Por qué Franco fue un buen militar
Al hilo de los acontecimientos que vive España en la actualidad, de nuevo alguien ha desempolvado una antigua y caduca invectiva según la cual Franco, que nunca fue derrotado, que alcanzó la victoria siempre, fue un «mal militar». Y es que cuando no se tienen argumentos, algunos no tienen más remedio que recurrir al absurdo como única forma de empañar vidas y virtudes. Pero la verdad siempre se impone y Franco, mal que pese a muchos»fue, además, un muy buen militar».
Hace pocos días, un tal Miguel González, ha publicado un artículo en un periódico de difusión nacional (17-08-2018), afirmando que “por qué Franco fue, además, un mal militar”.
Desconozco los títulos y la experiencia vital del articulista para atreverse a una afirmación tan tajante; pero a la vista de sus razonamientos aseguramos que está mal documentado, es decir, es un indocumentado. Además no le hace ningún favor al medio de comunicación social que se hace eco de tanta incongruencia.
La primera aseveración, para desprestigiar a Franco, fue que participó en las “guerras coloniales de Marruecos, caracterizadas por su brutalidad”. España intervino en Marruecos por un mandato internacional y para pacificarlo, como ahora estamos en Afganistán, Iraq, Líbano, etc. No fue una guerra colonial. En cuanto a la caracterizada brutalidad, me gustaría conocer qué guerra no es brutal, o se cree que los combates y batallas se hacen con confetis y tomatinas; y que, por cierto, casi todas las guerras, incluidas las actuales, han sido mucho peores.
Si consideramos que Franco fue un mal militar porque se alzó contra los poderes constituidos, ya podemos borrar de nuestros callejeros y monumentos a D. Pelayo, capitanes Daoiz y Velarde, teniente Ruiz, Espartero, Martínez Campos, Prim, O´Donell…, sin olvidar a los oficiales de la UMD, que conspiraban en la retaguardia, en vez de estar en el Sahara haciendo frente al Frente Polisario y a Marruecos.
Sostiene que tampoco era técnicamente un buen militar, entendiendo por tal “quien alcanza los objetivos en el menor tiempo posible y con el menor daño para las fuerzas propias”. Este concepto se llama economía de medios, pero hay otros principios del arte de la guerra más fundamentales, que no cita seguramente por desconocimiento. Tendríamos que recurrir a humorista Gila y a su teléfono, para que llame al enemigo y de su conformidad. Al inicio de la guerra la superioridad era manifiesta a favor del gobierno de Madrid, como constató Indalecio Prieto, porque tenía mayoría aplastante de recursos humanos y materiales, superioridad naval y aérea, y todo el oro del Banco de España…
La Guerra de Liberación contra el comunismo (1936 – 1939) que él dirigió y triunfó, duro menos de tres años (mil días de fuego). Pongamos otros ejemplos contemporáneos, y veremos que el balance es netamente favorable al Generalísimo:
- La Guerra de Marruecos (1907 – 1927) duro 20 años.
- La Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) duro 4 años.
- La Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) duró 6 años.
- La Guerra de Indochina (1946 – 1954) duro 8 años y finalizó con la derrota de Francia.
- La Guerra de Corea (1950 – 1953) duro “solo” 3 años y terminó con el fracaso de las fuerzas de la ONU, comandadas por Usa.
- La Guerra de Independencia de Argelia (1946 – 1954) duró 8 años y terminó con otro descalabro francés.
- La Guerra de Vietnam, con la intervención directa de Usa (1964 – 1976) duró 16 años y terminó en otro rotundo fracaso.
- Sin olvidar las guerras de Afganistán, Irak y otras, iniciadas muy a principios de este siglo, que todavía continúan, y con un resultado incierto a pesar de la poderosísima OTAN.
