Ni bicis ni patinetes son para las ciudades
De un tiempo a esta parte, con ese borreguismo que caracteriza esta época, posiblemente no muy distinto al de otras, pero como no las hemos vivido no podemos asegurarlo, hemos visto proliferar por nuestras calles bicicletas y patinetes en su inmensa mayoría eléctricos, desplazándose a velocidades nada despreciables, portando individuos a pecho descubierto, melena al viento y cara de circunstancias. La cosa no sería para tanto, ni tendría que dar que hablar, ni que escribir, si no fuera por el mal uso y el abuso que sus usuarios hacen de ellos tentando a la suerte, provocando a los demás, poniendo en peligro las vidas ajenas y las propias, en definitiva, todo un despropósito, en mucha medida debido a la inhibición, cuando no amparo, de las autoridades correspondientes.
Según lo que observamos, los ciclistas, primero, y ahora también los patinadores, se caracterizan por su falta de respeto a los demás, por un marcado narcisismo y por una alta dosis de estupidez.
La falta de respeto es total. Van por donde quieren, pasan de las aceras a las calzadas y viceversa según les conviene; cruzan por pasos de cebra y semáforos como peatones o como vehículos según su interés; van a velocidades de rayo; no se apean de sus montaduras ni ante ancianos o niños; tocan el timbre para que los demás se aparten; juegan entre los coches parados y entre los que van en marcha, y todo un sin fin de barbaridades creídos de su derecho a todo, inmunidad y buena suerte. Se les nota, se les ve, que se consideran superiores a los demás, la vanguardia, los más in, salvadores del planeta, sanos, guapos y chics, cuando en realidad son una pandilla de cretinos, de borregos, de retrógrados, porque a sus edades volver a la niñez y encima jugándose el bigote sólo deja en evidencia su enanez mental.
Su falta de respeto y afán de protagonismo demuestra también su estupidez, su inmensa estupidez, porque con su actitud provocativa, irrespetuosa, prepotente y muchas veces canallesca, no se dan cuenta de que en caso de accidente llevan todas las de perder porque no tienen chasis que les proteja; ni tampoco cuando le pegan a otro. Son una masa de carne sin cerebro a la que sumando la velocidad a la que se desplazan les convierte en torpedos humanos o, mejor decir, inhumanos, en kamikazes, en suicidas y suicidadores; de ahí el altísimo nivel de accidentes que sufren o que provocan –y las autoridades nos ocultan–, en los que llevan indefectiblemente la peor parte, ellos, pero también los pobres inocentes, esos «daños colaterales», es decir, el sufrido peatón al que arrollan.
Ya se van conociendo estadísticas de accidentes, y mejor aún, ya nos vamos enterando de familiares, amigos, conocidos o cercanos que se la han pegado montando en bici o patinete, y son terribles, con graves consecuencias físicas; las mentales las tenían desde el momento en que decidieron subirse a la bici o al patinete. Qué pena quedarse lisiado o tonto por culpa de dichos artefactos. Qué pena y qué injusto que los que no los utilizan sufran las mismas consecuencias.
El problema, como en casi todo, sigue siendo no sólo la estupidez de los que promueven su uso y abuso en nuestras ciudades y pueblos, en absoluto preparados para ello, gracias a Dios, sino más aún de los idiotas e incautos que caen en la tentación de usarlos y abusar de ellos, y todavía más de las autoridades que, una vez más, no ejercen, no regulan, no sancionan y no prohíben según las circunstancias. La falta de autoridad es posiblemente el peor de los defectos de nuestro sistema en todos los campos; la otra es el abuso de esa autoridad para hacer el mal, también en todos los aspectos. En este de bicis y patinetes no podía, por desgracia, ser distinto.
Por eso, ante la agresividad de unos y la irresponsabilidad de los otros, es de nuevo el ciudadano honrado, decente, con sentido común y dispuesto, quien tiene que poner orden. No debemos ceder ni ante la mínima. No dejemos pasar ninguna oportunidad para demostrar a ciclistas y patinadores callejeros que las aceras, todas y siempre, son exclusivamente para los peatones, para los que van a pie; también esos carriles malignos que les han dibujado a costa de reducir nuestro espacio para caminar. Que los pasos de cebra y semáforos son para los peatones. Y que los vehículos, todos, también bicis y patinetes, tienen que circular por las calzadas y obedecer las normas de tráfico. También, que cuando van por ellas deben evitar molestar, retardar, dificultar, en pocas palabras, tocar las narices a los coches, camiones y autobuses. Hagamos que se encuentren con nuestro obstáculo, no les dejemos avasallarnos, enfrentémonos a ellos, señalémosles, en una palabra: rebelémonos, porque de otra forma, nos van a aniquilar.
Y un último consejo para ciclistas y patinadores callejeros: recuperen la cordura perdida y usen ambos artilugios sólo en el campo, porque ni unas ni otros son para las ciudades. Si no lo hacen, después que no se quejen.

Totalmente de acuerdo con Vd. Las calles de Madrid, calzadas y aceras, no están preparadas para mezclar la circulación de vehículos, camiones, buses etc con patinetes, bicis, patines y demás… Las ocurrencias de los políticos son así: comenzar siempre la casa por el tejado.
