Margarita Robles y el gral. Villarroya están liados

La ministro de Defensa, Margarita Robles, y su jefe de Gabinete Técnico, el gral. Villarroya Vilalta, están liados. Como lo leen. Y es que el amour, como la jodienda, no tiene enmienda. Todo un escándalo cuyas repercusiones, incluso políticas, en momento tan crítico para el des-Gobierno de Sánchez y la lluvia de convocatorias electorales que se avencina, pueden ser impredecibles.

Como saben nuestros seguidores, venimos informando puntualmente de lo que ocurre con los mandos militares que en su momento se adhirieron a la Declaración en favor de la figura militar de Franco; que nunca fue un «manifiesto», ojo a las importantes diferencias.

Contra los más de mil adherentes de dicha Declaración, Margarita Robles –a la que hasta en el Líbano y Afganistán conocen por «la mofletes»— lanzó una fatua espoleada por su integrismo marxista de cuya ejecución encargó a su jefe de Gabinete Técnico, el ínclito Tte. Gral. Villarroya Vilalta; quien accediera en su día con el PP a cargo de tanta responsabilidad por mor de haber sido taxista aéreo, más bien cabify, del rey emérito.

El gral. Villarroya, en un alarde de negligencia e ineptitud, cóctel explosivo donde los haya, entre los mandos que citó a declarar incluyó a tres que estaban en la denominada «reserva transitoria» –como le consta a Villarroya fehacientemente en la base de datos del ministerio, por lo que no puede alegar ignorancia que le exima de la pena correspondiente–, situación por la cual dichos mandos no mantienen vinculación alguna con las FFAA, habiendo recuperado además todos sus derechos civiles; es decir, que a los efectos, dichos mandos son tan civiles como Begoña –ya saben–, Raphael, Bibi Andersen, Bertín Osborne… para qué seguir.

A pesar de lo dicho, claro como el agua limpia para cualquiera que sepa leer –a lo mejor es que a Margarita y Villarroya les ocurre como al burro de mi pueblo, que sabía leer, pero… no sabía pronunciar–, se envió a dichos «transitorios» una citación, además cargada de gravísimos términos conminatorios y de mala leche, para declarar en una «información previa» al amparo de la Ley Orgánica 8/2014 de Régimen Disciplinario de las FFAA. Ley que como bien señala su artículo 2 es de aplicación SÓLO y EXCLUSIVAMENTE «a los militares que mantienen una relación de servicios profesionales con las FFAA, mientras no pasen a alguna situación administrativa en la que tengan su condición militar en suspenso», es decir, que NO LO ES a los que están en la «reserva transitoria», como tampoco a los civiles, que es lo que son aquellos; recuerden lo del burro: sólo hace falta saber leer, ni siquiera pronunciar.

Lo anterior ha dado lugar a un litigio entre al menos uno de dichos «transitorios», el Tte. Col. Francisco Bendala Ayuso, en pos de que tanto Margarita como Villarroya reconozcan lo que es obvio, legal y de justicia, que no es otra cosa que su negligencia e ineptitud cuando le citaron estando, como está desde hace veintitrés años –ahí es nada–, en la «reserva transitoria», o sea, en términos de la antigua mili: totalmente «lili».

El último envite de lucha tan titánica, pues es de David, el citado mando, contra Goliat, o sea, Margarita y Villarroya, se ha saldado con una buena pedrada de aquél a éstos, toda vez que ya han tenido que reconocer lo dicho, bien que lo han hecho sólo a medias, porque retorciendo argumentos, textos, letras y hasta el papel en el que está escrito, que ha quedado hecho un guiñapo, concluyen que «consecuentemente, en lo referente a su persona la información previa ha concluido que no cabe observar responsabilidad disciplinaria…». Y nosotros añadimos: ¡Ay que joderse!

Pues no, no y no, Margarita y Villarroya. Lo que deberían haber concluido es que «Consecuentemente la citación para la información previa que se le dirigió fue ilícita, toda vez que se hizo al amparo de la Ley Orgánica 8/2014 de Régimen Disciplinario de las FFAA, de cuya aplicación está usted exento por estar en la reserva transitoria y por ello tener en suspenso su condición de militar y no poseer vinculación alguna con el Ministerio de Defensa ni con las FFAA»; y, más aún: «por lo que tanto la ministro de Defensa, como su jefe de Gabinete Técnico, desean que acuda a este ministerio a fin de ofrecerle personalmente sus disculpas, las cuales deseamos hacer extensivas a su familia por todos los daños y perjuicios, morales y materiales, que le hayamos podido causar».

Pero claro, para lo dicho, tanto Margarita como Villarroya deberían tener un mínimo de algo de lo que carecen por completo, posiblemente desde niños, que es coherencia, dignidad, ecuanimidad, responsabilidad, valor, principios, honorabilidad, decencia e integridad, en vez de estar infectados de todo lo contrario, como por ejemplo, y entre mucho malo, de miseria, ruindad, bellaquería, vileza, cobardía… para qué seguir.

