«Pío XII. El papa maldito», Ernesto García Vicente (SND Editores)
Un libro valiente y polémico sobre una figura histórica polémica y valiente. Un libro, sólo propio de SND Editores, que de la mano de Ernesto García Vicente, se adentra sin tapujos, con valentía demostrada, en la figura de Pío XII en su magnífico trabajo que hoy presentamos titulado «Pío XII. El Papa maldito».
Si difícil fue el periodo que le tocó vivir a Pìo XII, máxime teniendo la obligación de pastorear durante él a la Iglesia y a sus fieles diseminados y sumergidos en la vorágine de época tan turbulnta, igualmente difícil le ha resultado al autor de este gran trabajo enfrentarse a aquellos tiempos tan revueltos, confusos y crueles, pero que con su rigor, seriedad y audacia ha sabido campear al cien por cien.
«Al papa Pío XII se le ha condenado a la damnatio memoriae (condena de la memoria) por su valiente oposición:
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- En el plano civil, al comunismo y al socialismo, además de por su apoyo al régimen de Franco.
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- En el plano eclesial, al liberalismo teológico o modernismo. Esto es, al proceso de protestantización del catolicismo desencadenado tras su muerte.
Por ello, el marxismo cultural imperante hoy nunca consentirá la menor rehabilitación de su gigantesca figura histórica; y la Iglesia salida del Vaticano II jamás permitirá que sea reconocida su santidad y sabiduría. De ahí que la presente obra de Ernesto García Vicente, reivindicadora de la verdad histórica, adquiera una importancia decisiva. Porque sin la restauración de la verdad de los hechos, de la historia, no podrá restaurarse la verdad de las ideas, de los principios filosóficos, teológicos, jurídicos y culturales de la religión católica.
La admiración y gratitud del mundo en general y de la comunidad judía en particular hacia el papa Pío XII fue unánime hasta que el 20 de febrero de 1963, sólo cinco años después de su muerte. En esa fecha se estrenó en Berlín la obra teatral, El Vicario de Rolf Hochhuth, basada en un relato de ficción y financiada por los servicios secretos (KGB) de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Formaba parte de una campaña denigratoria, que arrancaba desde el final de la Segunda Guerra Mundial, orquestada por el comunismo bolchevique y lanzada por medio de sus satélites: los distintos partidos comunistas repartidos por todo el mundo. No obstante, la contundencia de los hechos y los innumerables testigos hizo que tal calumnia cayera pronto en el olvido. Sin embargo, en el escenario de la Guerra Fría, con el comunismo en auge a nivel mundial, logró imponerse de forma generalizada a partir de finales de los años sesenta, con el fin manchar su figura heroica. Una campaña que resurge periódicamente llegando hasta nuestros días.
(…)
A todos aquellos que atacan a Pío XII debido a su «silencio», sería bueno que leyeran como hablaba el Sumo Pontífice en su radiomensaje de Navidad de 1942, donde denuncia: «los cientos de millares de personas que, sin culpa propia alguna, solo por razones de nacionalidad o de raza, se ven destinados a la muerte o a un progresivo aniquilamiento».
Llegamos así hasta el año 2002, cuando se estrenaba la película Amén de Constantin Costa-Gavras, con una campaña de promoción muy considerable, que tiene como fin continuar la denigración del Pío XII y por extensión de la Iglesia Católica. Por ejemplo, en el cartel de la película aparecía una cruz deformada: mezcla de la cruz de Nuestro Señor Jesucristo y de la cruz gamada. El género de la ficción histórica impone muchos simplismos, los espectadores que vean esta película pensarán así que el papa, y con él la Iglesia, pronunciaron un Amén cómplice al nacional-socialismo.
(…)
Después de todo lo visto, ¿qué sentido tiene atacar a Pío XII tantos años después? John Cornwell, en su libro El Papa de Hitler, proporciona la pista cuando lo concluye con una violenta acusación contra el entonces papa Juan Pablo II, al que califica de «papa autoritario». Jean Claude Grumberg, coguionista de Amén, afirma que: «Esta película dice que ayer es hoy, y que ninguna autoridad tiene autoridad sobre nuestra conciencia». Por consiguiente, el objetivo, a través del papa, es atacar la noción de autoridad sagrada (jerarquía) transmitida, por el catolicismo desde Nuestro Señor Jesucristo y la Tradición Apostólica. Especialmente en lo que se refiere a la enseñanza moral, inaceptable para el mundo moderno, e insoportable para el mundo posmoderno. Las disputas entonces no se enmarcan en el debate histórico sino en el filosófico, siendo Pío XII un mero pretexto decorativo.
