Ni la ‘poli’ ni el sistema te aman, acéptalo
Año 2007: mucha gente descubre, pasmada, que los bancos no son solo ese amable cajero de la sucursal de abajo, que te telefoneaba antes de quedar en descubierto («Será que no me han ingresado bien la nómina este mes, muchas gracias, Antonio, ahora lo compruebo»). Ni tampoco ese subdirector que te asesoraba sobre tus inversiones como un padre. Estalla la crisis bancaria mundial.
En España, golpea con especial saña a las muy politizadas cajas de ahorros. Esas «opciones preferentes» que te habían vendido eran las preferidas, sí, pero para Caja Madrid, no para ti. Las entidades bancarias no te quieren. Ni siquiera te respetan. Estás un poco más solito en el mundo.
Año 2021: los españoles descubren que se han tirado buena parte del año anterior encerrados, más mil y una restricciones absurdas, y que todo ello fue ilegal. El Tribunal Constitucional da la razón al recurso planteado por los diputados de Vox: los estados de alarma fueron inconstitucionales.
Eso sí, nadie pagará por ello, nadie sufrirá la más mínima sanción por haberte mantenido meses arrestado en casa. Así que los españoles constatamos que el Gobierno puede, ilegal, recluirnos en casa; pero aun así él quedará libre de todo castigo. El alto Tribunal no te protege. Ni te respeta. Porque lo hace con tanto retraso, que sus decisiones nos darán igual. Te reafirmas: estás muy solo en este mundo complicado de hoy.
Otoño de 2023: se multiplican las concentraciones ante las sedes del PSOE de toda España (AQUÍ). Miles de personas quieren que este partido los escuche. Son personas que aún recuerdan bien el intento de golpe en 2017. Y no aceptan los planes sociatas: que el Estado se humille ante los golpistas, que les pida perdón por habérselo impedido, y todo ello sin más contrapartida que el mantenimiento en el poder de Pedro Sánchez (anteayer mismo el Parlamento catalán aprobaba una nueva ley de referéndum). El PSOE está dando cosas que pertenecen a todos los españoles (dineros, competencias, dignidad) a cambio de cosas que solo le benefician a él como partido. Demasiada paciencia hemos tenido con ellos hasta ahora. Es razonable que la indignación estalle.
Ahora bien, en la sede madrileña de Ferraz estalla asimismo otra cosa: la policía gasea con veneno lacrimógeno a la gente allí concentrada. Luego se lanza, porra en ristre, a apalearlos. A quien sea. Por estar allí. Unos feligreses salían de misa y también recibieron ostias, esta vez sin hache. Manifestaciones ante el PSOE, ¡hasta ahí podíamos llegar!
Las escenas son conmovedoras: personas mayores en el suelo, ancianos atendidos por los sanitarios, adultos que al día siguiente aún respiran con dificultad, chicas jóvenes heridas. Ante las risas, por cierto, de algunos maderos. Que al parecer disfrutan su trabajo, y eso está bien, pero del modo equivocado, como disfrutaría de él un matón a sueldo o un sicario.
La infamia produce el razonable estupor: que el Gobierno dé orden de apalizar a la oposición pacífica es un paso más que nos hace reiterar esa frase que llevamos cinco años repitiéndonos, «¡No pensé que fueran a atreverse a tanto!». Incluso entre los habituales corifeos del PSOE se nota ese lapso temporal, un poco como el ratín que tardamos en resolver un CAPTCHA y así revelamos que somos humanos. Ellos también lo son (seguramente) y tardan en, primero, asimilar la nueva fechoría de los suyos. Segundo, en inventar una justificación que la defienda. Y, al final, en atreverse a propagarla. No es que no hayan entrenado suficientes acrobacias argumentales durante el último lustro: es que el grado de indignidad va ascendiendo, geométrico, y requiere más y más dotes. Como en cualquier otra drogadicción, también los toxicómanos de poder exigen dosis cada vez más fuertes.
