Margarita Robles untaba al rey a la fuga…

Y el rey a la fuga tan contento con el unte… y todos lo sabían…
La tan ínclita como patética Margarita Robles, esa que ha ido toda su vida de oca en oca, o sea de cargo en cargo, es decir de coche oficial en coche oficial, y repito porque… me da la gana y sé cosas, vuelve una vez más a las portadas y no precisamente por su bondades y bien hacer, sino por todo lo contrario que ya es un clásico en ella.
Ahora resulta que cuando Robles era mano derecha, e izquierda, del antidemocrático e intolerante, como ella, bi-ministro Belloch –juez y parte al estar en Justicia e Interior al mismo tiempo, algo que no se vio ni en la URSS, que ya es decir–, según no cuentan (AQUÍ) untaba, y no con mantequilla, sino con pasta, al rey hoy a la fuga con fondos reservados de Interior a razón de cinco kilos (de pesetas) al mes y, además, en metálico para, según parece decía ella misma a la Casa Real, «no dejar rastro». Ahí es nada. A esta fémina, nada femenina, por cierto, no deja de perseguirle su… oscuro pasado.
Del hecho constado, pues se debe a revelaciones del que fuera fundador y director del entonces CESID, hoy CNI, el Gral. Emilio Alonso Manglano, todo un Maquiavelo o Fouché, y a su vez por cante jondo de Antonio Asunción –el único socialista que ha tenido la gallardía de dimitir cuando fue Ministro de Defensa ante el fiasco del que fuera director/ladrón de la Guardia Civil bajo su mandato, Roldán– se pueden extraer muchas conclusiones de esas que levantan ampollas en las estructuras cada vez más derruidas de nuestra «democracia» en la cual todos, desde el rey a la fuga incluido hasta el menor de los bedeles, están manchados.
Veamos algunas, las otras póngalas ustedes que hay para todos:
- Siendo Margarita Robles nada más y nada menos que Secretaria de Estado, cogía cinco kilos mensualmente y los largaba al hoy rey a la fuga… ¿a santo de qué? Porque la Casa Real siempre ha tenido su partida presupuestaria.
- Los cogía de los fondos reservados, o sea, que ya de por sí no se daba cuenta a nadie… todo oscuro, muy oscuro.
- Además, se supone que dichos fondos, al menos en Interior, están para perseguir a los malos, no para untar al monarca.
- Los enviaba a Zarzuela en metálico para «no dejar rastro»… o sea que sabía que lo que hacía era meter la mano en la caja. Aunque fuera para el rey no deja de ser lo que todos sabemos.
- ¿Quién recogía y llevaba la pasta y quién la recibía y cómo se contabilizaba en Zarzuela o no se apuntaba y quién…?
- El rey hoy a la fuga trincaba mensualmente cinco kilos de Interior por debajo de la mesa… otra más de este «gran hombre que trajo la democracia».
- Que en la noticia se diga que Zarzuela quería la pasta en talones del Banco de España no excluye lo irregular del asunto, sino que implicaría a dicho Banco, lo cual es peor aún, porque no por ello los fondos eran «extras», fuera del presupuesto de la Casa Real.
- ¿Cuánto tiempo duró el contubernio? Si un año, serían 60 millones de los de entonces, todo un capital. Si más de un año… echen cuentas.
- Lo que hacía Robles… ¿lo venían haciendo los anteriores? ¿Lo siguieron haciendo los posteriores? ¿Y Felpudo VI…?
¿Tan cara le salía Corinna al rey? La leche… ¿Pero qué cosas le hacía la barragana? ¿Alguna pista, por favor?
- ¿Y Belloch? Tan calladito, no sea que alguien se vuelva a fijar en él… y no precisamente por su horrible cara… espejo de su alma.
- ¡Felipe!! Sí, oye, Felipe González… ¿estás ahí? Porque entonces eras el jefe, el Presidente del Gobierno.
- Y… Manglano… que en paz descanse, tanta como nos dejó al irse. Ahora lo cantas, como Asunción, los dos bajo tierra. Ahora lo cantáis, no entonces, porque saber los trapos sucios de otros, e incluso colaborar a su suciedad, da… poder, cargos y prebendas… unos patriotas, todos ellos unos patriotas.
PD.- Claro que cómo iba Manglano a decir nada si… como lo intuyen, al parecer el CESID de Manglano, y con él a la cabeza, también untaba al rey a la fuga de sus fondos reservados que eran del presupuesto de Defensa. Lo que Manglano no dijo a Asunción, el muy zorro.