Es recurrente, como todos los estrategas de café, hacer referencia al hecho que prefirió salvar a los defensores del Alcázar de Toledo, antes que marchar directamente sobre Madrid. También se lo podría preguntar a sus correligionarios por qué se empeñaron, si tenía tan poco valor, en fijar ingentes masas de fuerzas para expugnar el Alcázar, incluido el mítico 5º Regimiento comunista de Líster, en vez emplearlas para tratar de frenar el avance de las columnas nacionales que marchaban sobre Madrid. Además del valor estratégico de la moral, no era tampoco baladí dejar un flanco descubierto, con una fuerte cabeza de puente enemiga, en Toledo, al norte del Tajo. Además de la pérdida de valor de Madrid, ya entonces, como centro de gravedad estratégico que decidiera la guerra, etc.
Achacar a Franco el fracaso del Alzamiento también es espurio, porque todo el mundo sabe que el Director fue el General Mola, y que Franco tuvo dudas, hasta el 13 de julio, en el que policías de la escolta de Indalecio Prieto asesinaron a Calvo Sotelo. Cuando Franco llegó a Tetuán, el 19 de julio, el Alzamiento ya había fracasado como tal. Si el Director del Alzamiento hubiera sido Franco, muy probablemente, el resultado hubiera sido mucho más favorable para los alzados.
Asentarse en el poder durante cuarenta años, sin oposición seria alguna, y conseguir los objetivos políticos y económicos que tuvo, demuestran que no solo fue un genio militar, sino mucho más.
Le recomendamos al autor del texto citado que, antes de opinar sobre asuntos militares, haga la “mili” o al menos se lea el “ABC de la Batalla Defensiva”.
19 agosto 2018
Publicado originalmente en generaldavila.com

Muy bueno.
Me voy a permitir regalarles un «chascarrillo» que ilustra muy bien la situación española.
Publicado este artículo en la bitácora del General Dávila, el Coronel Candil puso un comentario que dió pié a una aleccionadora secuencia de réplicas del mismo, donde quedan muchas cosas claras.
Ahí van:Antonio J Candil Muñoz | agosto 19, 2018 en 6:23 pm
Ya hemos hablado algo de esto y no quisiera ser repetitivo.
Antes de nada, vaya por delante que estoy al 99 por ciento de acuerdo con mi antiguo compañero, amigo y superior Salvador Fontenla.
Miguel González, me permito afirmarlo, es un auténtico impresentable y todo lo que escribe y ha escrito, lo hace al dictado del PSOE y del Ministerio de Defensa, que ha venido aprobando y aplaudiendo sus libelos desde tiempos ya casi inmemoriales, incluyendo aquí los mandatos de Aznar y de Rajoy, sin que nadie haya levantado la voz. No hay que extrañarse de que haya escrito esto y aún puede escribir, y escribirá, cosas peores.
Pero los árboles no deben impedirnos ver el bosque.
Franco, quieran o no los impresentables de Miguel González y Ángel Viñas, ocupa un lugar en la historia que ninguna ridicula ley de memoria o como se llame, le va a quitar. La historia, queridos señores del gobierno, no se legisla.
Franco fue, sin duda, un buen militar, porque, en primer lugar, el sr González parece entender que ser un buen militar es solo resultar victorioso y magnánimo. Según el sr González, ni Patton, ni Eisenhower, ni Rommel o von Manstein, serían seguramente buenos militares tampoco. Pero lo fueron, y perdieron y ganaron batallas, como Franco.
Franco no era un militar intelectual, como si lo era Mola, o Vigon, e incluso Vicente Rojo, del otro bando, pero además de poseer la suerte del soldado -lo que los alemanes llaman “Soldatengluck”, supo aprovechar las oportunidades en el campo de batalla y lograr el éxito.
Franco fue sorprendido en Brunete, y en Teruel, y en el Ebro, pero transformó esos errores en éxitos, mientras que el adversario no supo sacar provecho de su ventaja inicial. Fue un buen militar, sin ninguna duda, aunque como ya he dicho, citando al General Solchaga: “Menos mal que los rojos eran peores”.
Posiblemente no fue tan buen político. Pero no tenía porque serlo, no era su función. Y, hay que decirlo, sin duda no estaba preparado para ello, aunque no lo hizo tan mal, después de todo.