Por mi parte, si me permite el lector una nota personal, solo hay algo que me otorgue, entre tanto marasmo, cierto consuelo (muy magro): acabo de tornar de Londres, donde se ha celebrado la primera reunión de ARC (Alliance for Responsible Citizenship). Es este el nombre de la así inaugurada organización internacional a través de la cual Jordan Peterson quiere que nos aliemos los principales críticos a la deriva wokista que aturde a Occidente. Más de mil personas de decenas de países hemos convivido, discutido, aprendido durante tres días. Y bien, mi magro (muy magro) consuelo es no haber tenido que vivir estas tercermundistas cargas policiales estando un servidor aún en Londres. Estas cosas le ruborizan a uno cuando los colegas, con razonable interés, insisten en preguntarte qué diablos es lo que ocurre en tu país. Ellos lo hacen con su mejor intención; tú te sientes más y más avergonzado.
Ahora bien, en medio de tanta consternación, hay algo que produce admiración siempre nueva y creciente: nuestros viejos amigos, los moderaditos. Moderaditos como ese jefe de Opinión de Abc que, el día en que apalean a tus conciudadanos solo por manifestarse, prefiere ponerse a reprochar que alguno encendiera una bengala a 200 metros, y no dice ni mu (aunque sí «beeee») ante las palizas. O esa portavoz del PP, Cuca Gamarra, que apela a un árbitro imaginario y le dice «¿Ves?, ¿no lo ves?, nosotros condenamos las manifestaciones ante el PSOE, pero ellos no condenan las que nos han hecho a nosotros, ¿no somos muchísimo mejores que ellos, señor árbitro? ¡A ver si nos lo recompensa de una vez!». Y, claro, como el árbitro es imaginario, pues nunca te da lo que le pides, Cuca, ojalá fueras más cuca.
Con todo y con eso, mis favoritos a la hora de asombrarme (pues del asombro surge el saber, aseveró ya Aristóteles) son esas personas de derechas que siguen pensando que la policía es siempre de los suyos. Son gentes que siempre que surja un conflicto se ponen por defecto (y por exceso) del lado de los polis. Para mí, la verdad, se trata de un misterio, como si alguien apoyara siempre a los fruteros o a los profesores de Derecho mercantil solo por su oficio. Todas las profesiones son necesarias: ¿qué le ven a la policía para apoyarla incluso cuando es obvio que se sobrepasa? ¿Serán los uniformes? ¿Las porras? ¿Hay algo libidinal en todo ello? Me asombra y me da que pensar, ya lo he advertido.

A estas personas me gustaría recordarles algunas verdades simples. Por ejemplo, que todas y cada una de las dictaduras del mundo han disfrutado de la protección ferviente de sus respectivas policías. No hay nada especialmente bueno, ni democrático, ni protector de nuestros derechos en el mero ser agente «del orden». Como las pistolas que acarrean, un cuerpo policial puede servir para el bien o para el mal; como las pistolas que acarrean, cuando sirven al mal resultan en particular nocivos. Hay que tenerlos bajo atenta vigilancia a unos y a otras, pues. (Mucho más que los fruteros o los profesores de Derecho mercantil). Y denostarlos en cuanto se sobrepasen: nosotros solo tenemos la palabra, ellos las armas; usemos al menos la primera para avergonzar a quien abuse con las segundas.
En el caso de España, además, ese amor irrestricto hacia la policía por parte de señores y señoras de derechas resulta históricamente paradójico: ¿no fueron acaso miembros de dos cuerpos policiales (guardia civil y de asalto) los que asesinaron en 1936 al líder opositor don José Calvo Sotelo? ¿No fue ese mismo año otro policía, el malhadado teniente Castillo, quien aprovechó su cargo (y su ideología socialista) para liquidar (durante otro funeral) a Andrés Sáenz de Heredia, primo de José Antonio Primo de Rivera? Una cosa es estar todo el día obsesionados con la historia, como quiere la izquierda; otra es olvidar sus enseñanzas más básicas. Y que la poli no ha sido siempre buena es una de ellas, queridos señores y señoras de derechas: no, tampoco es siempre buena con ustedes.
