Polonia vs UE o cómo poner las cosas en su sitio de una vez
El choque de Polonia con la UE, o tal vez sería mejor decirlo al revés, se mascaba en el ambiente desde hacía tiempo, porque esta UE que se ha ido construyendo/degenerando quiere cada día imponerse un poco más, para que, poco a poco, acabe imponiéndose del todo.
La cuestión ha sido, en resumen, como sigue:
- En Mayo de 2020, el Tribunal Constitucional Federal de Alemania dictó una sentencia sobre la compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE) en la que cuestionó la competencia de las instituciones europeas y, particularmente, del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), para, por la vía de enjuiciar la corrección de los actos de la Unión, definir el alcance de las competencias cedidas a la UE por Alemania.
- Algo que todos han olvidado ya, es que en realidad la UE no tiene otras competencias que las que hayan cedido los Estados miembros, ergo, todo lo no cedido por ellos sigue siendo competencia exclusiva de dichos Estados. Por lo tanto, si un organismo de la UE decide lo que sea en relación con algo no cedido por un Estado, dicha decisión es nula y no hay por qué asumirla.
- El problema presentado entonces por la decisión del Tribunal Constitucional Federal alemán derivó en una pelea entre él y el TJUE por ver qué competencias han cedido los Estados, prerrogativa que dicho tribunal defiende que es suya únicamente, arrimando el ascua a su sardina. El Constitucional alemán, lógicamente, mantiene que sólo él decide sobre la Constitución alemán y por lo tanto sólo él decide qué ha cedido Alemania a la UE y qué no… hombre, faltaría más, pues quién mejor que él y no el TJUE para saberlo. Pero ojo, esta teoría no es nueva, sino que la viene sosteniendo el tribunal alemán desde la década de los 70, que conste.
El 7 de Octubre, el Tribunal Constitucional polaco dictó una sentencia en relación con la discrepancia entre la UE y Polonia en torno al nuevo sistema disciplinario polaco para sus jueces (nombramiento de jueces y los traslados sin consentimiento entre diferentes tribunales o divisiones de un mismo tribunal necesario para erradicar la corrupción y politización del sistema judicial polaco que lo tiene destruido… ¿les suena algo?) que, según la UE, amenaza gravemente la independencia del poder judicial en Polonia. En su sentencia, el Tribunal Constitucional polaco dice que, en este caso, la legislación nacional prevalece sobre la europea. O, dicho de otra forma, que la Carta Magna de Polonia prevalece sobre la legislación europea. O, si quieren, recordando lo defendido por Alemania, que Polonia no ha cedido sus competencias judiciales internas y propias a la UE, por lo que la UE nada tiene que decir. En definitiva: Polonia, siguiendo la estela alemana, no lo olvidemos –claro que no es tan poderosa como ella– lo que ha hecho es llevarla a sus última consecuencias en un asunto de lo más trascendental para Polonia, como… para la UE, como se pueden imaginar. De aquí el choque actual que tanta polvareda ha levantado y… lo que te rondaré, morena.
- Varias declaraciones sobre el asunto de parte de jueces del Constitucional polaco aclaran aún más el asunto y ponen el dedo en la llaga: «El intento de interferir en el poder judicial polaco por parte del TUE viola el principio del Estado de Derecho, el principio de supremacía de la Constitución y el principio de preservación de la soberanía en el proceso de integración europea»; «Los órganos de la Unión Europea operan fuera de los límites de los poderes conferidos por la República de Polonia en los tratados»; «En la jerarquía de fuentes del derecho, el Tratado de la Unión Europea está por debajo de la Constitución, al igual que todo acuerdo internacional ratificado»; «Mientras los órganos de la UE operen bajo los poderes delegados, mientras esta etapa de cooperación no prive a la Constitución de la República de Polonia de su primacía, Polonia conservará las funciones de un estado soberano y democrático»; «si el activismo progresista del TUE, que consiste en interferir en las competencias exclusivas de las autoridades estatales polacas (…) no se abandona (el Constitucional polaco) no descarta revisar la constitucionalidad de las sentencias del TUE».
Como pueden imaginarse, la UE se ha puesto en pie de guerra y, enseguida, ha amenazado con llevar a la práctica las reiteradas amenazas que viene lanzando contra Polonia desde hace tiempo (como contra Hungría y todo aquel que ose moverse de la foto). En primer lugar retirarle fondos, un vil chantage al más bajo estilo Capone, es decir, mafioso, muy propio de esta UE que funciona como una cuadrilla de bandoleros. En segundo lugar, incluso con la expulsión. En tercer lugar, bien que al unísono con las anteriores, llevando a cabo una amplísima campaña de manipulación propagandística –incluidas algaradas «proUE» en Varsovia– plena de fake news, bulos y falsedades, medias verdades y grandes mentiras, para poner a toda la UE, a sus ciudadanos aborregados y a los tontos (en España prácticamente todos) en contra de Polonia.