Así pues, queda claro que Margarita y Villarroya están liados, o sea, que tienen un lío… no, queridos lectores, no, qué se habían pensado pillines… ¿entre ellos? ¿sexual? ¿íntimo? Bueno, no que sepamos por ahora, que tal y como están la cosas cualquier día aparecen algunas fotos «robadas» en la prensa del corazón dándose un «filete», arrechucho, soba, paliza o arrullo –viendo sus caritas nos da náuseas sólo escribirlo– en alguna zona semi-oscura de cualquier discoteca de los polígonos de Leganés, rodeados de chonis, friquis, alucinados y colegas, pues nos da que ambos no tienen para más nivel.

No, Margarita y Villarroya tienen un lío profesional y legal, porque si Margarita cesa a Villarroya, que es lo que debería haber hecho si fuera consecuente con su obsesión por fumigarse vicealmirantes y generales jefes de gabinete del JEMAD, estaría reconociendo lo que aquí hemos dicho: negligencia e ineptitud, y hasta ahí podríamos llegar, que la ley del embudo se hizo para algo, o sea, para vicealmirantes y generales jefes de gabinete del JEMAD, no para Villarroya que mama directamente de los pechos, ubres o tetas de Margarita. Pero si lo mantiene, o sea, le ampara, como viene haciendo hasta ahora, ella mismas se señala, implica, mancha y complica, al tiempo que la batalla legal no va a cesar, y va a seguir ad infinitum, ad aeternum, y su resultado, peor después que antes, va a ser catastrófico más para Robles que para Villarroya. Por eso decimos, y hemos demostrado, que Margarita y Villarroya están liados, o sea, que tienen un lío.

Para terminar, nos viene a la cabeza la contestación lapidaria que Stallone «Rambo» dio al «malo» cuando éste le preguntó que quién era: «Yo soy tu peor pesadilla», y es que está claro que hay alguien que se ha juramentado ser la peor pesadilla de Margarita y Villarroya, esa pareja que está liada, que tienen un lío del que no van a salir hasta que no se comporten como deben; y de nada le va a valer a Margarita que cambie de destino tras el 28-A, ni a Villarroya que se retire por edad, aviso a navegantes, que también fue lapidario lo que dijo Aníbal: «odio eterno a los romanos»… y bien que lo cumplió.


3 respuestas a «Margarita Robles y el gral. Villarroya están liados»

  1. Disposición adicional octava de la Ley 17/1989

    Adaptación de las situaciones administrativas.

    1. Los militares de carrera que se encuentren en situaciones administrativas distintas de las reguladas en la presente Ley, y no mencionadas en esta disposición, solicitarán su pase a las situaciones que correspondan en el plazo máximo de un mes a partir de la aprobación de las normas reglamentarias sobre situaciones administrativas. Transcurrido dicho plazo, se procederá de oficio.

    2. Los militares de carrera que se encuentren en la situación de reserva activa pasarán a la situación de reserva, conservando el derecho a un ascenso que tuvieran adquirido, que se producirá cuando le corresponda a uno que le siguiera en el Escalafón de los ascendidos en el cupo de orden de Escalafón por el sistema de selección o de los ascendidos por el sistema de antigüedad.

    3. La situación de reserva transitoria permanecerá durante el período de adaptación requerido por las Leyes de plantillas de las Fuerzas Armadas. Los militares que se encuentren en ella conservarán el derecho a un ascenso que tuvieran adquirido, de la forma descrita en el apartado anterior, y el de continuar percibiendo las retribuciones de la situación del servicio activo hasta cumplir las edades de pase a la situación de reserva fijadas en la presente Ley, por un período máximo de quince años desde su pase a la situación de reserva transitoria.

    Al finalizar el período de adaptación expresado, se integrarán en la situación de reserva manteniendo el citado régimen de ascensos y retribuciones.

    4. El personal que se encuentre en las situaciones derivadas de la Ley de 17 de julio de 1958 para el pase voluntario de Jefes y Oficiales del Ejército de Tierra al servicio de Organismos civiles permanecerá en las mismas y mantendrá las condiciones previstas en dicha Ley.

    «Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.» (Groucho Marx)

    1. Estimado seguidor: Perfecto. Con su transcripción de tal disposición, avala aún más lo que decimos, de lo cual nos alegramos, porque lo que usted vuelca aquí se refiere sólo a las retribuciones, es decir, a que los que se fueron a la «transitoria» permanecen en ella con ntodas sus condiciones y garantías –así lo indica claramente el real decreto de 1985 por la que se creó– y sólo a los efectos de gestionar el cobro de su salario se les incluye en la «reserva», pues para nada, como se ve, la disposición que cita modifica el resto de condiciones; lo que por otra parte no podría hacer legalmente pues se declararon «irreversibles». Muchos no se dan cuenta de que las leyes hay que leerlas bien, e interpreteralas mejor. Además, para eso los «transitorios» siguen constando como tales en la base de datos del Minisdef, porque sólo a efectos de cobro de sus salarios, y para facilitar tal gestión, lo hacen a través del canal de los de «reserva». Mil gracias por su aportación. Saludos cordiales

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