Llegados a este punto, algunos argumentarán que, bueno, aunque haya de vez en cuando agentes malos, eso no es motivo para someter a la institución policial entera a nuestros severos juicios. Es aquí cuando me viene a las mientes aquel chiste macabro. Un oncólogo se reúne con su paciente y le anuncia, con tono serio, «Estimado, me temo que hemos detectado cáncer en su hígado, en un pulmón y en su colon». Y el paciente responde: «Caray, doctor, con todos los órganos que tengo, ¡ya son ganas de criticar, que se ha ido usted a centrar justo en esos tres!». A los policías les gusta hablar de sí mismos como un cuerpo: bien, aceptemos la metáfora. Si varios de tus órganos tienen tumores, de poco me sirve que me destaques que aún te quedan otros sanos: tu cuerpo como tal está enfermo, y hay que ponerse cuanto antes a extirpar.
En realidad, lo que nos ocurre es que aún hay buena parte de la oposición en España que sigue sin entender el momento presente. Aún no ha entendido que las (cada vez más degradadas) instituciones no están de su lado; que el (cada vez más progre) establishment económico no está de su lado; que el sistema internacional tampoco está de su lado. Nadie va a venir a salvarnos. (Bueno, Jesucristo sí, pero al final de los tiempos; quizá haya que ir haciendo algo mientras tanto).
Y, por tanto, si de verdad piensas que lo que está haciendo el PSOE es socavar nuestra democracia, tengo una mala noticia que darte: sería bueno que acompañaras tan contundentes palabras con contundentes acciones; si no, querido, no resultarás creíble. Si de verdad estamos ante un cambio de nuestro sistema por otra cosa, me temo que eso no se arregla ni con una, ni con diez, ni con cien manifestaciones en la Plaza de Colón. Tampoco con muchos mensajes de WhatsApp a tus amigos, ni presentando una instancia de protesta ante tu Ayuntamiento, ni escuchando a Federico.
Vivimos amenazas nuevas y crecientes a las que habrás de enfrentarte con respuestas nuevas y crecientes. Comprende que las concentraciones ante las sedes del PSOE son un paso adelante (para un servidor, un paso no del todo insólito, pues permítaseme la inmodestia de recordar que ya lo sugerí en la tele, allá por julio); harás mal en considerarlo un exceso. Pues, en realidad, se trata del primer peldaño de una escalera en que aún nos quedan muchos tramos por ascender.
Con la amnistía, nuestra izquierda quiere que incumplir la ley no importe para ella ni para sus amigos; ahora bien, también quiere que tú te sigas sintiendo obligado (¡así es la derecha!) a cumplirla escrupuloso, por no enfadar a un árbitro imaginario («el sistema», «el orden», «la Constitución») que te lo agradecerá.
Pero no es así como funciona el mundo. En el momento en que la izquierda ha decidido que no importa incumplir la ley, lo justo es que también ellos padezcan las consecuencias de ese retorno a la barbarie. Si la ley cada vez importa menos, no podemos seguir sintiendo una reverencia ancestral ante sus representantes. En Ferraz se ha empezado a transmitir este mensaje al PSOE, ¡por fin!, tras años de aguantar impávidos sus tropelías. Son duros de mollera, así que habrá que usar este y otros cuantos métodos pedagógicos nuevos que se nos vayan ocurriendo. Los profesores estamos acostumbrados a ser imaginativos cuando queremos que nos entiendan. Y, al fin y al cabo, la lección acaba de empezar.
