Marlaska y Robles, dos iguales para hoy

La historia se viene repitiendo ya desde hace mucho, bien que cada día parece que se repite más.

Que en España no hay separación de poderes, base de la democracia, lo sabemos desde que Alfonso Guerra, ¿se acuerdan? ejemplo de socialista donde los haya, confesó públicamente que había asesinado a Montesquieu y… no pasó nada. Por ello, y desde entonces, o sea, desde que no pasó nada, que es el mayor problema de España, la falta de consecuencias y de asunción de responsabilidades por los actos propios, poco nos puede sorprender. Así, un caso más, entre muchos, es el de esa «pareja» que forman Marlaska y Robles, por mucho que ahora aparenten andar a la gresca.

Ambos, Grande-Marlaska y Margarita Robles, han sido jueces, lo que debido a su formación, aunque haya devenido en deformación, haga que no se les pueda otorgar bajo ningún concepto el más mínimo beneficio de la duda.

Ambos han llegado a ministros, además en ministerios claves como son Interior y Defensa, respectivamente.

Y… aquí viene lo mejor, ambos poseen, además de la igual y desmedida soberbia personal, la misma inestabilidad, filias y fobias; sobre todo fobias, muchas fobias.

Además, ambos exteriorizan a cada paso, cada día, esos modales totalitarios, dictatoriales y vengativos, propios de su innata intolerancia.

Como consecuencia de todo lo dicho, no es de extrañar, al tiempo que es la prueba del algodón, la sucesión de extemporáneos, injustos e ilegales procedimientos que vienen aplicando en el ejercicio de sus responsabilidades, especialmente en relación con aquellos de sus subordinados que tienen la «desfachatez» de piarlas.

El cese de De los Cobos es a todas luces ilegal, y en cuanto lo recurra, que ya está en ello, lo ganará… bueno, si a Montesquieu le queda algún que otro hálito de vida.

Pero recordemos que Margarita Robles, que tan indignada se ha mostrado por el hecho, es especialista en lo mismo, pues no olvidemos que cesó con iguales malas formas y la misma injusticia e ilegalidad al Vicealmirante Fernández de Córdoba al cual la justicia, ese reato de vida de Montesquieu que a veces existe, le dio la razón, obligando a Robles a readmitir al marino y a reponerle en su puesto, lo cual la ministro intentó impedir, erre que erre, ordenando al AJEMA que le diera un puesto irrelevante, a lo que éste, en un raro brote de dignidad, de esa de la que carecen todos los que llegan al generalato desde hace décadas, le contestó que «En la Armada ningún puesto es irrelevante». Al final, Robles largó al Vicealmirante a los EE.UU. para no cruzárselo ni por equivocación.

Gral. Villarroya Vilalta, JEMAD (a) «Bien pagao»

Otros actos similares de Robles fueron el cese del General jefe del Gabinete del JEMAD, bien que como el cesado espera aún hacer carrera no lo recurrió. También, la saña con la que persiguió a los firmantes del alegato en favor de la figura militar del Caudillo, llegando en su furia a intentar incluso empapelar, ilegal e injustamente, a varios Jefes y Oficiales que, para desdicha de Robles, estaban en la reserva, sí, pero Transitoria, con lo cual no pudo a pesar de sus mayúsculos e ilegales intentos. Para demostrar cómo es, eso sí, no dudó en designar JEMAD al Gral. Villarroya Vilata que había sido, como director de su Gabinete Técnico, el sicario de tamaña felonía.

Así pues, tenemos en esta «pareja» –Marlaska ya sabemos que no siente nada por ella porque es mujer, lo que a él no le va– a dos iguales para hoy y… para mañana. A dos que se han pegado al sillón cual lapas. A dos que nunca asumen ni sus errores, cuando lo son, ni mucho menos sus barbaridades, que abundan… a dos… «demócratas» de toda la vida. A dos ejemplos de que en todo socialista siempre hay un dictador. A dos ejemplares de lo mísero que puede llegar a ser quien infectado de la ideología más perniciosa y criminal de la historia de la Humanidad, la marxista-leninista, sea socialista o comunista, demuestra a cada paso que da su desprecio por el ser humano, que es lo que subyace en el fondo de la cuestión. A dos indecentes personajillos que por mor de los votos de una mayoría de descerebrados campan a sus anchas por nuestra España que cada vez lo es menos.


2 respuestas a «Marlaska y Robles, dos iguales para hoy»

  1. Muy oportuno recordar que Margarita Robles también prevaricó.
    Si bien luego, a regañadientes, tuvo que tocar “envainen” en ambos casos.
    El del almirante y en el de algún oficial en la reserva transitoria que se e escapó de entre los dientes.
    Yo pienso que precisamente, de tocar envainen con el cornetín de órdenes, le quedaron sin desinflar los carrillos.
    El que ambas socialistas hayan sido jueces en ejercicio, hace pensar
    ¡¡¡Dios mío en manos de quien ha estado y está la justicia en España!!!
    Algo por otro lado que resulta inevitable cuando el marxismo entra en las Instituciones.

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