Pruebas de los culpables de la masacre de Paracuellos y de otras más

Cuando se cumple un nuevo aniversario de las sacas y subsiguientes masacres de Paracuellos del Jarama, es obligado, y más hoy día, recordar tan triste como penosa efemérides, así como señalar a los culpables directos.
Santiago Carrillo negó hasta su muerte que fuera culpable de las sacas que asolaron las cárceles madrileñas a partir del 7 de Noviembre de 1936. Hoy, por mor de la infame «Memoria Histórica» y la aún más miserable «Memoria Democrática» (¡tiene narices la poca vergüenza que tienen socialistas y comunistas a la hora de elegir los nombres!), la izquierda antiespañola –que siempre ha sido y será toda ella extrema y antinacional– convierte a las víctimas, a los vilmente asesinados, en verdugos, silencia los hechos ciertos y documentados, y afirma que las víctimas fueron, en realidad, los verdugos. O sea, que en absoluto socialistas, comunistas y separatistas reniegan de lo que sus antecesores ideológicos hicieron, sino todo lo contrario.

Pues bien, les aportamos dos documentos esenciales que dan fe de quiénes fueron los culpables, con premeditación, alevosía y nocturnidad, de aquellas terribles sacas, de aquellos cobardes y viles asesinatos, de aquel genocidio y holocausto que convirtió para siempre al PSOE, al PCE-IU (y ahora a Podemos y otros comunistas varios), a ERC y al PNV en organizaciones criminales que no sólo nunca debieron legalizarse en España, sino que deberían ser juzgados y condenados al ostracismo para siempre.
Ambos documentos proceden de fuente tan irrefutable como la Causa General; en concreto de su sección de «Cárceles y chekas», y son la declaración de personaje tan principal, por protagonista directo de aquellos asesinatos como fue el comunista Ramón Torrecilla Guijarro.

En el primero documento da cuenta de cómo se constituyó la Junta de Defensa que bajo el mando del Gral. Miaja quedó al frente de Madrid el 6 de Noviembre de 1936 tras huir el Gobierno frentepopulista a Valencia cuando las tropas nacionales llegaban a las puertas de la ciudad. Es decir, que en él se da cuenta de los responsables de todo lo que desde ese instante iba a ocurrir en Madrid.
El segundo documento es el escalofriante relato de cómo se pusieron en marcha las sacas, de cómo se llevaron a cabo, de cómo se realizaron y de cómo fueron asesinados tantos y por qué motivos.

Para leerlos, hagan un esfuerzo e intenten situarse en el contexto, en el ambiente de aquel Madrid sometido al terror marxista-leninista desde el 19 de Julio. Lean con detenimiento la cobardía y vileza de los culpables, y de aquellos, militares incluidos, que sabiendo lo que sucedía miraron para otro lado; así como la de los que, como Carrillo, o los actuales frentepopulistas, lo niegan todo. Después, difúndalos para que los millones de ignorantes e ingenuos de hoy en día dejen de serlo o… lo sean voluntariamente, asuman tal responsabilidad y, además, ya no puedan ni sorprenderse ni alegar ignorancia cuando la historia se repita por no haber sabido aprender de ella.
Ni que decir tiene que todos los implicados que aparecen en la declaración de Torrecilla, él incluido, fueron sometidos a Consejo de Guerra, sentenciados a muerte y fusilados por… ¿la represión franquista?
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