Para The Objective

Ay la derechita, ay los moderaditos… Hoy por hoy se trata del Estado contra la Nación. Ustedes me entienden (supongo)
Estos mierdas me detuvieron durante la plandemia y me intentaron humillar. El lunes pasado me pidieron el dni tras la manifestación frente a la sede de los ladrones, asesinos, puteros y golpistas antiespañoles sin haber hecho otra cosa que expresar mi indignación y mi rabia a voz en grito contra la escoria izquierdista a la que sirven, igual que todos los demás que se habían congregado allí. Esta policía bolivariana es la peor chusma que existe, un hatajo de chulos baratos de discoteca de cuarta, cobardes como las ratas que son, unos reprimidos y acomplejados con sed de porra que, solos, sin uniforme y desarmados no se atreven ni con una anciana indefensa. Hay que hacer una limpia absoluta con estos hijos de perra si salimos de ésta y renovar totalmente el Cuerpo para infundirlo de principios, valores -y valor-, vergüenza, dignidad, honor y patriotismo.
¡ARRIBA ESPAÑA!
A mi me pasa con la policía como con la Guerra de Secesión USA: me gustan más los de gris que los de azul.
Caer en manos de esta chusma hedionda puede conllevar hoy por hoy :
Que ten pongan las esposas mal porque les apetece(sin que haya resistencia) y te lesionen un brazo cuya movilidad nunca volverás a recuperar por completo y te apliquen tácticas de kyusho que pueden provocarte lesión de corazón(puntos de dolor)
Que te metan en el calabozo( checa) previo tocamiento a tus genitales durante el segundo cacheo.
Que te apliquen tortura física y sicológica…insultos empujones burlas risas privación del sueño…
Que vayan al juicio a mentir aprovechandose de la presunción de veracidad y hagan que te condenen por algo que no has hecho.
Que se atrevan incluso de amedrentar a tu familia(todo con apariencia casual)
Que te apliquen el programa de acoso organizado a ti y a tu familia (tácticas de descomposición sicológica stasi)
Que te tilden de terrorista doméstico y lo que quieran callaos como maricones para que no te puedas defender.
La base de datos aguanta lo que le echen…
Doy fé
A mí estos perros sarnosos me detuvieron poniéndome las esposas torcidas del revés por llevar el bozal bajado por la calle y me impidieron ir a una actuación que tenía contratada, me llevaron esposado a la comisaría y me libré de dormir en el calabozo porque tengo TEA. Meses después me llegó una denuncia falsa de atentado a la autoridad, les contesté prestando declaración ante el funcionario del juzgado en presencia de mi abogado y el juez desestimó la denuncia por falta de prueba o indicio alguno de delito.
Esta basura son los peores hijos de puta, además de unos miserables cobardes mercenarios que mienten como los bellacos que son, cubriéndose entre ellos. Va a haber muchos problemas y mucha violencia en los próximos meses. Se avecinan tiempos como nunca vistos en España en lustros, similares a cuando ETA mataba.
Un saludo.
¡ARRIBA ESPAÑA!
la poli es necesaria …si se dejase actuar a la jauría humana no todos actuarían por una causa justa y noble ,sabemos como acaban esos desmadres ….no gusta pero son necesarios y mal trabajo tienen ,para compadecer ,de ahí muchos terminen de mala manera ,por descubrir la condición humana …
la oposición no pensarás intenta defender al pueblo ?¿? me da la risa ,detrás de su posición política está la venganza sobre el 11M ….a ELLOS les importa una mierda la población ,defienden sus intereses empresariales y la de los suyos ,al que la población asiste con nobleza de comparsa…manipulados ……..son tal para cual
incluso los votantes que votan a diputados y senatas que los traicionan cada día aplicándoles leyes que lejos de defenderles les pisan ….
ahora lo vas ver ……diputados de la banda pesoista van votar a favor de la desigualdad entre regiones ,lo que perjudica a las regiones por las que fueron elegidos …por intereses personales bastardos …no sólo es un traidor SCHZ y su troupe de recaderos ….o sea que se jodan …..no les queda otra ….
