Nuestra Santa Fe en picado

Nos engañan. Cuando nuestros pastores nos ahogan en cifras, nos engañan. Dicen las que les conviene para que nos creamos que todo va bien, para que pongamos la «X» en nuestra declaración de IRPF, para que todo siga como hasta ahora; y es que no quieren que cambie porque… viven muy bien así.

Osoro y su «niño bonito» el P. Ángel; por una vez con alzacuellos, eso sí, con su bufanda marxista

Con motivo de la celebración el pasado 11 de Noviembre del día de la Iglesia diocesana, el arzobispado de Madrid-Alcalá publicó un folletito en el que se gloriaba de la inmensa labor que hace, no sólo él, sino también la Iglesia española en su conjunto; otras diócesis hicieron lo mismo y lo que vamos a decir de la de Madrid-Alcalá es extensible a ellas, porque están todas cortadas por el mismo patrón.

Para demostrar lo que quiere que nos creamos, el arzobispado citado publicaba cifras y cifras de la Iglesia a nivel nacional y de su propia diócesis que, a simple vista, parecen avalar lo que pretende que «somos una gran familia contigo». Todo ello acompañado de unas letras del cardenal Osoro plomizas, virtuales y vacuas, y fotos muy preparadas y «tiernas», es decir, de pura y vulgar propaganda.

Pero si alguien, como hemos hecho nosotros, se toma la molestia de analizar algunas de las cifras que nos ofrece Osoro y compararlas con otras que nos oculta, la cosa cambia radicalmente. Para no aburrirles, y como botón de muestra, ahí van algunos datos de lo dicho:

* A nivel nacional aseguran haber bautizado a 226.125 niños en 2016; muchos ¿verdad? Pero si decimos lo que la Conferencia Episcopal y Osoro ocultan, es decir, que en tal año nacieron en España 408.384 niños, quiere decir que sólo se bautizaron el 55 por ciento de ellos. Terrible cifra que la jerarquía calla, porque significa que la mitad de los nacidos están condenados porque siguen manchados con el pecado original y, aún peor, que sus padres para nada se preocuparon de protegerles de tan grave riesgo, ni muy posiblemente se preocuparán porque para ellos tan crucial asunto ni se lo plantean porque ni creen ni mucho menos practican.

Las cifras no mientes: se han invertido los casamiento

* A nivel regional dice Osoro que se bautizaron 17.070 niños, de lo que se ufana, pero si vemos que en Madrid capital y provincia, o sea, en su territorio diocesano, en ese mismo año de 2016 nacieron 62.686 niños, quiere decir que sólo el 28 por ciento fueron limpiados de su mancha original e ingresaron en la Iglesia, o sea, la mitad que a nivel nacional; todo un penoso record para la Iglesia madrileña que según también nos dice Osoro está formada por 1.711 sacerdotes y 1.676 religiosos… ¿a qué se dedican? ¿y Osoro?

* A nivela nacional, en 2016, hubo 50.805 matrimonios sacramentales, es decir, pasando por la vicaría, pues bien, parecen muchos hasta que vemos que en ese mismo año se «casaron» en España 171.023 parejas, lo que significa que sólo el 29 por ciento lo hizo por la Iglesia, los demás no se casaron, sino que viven en concubinato, es decir, en pecado mortal; qué triste y lo más triste es que Osoro, como la CEE, en su folleto parecen estar encantados, ocultando la terrible realidad para… animarnos a poner la maldita «X» en nuestra próxima declaración de IRPF porque «somos una gran familia contigo». ¿Y cuántos de los protagonistas de tales matrimonios sacramentales habían cohabitado regularmente antes? ¿Cuántos de ellos lo hicieron hasta el día anterior a casarse? ¿Cuántos impidieron artificialmente procrear? ¿Cuántos se divorciaron a los pocos meses y… «rehicieron sus vidas»?

El número de sacerdotes ordenados sigue descendiendo

Y todo lo anterior, según las propias cifras «maravillosas» de la CEE y de Osoro, con 105.622 catequistas a nivel nacional y 5.481 a nivel regional, que por experiencia sabemos que no enseñan nuestra Santa Fe, sino que se dedican a hacer dibujitos y a entretener a los chavales cual vulgar guardería, salvo excepciones que, como en todo, las hay. Con 2.591 centros educativos en toda España que se dicen «católicos», de los cuales 386 en Madrid, en los que ni se reza una oración al empezar el día, ni en medio el Ángelus, ni muchos menos al final. Con 23.019 parroquias en España, de ellas 476 en Madrid, en la mayoría de las cuales lo de oración y penitencia suena a chino, las Misas son puro teatro y… para qué hablar de aquellas infectadas por lo más novedoso: curas sodomitas. Eso sí, se atendieron a 4.765.869 personas por 84.449 voluntarios de Caritas, o sea, que como vulgar ong nuestra Iglesia española es eficacísima, bien que dichos voluntarios no hacen apostolado entre sus atendidos, no les explican por qué les atienden, no aprovechan para predicarles el Evangelio a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella.

Para no alargar, como prometimos, añadamos que en 2016 también, aunque el 71,1 por ciento de los encuestados se definió católico, de ellos el 59,4 por ciento afirmó no asistir «casi nunca» a Misa, el 14,7 sólo «varias veces al año», el 8,8 «alguna vez al mes», el 14,2 «casi todos los domingos y festivos» y el 1,8 por ciento «varias veces” a la semana. Es decir, que mucho católico de boquilla, pero casi ninguno de verdad; y lo peor, sin duda, es que los que se declaran y se creen católicos consideran que lo son aunque no van a Misa ni siquiera los Domingos y fiestas de guardar, para qué decir de pasar por el confesionario y comulgar libres de pecados, al menos, mortales, porque muchos lo hacen en tan terrible situación con lo que cometen sacrilegio, o sea, de lo malo, lo peor.


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