Mártir Isabel Piqueras Gómez (58)

Isabel Piqueras Gómez [1903 en Villa Manrique (Ciudad Real) – 1936 Cañete la Real (Málaga)]
Obtenido su título de maestra nacional, fue destinada a Cañete la Real, pequeña localidad donde desde su llegada ejerció su profesión con una dedicación fuera de lo común, convirtiéndose en modelo de docente, ganándose enseguida el cariño, aprecio y respeto de sus alumnos y de los padres de éstos.
Al tiempo, fue activísima catequista fuera y dentro de su escuela, colaborando con la parroquia del pueblo, labor en la que también destacó desde su llegada, a pesar de que los tiempos ya corrían enrarecidos, lo que nunca la amilanó, sino todo lo contrario, dando testimonio de sus intensa devoción; siempre que podía, además, dedicaba tiempo a obras de caridad entre los más necesitados. Su extrema dulzura en el trato con todos, no la eximía de una firme personalidad y gran decisión. Llevaba a sus alumnos y catequistas a celebrar la fiesta del Corpus Christi incluso cuando la amenazaban para que no lo hiciera. Por todo ello, se granjeó también muy pronto la inquina de los sectores de izquierda del pueblo y de los alrededores.

Mujer de extraordinaria belleza, rechazó siempre cuantos pretendientes tuvo. Vivía con su madre viuda.
El 23 de Agosto de 1936, tras enterarse del asesinato por frentepopulistas de don Cándido, padre de su íntima amiga Josefa Gómez Briasco, fue junto con su madre a casa de ésta para consolarla. Como la casa estaba vigilada, no tardaron mucho en entrar en ella, derribando la puerta, una treintena de frentepopulistas que ya hacía algún tiempo acechaba a las dos jóvenes.
Detenidas ambas, las llevaron hacia el cementerio. Por el camino, abusaron de Josefa delante de Isabel, terminado lo cual la asesinaron.
A continuación, y cuando llegaron al cementerio, arrojaron el cadáver de aquélla, momento en que decidieron llevar a Isabel a una cueva situada frente al campo santo. En ella los frentepopulistas abusaron de la mujer y le propinaron tal clase de crueldades que la llevaron, en un momento dado, a rogarles que acabaran con ella. Tras toda la noche de abusos y suplicios, al amanecer la llevaron el cementerio donde clamando en un hilo de voz perdón para sus asesinos y exclamando ya en un susurro casi inaudible ¡Viva Cristo Rey! murió acribillada a balazos. Tenía 33 años.
NOTA.- Esta serie está dedicada a los mártires de la persecución anticatólica entre 1936 y 1939 del Frente Popular, coalición marxista-leninista revolucionaria formada por el PSOE, PCE, CNT, PNV y ERC.

Los crímenes fueron terribles, pero cómo después se traicionó a los mártires fue casi peor.
Con una idea equivocada de la «caridad» cristiana y de la «reconciliación» mal entendida, como si con esa clase de ratas la reconciliación fuera posible o tuviera cabida, muchos de estos crímenes quedaron impunes en la mayoría de los casos o con penas tan ínfimas que en realidad fueron un insulto y hacen pensar sobre la catadura moral de los que las decidían, suponiendo que no fueran frentepopulistas encubiertos o señoritos liberales de esos que cuando dejaban embarazada a la sirvienta la echaban de casa y del pueblo, porque si España hubiera tenido antes de la guerra el número de «patriotas» y falangistas que tuvo al término de la misma, entonces España se habría salvado sin necesidad de guerra, lo que hace pensar que una buena parte eran chaqueteros reconvertidos.
La Iglesia despues de 1945, para no «ofender» o enojar a los vencedores de la 2ª Guerra Mundial, (que habían sido los autores, cómplices y encubridores del tremendo holocausto de la persecución religiosa en España, y que después de que los asesinos perdieran la guerra del 36-39 les dieron cobijo y asilo en sus países), dejó «in albis» y paralizó por completo durante 40 años los procesos de beatificación de todos estos mártires. Algo totalmente contraproducente si se tiene en cuenta que las beatificaciones tenían que venir precedidas de su correspondiente expediente y proceso de investigación y recopilación de pruebas, y que si se dejaban pasar 40 años se iban a perder la mayoría de los testimonios que pudieran dar fe de lo sucedido. Tan es así que cuando en los años 90 empezaron a publicarse libros sobre la persecución religiosa en España, la mayoría de ellos (algo que se ha ido subsanando en alguna medida pero muy levemente en publicaciones más recientes) carecían de fotografías, tanto de las víctimas, como de los asesinos, como de los parajes, edificios o lugares donde los crímenes y sevicias fueron perpetrados para la completa indefensión de las víctimas. Hay muy poco material gráfico porque todo se dejó perder a propósito bien por cobardía ante el temor de que los vencedores de la 2ª guerra mundial (el comunismo de Stalin por un lado y la masonería angloamericana de Roosevelt y Truman y de Churchill y Attlee por otro) pudieran reanudar la persecución religiosa a nivel mundial, bien por complicidad, bien por estupidez de una reconciliación que nunca existió en el corazón negrísimo de los frentepopulistas, como tenemos ocasión de comprobar en el momento presente.
Lo cierto es que durante 4 décadas se dejó en el congelador todos estos casos, y luego vino Adolfo Suárez desde su puesto de Director de Radio Televisión Española para tapar todo esto a la opinión pública e intoxicar a los españoles con propaganda que facilitara luego la proyectada Transición, Y durante ésta ya se iniciaron la retirada de las lápidas de los caídos y mártires que había en todas las iglesias, porque este es un fenómeno que se intensificó con Zapatero pero que se inició mucho antes, nada más poner en marcha la destrucción de España a través de la mal llamada Transición.
Tristísimos sucesos que conviene conocer para poder recordar y honrar a todos los mártires. Oportunísimo y necesario comentario.