defender el Regimen del 78 con LA GRAN TRAICIÓN A LA CABEZA …..?¿? ojalá el pueblo se rebele ,lo derribe y obligue redactar una nueva carta ….más justa ,más igualitaria sin posibilidad de que unas regiones se imponga a otras ese trato……
qué decir del Rey ?¿? que sanciona leyes que contradicen la carta del 78 , juró y prometió no hacer ……todo un teatrillo para mantener su cargo e institución ……es el primero que la ruptura del estado le importa nada ,todo figureo ,pasteleo
Cincuenta años de antifranquismo amparado en mentiras aceptadas por la mayoría + 1.500.000.000.000 de euros de deuda pública para mantener el feliz pan y circo diario de la callada población = república castrista/bolivariana (todavía con un somero antifaz, pero pronto a cara descubierta ya).
¿Sería criticable si algún angloparlante (enterado de lo que sucede en «Estepaís») dijese: fuck Spain?
Probablemente Mascasca ha elegido cuidadosamente a esos policías, que serán de su logia. Tienen personal en todos los estamentos.
La próxima vez que vaya me llevaré mi abollada cacerola, cazo en mano. Hizo estragos frente a los aplausos descarriados.
España es un país que carece de instituciones, lo que tiene son instrumentos al servicio del poder:
la tan cacareada división de poderes, (una patraña en sí misma del liberalismo masónico), en el caso de España es una patraña elevada al cubo porque en España todo es Poder Ejecutivo:
– El Poder legislativo no existe en España o solo existe como mamporrero del Gobierno (Ejecutivo).
– No hay control parlamentario de nada. Todo está montado en las Cortes para el mamoneo que se trae el PSOE con partidos siempre aliados como «Corrupción Canaria» y otros. El PP además ha sido el mamporrero nº 1 del PSOE para hacer inoperante a las Cortes Generales como Cámara de control parlamentario del Gobierno, cuando no se ha puesto de parte de Sánchez en las mociones de censura, ha entregado la mesa del Congreso a PSOE-Podemos por tal de que VOX no estuviera en la misma, y mil cosas más. El uso sectario de los poderes de la Mesa lo podemos ver con la prisa que le metieron a Feijó para someterse a la votación de investidura, y la parsimonia de la que ha gozado Sánchez para dar tiempo a comprar voluntades. «La crisis del liberalismo» que escribiera José Antonio, parece escrito esta mañana a la vista de cómo están corrompidas las instituciones
En otros países, incluso aunque estén regidos por comunistas, como es el caso de Colombia en la actualidad, la Fiscalía no por ello deja de defender la legalidad, en España sin embargo la Fiscalía sólo está para los roba-gallinas,, y a veces ni eso, sólo para los que nieguen el holocausto o digan que los del orgullo gay son unos degenerados, fuera de ahí no les pidas que hagan anda,
El Poder Judicial ahora se pone muy digno, ahora que anuncian que los van a represaliar por lo poco que han hecho, pero a través de asociaciones como «jueces para el comunismo y la Masonería» la judicatura ha sido una fuente de iniquidad e injusticia impropia de un verdadero Poder Judicial. Lo importante de un Poder judicial no es que sea un poder independiente, porque la independencia depende del uso que hagas de ella, (tu puedes ser formalmente independiente y no por eso dejar de actuar de forma sectaria por tu propia maldad sin necesidad de que te obliguen), sino que sea un poder que sirva al ideal de Justicia, que haga honor al principio de «RECTA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA», que lleva como componente la independencia pero que no se reduce a ella porque es mucho más. Principio desaparecido en España desde hace más de 40 años, porque hablar de jueces satanistas o marxistas (que no progresistas porque la injusticia y el sectarismo es la antítesis del progreso) , o jueces conservadores (que no son tales salvo que lo que conserven sea lo que hay y lo que hay es comunismo y sectarismo) , es una prueba evidente de que lo que prima es cualquier cosa menos lo que tenía que primar que es la Justicia, y la Justicia se la representa con los ojos vendados, es decir no es sectaria sino imparcial. En el principio de «Recta administración de Justicia» va implícita la independencia material, pero es mucho más.
