¿Qué es el Marxismo? (1/4)

NOTA.- Con la generosidad que le caracteriza, nuestro colaborador Enrique Sánchez Motos, autor del libro “Historia del Comunismo. De Marx a Gorbachov el camino rojo del Marxismo” pone a disposición de nuestros seguidores en cuatro entregas consecutivas, y en exclusiva, algunas de las partes más importantes de dicho trabajo hoy récord de ventas.

El marxismo es un pensamiento muy poderoso que ofrece respuestas a los problemas claves de toda filosofía:

  1. a) Una visión ontológica: ¿Qué es el ser humano? ¿Cuál es su esencia?
  2. b) Una respuesta metodológica: ¿Cuál es el proceso de desarrollo de los seres y del propio ser humano y de todas las instituciones de la sociedad humana?
  3. c) Una respuesta historicista: ¿Qué sentido tiene la historia humana? ¿Camina en alguna dirección determinada? ¿Cuáles son los motores del cambio social?
  4. d) Una explicación del papel de la economía en las sociedades humanas y de cómo ponerla al servicio del hombre.

Si de verdad el marxismo ofreciera respuesta válida a esos cuatro ejes ¿quién podría osar criticarlo? ¿Quién podría estar en su contra? El problema está en que sus respuestas no son válidas y conducen a una trágica realidad.

Su visión ontológica

La ontología es la rama de la filosofía que se dedica al estudio del ser (del griego ontos, ser vivo y logia, estudio).

La visión ontológica de Marx deriva de su relación con los Jóvenes Hegelianos. De Bauer asume el ataque al sumo idealismo, el ataque a la religión, pero va más allá. De Feuerbach toma la idea de que Dios ha sido una creación de la fantasía del hombre. Lo trascendente es mera fantasía, por tanto, la esencia de todo es la materia. No existen seres invisibles que manejen fuerzas o poderes invisibles. Dios es un sinsentido.

Esta visión aplicada a la vida del ser humano se concreta en afirmar que la base de la sociedad humana es la economía, que es la que produce los bienes materiales que el ser humano necesita para sobrevivir. No hay detrás de ella ni dioses ni valores eternos ni creador alguno. La materia (el ser humano) solo necesita la materia (alimentos y medios básicos de subsistencia) para ser.

El ser humano es pura materia. Su conciencia, como señala Marx en “La ideología alemana” es un mero producto de su cerebro, el cual en realidad «depende de las condiciones materiales de producción que son independientes de su voluntad”. Es decir, depende del sistema económico en el que vive.

Lo mismo se afirma en “Contribución a crítica de la Economía Política”. “No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”. Es decir, no es la escala de valores del ser humano la que da lugar a su forma de comportamiento, sino la atención a sus necesidades materiales para subsistir, la que determina su conciencia.

Marx, en 1860, en carta a Engels elogiaba el libro de Darwin «El origen de las especies», publicado en 1859, porque “aportaba una visión que reforzaba el concepto materialista de la existencia del mundo y del ser humano”.

Engels en «Dialéctica de la Naturaleza» decía: “Si alguna vez se consiguiera sintetizar químicamente cuerpos albuminoideos, inmediatamente presentarían manifestaciones vitales y realizarían intercambios de sustancia”, luego la vida no vendría a ser otra cosa que la manifestación de una mera organización de la materia. O, dicho con otras palabras, el día en que dominemos la bioquímica podremos, uniendo piezas y sustancias, crear vida.

Posteriormente, en 1924, Alexander Oparin (1894-1980), científico marxista ruso, en su libro El origen de la vida, lanzó la teoría de que, de las sustancias inorgánicas, mediante reacciones químicas, habían surgido las sustancias orgánicas y que, después, en el caldo orgánico, que era el océano primitivo, se habrían terminado formando los aminoácidos y las proteínas y por fin la vida.

En la versión de su libro de 1955, Oparin incluye referencias al experimento realizado en 1953, en la Universidad de California en el que haciendo saltar descargas eléctricas entre dos electrodos, sobre una mezcla de metano, amoníaco, vapor de agua e hidrógeno, se obtuvieron los aminoácidos básicos de la vida, lo cual parecía apoyar el origen materialista de la vida sin necesidad de intervención de ningún “Ser Absoluto”.

Por cierto, no se sabe si por decisión propia o por órdenes del partido, Oparin no cita al estadounidense Stanley Miller, autor de ese experimento, lo cual resulta un tanto extraño. Seguramente temió que no fuera a ser muy bien recibido en la URSS el aplauso a un norteamericano, obviamente “enemigo” del progreso de la humanidad.

El marxismo tiene un dios creador: el trabajo. Así, Engels en “Dialéctica de la Naturaleza” decía que “el trabajo es la primera condición fundamental de toda la vida humana, hasta tal punto que, en cierto sentido, deberíamos afirmar que el hombre mismo ha sido creado por obra del trabajo”. En otra obra suya, su título resume su contenido: “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”.

Ahora bien, el materialismo/ateísmo en el marxismo es muy diferente del de otros filósofos y pensadores ateos, a los cuales descalificó Marx, tales como Proudhon y Feuerbach.

El materialismo marxista no es una mera opinión o interpretación particular que emane del derecho de libertad de opinión que tenemos todos. El materialismo marxista es una verdad absoluta, un materialismo militante que no admite transacción alguna con otras formas de pensamiento pequeño burguesas. De ahí su radical descalificación a Feuerbach que era materialista pero que consideraba que el amor y los valores del ser humano eran el factor que impulsaba el cambio histórico.

El materialismo marxista es el punto de apoyo ontológico que justifica la revolución y las actuaciones revolucionarias. Descalifica a toda filosofía idealista o religión trascendente. Los considera elementos reaccionarios residuales del capitalismo o del patriarcalismo, que bloquean la liberación de la humanidad. Todo ello justifica plenamente su eliminación, su represión o, como mínimo, su marginación. El individuo humano es mera materia que puede ser exterminada si se opone a la realización del ideal comunista.

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Fragmento del libro “Historia del Comunismo. De Marx a Gorbachov el camino rojo del Marxismo” del que es autor Enrique Sánchez Motos


Una respuesta a «¿Qué es el Marxismo? (1/4)»

  1. De aquí yo deduzco que la izquierda española, de marxista no tiene nada, ya que si el primer punto y su dios, es el trabajo, a esta izquierddona no les gusta mucho arrimar el hombro, empezando por los políticos de izquierda que han visto que estar sentados en el Congreso y Senado, se llevan un dinero muy bueno, buenísimo diría yo, sin pegar ni golpe.

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