Los EE.UU. de error en error y sin aprender de los errores
Estados Unidos salvó al mundo durante la guerra fría de la Unión Soviética Comunista y del Pacto de Varsovia. Reagan, más que nadie, derrotó a los comunistas en todo el mundo. El mundo debería estar agradecido de que Estados Unidos lo salvara del malvado comunismo.

El problema es que después de que terminó la Guerra Fría, Estados Unidos arruinó lo bien hecho. En lugar de ayudar a la nueva Rusia, autoritaria pero cristiana, a recuperarse, EE. UU. y la OTAN la humillaron bombardeando a sus hermanos eslavos en Serbia y expandiendo la OTAN hasta su patio trasero y sus mismas narices, promoviendo además revoluciones de tintes globalistas entrometiéndose en los asuntos internos de otros países y peor aún en sus procesos electorales. En lugar de ayudar a Rusia a estabilizarse tras el desastre de Yeltsin, Estados Unidos pateó al oso mientras estaba deprimido e indefenso. Sacudió al oso en sus ojos, le pateó mientras estaba caído e inerme, vertió sal en sus heridas abiertas y todo ello durante años… y ahora que el oso se ha recuperado y está fuerte, entonces y lógicamente el oso está enojado contigo y… ¿no sabes por qué? “¡Oh, Dios mío! Este oso es tan grosero… está tan enfadado. ¡¿Por qué será?! No entiendo”. Tanto los belicistas neoconservadores como Bush II y McCain (el idiota neoconservador en jefe), como los liberales como Clinton y Obama, hicieron lo mismo.
Al mismo tiempo, EE. UU. estaba ciego y, en lugar de mantener a raya a China, alimentó al Monstruo Comunista trasladando miles de fábricas y cientos de miles de puestos de trabajo allí. No sólo hizo daño a nuestra clase obrera (esa universidad de izquierda que los liberales blancos de las grandes ciudades de la costa desprecian como deplorables), sino que alimentamos la economía y el poder de un verdadero monstruo comunista. Y ahora China, que lleva alimentándose del dinero estadounidense 20 años, quiere ser la potencia número uno del mundo. Así, por ahorrarse algunos dólares en los salarios de los trabajadores, las empresas y el gobierno de los Estados Unidos crearon su propio monstruo Frankenstein que ahora quiere destruirnos.
En lugar de reclutar a la Rusia autoritaria PERO cristiana para que nos ayudara a contener a China, EE.UU., mediante revoluciones de color organizadas por el Departamento de Estado y financiadas, entre otros, con el dinero de Soros, dio golpes ilegales contra gobiernos amigos de Rusia y expandió la OTAN hasta la narices rusas, le declaró la guerra económica y le impuso sanciones, enviando a Rusia directamente a los brazos de China, creando así una alianza antinatura de quienes de otro modo serían enemigos luchando por la tierra en Siberia. Rusia y China no son amigos naturales, pero las políticas estúpidas y la ideología equivocada de los EE.UU. los han empujado a juntarse. Rusia para luchar contra las sanciones y la guerra económica no tiene otra opción que volverse hacia China para sobrevivir económicamente. Tanto los “conservadores” y “de centroderecha” equivocados, como los neoconservadores y los liberales anticristianos y antinaturales de la Ley Moral son culpables de crear el lío actual. Sólo los paleoconservadores de la vieja derecha y los verdaderos liberales de Von Mises, como Ron y Rand Paul, pudieron ver que Estados Unidos se estaba disparando en el pie durante 20 años.
Y claro, todo esto mientras la Cuba comunista y sus servicios de inteligencia iban conquistando uno a uno los países hispanoamericanos como piezas de dominó introduciendo marionetas comunistas en todos ellos. Demasiado ocupado jugando con los rusos y trasladando cientos de miles de empleos de EE.UU. a la China comunista, ha hecho que los EE.UU. no prestaran atención a los vecinos pobres del sur mientras los comunistas de Cuba y Venezuela se los comían. Perú, Chile, Argentina, Nicaragua, uno a uno han ido cayendo en manos de los servicios de Inteligencia cubanos y ahora en 2022, Cuba envía su artillería pesada para destruir a Colombia, el botín más grande del continente. Pero no se preocupen, Biden nos salvará hoy persuadiendo a Alemania de que tiene que unirse al esfuerzo y arriesgarse a una guerra nuclear y al holocausto al meterse con Rusia poniendo en riesgo mortal su base naval en Crimea, colocando misiles hipersónicos en Ucrania que pueden llegar a Moscú en ocho minutos y abriendo la puerta al corazón industrial y energético del Cáucaso y Volgogrado. ¡No te preocupes Colombia! ¡Biden te cubre las espaldas!

Muy claro, y educativo
Gracias Ron
Todo esto por intereses del petróleo!
No confundir , los que mandan, con el pueblo, son los mismos, de siempre, por ejemplo la Habana tiene el apoyo mundial y es una dictadura atroz.