En España no hay poderes del Estado o instituciones, si las hubiera lo que está pasando no podría pasar porque habría sido cortado de raíz, habría intervenido la Fiscalía en defensa de la legalidad, los Jueces no archivarían las casusas por traición, prevaricación, cohecho etc. etc contra los presidentes del Gobierno, como Zapatero o Sánchez (tampoco habrían tapado lo ocurrido el 11M, que es muy fuerte cómo se ha tapado), sino que las llevarían hasta sus últimas consecuencias, pero por el contrario se acepta como normal por ejemplo que Conde-Pumpido sea el mamporrero del Gobierno en el TC. Basta ver lo ocurrido hoy con el Tribunal Supremo, mucho paripé de salir con las togas a la puerta pero a la hora de la verdad han rechazado la medida cautelar solicitada por VOX para parar la investidura hasta ver qué pasa con la querella por cohecho por comprar unos votos por 15.000 millones de €, que se dice muy pronto, y que el Supremo ha negado, porque una cosa es el paripé y otra mantener una actitud de defensa de la legalidad real y verdadera.
A la vista de toda esta desolación en España lo que existen son resortes del poder, y no verdaderas instituciones y poderes del Estado, por eso la Justicia roja no es justa ni es independiente, por eso el Poder legislativo es un mamporrero del Gobierno, donde los representantes del pueblo en realidad son los agentes comerciales de los partidos políticos y están a las órdenes de éstos y no del pueblo, en lugar de un verdadero parlamento, por eso el Ejercito está a lamerle las botas al Ministro y no a la Defensa de España, por eso la Policia está apaleando a la gente en lugar de defendiendo a España y la legalidad constitucional.
No hay verdaderos policias (como cuerpo, dejando a un lado los casos individuales de personas concretas que sí lo sean) hay mamporreros.
Malos son los antidisturbios que apalean a la gente, pero peores son los aspirantes a chekistas de la futura «Motorizada» que se mezclan disfrazados de gente corriente entre el gentío para luego seguir a chavales y detenerlos cuando regresan solos y desprevenidos a sus casas, y se les echan encima cuatro o cinco, porque son cobardes hasta para eso, como lo que son, ratas, y se prevalen de su las atribuciones como policias, para realizar estos actos que en realidad son de odio y de persecución no ya politica sino peor aun , nacional, porque la gente que está ahí no representan a ningun partido, sino que está defendiendo lo que queda de España.
Los radicales no son los que están sosteniendo la bandera de España mientras los que deberían sostenerla por razón de sus empleos están tomando leche de pantera y dándose el pisto con el uniforme, sino que los radicales son los etarras, los separatistas que incendiaron Barcelona y que se van a ver beneficiados con todas estas medidas de pura arbitrariedad orquestada por el Gobierno con la complicidad de los medios de comunicación y de todos los resortes del poder a su servicio, judicatura incluida que ha estado avalando al Gobierno en todos sus desmanes, incuida la profanación de la tumba de Franco, y hasta hoy mismo negando la medida cautelar solicitada por VOX para parar la investidura hasta ver si hay delito.
Llamar «radicales» a los que están defendiendo a España es cometer un error por partida doble:
• Porque es aceptar el lenguaje de la izquierda radical, cuando los radicales son ellos, empezando por los policías al servicio del PSOE y de Bildu.
• Y porque es olvidar que los policías que apalean a los patriotas están defendiendo a los radicales catalanes, y a los etarras, que estos sí que de verdad son RADICALES, que quemaron Barcelona saquearon tiendas, dejaron paralíticos a varios policías (que esto lo han tapado los medios) etc etc y ahora se van a ver beneficiados de la amnistía.
