Madrid da un paso más en la perversión de la juventud.
El próximo mes de Enero entrará en vigor en Madrid el mal denominado «Plan de Prevención de Embarazos no Deseados», un paso más en la ya largísima y habitual línea que desde…
El próximo mes de Enero entrará en vigor en Madrid el mal denominado «Plan de Prevención de Embarazos no Deseados», un paso más en la ya largísima y habitual línea que desde siempre mantienen todos los des-gobiernos del Partido Popular –con el apoyo de los demás, calro que para eso son más de lo mismo–; sí, el PP al que votan los «católicos de bien» y los obispos y curas no sólo en Madrid, sino en toda España. La novedad ahora es que dicho plan incluye el suministro gratuito de la píldora del día después en casos de «urgencias excepcional» (¿?); lo que como en tantas otras ocasiones no deja de ser un burdo y cruel eufemismo, es más, un nuevo ejercicio de «neo-lengua», de perversión del lenguaje para engañar a tontos y listos, pero especialmente a los más vulnerables, es decir, a los jóvenes, ya de por sí predispuestos debido a su adoctrinamiento democrático y a su analfabetismo galopante. De lo que se trata es de un «gratis total y cuando quieras, el día después o el día antes» de la pildorita de marras.
Con tal medida, se mire por donde se mire y se quiera excusar como se quiera, se incita una vez más a los jóvenes, cada vez a los más jóvenes, casi niños, a la promiscuidad más exacerbada, al batiburrilo sexual, al amasijo desordenado, al enlodamiento porqueril, en fin, a sumergirse en un submundo de placeres desordenados, hedonistas, disparatados cuya realidad es la vaciedad interior más profunda, la pérdida de la dignidad humana, el alejamiento de Dios y de sus leyes, la reducción a la penosa condición de animales irracionales presos de sus instintos y apetitos más bajos y, finalmente, a su autodestrucción, a ser carne de cañón de este régimen corrupto y corruptor.
Además de lo que va lloviendo en este sentido por mor de la mal entendida libertad y los aún peor comprendido derechos, sólo hay que echar un vistazo a la web de la consejería de salud de la provincia de Madrid en lo que se refiere a educación sexual «responsable», para comprobar que lo que en ella se escribe y divulga es todo menos educación y desde luego absolutamente irresponsable; pero, claro, eso ya lo saben Cifuentes y los suyos, los peperos de ahora, de ayer y de mañana, que tontos, tontos no son, pero maliciosos mucho.
Dos acciones para neutralizar esta debacle de perversión y degeneración impulsada desde las más altas instancias: primera, los padres y familiares seguir luchando denodadamente por educar a sus hijos –ante todo con el propio ejemplo– en la castidad y en la continencia, dos virtudes que dignifican al ser humano, lo hacen fuerte, recio y valiente, y lo acercan a Dios especialmente, pues no hay pecado tan odioso para Nuestro Señor como el de la carne; segunda, exigir a obispos y sacerdotes que levanten la voz, que lo es del Evangelio, decididamente en contra de estos pervertidores de menores, de forma que, junto a los católicos, se dé testimonio de verdad en contra de tanta barbaridad. Además, ambos, padres y clero, ni un voto más al PP bajo ningún concepto, mucho menos ese tan manido del «voto útil» que es el mayor engaño de los últimos tiempos. De no hacerse así, todos seremos cómplices y a todos se nos exigirá la proporción correspondiente en materia tan grave, que nadie se engañe.
P.D.- Una de las revelaciones más impactantes de Nuestra Señora en Fátima es aquella en la que afirmó sin tapujos que los pecados de la carne son los que más almas han condenado al Infierno; que existe, vaya si existe. Y si alguno no se lo cree, pues aún así procure hacer todo lo posible por no tener que comprobarlo en persona.
