de Infantería, Emilio de Benito Bueno y Antonio Sastre Vaquer, que estaban de guardia en la Penitenciaría aquella noche fatídica en que se desarrolló la matanza. Sastre, que por su antigüedad era el jefe de la guardia, había acudido a atender una llamada telefónica sin que nadie contestara al otro lado del hilo. Al volver a su puesto, había empezado la agresión. Sastre trató de oponerse a los soldados de la guardia que se habían sumado a los agresores como también varios Sargentos. En un momento dado, Sastre gritó ¡Basta de sangre! A su compañero de Benito se le responsabilizó de la matanza, siendo condenado a muerte y fusilado el 11 de Septiembre de 1939, mientras Sastre fue condenado a pena de prisión.» (También fue fusilado en Septiembre de 1939 el Brigada Marqués).

Epílogo criminal.-

El 20 de Noviembre de 1936, como venganza por el fallecimiento de seis trabajadores y un marinero a consecuencia del bombardeo de la base naval de Mahón por aviones italianos, una turba dirigida por el suboficial de Marina Luis Aniceto de Alba, extraía, con permiso de Marqués, del vapor-prisión Atlante a 37 sacerdotes, 26 militares y 10 civiles que fueron de inmediato asesinados en el mismo muelle.


16 respuestas a «Las masacres de La Mola (Mahón, Agosto de 1936)»

  1. Es repetido y conocido en la historia del marxismo su cariño a la ley y a la especie humana. Stalin entre el
    30/32 MASACRONDE HAMBRUNA en Ucrania 8.000.000 de seres y todavía hay subnormales q le alaban. ¡En esa estamos!

    1. El comunimso ha asesinado, por las armas, o de hambre, a más de cien millones de personas.
      ¡Y lo triste del caso es que es la ideología política que se está imponiendo en todo el mundo, con una gran nación, casi un continente, China, con 1.400 millones de personas, el 20% del mundo, y numerosos países satélites o influenciados por ellos en todo el mundo, Hispanoamérica, África, y hasta Europa!
      España, sin ir más lejos, e ssu cabeza de lanza en la UE.
      Dios quiera que la UE no aflore el dinero a esta gentuza, PUES LO ACABARÁN REOANDO TODO, O CASI TODO.

  2. 12 Militares el 2 de Agosto de 1936 entre Jefes y Oficiales y 87 Militares el día 3 de Agosto , 86 Oficiales y 1 Suboficial de la G.C.
    Una auténtica masacre contra hombres indefensos , sin posibilidad de escapatoria , sin juicio previo , unos asesinatos perpetrados por quienes decían defender la justicia e igualdad entre las personas , unos auténticos farsantes asesinos sanguinarios que el día 4 de Agosto se autoascendieron a Oficiales , arrancándose sus galones de suboficiales manchados de sangre . Descansen todos ellos eternamente en paz .
    ·

    1. ¿Y qué harían los suboficiales y soldados moros que tenemos en La Legión, Regulares, etc., si mañana Marruecos se enfrenta con España, invadieno y ocupando todas nuestras plazas de soberanía en el Norte de África…?
      O los mercenarios hispanoaméricanos, y de otros países, que tenemos en «nuestro» ejército, a cambio de la soldada y d ela nacionalidad española, pasados varios años, ¿de verdad creen que estarían dispuestos a jugarse su vida por España…?

  3. ¡Y cómo estos sucesos hubo otros muchos en toda España!
    La famosa CAUSA GENERAL, debería ser editada en libro (creo que ya hay alguna editorial que lo ha hecho, o publicación al respecto), y ampliamente divulgada en todos los centros docentes, desde primaria hasta la universidad.
    Pero claro, para eso sería necesario, en primerlugar, que el Estado asumiera las competencias en materiade enseñanza, y se procediera a una depuración del cuerpo docente, lleno de «socialistos», comunistas y podemitas…
    Y NADA DE ESO SE HARÁ.

  4. Si se hubiera publicado y recordado en su día, nunca se hubiera permitido este estado de partidos, pero el régimen era una mercancía averiada. Y es continuación del horror actual.-

    1. No le eches la culpa al «régimen» de lo que todos somos ahora responsables. Ellos, los que lo levantaron, a su hora se enfrentaron con las armas en la mano a la gentuza que estos de ahora, los mismos de entonces, pretenden legitimar. Se la jugaron y ganaron aunque al principio carecieran de todo menos de la razón. Nosotros en cambio nos quejamos por internet los que más y acto seguido pedimos otra caña y una de gambas. Como mucho hay algunos que dicen levantarán lo que estos gerifaltes criminales de ahora derriben, y sospecho que ya, que muy bien como dicho, pero pasará que lo derribado en el suelo quedará y ruede la bola.

  5. Muy completo el resumen de los hechos ocurridos en Mahon los diss posteriores al 18 de julio de 1936.
    Solamente añadir, como ampliacion al amerizaje forzoso del hidroavion a las aguas de la isla de Cabrera, que el Comandante de la nave era el Capitan de Aviacion BENEYTO ,huido siendo Jefe de la Base de Hidros de Pollensaj junto con el resto de Mandos.La Basse quedo al mando de un Cabo.
    Dicho Capitan cometio la mayor ignominia que pueda cometer un militar: la traicion y la cobardia.