Solo los tontos pueden caer en el engaño de los HIPOCRITAS que llaman a los patriotas radicales.
La Policía en España es una policía mercenaria, porque no está al servicio de España o de la Justicia sino al servicio del que manda y paga, y eso es ser un mercenario, un esbirro.
No me extraña que entre la policía haya muchos suicidios, ser policía para acabar protegiendo a Sánchez, a los pro-etarras (y a los condenados por corrupción que se han quedado con el dinero publico), y apaleando a los españoles, tienen que dar un asco tremendo al volver a casa mirarte al espejo y ver en lo que te has convertido, o que tu hijo o tu madre te pregunte si tu eres uno de esos policías disfrazado de calle para sorprender a los patriotas cuando ya van desprevenidos camino de sus casas. Qué asco da la policia mercenaria pero más asco dan los neomalthusianos como Carlos Cuesta y Federico Jimenez Losantos alias Federico Jiménez Yunque, y los peperos justificanto a estos h. de p. y llamando «radicales» a los que están defendiendo a España mientras que los que cobran un sueldo por hacerlo están pendientes nada más que servir al PSOE y obtener ascensos a cambio de su miseria moral.
Ahora mismo la Policía respecto de estas manifestaciones está desarrollando dos papeles al servicio de la antiEspaña:
– los antidisturbios que apalean
– las ratas disfrazadas de paisano y mezclados entre la gente para tomar represalias sobre los que destaquen en la protesta cuando se separen del grupo o marchen para sus casas.
Pero si esto se alarga la policia cumplirá una tercera misión que es todavía más miserable que las dos anteriores juntas.
Ahora mismo, como las protestas se están focalizando sobre el PSOE y sobre Pedro Sánchez, y solo sobre ellos, la izquierda más radical se está manteniendo al margen, pero eso no va a durar siempre, antes o despues la izquierda más radical saldrá a la calle para echar de las calles a los que están protestando, como echaron del centro de Madrid a los peregrinos de la JMJ de 2011. Entonces veremos en qué quedan esos que ponen el pacifismo por encima de cualquier otra consideración, En cuanto que hagan aparición los «antifas» con sus tirachinas de bolas de acero, sus tubos lanzacohetes, sus cockteles Molotov a granel, sus brick de leche y pintura, sus aerosoles, y todo lo demás, los «pacifistas» saldrán corriendo, los de espíritu como el que va a a un fin de curso en los Marianistas, se marcharán corriendo a sus casas. Y para defender a España sólo quedarán los que ahora vienen siendo tachados de «radicales». Entonces la Policia cumplirá esta tercera misión consistente en intimidar a estos patriotas para que no puedan defenderse de las agresiones de los «antifas». La policía cacheará (y establecerá un operativo encubierto) a los patriotas para impedir que puedan llevar algo con lo que poder defenderse de varios agresores antifascistas a la vez. Se situará de forma que si se defienden aunque sea con las manos vacías, (como en Okinawa en el siglo XV), poderlos detener, y entonces situarlos en la disyuntiva: o dejarte agredir de forma grave o verte detenido con lo que eso supone de expediente sancionadores sin ninguna garantía de legalidad, que se instruyen solo para aparentar una legalidad, pero que que la sanción está predeterminada desde el principio, la vía de recurso administrativa totalmente inoperante y la vía judicial tampoco posee ninguna garantía de legalidad con un poder judicial fuertemente politizado en la extrema izquierda y asociaciones como «Jueces para el comunismo y la masonería».
Si la Policia y los jueces no fueran instrumentos del poder sino verdaderas instituciones del Estado, del Estado de Derecho, esto no ocurriría.
