Por la movilización de los españoles de buena fe; Gral. Pérez Alamán
El teniente general Emilio Pérez Alamán atesora una brillante trayectoria, fue premiado con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y condecorado con la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco. Ya retirado, junto con otros oficiales, decidió hacer pública una Declaración en defensa de la figura Militar del General Franco, una iniciativa que contó con un millar de firmas y tuvo una gran repercusión mediática. En esta entrevista para el Correo de Madrid analiza el heroico hecho, así como la grave situación por la que atraviesa España y la preocupación de muchos militares, tanto retirados y en la reserva como en activo.
¿Cómo surgió la iniciativa de recoger firmas en defensa del Generalísimo?
Llegado el Sr. Sánchez a la Presidencia del Gobierno de la forma que todos sabemos, uno de sus primeros gestos mediáticos hacia los aliados que le habían aupado fue la modificación de la Ley de la Memoria Histórica impulsada por el sectario Rodríguez Zapatero y no derogada por la traición del Sr. Rajoy a sus electores en Noviembre de 2011.

Como objetivo principal se marcó la exhumación de los restos del Generalísimo y para ello se lanzó, a través de todos los medios subordinados a lo más radical de la izquierda política, una campaña feroz contra la imagen del General Franco, utilizando los argumentos más falsos y tremendos que hicieran falta para demonizar su persona y su obra por España.
Ante tal infamia y tergiversación de la verdad y frente a los fines espurios de sus patrocinadores, un pequeño grupo de oficiales retirados, entre los que me encuentro junto al General Chicharro, decidimos hacer pública una Declaración en defensa de la figura Militar del General Franco y en desagravio al tratamiento que estaba recibiendo como soldado de España.
Mediante contactos personales conocimos que la misma inquietud era compartida por otros compañeros, por lo que se decidió difundir la Declaración y recoger adhesiones a la misma para su publicación con un mínimo de cien firmas, como así se hizo, aprovechando la hospitalidad de El Correo de Madrid y el anuncio de la noticia por Ok diario.
¿Esperaban llegar a tener una aceptación tan grande?
Por supuesto, era de esperar que ante los ataques sin límites a la persona de quien fue General de Generales, Generalísimo, frente a los enemigos de España, los soldados respondieran a favor de su trayectoria de servicio a España, desde su juventud como oficial hasta su muerte, tras largos años de entrega al bien de su patria. Fue por ello que las previsiones superaron lo esperado y ya la primera lista de adhesiones superó los cien programados y después de unos días se amplió a más de seiscientos, estando sin publicarse otras doscientas adhesiones que se incorporaron posteriormente y esperan hacerse públicas en una próxima publicación.
¿La iniciativa sirvió para que se estrechasen lazos de camaradería entre ustedes?
El espíritu de compañerismo es inseparable del espíritu de los soldados, recogido sin reservas en el Credo Legionario “Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos”. Por lo tanto el íntimo sentimiento de todos los que participamos en la Declaración ya estaba, está y estará siempre presente en nosotros.
¿Por qué militares del más alto rango?
No es así exactamente, sin hacer un recuento exhaustivo el número de generales no es mucho mayor del diez por ciento del total. En el resto, los coroneles son más o menos el cincuenta por ciento de la suma de tenientes coroneles y comandantes. De estos empleos, en situación de retirados, muchos proceden de la antigua Escuela de Suboficiales. Lógicamente los empleos inferiores se encuentran en situación de actividad.
¿Qué peso ha tenido esta Declaración en la opinión pública?
Ciertamente la Declaración no tenía como objeto movilizar la opinión pública en general sino hacerla llegar al Gobierno como inductor de la campaña anti Franco. Sin embargo, los medios, no sé si de motu propio o empujados desde el poder, si se hicieron eco del movimiento militar. De hecho yo mismo y el general Chicharro acudimos a diversos canales de televisión para debatir sobre el asunto y también lo hizo el teniente coronel Bendala, que yo sepa. Repito, no era nuestro objetivo, pero no es de desdeñar que se conozca la posición de una mayoría de los militares ante la infamia que se está perpetrando. Digo una mayoría de militares porque también hemos podido comprobar que unos cuantos uniformados no comparten dicho espíritu de compañerismo. Ni nos sorprende ni nos importa. Sí nos satisface la cantidad de compañeros que nos han manifestado su contrariedad por no poder manifestar su sentimiento, por tener constreñida su libertad de expresión.
¿Tienen prevista alguna otra recogida de firmas o actividad?
No en estos momentos, pero seguimos expectantes al desarrollo de los malos momentos por los que está pasando España. Esto es debido a la dinámica revanchista radical que están realizando y programando los que han ocupado el poder y que tomando como punto de apoyo la exhumación de Franco y como palanca el borrado de ochenta años de nuestra Historia reciente. Tienen en su horizonte descabalgar el Régimen de nuestro sistema de convivencia actual, heredado del anterior que tanto odian. Retirados o no siempre estaremos al lado de los que defiendan España, la de los Reyes Católicos y la del siglo XXI.
¿Cómo es posible que Franco, siendo un padre para la mayoría de españoles y con tan alto grado de aceptación popular, lo haya demonizado la propaganda de izquierda?
Esta pregunta se responde sola, la izquierda no ha dejado de pensar en llegar a la actual situación y aunque la mayoría de sus antecesores biológicos vivieron muy satisfactoriamente con Franco, esa izquierda de hoy no olvida que sus ancestros ideológicos fueron derrotados física y moralmente por Franco, en su intento de transformar una nación secular como España en un satélite soviético sin más.
¿Hasta que punto está amenazada la unidad y la integridad de España?

Es una realidad que una vez ocupado el poder por el Sr. Sánchez (PSOE) y los socios que lo sostienen, sólo se puede prever dicha amenaza tan peligrosa para nuestra patria.
Aunque por otro lado la reacción del pueblo soberano haya sido muy esperanzadora, es necesario reconocer que mientras esa izquierda, ansiosa de lograr sus objetivos, que ya declaran abiertamente, se organiza y manifiesta sin complejos, los defensores de la España de hoy y sus sólidos cimientos históricos carecen de una representación política valiente que organice y movilice sin egoísmos a tantos millones de españoles que superan en mucho a los disolventes de enfrente.
Por tal motivo tienen que apoyarse dificultosamente en plataformas, movimientos, incluso en empresas particulares para enfrentarse al peligro real, más que amenaza, de la desunión de la nación y la desigualdad entre los españoles. Por ello es imprescindible que todas las opciones políticas situadas a la derecha del nuevo frente popular, establecido para quedarse, se dejen de retóricas y piensen sólo en España para reconducir el delicado momento que vivimos. Para ello deben unirse sin fisuras y vencer dentro del sistema que tenemos.
¿Puede haber una reacción si la cosa se pone seria?
Como comprenderá ningún español puede desear repetir la Historia, por ello lo primero que se desea con toda la fuerza de cada persona es que, como dice, la cosa no se ponga seria y a eso es a lo que hemos de dedicar todo nuestro esfuerzo. Como expresaba en la respuesta anterior la pelota está en la derecha política. Derecha que nada tiene de extrema, aunque la izquierda se ha escorado tanto a babor que un metro a su derecha ya es para los siniestros extrema, extrema, extrema derecha, además de ser su forma maquiavélica de usar el lenguaje.
Repito es toda la derecha política la que debe evitar cualquier reacción seria, impidiendo que empeore la situación y reitero este deseo con la seguridad de que España no olvide la conocida frase de Bismarck. “Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo: los españoles (los malos españoles) llevan siglos intentando destruirlo y no lo han conseguido”.
