Mártir José María Poyatos Ruiz (112)

José María Poyatos Ruiz (Vilches-Jaén 1914- Úbeda 1936). Decimotercero de quince hermanos (cinco de ellos murieron siendo niños). Su padre era empleado de Obras Públicas lo que obligaba a la familia a cambiar con frecuencia de residencia. Pero debido a la escasez de sueldo, terminó por regentar un establecimiento de comestibles en la localidad de Rus en el que José María Poyatos trabajó durante algún tiempo. Su excesiva generosidad con los más necesitados amenazaron con llevar el negocio a la ruina, por lo que sus padres lo enviaron, primero, a realizar labores en el campo en la recogida de la aceituna y, después, en 1935 a trabajar a Úbeda en una fábrica de orujo.
Instalado en Úbeda junto con una hermana se afilió a la Acción Católica trabajando en ella incansablemente. Miembro también de la Adoración Nocturna. Rezaba el Rosario, asistía a Misa y comulgaba diariamente. Daba catequesis a los hijos de sus compañeros de la fabrica. Incluso clases de refuerzo a los más necesitados. Nunca ocultó sus creencias ni en el trabajo ni en la calle. Por ello, comenzó muy pronto a ser hostigado por unos y otros. Un día, en concreto, algunos del trabajo le incitaban a pisar un crucifijo que depositaron encima del orujo, amonestándoles él de la siguiente forma: «Prefiero la muerte a ver la Cruz por el suelo». Conforme el ambiente se iba enrareciendo llegó a manifestar a su hermana de forma premonitoria «Vendrán a buscarme, pero yo ciertamente no tengo intención de buscar la muerte, y me llevarán al lugar al que debo ir para testimoniar; allí, a pesar de lo que me pidan, no diré una palabra contra nadie ni contra nada; puedes estar tranquila. Después me atarán y me llevarán al lugar destinado».
Estallada la contienda, pudo haber huido, pero no quiso por creer que con ello podría estar dando la espalda a la voluntad de Dios diciendo: «En el cielo me uniré a los que me esperan y, desde allí, pediremos y lograremos el triunfo de la fe en España».
Finalmente, un nutrido grupo de frentepopulistas se presentó en su domicilio, deteniéndole (lo mismo hicieron con su padre y la mayoría de sus hermanos) el 3 de Octubre de 1936, y sin más retrasos lo sacaron de Úbeda y lo fusilaron. Con los primeros disparos, que inicialmente no lo mataron, se le oyó exclamar «¡Viva Cristo Rey!», siendo rematado enseguida. Tenía 22 años.
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NOTA.- Esta serie está dedicada a los mártires de la persecución anticatólica entre 1936 y 1939 del Frente Popular, coalición marxista-leninista revolucionaria formada por el PSOE, PCE, CNT, PNV y ERC.
