Mártires Juan de Mata Díez y Higinio de Mata Diez (126)

Juan de Mata Díez (Ubierna/Burgos 1903 – Madrid 1936). Desde pequeño se sintió estimulado por el ejemplo de su padre, fervoroso católico. Hasta los 14 años asistió a la escuela del pueblo distinguiéndose por su conversación limpia, carácter alegre y buen trato. Trabajó en las faenas agrícolas sin descuidar los deberes religiosos.

Llegó a Madrid, al colegio salesiano de Atocha, en 1931. Se le confió el encargo de recoger los donativos de los cooperadores salesianos, labor que Juan de Mata realizaba con la máxima diligencia y fidelidad, llegando por ello los salesianos a depositar en él plenamente su confianza. Optimista y afable con todos, Juan de Mata se supo ganar las simpatías de cuantos lo trataron.

Nada más iniciarse el Alzamiento, el mismo 19 de Julio, la casa salesiana fue asaltada  por una turba de frentepopulistas, debido a lo cual tanto sacerdotes como seglares tuvieron que huir, si bien no pocos de ellos fueron apresados.

Juan de Mata recaló en la pensión Loyola, de la calle Montera, 10. Allí se unió a otros salesianos de la casa de Carabanchel Alto. Con ellos se trasladó seguidamente a la pensión Nofuentes de la calle Puebla, 17, donde permaneció discretamente junto con otros, hasta que el 1 de Octubre llegó un grupo de frentepopulistas, posiblemente por denuncia de algún vecino, apresando a los que allí estaban. Se sabe que fue subido a un vehículo y asesinado ese mismo día, bien que su cadáver nunca fue encontrado. Tenía 33 años.

Higinio de Mata Díez (Ubierna/Burgos 1909 – Madrid 1936). Primo de Juan de Mata. Sus padres lo educaron en una vida espiritual sencilla y robusta, alimentada con sólidas devociones: comulgaba con frecuencia y rezaba diariamente el rosario en familia. A sus 25 años entró a trabajar en la casa salesiana de Carabanchel Alto.

Tras ser asaltada dicha casa nada más comenzar la contienda, primero se refugió en la pensión Loyola de la calle Montera, 10, de Madrid, pasando luego a la pensión Nofuentes de la calle Puebla, 17. El 1 de Octubre de 1936, se presentó allí un grupo de frentepopulistas, determinando llevarse a los que tenían “pinta de frailes”. Detenido junto con su primo, fue inmediatamente introducido en un coche y fusilado ese mismo día sin que se pudiera recuperar el cadáver. Poco antes del inicio de la contienda había hecho los Ejercicios Espirituales en los que tuvo el presentimiento de su próximo martirio, pues el 9 de Julio de 1936 escribía a sus hermanos: “ […], creo que no volveréis a verme más, únicamente en el Cielo, si Dios quiere”. Tenía 27 años.

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NOTA.- Esta serie está dedicada a los mártires de la persecución anticatólica entre 1936 y 1939 del Frente Popular, coalición marxista-leninista revolucionaria formada por el PSOE, PCE, CNT, PNV y ERC.


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