(…)
Desde que el nacional-socialismo perdiera la Segunda Guerra Mundial se ha producido una inaudita demonización de él por parte de los vencedores. Por extensión, todo aquello que haya tenido contacto con él también es demonizado. Aunque, curiosamente, parece que se han salvado de la quema dos actores:
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- El comunismo.
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- El protestantismo.
De alguna manera, al menos en el plano bélico, el comunismo podría redimirse de ese contacto pestífero. Es decir, el pacto germano-soviético del 23 de agosto de 1939, debido a su ulterior lucha denodada contra el nacional-socialismo. Lo que no puede hacer olvidar el total colaboracionismo del Partido Comunista Francés, fiel, dócil y obediente a Stalin, con los alemanes en la Francia ocupada de 1940; o el petróleo ruso de Bakú, y otros tantos pozos petrolíferos soviéticos, con el que fueron bien alimentadas las poderosas divisiones Panzer del ejército de Hitler. Por otra parte, a pesar de la investigación historiográfica y filosófico-teológica, queda muy claro hasta qué punto el luteranismo alimentó ideológicamente el régimen nacional-socialista. Curiosonamente, el protestantismo, principal fabricante y difusor de la Leyenda negra antiespañola y por extensión anticatólica, no ha sido salpicado por la menor condena de la historia. (…)».
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Siento decirles que no voy a comprar más libros de SND Editores, por dos razones:
1. El papel es de baja calidad, de ínfima calidad. ¡Y todo por ahorrarse cuatro perras!
2. Los precios son muy elevados, muy superiores al de cualquier editorial normal y corriente.
Me sorprendió no precisamente gratamente sino todo lo contrario que el libro de Jose Antonio condenado ayer a muerte, que tiene 900 páginas, el libro no pesa nada porque las hojas si no son de papel cebolla le falta poco, y la portada no es que sea tapa blanda, es que es lo que menos se despacha de portada en cuando a finura. Una pena que un libro tan valioso se edite de una forma tan chapucera. Y vale 30 € que no es que lo regalen. No aprendemos.
Yo tengo otros libros de la editorial y no están mal, la calidad está por debajo de la media, pero no están mal en cuando a la edición.
El Papa Pío XII tuvo que dirigir a la Iglesia en una época muy convulsa y que marcó esas nuevas ideologías triunfantes las directrices de la sociedad que hoy en día rigen.
Como puntos fuertes de su papado fue la defensa de los valores cristianos frente a la barbarie comunista y el modernismo camuflado como una falsa defensa de los derechos del hombre en una democracia.
Fue un poco desconocedor de las intrigas satánicas en sus propias “filas” y citaré 2:
Si bien fue un defensor fiel y solidario con Franco al considerarlo como un auténtico cruzado, tuvo Pío XII algún que otro revés con Franco al tratar de defender a alguno, aparentemente, de los “suyos”. Recordar que el arzobispo de Tarragona, el cardenal Vidal y Barraquer, al principio de nuestra guerra civil, no quiso firmar la Carta Colectiva. Resulta llamativo al extremo que el propio Vidal y Barraquer estuvo a punto de ser asesinado y que Lluís Companys “in extremis” consiguiera su liberación y sacarlo del país, en plena moda de caza de curas y obispos. No solo se negó a firmar la Carta colectiva de los obispos españoles con motivo de la guerra en España redactada el 1 de julio de 1937 por el episcopado español a instancias de Franco, sino que incluso no reconoció al régimen franquista.
A finales de 1942, Pío XII pidió a Franco que le permitiese regresar a España a este cardenal, cosa que Franco no consintió.
Muy significativo también fue su “mínima respuesta” a la pillada de Montini y Alighiero Tondi pasando listados a Moscú de sacerdotes y obispos que eran enviados de incógnito detrás del Telón de Acero. El castigo a Montini se limitó a un “cambio de destino” de Roma a Milán con anotación en su curriculum de estar vetado al capelo cardenalicio (cosa que Roncalli en su primera actuación lo nombra cardenal, indispensable para llegar a ser elegible Papa). Este fallo en su mínimo castigo a Montini, le costó a Pío XII su vida. Montini era merecedor de acompañar a Tondi en la cárcel y de habérsele realizado un completo informe sobre su vida anterior.
Más que muy posiblemente, Pio XII fue envenenado por su propio médico Ricardo Galeazzi Lisi quien, con el objeto de eliminar pruebas, realizó una autopsia que, incluso, hizo estallar el propio cadáver de Pío XII en el ataúd.
El masón mejor colocado dentro del Vaticano era Roncalli, pero como su salud no era precisamente buena, urgía sacar a Pío XII del medio.
Fue el último Papa legítimo en La Iglesia Católica. Dando paso a lo que estamos viviendo en estos últimos tiempos:
“Satanás introducido hasta la cima de la Iglesia”.
Quise decir.