  6. Enrique Manera y Carlos Moya salvaron la vida «in extremis» cuando ya estaban en el patio cara al muro y con las manos en alto apoyadas en la pared. Llegó un camión con guardias de asalto que advirtieron que respecto a ellos actuaría la justicia popular. De momento fueron transferidos al buque prisión. Un hecho providencial actuó en su favor. Inglaterra acababa de advertir que todo buque de guerra no mandado por oficiales del cuerpo general sería considerado pirata. Así es como propusieron a mi amigo Carlos trasladarse en submarino a Cartagena (por cierto que él impuso que le acompañara su esposa). Luego se trasladó a Bilbao, donde mandó el José Luis Díez (Pepe el del Puerto, la llamaban, porque siempre tenía averías, reales o fingidas). Aprovechando un temporal se refugió en Burdeos y aprovechó para largarse y llegar a la España «nacional». Todavía hubo de pasar el calvario de que lo dieran de baja transitoriamente porque «por algo se había salvado». Con el tiempo fue rehabilitado. Esto es un breve resumen. Los 3 de agosto él y Manera celebraban «cumpleaños». Su odisea fue similar a la de Oscar Scharfhausen.

  7. Nada puedo aportar al interesante artículo y a sus igualmente interesantes comentarios, si bien puedo hacer uno indirectamente relacionado.
    Al producirse el Alzamiento Nacional el 18 de Julio el José Luis Díez se encontraba en dique seco en Cartagena donde lo estaban “carenando”
    Lo mandaba el capitán de fragata Casimiro Carre Chicarro, casado con Mercedes Fernández Navarro de los Paños.
    El CF Casimiro Carre que se encontraba disfrutando del permiso de verano en Rubielos Altos (Cuenca) en la casa y fincas de su esposa se incorporó a su destino.
    Al producirse el asesinato en masa de los oficiales de la Armada por las tripulaciones y marinería del Arsenal, en principio fue respetada la vida del comandante del barco y del resto de los oficiales, porque eran queridos por la marinería de la dotación.
    No obstante, cuando se pidió al comandante del barco, el CF Carre Chicarro, que siguiera al mando del barco, bajo el mando de los cabos de la dotación y al servicio de la autoridades del Frente Popular (la Marina roja) respondió “con vosotros ni un día ni una hora” y hecha la misma propuesta a todos los oficiales del barco, fueron respondiendo, uno tras otro: “lo mismo que D. Casimiro”
    A consecuencia de esta respuesta fue fusilado el comandante y sus 18 oficiales en Málaga en cuya catedral están enterrados.
    Nada pues tiene de extraño que ante este ejemplo, el nuevo comandante del José Luis Díez, aunque se resistiera a combatir en favor de la Marina roja y al final se “pasara” con el barco a Zona Nacional, al final de la guerra fuera separado del servicio.
    Si bien luego fue rehabilitado como era lo lógico.
    Pero igualmente era lógico que quienes poniendo en riesgo su vida, o perdiéndola, se resistieron a entregar el mando de sus barcos a la chusma roja, tuvieran superioridad moral sobre aquellos que lo habían hecho. Aunque fuera para salvar la vida.

    1. Estimado seguidor: bravo, esclarecedor y magnífico comentario. Mil gracias. Toda una lección de historia, de hombría y de honor militar. Saludos cordiales

  8. Un episodio curioso de la matanza de Mahón se lo contó a mi padre un compañero. El vivía en Ciudadela y acudía todos los días a Mahón en el autobús de línea. En una ocasión, ya casi repleto el autobús subieron un suboficial y su mujer, que no tenían asiento. Cortesmente invitó a la señora a sentarse, con lo cual tuvo que viajar de pie. Tras el alzamiento militar, fue apresado en Ciudadela junto con otros sospechosos de derechismo y simpatía con los sublevados. Hubo una saca de presos para su ejecución, pero el día anterior lo trasladaron de prisión. Lo mismo sucedió en la nueva trena. Lo trasladaron a la fortaleza de la Mola. Y poco antes de la ejecución masiva fue recluido sorpresivamente en una celda de castigo. Había una mano oculta que le protegía, pensó, y se lo confirmó con el tiempo el suboficial a cuya esposa había cedido el asiento.
    GONZALO DIAZ GRANDA, notario jubilado, hijo del Almirante Gonzalo Díaz García

  9. Me llamo Mariano Bendito Saura, nací en Ciutadella de Menorca, el 03-04-1938 habiendo permanecido 8 mese en el vientre de mi madre, M.ª de la Concepción Saura Mariño, en la prisión para mujeres de derechas sita en Mahón; por lo que creo debo de ser el ultimo ex-preso superviviente de la totalitaria y estalinista republica socialista-marxista.
    Mi madre, que fue liberada para parirme a causa de la ausencia servicios sanitarios en dicha prisión, falleció al poco tiempo del parto a consecuencia de la pésima alimentación, los malos tratos recibidos en presidio y la falta a de higiene; junto con ella estaba mi abuela materna Agustina Mariño Codina y otras 50 mujeres más de la derecha por el solo delito de ser de casa rica o católica practicante.
    Mi padre, Mariano Bendito Monjo, y mi abuelo materno, Juan Saura Revel, los cuales fueron represaliados con la perdida y expolio de todas sus propiedades, la expulsión de sus trabajo y pérdida de su sueldo, permanecieron unos 20 mese presos en el barco checa-prisión «Atlante» surto en cala Figuera en el puerto9 de Mahón, en donde sufrieron de pésima alimentación, malos tratos, total falta de higiene y servicios médicos y expuestos a ser asesinados a capricho de sus carceleros; las peores eran las milicianas de UGT, que cuando estaban de guardia, y las tropas de Franco obtenían victoria, que eran muchas, dichas milicias les orinaban en la perolas de su comida. También soy familiar directo de parientes asesinados en Menorca, Tarragona y Madrid por el sólo hecho de ser de derechas o militares.
    Yo sólo pido que se recuerde la actuación de ambos bandos contendientes y se sepan sus miseria, crueldades y maldades así como sus aciertos y bondades, si las hubo; se conozca la verdad para que nunca más pueda volverse ha repetir tanta barbarie y crueldad.

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