Persecución anticristiana: socialistas, comunistas y musulmanes se llevan la palma

Por Juan Cruz

22/01/2021 Iglesia

La Iglesia, la única verdadera, o sea la católica, se distingue porque es además apostólica y romana, pero tiene otra característica que no suele nombrares que es la de ser perseguida, como ya nos anunció Nuestro Señor no pocas veces según consta en los Evangelios, por eso no puede extrañarnos que seamos perseguidos, sino al contrario, debemos prepararnos para ello y asumirlo como uno don más.

Pues bien, para que quede constancia, nada mejor que el informe Lista Mundial de la Persecución 2021 de la ONG Puertas Abiertas, del cual extractamos los siguientes datos:

• El número de cristianos asesinados por razón de su fe en el mundo ha pasando de 2.983 en 2020 a 4.761 en 2021. La mayor cifra desde la de 2016 que fueron 7.106.
• 4.488 iglesias y edificios cristianos fueron atacados en 2020.
• 4.277 cristianos fueron detenidos sin juicio, arrestados, sentenciados o encarcelados por razón de su fe.
• 1.710 cristianos han sido secuestrados por motivos religiosos (en 2019 fueron 1.052).
• Un total de 340 millones de cristianos sufren persecución, discriminación sistémica subyacente y un trato desigual debido a sus creencias religiosas.
• El país que encabeza la lista de los que más persiguen a los cristianos es la dictadura comunista de Corea del Norte.
• Además, también las otras tres dictaduras comunistas: China (puesto 17º), Vietnam (19º) y Laos (22º). Hay que tener en cuenta que 1.521 millones de personas, el 20% de la humanidad, siguen viviendo bajo la opresión de esas cuatro dictaduras comunistas. China, con un acuerdo con la Santa Sede recién firmado  –polémico donde los haya habido–, ha subido puestos en la lista: en 2019 estaba en el puesto 23.
• El islamismo es la causa de persecución contra los cristianos en 35 países de la lista: Afganistán (puesto 2º), Somalia (3º), Libia (4º), Pakistán (5º), Yemen (7º), Irán (8º), Nigeria (9º), Irak (11º), Siria (12º), Sudán (13º), Arabia Saudí (14º), Maldivas (15º), Egipto (16º), Mauritania (20º), Argelia (24º), Turquía (25º), Túnez (26º), Marruecos (27º), Mali (28º), Qatar (29º), Bangladés (31º), Burkina Faso (32º), República Centroafricana (35º), Etiopía (36º), Jordania (38º), Brunei (39º), Congo (40º), Camerún (42º), Omán (44º), Mozambique (45º), Malasia (46º), Indonesia (47º), Kuwait (48º), Kenia (49º) y Comoras (50º).

Pero… ¿Y el supuestamente cristiano Occidente?

Pues se echa de menos en el informe los datos sobre la persecución anticatólica en Europa, donde la hay, vaya si la hay, como todos sabemos. Son no pocas las iglesias que sufre cada año profanaciones en casi todos los países europeos.

El caso de España, que lógicamente es el que más no interesa, es especialmente grave, porque la persecución anticatólica arrecia. Casos como el de Callosa de Segura se han repetido, el último hace tan sólo unos días en Aguilar de la Frontera cuyo consistorio socialista/comunista (PSOE/Podemos) se ha cargado una cruz que existía de siempre junto al convento de las carmelitas. Para qué hablar de la profanación de la sepultura de Franco con el visto bueno del Vaticano y el apoyo entusiasta de Osoro, que supuso el no vas más, porque en este caso infame quien persiguió a la cruz y a un católico ejemplar donde los haya habido fue la propia Iglesia. Además, hay que recoger los múltiples ataques de todo tipo de parte de colectivos feministas (que son socialistas o comunistas), de sodomitas, blasfemos profesionales y autoridades de todo tipo que, junto con la impasible inacción e inhibición de peperos y otros colectivos que se consideran cristianos, hace que muy posiblemente España se lleve la palma en cuanto a persecución anticatólica de toda Europa.

Por último, debemos mencionar como una forma de persecución, porque quien calla otorga y quien se abstiene también, y quien mira para otro lado para qué decir, o sea, a los tibios y cobardes que son colaboradores necesarios e incluso cómplices, algo de lo que no está exenta, ni mucho menos, la propia jerarquía eclesiástica y gran parte del clero que nada dicen y menos hacen ante cada uno de los ataques de toda clase, día sí y día también, sufren los fieles, la cruz y Nuestro Señor.