… el modernismo camuflado como una defensa de los derechos del hombre en una democracia.
Y, ya de paso, puntualizar que MILES de sacerdotes fueron asesinados,desaparecidos, encerrados, torturados gracias a uno de los suyos San Pablo VI.
Montini = Pablo VI(Clausuró el CVII); Roncalli = Juan XXIII (Convocó el CVII)
Y según esta (en mi opinión) valiosa información, Pio XII les abrió camino. Y para que todo cuadre, lo de la Guerra Civil Española y Franco. De manera que una cosa fue lo que dijo en «defensa de los valores cristianos frente a la barbarie comunista y el modernismo» y y otra lo que hizo (por sus obra les conoceréis… las palabras encubren/ocultan hechos):
– El Barraquer que va en contra de Franco (y del resto de amenazados obispos españoles) y de su media España; y va y le salva el psicópata anticristiano Companys, en una excepción mucho más que extrañísima. Y luego el CVII Pio XII va y quiere devolverlo a la España de Franco, y este dice que nones.
-Y pillan al futuro Pablo VI y a otro, delatando (poco más o menos que condenando a muerte y tormento) a sacerdotes y obispos (si no he entendido mal) en la URSS de Stalin, nada menos… y en lugar de expulsarle de la Iglesia católica le imponen una sanción ridícula… A mi todo esto me parece un escándalo de órdago (a la altura de lo que hoy sabemos que fue el CVII).
De manera que, si estos datos son ciertos (y lo creo, visto lo visto), no creo que fuera desconocedor de «las intrigas satánicas en sus propias “filas”»; ni que Pio XII fuera un Papa de verdad/justo (la ley es de los hombres; la justicia de Dios).
Los datos ofrecidos en los comentarios de arriba, son datos objetivos. Sin embargo, ello no implica que Pío XII fuese un Papa con verdadera intencionalidad de NO defender a la Iglesia de sus enemigos. Fueron errores, por desconocimiento de la gravedad del “cáncer satánico” dentro de la Iglesia, estos “infiltrados” con inteligencia maligna tienen una actuación que los hace pasar muy desapercibidos y van tejiendo una tela de araña extremadamente silenciosa y compacta que hace que el resto de miembros (los obispos, especialmente los cardenales) que actúan de una forma individual y natural, no gocen de una orientación clara en su lucha contra esta plaga.
El Papa Pío XII no fue un “experto” en infiltraciones y, de alguna manera, no supo ver toda la problemática dentro de la Iglesia. Mismo, les pasó a Franco, Hitler y Mussolini con la infiltración masónica dentro de sus gobiernos respectivos. Solo se ve perfecta y claramente a “toro pasado”.
Con esto quiero decir, que hay personas –incluso profesionales del gremio- que incomprensiblemente fallan estrepitosamente de forma ingenuamente inocente. Ejemplo: para muchos ingenieros y arquitectos la caída en desplome perfecto de las Torres Gemelas fue un acto deliberado de una demolición controlada; sin embargo, para otros ingenieros y arquitectos fue un derrumbe provocado por un impacto de unos aviones y, sin estar presionados por interés oculto, lo creen así. Tenemos otro ejemplo más reciente con el tema del MACRO montaje global del bicho chino, pues en un principio muchos médicos no pusieron en duda la versión oficial; ahora después de cuatro largos años de engaños por doquier, muchos han rectificado y otros están desconcertados, callados o tragan por miedo a perder el trabajo. Pero en un principio, muchos médicos de forma inocente “cayeron” con lo del bicho.
Con esto quiero decir, que el Papa Pío XII fue un católico de píes a cabeza. Fue el último Papa legítimo, defensor de la Iglesia y, a nivel doctrinal, fue modélico.
Las revelaciones de la Virgen María en Fátima, Garabandal, Akita (por citar algunas), así como las locuciones de la Virgen al Padre Gobbi que figuran recogidas en su Libro Azul, en ningún caso hablan de Papas ilegítimos, sino de problemas internos en la Iglesia y de enfrentamientos entre sacerdotes, obispos y cardenales.
Las únicas revelaciones que tu “coco” da por válidas, son las que en ningún caso los hijos de la gran ramera de Babilonia (de Roncalli a Bergoglio) son ilegítimos. Pues es cierto, el padre de estos dementes es la Serpiente Antigua.
Digna secuela del «Código Da Vinci»
Digno seguidor de estos «papas legítimos».
No, en todo caso, doy más crédito a las revelaciones de la Virgen María en Fátima, Garabandal, Akita, Libro Azul, etc., que a otros autores y a sus opiniones particulares.
«Cuando vierais puesta la abominación de la desolación donde no debería estar; el que lea que entienda…». Nada de lo que está pasando es porque sí. Y lo que está pasando es muy gordo.