LXXXVI Aniversario de la fundación de Falange Española
Damos cuenta de un hecho en buena medida insólito en los tiempos que corren, porque nada más y nada menos que en el salón principal de actos del siempre díscolo Ateneo madrileño… o tal vez precisamente por eso, se celebró el pasado 26 de Octubre el LXXXVI aniversario de la fundación de Falange Española por José Antonio Primo de Rivera.
La pena de las fotografías que les presentamos, sin duda plenas de emociones y recuerdos, es que a pesar de la estética, poco tienen que ver con las que se conservan del acto que se festejaba el cual destiló por sus cuatro costados, según sabemos, unidad granítica, disciplina prusiana, liderazgo sin parangón en lo intelectual, espiritual y moral, ausencia de personalismos, un realismo radical y una capacidad de análisis de las circunstancias del momento de una objetividad impecables.

La Falange de José Antonio no era la misma que la de Franco, evidentemente. Tampoco la Falange posterior al franquismo es tan de pura raza, aunque se empeñen en vender un producto que ya «huele»; como todo lo que tenga socialismo (mejor o peor disimulado) entre sus ingredientes.
Ya en la etapa de este régimen democrático que «nos hemos dado los españoles» (como solía pregonar sin ningún pudor Campechano I), me ha llamado profundamente la atención la gran cantidad de hijos de falangistas que han militado en el PSOE. Algunos son muy populares y otros menos conocidos, pero bastantes más de los que cabría imaginar. Incluso he oído (y no sé nada más sobre el asunto) que hasta Felipe González, en su mocedad, estuvo algún tiempo en la OJE (organización juvenil vinculada a la Falange). Y todos, siempre, con los mismos defectos: «buenos» sociatas y malos españoles.
En fin, parafraseando lo que decía el pequeño Astérix sobre los romanos: ¿Están locos estos falangistas?.