Las quintas columnas
Lo que estamos viviendo estos días, con la complacencia y complicidad del Gobierno en funciones de la Nación, es de una gravedad que, tal vez, no acertamos todavía ni tan siquiera a vislumbrar.
De repente, a nuestras costas, especialmente las de Canarias, están llegando cientos de africanos la inmensa mayoría varones, todos ellos en edad militar, fornidos, atléticos, provistos de buenos teléfonos móviles y que no huyen de ninguna guerra, ni persecución racial ni religiosa y, lo que es más grave y peligroso, todos ellos sin identificar.
Ninguno está identificado, toda vez que no vienen provistos de documento alguno, con el fin de evitar que se conozca su origen y de esta forma hacer muy complicada su repatriación.
Sin embargo, la gravedad del asunto de no saber de quien se trata no solo implica no conocer su origen, sino que también, y eso es lo peor, desconocer quién es y los antecedentes delictivos que obran, a su nombre, en sus países de procedencia.
Nadie, al menos yo lo desconozco, conoce realmente las motivaciones que trae cada uno de los desembarcados. Unos dicen que huyen del hambre, otros que buscan un mundo mejor y otros, simplemente que se trata de una invasión, encubierta, en toda regla.
Efectivamente, si hubiesen accedido a España por los cauces legales, como hicieron nuestros compatriotas cuando emigraron, incluso podrían resultar beneficiosos para nuestra economía, toda vez que, cada uno, dispondría de un puesto de trabajo que le permitiría disfrutar de una vida digna entre nosotros, siempre y cuando, y esto es primordial, se adaptasen a nuestra cultura y a nuestra forma de vivir, cosa que, lamentablemente, ni sucede ni es de esperar que suceda.
Sin embargo, lejos de tal cosa, se permite que mafias y ONGs, estas últimas cuantiosamente subvencionadas por nuestro Gobierno, alienten esta masiva invasión, prometiéndoles, una paguita por no hacer nada, asistencia médica e incluso la nacionalidad con el fin último de convertirlos en un caladero de votos para la izquierda -los socialistas- y la ultraizquierda -comunistas, sumatorios, podemitas y perroflautas en general-, ya que saben que, en lo sucesivo, contarán con ellos.
A lo que estamos asistiendo, con la absoluta connivencia de este gobierno títere, es a una invasión en toda regla que, encima, se ve facilitada con la distribución, al amparo de la noche, es decir, con nocturnidad y alevosía, por todo el territorio nacional de pequeños grupos que, a modo de células, se ubican en pueblos y ciudades.
En un primer estadio, se les aloja, en el colmo de la desvergüenza, en hoteles de lujo que ya veremos a ver como quedan una vez los hayan abandonado; hoteles a los que a la mayoría de los españolitos nos costaría trabajo acceder debido al precio de la habitación. Por supuesto, comerán a la carta ya que, a esta gente no les sirve cualquier comida, habida cuenta de que alguna la tienen expresamente prohibida y pasaran los días sin hacer nada. La vida feliz.
Muy bien, y después ¿qué?, ¿van a seguir en esos hoteles, viviendo a cuerpo de rey, per secula seculorum? Suponemos que no, que se les hará efectiva una paguita, salida del bolsillo de todos los españoles, y se les indicará que se las arreglen como mejor puedan y ahí es donde comenzarán los problemas.
Unos se pondrán al servicio de las mafias de falsificadores de prendas de vestir, bolsos, paraguas, etc., extendiendo sus matas en nuestras principales calles comerciales; alguno, tendrá la suerte de encontrar trabajo si alguien lo contrata y ¿el resto? Nadie da respuesta a eso
Poco a poco, con esta distribución por todo el territorio nacional -curiosamente de forma mayoritaria en demarcaciones gobernadas por el PP- se está creando el caldo de cultivo no solo para la formación de bandas, sino también para la articulación de los llamados “quintacolumnistas”, es decir, el enemigo, campando a su libre albedrío, por la retaguardia propia, con el riesgo que ello entraña ya que desconocemos cuantos son activistas islamistas con voluntad de atentar contra nosotros, ¿o es que lo sabemos? Si desconocemos de quien se trata, malamente podremos saber su filiación por muchos esfuerzos que haga la Policía o la Guardia Civil en sus demarcaciones respectivas.
