Polonia a la cabeza de la vida y un ejemplo a seguir
El Gobierno polaco ha publicado, entrando en vigor de inmediato, la sentencia del Tribunal Constitucional del país, emitida el pasado mes de Octubre, por la que declara ilegal los abortos por malformaciones fetales graves, que venían siendo el motivo de la inmensa mayoría de los abortos en el país, el cual cuenta ha desde hace años con la tasa más baja de todo el mundo, de forma que incluso se puede considerar casi aborto cero. Sin duda una gran noticia, un gran éxito de la sociedad polaca –de su parte sana que como vemos es mayoritaria–, de las asociaciones que luchan por erradicar el genocidio abortivo y de la Iglesia polaca que se ha implicad siempre en tan loable como obligada lucha.
El Tribunal Constitucional polaco sentenció inapelablemente que el aborto en caso de malformación grave del feto es «incompatible» con la Constitución del país. Así de claro y contundente. De forma que a partir de ahora, el Gobierno polaco, en cumplimiento de dicha sentencia y, por tanto de la Constitución, tiene todo el derecho, y más aún la obligación legal y constitucional para impedir los abortos por malformación del feto, quedando sólo como posibles en caso de violación, incesto o grave riesgo para la vida o la salud de la madre. Casos, no obstante, que en Polonia deben pasar controles muy estrictos antes de autorizarse a fin de evitar el fraude.
Por supuesto, que los abortistas, por cierto minoría en Polonia, han protagonizado su cabreo con algunas manifestaciones y algaradas, tan democráticos y respetuosos son con su Constitución y legalidad, pero con ello lo único que han hecho es quedar en evidencia.
Por último: ¿cómo lo han conseguido? Pues lean el artículo «Polonia: sin abortos» que publicamos en 2018 y podrán saberlo. A ver si por estos páramos españoles, tan yermos que parecen desiertos, nos enteramos de una vez.