Si se piensa es un combate muy desigual : los patriotas tienen en su contra y los antifas a su favor,
1.- la ideología de lavado de cerebro que está en el ambiente, que simpatiza con el comunismo y es represiva con su contrario (la alusión de Abascal hoy en el Congreso a Hitler en la réplica a Sánchez indica hasta qué punto incluso por el líder de la oposición, se acepta como válido el discurso cultural e ideológico del enemigo),
2.- los patriotas tienen en contra y los antifas a su favor, los medios de comunicación comprados por el PSOE con cientos de millones, lo que garantiza que las cosas nunca se contarán como verdaderamente sucedan, y lo que no convenga desaparecerá de los telediarios. ¿Alguien lo duda?, que piense qué fue del escandalo del «Tito Berni», ¿se ha vuelto a hablar?, la respuesta es no, está desaparecido de los medios.
Otro ejemplo sangrante es el tiro en la cabeza que ha recibido Vidal Quadras, nos hemos tirado 2 meses con el beso de Rubiales, el directivo de la Liga de futbol a una jugadora de la selección femenina, y sin embargo lo de Vidal Quadras ha sido silenciado por completo despues del bulo inicial de la «pista iraní» para quitarle hierro al asunto y que no produjera ningún efecto en la opinión pública como si Irán, con la Sexta flota norteamericana encima pudiera estar en atentar a una persona que fuera de España no se le conoce.
3.- Los patriotas no podrán defenderse con libertad porque la policía estará pendiente de ellos, y dejará hacer a los antifas.
4.- Los patriotas detenidos se verán solos para hacer frente a las acciones judiciales que la policía ponga en marcha contra ellos, (que es lo que «renta» de cara a sus jefes), y se enfrentarán a una Judicatura infectada por la propaganda roja en todo caso y con harta frecuencia militantes ellos mismos del comunismo. Los antifas en cambio tienen al poder de su lado, incluido el judicial, y luego tienen una red de ayuda a través de abogados, dinero, etc. etc, que los patriotas no tienen que cada vez que una persona tienen un problema tiene que hacer frente con sus propios medios, Desgraciadamente esta es la realidad de la derecha, cuya cicatería y falta de organización es vergonzosa .
Pero siendo todo esto triste, más aún es que la oposición no reacciona, y la policía roja nada tiene que temer por su actitud sectaria.
La policía corriente con frecuencia no se atreve a usar su arma cuando son agredidos por una banda de narcotraficantes o de delincuentes en general porque tiene temor a que si hacen uso de su arma las propias autoridades pueden iniciar actuaciones contra ellos, en un país como este donde la legítima defensa está prohibida de facto incluso en el interior de tu domicilio, porque son ya varios casos de gente que ha ido a la cárcel a pesar de su avanzada edad por defenderse de delincuentes en el interior de su casa, Van a la cárcel porque no está reconocida en la práctica la legítima defensa, Es decir la ideología prodelincuencial de la extrema izquierda se impone para amedrentar a la policía que ante esta espada de Damocles no se atreve a hacer uso de ella.
De igual modo pero con mayor razón y fundamento jurídico las fuerzas anticomunistas deberían lanzar un discurso de sentido contrario anunciando medidas contra los policías que estén abusando de su cargo para apalear o detener en arbitrariedad a los patriotas que están defendiendo España. La pérdida de la nacionalidad española debería ser una medida a esgrimir, el hecho de que la CE diga que el español de origen no puede ser privado de la nacionalidad española lo resolvieron los rojos en Nuremberg. O al menos anunciar su reforma para los delitos de traición o contra España.
El problema es que desde que la Guardia civil limpió las sierras de bandoleros rojos en los años 40, no se ha vuelto a combatir a los enemigos de España. Los rojos tienen garantizada la impunidad desde los atentados contra el Rey Alfonso XIII son solución de continuidad. Da igual lo que hagan les sale gratis, La amnistía que se anuncia ahora para los separatistas catalanes es una más de las amnistías y de los tratos de favor que desde hace más de un siglo vienen gozando los enemigos de España.. Así no se puede combatir al enemigo, un enemigo que se mueve a sus anchas en un amplio río de impunidad garantizado para ellos.
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