Madre Tierra… y Padre Sol / Historia fascinante

Escribe Cristina Losada en LD: “¿Cómo pueden votar contra Dios? Dios se enfada de vez en cuando y esta ley nos ayudará a calmarlo”. Supongamos que un dirigente político hubiera dicho tal cosa. No un dirigente político de una teocracia (…) sino de una democracia. Y no de una democracia del montón, sino de una de las potencias democráticas del mundo. ¿Qué se hubiera pensado y dicho de una declaración como la que encabeza el párrafo?  No es difícil de imaginar qué se hubiera dicho, y qué hubieran dicho los laicistas de oficio. Pero lo interesante es que no estallaría ningún escándalo si en el lugar de Dios, exactamente en su sitio, ponemos a la Madre Tierra. Esa deidad está admitida. Plenamente. Por eso, una política como la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, puede decir: “¿Cómo pueden votar contra la Madre Tierra? La Madre Tierra se enfada de vez en cuando y esta ley nos ayudará a afrontar todo eso”. Pelosi puede decir eso tranquilamente, sin que nadie se lleve las manos a la cabeza, por ejemplo, en señal de luto por la racionalidad”.

Se me ocurren algunas observaciones:

Nancy Pelosi

a) El nuevo culto de la Madre Tierra, que también parece venerar Pancho I, está íntimamente ligado a las ideologías LGTBI, que a su vez descansan, confesada o inconfesadamente, acertada o erróneamente, en la idea de que la población humana debe disminuir porque está alterando el “equilibrio ecológico”  del planeta, cosa que enfada mucho a la Madre Tierra, la cual castiga al hombre con el “cambio climático”.

b) Nadie sabe si se está produciendo un cambio climático a largo plazo, ni si el mismo sería hacia una era más cálida o más fría. Pero los ecologistas parecen seguros:  sí está habiendo un cambio a largo plazo, y hay un culpable del mismo: el hombre, que cabrea así a la Madre Tierra. Es posible que haya algo de eso, pues la acción humana altera las condiciones ecológicas en su beneficio. Solo que pretender que ello perjudica “al planeta” es pura especulación de parte de quienes se creen las voces de la nueva diosa.

c) Los cambios climáticos que registra la historia geológica conocida, ya desde mucho antes de la aparición del hombre, se deben en parte, sin duda, a fenómenos, desde luego muy poco conocidos, de la propia tierra. Quizá el hombre, por asegurar su supervivencia, pueda llegar a dominarlos mediante la técnica, y quizá no. Pero hay otros fenómenos que escapan y previsiblemente escaparán siempre a sus capacidades: la actividad solar, que a su vez, dista bastante de ser regular, tranquila y previsible. El Padre Sol, fecundador de la Madre Tierra, resulta mucho menos controlable que esta. Si los cambios climáticos se deben a su actividad, habrá muy poco que hacer al respecto, solo confiar en que no se vuelvan catastróficos para nosotros.

d) Lo que expresa el nuevo culto es una angustia profunda en la psique humana ante su destino, angustia fácilmente transformable en histeria. Y no es en absoluto irracional (Lo irracional en la Pelosi es creerse la voz de la Madre Tierra). La razón nos indica que el ser humano tiene capacidades dependientes hasta cierto punto de su voluntad, pero que, en definitiva, lo más esencial escapa por completo a sus capacidades y voluntad. El sentimiento religioso no es irracional, es perfectamente lógico, en su origen una especie de terror cósmico o telúrico, que trata de hacer benévolas a esas fuerzas superiores. La idea científica es que, efectivamente, existen leyes a las que no podemos escapar, pero que las mismas son totalmente indiferentes a los deseos, anhelos e intereses humanos. Lo cual no calma precisamente la angustia.

e) Episodios de histeria colectiva ha habido muchos en la historia, y creo que estamos ante uno de ellos. Y ya que partimos de la Pelosi, esa histeria está polarizando a la sociedad useña hasta el punto de una guerra civil latente, que, aunque improbable, no es imposible. Lo mismo se manifiesta en la actitud continuamente provocadora de la Pelosi, la Kamala y sobre todo el perturbado Biden, empujando a la guerra de Ucrania y embrollando las relaciones con China hasta un punto que hace temer a Kissinger (y no solo a él) una guerra general. Una guerra nuclear haría descender muy notablemente la población mundial, culpable de incomodar a la Madre Tierra. Y la necesidad de este descenso es uno de los tópicos de sus adoradores.


Una respuesta a «Madre Tierra… y Padre Sol / Historia fascinante»

  1. El artículo define la histeria colectiva, como una más en la historia, pero es el colapso de la matriz arquetípica, toda la historia de la humanidad. La psique está tejida e impulsada por el inconsciente colectivo, todo lo que tiene un principio, tiene un final, por eso comienza a tejerse la civilización en su estructura cultural, hasta su culminación, para después entrar en declive hasta su degradación total, vida y muerte. No querer afrontar esta verdad, no es posible comprender, que el espíritu, está más allá de esta entelequia de matriz arquetípica, por eso no puede ver luz más allá de la materia, que trasciende el mundo de las formas. Es inevitable su colapso, así son los designios de los entes creados, todo debe morir para volver a nacer en otra nueva matriz, dando parto a la siguiente cosecha humana.

    Saludos cordiales

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