No existen los negros buenos

Jericho Brown

¿Y ustedes qué opinan? ¿Hay algún negro bueno? Vamos. Contesten. Vaya… miedo ¿verdad? Miedo hasta a leer lo dicho. Pues bien. Comencemos.

Eve Jackson

Si afirmáramos lo que ponemos en nuestro titular ¿qué ocurriría? Se lo pueden imaginar. Pero… ¿y si dijéramos que lo que no existen son los blancos buenos?

El premio Pulitzer de poesía de este año le ha sido concedido a Jericho Brown; un negro un hombre de «color»… de color negro (¿hay hombres de color azul, verde, rojo?). Por tan feliz y sustancioso premio, que además le repercutirá enorme publicidad, la revista France 24 encargó a uno de sus plumíferos, perdón, plumífera, Eve Jackson, hacerle una entrevista; por cierto, Eve Jackson es… sí, blanca y rubia, ya la ven.

La entrevista es toda ella un bodrio por babosa. La babosa es Eve Jackson que en todo momento se muestra sumisa y acomplejada hasta lo miserable porque… es blanca y su entrevistador negro; la larga sombra de Floyd no tiene límites.

Violencia en las calles por la muerte de George Floyd

Pero al margen de lo patético de la actitud de Eve Jackson, lo indignante es que la tal Eve no tiene reparo alguno en dedicar parte de la entrevista al poema, por decir alguna cosa, de Jericho Brown titulado «The Tradition». El poema comienza con los nombres de tres flores y termina con los de tres negros recientemente… sí, como lo imaginan, eso es, asesinados… por blancos, tres negros todos los cuales era inocentes y almas de la caridad, para más detalles. El mensaje del poema, y su texto literal, es muy claro: tres flores cortadas por la inquina racista de los blancos porque, como dice textualmente Brown en otro de sus poemas «no hay blancos buenos».

No contenta con someterse a tamaña negrura, Eve, ya arrastrándose por la habitación, le pregunta a Jericho su opinión sobre la muerte en Febrero pasado de Ahmaud Arbery, otro negro pacífico asesinado a tiros por un supremacista racista xenófobo y mal oliente blanco en los EE.UU., a lo que Jericho contesta soltando una perorata sobre Martin Luther King y su dream para volver a afirmar que «no hay blancos buenos»; en ese instante, como en toda la entrevista, que rezuma racismo negro, la rubia Eve no sólo no se inmuta, ni se indigna, ni manda al poeta negro a la mierda, sino que se autoflagela y se arrastra aún más.

Violencia en las calles por la muerte de
George Floyd

Hacia el final de la entrevista, Eve Jackson, totalmente entregada, le pregunta a Jericho Brown sobre el papel del poeta en la sociedad, a lo que el entrevistado contesta muy ufano que es decir siempre la verdad. Eso, la verdad, no lo que hace él.

¿Por qué entonces ambos, tanto Eve como Jericho, ocultan que, por ejemplo en el caso de Ahmaud Armery, no era un corredor inocente y pacífico, sino un delincuente cargado de antecedentes penales que, perseguido tras un robo en un domicilio, el de Travis McMichael, por el mismo  –ex-agente de policía– y su hijo, se revolvió de forma que Travis no tuvo más remedio, para defenderse de su agresión, que pegarle dos tiros en defensa propia? Para qué hablar del caso Floyd y otros similares.

¿Por qué es sólo la comunidad afroamericana, o sea, negra, la que cuando matan a alguno de sus miembros menos ilustres por ser delincuentes manifiestos, monta el pollo, vocifera lo del racismo y deja calles y comercios arrasados, enalteciendo así a aquellos de los suyos que son lo peor, los que les dejan en evidencia? ¿Por qué nunca hacen eso las comunidades hispana, china, judía o de cualquiera de las múltiples etnias que pueblan los EE.UU.? ¿Por qué se permite decir a un negro que «no hay blancos buenos» y no a los blancos decir que «no hay negros buenos»? ¿Por qué se demoniza el racismo blanco y no el negro? ¿Por qué existen blancos tan patéticos como Eve Jackson y poetas negros tan impresentables como Jericho Brown? ¿Y los medios de comunicación?


5 respuestas a «No existen los negros buenos»

  1. Yo creo que la entreviksta terminaría con la felaperiodista haciendo su «trabajo»…
    Muchas mujeres, especialmente las feministas, son tan tontas que tienen un gran afecto hacia los negros, y no les importa liarse con ellos, ¡y hasta casarse!, tener hijos, etc., unos pobres niños que luego no son de ninguna raza, ni de la blanca ni de la negra, pues son mulatos, es decir, personas sin identidd racial alguna, Y QUE VAN A SER TODA SU VIDA UNOS DESGRACIADOS, marginados socialmente.
    ¡Pero así se escribe la historia!

  2. Los «afroamericanos» estadounidenses, si de verdad consideran tan malos a sus compatriotas de raza caucásica, deberían tomar en consideración el desembarazarse de sus apellidos anglosajones; pues son los mismos que tenían los antiguos amos esclavistas de origen europeo, que marcaban de esa manera (cual reses) a sus antepasados traídos de África.

    Parece no importarles mucho llevar esa especie de divisa virtual, o marchamo de su antigua condición. Dado que, dentro de la comunidad negra norteamericana, son un porcentaje muy pequeño quienes tienen realmente antepasados blancos.

  3. También está para verse alguna manifestación en contra del asesinato de católicos y cristianos en general, Incluso alguna canonización de los innumerables mártires de Isis y similares.
    Por lo demás, muy bien traído el artículo y mejor desarrollado

  4. El difunto excampeón del mundo de los pesos pesados de boxeo Cassius Clay se cambió el nombre a Mohammad Ali.
    Entre otras cosas dijo que a el le gustaba juntarse con gente de su propia raza y que pensaba que al resto de razas le gustaba juntarse con gente de su raza respectiva. (Traducción libre del inglés).

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