España, en 1975, no tenía nada que ver ni con la España de 1936 ni con la de 1939. Franco supo mantener el timón y llevar a nuestra nación a lo largo del periplo de paz más largo de su historia.
Sin Franco, no estarían donde están ninguno de los impresentables que hoy nos desgobiernan. Empezando por esa dinastía borbónica totalmente rechazable que ocupa la jefatura del Estado. Ahí es donde, con mucha probabilidades, no coincidamos mi amigo Salvador Fontenla y yo.
Creo que lo peor que hizo Franco fue instaurar una monarquia, que, a la postre, le ha traicionado y rechazado, y que ahora no mueve un dedo para impedir su desenterramiento. Una monarquia que aprobó ese absurdo reconocimiento de que España es un conjunto de naciones y nacionalidades y que nos ha llevado adonde estamos.
No en vano, ya le dijo Henry Kissinger al Presidente Gerald Ford, en la coronación del demérito Juan Carlos: “Veremos adonde lleva éste a España, porque los Borbones la han estado jodiendo durante 300 años”.
Ahí es donde está el origen, tolerado y aplaudido, de la campaña contra el Caudillo, y no en las palabras de un impresentable como es el sr González.
Un saludo a todos
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• generaldavila | agosto 19, 2018 en 6:48 pm
Creo que se confunde gravemente en sus palabras finales que no tienen sostén alguno ni peso histórico. Gracias por su intervención.
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• Antonio J Candil Muñoz, Coronel retirado, XVII promoción | agosto 19, 2018 en 7:48 pm
Con todo respeto, mi General, quizás no sea éste el lugar, pero qué es lo que no tiene peso histórico?
Que los Borbones no entregaron graciablemente Gibraltar y Menorca a Inglaterra?
Que los Borbones no permitieron amablemente la entrada de Napoleón en España?
Que los Borbones no fueron culpables en alguna forma de las cuatro tremendas guerras Carlistas del siglo XIX?
Que los Borbones -Alfonso XIII en particular-, no tuvieron mucha culpa del desastre de Annual?
Que Alfonso XIII no abandonó cobardemente España en 1931, entregándonos a una republica miserable?
Que Don Juan de Borbon no conspiró miserablemente contra el Caudillo?
Que Juan Carlos no aplaudió el estado de las autonomías sin inmutarse?
La verdad, como dijo Antonio Machado, es la verdad; lo diga Agamenón o su porquero.
Un abrazo y a tus órdenes
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• generaldavila | agosto 19, 2018 en 8:09 pm
Efectivamente este no es el sitio ni voy a entrar en baldías discusiones sin peso histórico alguno y sí con bastante provocación por su parte. Ni Agamenón ni su porquero, más bien el interesado que está en medio de ambos. Todas son noticias muy bien manejadas por quien usted sabe y por usted mismo. Flaco favor le hace usted a su querida España contando la historia a trozos interesados. Sabe muy bien de lo que le hablo. Por mi parte queda cerrada esta inútil discusión y le recuerdo que el Jefe del Estado es el Rey Don Felipe símbolo de la unidad de España y al que usted debería tener un mínimo de respeto. Punto y final. Si este lugar no le gusta ya sabe donde puede dirigirse.
Terrorífico.
Conozco el blog de este tal general Dávila el cual no me gusta en lo más mínimo ¡vaya elemento!
Los comentarios aquí traídos son suficientes para catalogar al individuo y efectivamente, no voy a entrar en discusiones históricas de las que el tal «general» no tiene ni la menor idea o si la tiene (lo más probable) ya descubrimos de quien se trata: un desinformador y «válvula de escape» del régimen establecido para frenar a posibles insurrectos en demasía.
Solo añadir que la relación de barbaridades borbónicas que se relatan se quedan muy cortas para la realidad histórica y que esta gente ha sido quien realmente ha destruido España a través de los tiempos, con la aquiescencia de «españoles» como el «general».
Saludos.
¿Quién se oculta tras siglas JL y en que argumentos basa sus gratuitos comentarios?