Y por su seguridad, el código de circulación no obliga a luces en las bicis.
Asesinos
Sr. Enrique de Aguilar, si usted conociera la agenda de las ciudades de 15 minutos de recorrido, su artículo tendría otro significado. Bicicletas, patinetes y servicios públicos están siendo adaptados a la agenda transhumanista, no tendrás nada y serás feliz radioneuromodulado y con una corta vida para los que sobrevivan y nazcan en laboratorios para los objetivos de este nuevo orden mundial transhumano. La cuestión es que se viene informando desde hace bastantes años y parece ser que poca resistencia hay ante tal malignidad hacia el ser humano, trato peor que los animales.
Saludos cordiales
Las bicis estan haciendo imposible que los peatones crucen la calle, paseen o sencillamente deambulen porque van por todas partes, aceras, pasos de cebra, paseos y jardines sin importarles un pito si atropellan a alguien o no.
Las bicis no tienen la culpa de que quienes las utilizan son esa mala gente que desde que el mundo es redondo se dedica a avasallar al de al lado al grito de :
por que yo lo valgo, o te quitas o te quito.
Los españoles no comprenden lo que significa el respeto a los demás , por eso deberia haber normas y leyes que impidan que los qu se considera mas fuertes atropellen al resto, como no las hay o no se aplican avasallan.
Las ciudades estan siendo remodeladas para que los automóviles desaparezcan de ellas y sean sustituidos por bicis, patinetes y artilugios infanto-juveniles que molestan a todo el mundo y no sirven para desplazarse al trabajo o a la compra o a…
Las bicis son el medio de transporte del imbécil «modelno» del viejo juvenil y del crio que empieza a manejarse con los regalos de reyes, son un apaño antediluviano convertido en el ultimo grito de la modernidad.
Si de cuando en cuando un ciclista palma porque confunde un autobus con un peaton e intenta atropellarlo…que se le va a hacer, gajes del oficio
Artículo que habla de la agenda de ciudades de 15 minutos para los que no la conocen.
Una nueva amenaza se cierne sobre la humanidad. Las élites globalistas quieren encerrarle a usted en su barrio. Proponen un sistema —parecido al de los Juegos del Hambre— en el que la población no se desplace para reducir las emisiones. ¡La alerta climática lo justifica todo! La idea es crear núcleos urbanos en los que todo esté a quince minutos a pie o en bicicleta y ya se está implantando en lugares tan dispares como Oxford, París o Milán. ¿A que no se lo había contado nadie? Ojo con este asunto, porque nos va a amargar la vida en los próximos años. El resto del artículo en el enlace web.
https://www.epe.es/es/espana/20230217/ciudad-15-minutos-barreras-conspiracion-83118799
Yo antes veía a alguien con un perrito y hasta me parecía simpático, hoy lo veo y ya se como piensa y de que va y todo. Los reproducen en serie. Igual pasa con los de los patinetes o los de las bicis de alquiler: Me digo, pobrecillo, vas de progre superior y eso no te va a quitar el golpe. En los centros de formación de camioneros y autobuseros, un profe progre diciendo que «basándose en el principio de la confianza» hay que obligar a que las bicis vayan siempre por la calzada. Así encontramos a muchos en hora punta (o no) en medio de su carril de 30 con una cola considerable detrás a punto de explotar. Y yo le digo al profe ese: cualquier institución que obligue a un ciclista a ir por la calzada, está de sangre hasta el cuello. Repite mis palabras y no me responde nada.
Se siembra la escoria Disraeli que al final se mueve por consignas; están abducidos, y se utiliza para implantar su rollo 2020 2030 1984 al resto de la sociedad amparados por todos los medios habidos y por haber. Porque la escoria es más útil antes que las bombas, ya sea roja o multicolor. igual hace 300 años que ahora.
La ingeniería social es en realidad pastoreo del rebaño, la ciudad de los 15 minutos (en realidad barrio de los 15 minutos) es en realidad un apestoso gueto o prisión para toda la vida, lo progre es retrogrado, devolviéndonos al caos cavernario (por muy tecnológico que sea), la planificación familiar es en realidad la destrucción familiar que permite a los amos desarrollar su programa de exterminio, eso sí, muy racional: eugenesia y eutanasia con mil caras conocidas y otras mil por conocer con la nueva anormalidad, etc etc etc.La progresía resultante sembrada por los lacayos masones de izdas y dchas acostumbra a vaciar el verdadero significado de las palabras, rellenándolo de veneno, pero en frasco finamente decorado, haciéndolas suyas para sus negros fines.
¡Ay querido Glaucón!, de muchas drogas y médicos (vendidos) capaces de aplicarlas en secreto, habrán de valerse los gobernantes, por el bien de la especie, para que solo prosperen los mejores (la Republica de Platón, libro V) Esta todo inventado y viene de lejos: el viejo gnosticismo apegado al poder de turno. La mentira y el crimen institucional fruto del relativismo conveniente al servicio de las clase dominante (Marx) con máscara de pueblo democrático o de salvemos la especie, al planeta o al soldado Rayan.
¿Qué hará falta para que la gente se de cuenta de que quienes siempre han sembrado y siembran las izdas (revolucionarias, quítate tu para ponerme yo) son la dcha mas retrograda y patológica?