Por otra parte, ¿alguien ha valorado el impacto que la presencia de estos grupos tendrá en la seguridad ciudadana de las localidades donde se asienten? Hay Ayuntamientos que malamente rebasan los 1.500 habitantes, carentes de Guardia Civil, incluso de Policía Local, que van a tener que asumir a más de una treintena de estos individuos que, por cierto, querrán comer, vestirse y alojarse en algún sito como es lógico suponer y que la paguita no les alcanzará para dar cobertura a todas sus necesidades. ¿Qué sucederá entonces?
Estamos permitiendo, sin poner coto alguno, que las mafias y esas malditas ONGs que se están haciendo de oro, proyecten en sus barcos, a cientos y cientos de inmigrantes, sobre nuestras costas o es que alguien cree que en esas embarcaciones que aparecen en nuestras playas y puertos, carentes del más elemental sistema de navegación, se puede cruzar 800 km. de océano Atlántico abierto. Habrá algún tonto/tonta que se lo crea. ¿Qué se espera para que la Armada se despliegue y proteja nuestras aguas?
Lo cierto es que, cuando Europa esta comenzando a tomar conciencia de este grave problema, problema que ellos mismos alentaron, nosotros no solo permitimos la llegada de cientos de inmigrantes, sino que, incluso, los distribuimos por todo el territorio nacional en pequeñas células, debidamente comunicadas por medio de telefonía móvil, que, el día menos pensado, nos van a dar un serio disgusto.
¿Qué sentido tiene financiar al sátrapa moro para que evite estas llegadas masivas, si jamás ha puesto inconveniente a ello? Pese a todo, seguimos financiándolo a él y a otros limítrofes.
Ya va siendo hora de que nos despertemos y abandonemos esos mundos de yupi que nos están tratando de vender a base de “alianzas de civilizaciones” y otras zarandajas, inventadas por la oligarquía internacional y que cuentan con el apoyo del nuevo comunismo cultural y, por supuesto, de los socialistas que siempre anduvieron metidos en la mierda.
No deberíamos olvidar que, todavía, seguimos siendo uno de los primeros países receptores turistas, lo que constituye una fuente de riqueza, a cada paso más depauperada, de la economía nacional. ¿Alguien se ha parado a pensar los riesgos que corremos, en ese sentido, con esta masiva invasión?
La voluntad de este gobierno títere no es otra -los socialistas siempre la tuvieron como objetivo prioritario- es, más allá de perpetuarse en el machito, destruir a España como nación. Amnistías, declaraciones de nacionalidad dentro de nuestro suelo y ahora esto, una invasión en toda regla.
El objetivo final: derrocar la monarquía y establecer en España una república bananera, al más rancio estilo bolivariano, roja y atea. Tiempo al tiempo.
Blog del autor: http://cnpjefb.blogspot.com/

Respetado amigo, y camarada de la OJE, ¡totalmente de acuerdo contigo!
En mi artículo, al lado del tuyo, pero de inferior calidad, vengo a decir lo mismo…
Pero no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni gente más tonta que los que se hacen el tonto, para no ver nada, ni enterarse de nada.
Cordiales saludos.
Querido camarada, ese es el grave problema que nos aqueja, tú lo has dicho: no hay más sordo que el que no quiere oír, ni más tontos que los que se lo hacen. Enhorabuena por tu artículo. Un abrazo y debemos siempre recordar que valemos porque servimos, ¡arriba España!
Querido camarada, ese es el grave problema que nos aqueja, tú lo has dicho: no hay más sordo que el que no quiere oír, ni más tontos que los que se lo hacen. Enhorabuena por tu artículo. Un abrazo y debemos siempre recordar que valemos porque servimos, ¡arriba España!
¡Vale quien sirve!
Y Servir es un Honor.
Un anbrazo de Ramiro.
Con pincharles el teléfono se sabe quienes son de donde vienen y hasta la mano que utilizan para limpiarse el culo y si no se hace es porque no interesa…o es algo que solo se hace con los españoles…y no me vengan con el cuento de la autorización judicial(eso en las peliculas queda muy bien)porque hace años que ese requisito pasó a la historia
En España va a regir la sharia. Esperaba no llegar a verlo pero esto va muy rápido. Estamos en lo del año setecientos otra vez; y financiado por los mismos. Solo que esta vez, no solo tenemos a los sarracenos en contra, sino al resto del sistema que lo respalda y promueve.