Pero no nos engañemos. Lo que escuece en la UE globalista hasta las trancas es que uno de sus socios se atreva a poner las cosas en su sitio y a no plegarse a desaparecer como nación sobre la base de tener que ceder toda su soberanía a la todopoderosa UE gobernada por una izquierda marxistoide hasta el extremo y una derecha pusilánime hasta el tuétano, ambas corruptas y degeneradas, que sumen cada día un poco más a esta Europa que reniega de sí misma desde hace décadas en una decadencia galopante, protagonizando en la actualidad la segunda caída de la civilización occidental idéntica en sus pasos a la primera que fue la de Roma, por lo que se merece el mismo final, o sea, caer un día, que no está muy lejano, bajo la espada de los bárbaros a los cuales ahora trae en barcos y pateras, en aviones y por carretera, con burdas excusas –«refugees wellcome»–, pagando así por la soga con la que nos ahorcarán.
Veremos a ver si Polonia se mantiene firme. Si resiste, ganará no sólo ella, sino cualquier otro Estado que sea capaz de seguir sus pasos y poner las cosas de la UE en su sitio de una vez; España, mucho nos tememos, no estará entre ellos, sino todo lo contrario, nuestros degenerados políticos, arropados por la idiocia de sus votantes, utilizarán la supremacía de la UE para consolidar la inmensa corrupción que en todos los órdenes nos anega y que nos sepulta cada día un poco más en una tiranía como jamás hemos visto. Al tiempo.

Muy buen y oportuno artículo.
Cuando se habla de la «Unión Europea» ocurre lo mismo que cuando se habla de la «Administración Pública», detrás de estas voces, de estas palabras impersonales, en realidad se esconden personas concretas, con sus nombres y apellidos, que actúan escondidos tras estas palabras.
La preocupación de la Unión Europea, es decir de las personas concretas que están detrás de este vocablo y que no parece que les importe mucho qué va a ser de Europa, por la independecia del Poder Judicial polaco, yo me la creería y parecería sincera si no fuera porque el caso Royuela lleva dos años a la vista de todos, se denuncia reiteradamente en el mismo el negocio del amaño de sentencias por parte de personas que están a día de hoy dictando las sentencias más polémicas en el Tribunal Constitucional (Cándido Conde-Pumpido), el presunto amaño en el mismísimo Tribula Supremo incluida, según los denunciantes de la actual Ministra de Defensa que se estaría forrando, de las supuestas y presuntas relaciones nada menos que de la Fiscalía General del Estado con los mayores cárteles de la droga de Sudamérica a través de su pareja abogado de los mismos, y todavía no hemos visto a la Unión Europea, es decir a las personas concretas con nombre y apellidos que se esconden para este disfraz o bajo esta voz impersonal, decir ni la centésima parte de lo que se dice contra Polonia, que por otro lado está pagando su error de dejarse utilizar por los angloamericanos como carne de cañón y para provocar la Segunda Guerra mundial, porque todo el problema de la invasión islámica de Europa (que también está en la actitud de la Unión contra Polonia), no se estaría produciendo si Polonia no se hubiera dejado engañar entonces.
Desgraciadamente España ha pasado de capitanear la defensa de Europa y su Cristiandad en Lepanto en 1571, a ser como Estado uno de los más beligerantes contra Polonia en este tema, y ya de la población española que a imbécil no le gana ni la alemana, que ya es decir, mejor ni hablamos.
Lo que le espera a Europa en apenas 4 ó 10 años es esto:
https://www.youtube.com/watch?v=GtY3g6986a8&t=1897s
Y esto es lo que quieren para nosotros los que se esconden detrás de las Instituciones de la Unión Europea, y lo que quiere el Gobierno de España que lo primero que hace cuando llega al poder es recibir a Soros en la Moncloa. Algo que los militares rojos que comentan en ese canal, rasgándose las vestiduras como en el artículo reciente de la Ministra de Defensa y el pis, se lo deberían hacer mirar a quién están sirviendo con tanta identificación y entrega porque esa entrega e identificación si algo supone es o su ignorancia elevada a la enésima potencia, o su bajeza como militares.
Copio:
» y ponen el dedo en la yaga» mal, supongo que querrá decir «en la llaga»…
Claro. Hecho. Mil gracias