¿Qué es el marxismo? El materialismo histórico marxista (3/4)

¿Qué sentido tiene la historia humana? ¿Va en alguna dirección determinada? ¿Cuáles son los motores del cambio social? El marxismo ofrece una respuesta clara y contundente.

Marx y Engels, en “La ideología alemana”, escrita en 1846, dicen que “la primera forma de la propiedad es la propiedad de la tribu…lo que presupone la existencia de una gran masa de tierras sin cultivar… apoyada en una estructura social constituida por patriarcas, miembros de la tribu y esclavos”.

Posteriormente se habría dado paso a “la antigua propiedad comunal y estatal, …resultado de la fusión de diversas tribus …mediante acuerdo voluntario o por conquista, y en la que sigue existiendo la esclavitud” “Junto a la cual va desarrollándose ya la propiedad privada mobiliaria, y más tarde la inmobiliaria, pero como forma anormal, supeditada a aquélla”

Luego viene la propiedad feudal en la que los señores feudales detentaban “la propiedad territorial con el trabajo de los siervos a ella vinculados” Además, existía, “el trabajo propio con un pequeño capital”, constituido por la propiedad mobiliaria, su sencilla maquinaria y herramientas, así como por las pequeñas industrias artesanales, prácticamente sin división interna del trabajo.

La cuarta forma fue la propiedad burguesa que se derivó del desarrollo de la industria manufacturera, con la cual apareció “la propiedad privada pura, despojada ya de toda apariencia de comunidad”, que fue impulsada por el comercio internacional y después por la máquina de vapor, electricidad, etc., dando lugar a la etapa capitalista, especialmente en Gran Bretaña, de la época de Marx y Engels.

Ahora bien, ¿cuáles fueron las causas que explican el paso de un tipo de sociedad a otra? Marx no explica lo explica porque si todo ello se debió al egoísmo ¿de dónde surgió ese egoísmo cuando todo era propiedad colectiva? Marx señala las consecuencias de que desapareciera esa propiedad que, según él, era inicialmente colectiva, pero no es capaz de explicar por qué eso tuvo lugar.

Marx se limita a explicar lo que ocurrió después de que el ser humano se viera despojado de esa propiedad colectiva. En sus “Manuscritos Económicos y Filosóficos” de 1844, Marx escribe que el ser humano quedó alienado de su fundamento ontológico, el trabajo, que es lo que lo diferencia del animal.

El patriarca, faraón, señor feudal o capitalista era el propietario de los medios de producción (tierras, rebaños, pozos, herramientas, instalaciones, etc.). A los que no tenían propiedad solo les quedaba obedecer a los propietarios y producir dentro de ese esquema económico.  En consecuencia, el ser humano se aliena, queda ajeno al producto de su trabajo, a su capacidad de trabajo, a la especie humana, que se fundamenta en su capacidad de trabajo, y al resto de miembros de la especie. Todo su ser clama por la libertad. Pero ese anhelo de libertad no tiene su raíz en su espíritu, ya que el espíritu no existe. Tampoco es un producto de su cerebro, ya que este es un mero instrumento.

Según Marx, toda su conciencia procede de la estructura económica, de las relaciones de producción, de su condición de propietario o no propietario y aunque en la historia haya peleado por su tribu, por su patria, por su religión o por sus ideales, todo eso era falso. Sus pensamientos, sus valores, eran un mero producto del marco económico de la sociedad en que vivía.

Sobre el marco económico se fue construyendo una superestructura constituida por el marco jurídico, político, religioso y cultural, que tuvo y tiene como finalidad mantener y justificar la realidad social en que vivimos.

Pero ¿por qué se produce el cambio social? En “La ideología alemana” se explica que “al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción, esto es con las relaciones de propiedad…y se abre así una época de revolución social”.

Es decir, llega una etapa en la que el grado de represión sobre los no propietarios, esclavos, siervos de la gleba, proletarios que son las fuerzas productivas claves, es tan fuerte que no pueden expresar su potencial de creatividad en plenitud. Entonces se produce un estallido tendente a modificar y a repartir la propiedad y, en su etapa socialista, a transformarla en propiedad colectiva acabando así con los propietarios amos, señores, aristócratas, burgueses o capitalistas.

No son los individuos los que hacen avanzar la historia por las motivaciones que surjan de su conciencia, sino que previamente su conciencia ha sido creada, por su posición en el sistema económico, sin que ellos se den cuenta.

Todas estas ideas además de en “La ideología alemana”, que se publicó en 1932, medio siglo después de la muerte de Marx, aparecen en el prefacio de “Contribución a la crítica de la economía política” que publicado en 1859. Engels también lo dice claramente en su obra “Del socialismo utópico al socialismo científico” “Las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas, no deben buscarse en las cabezas de los hombres, ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio”.

¿Cuál es el instrumento revolucionario de todos los cambios sociales? Marx y Engels en “Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana” dicen “que todas las luchas políticas son luchas de clases y que todas las luchas de emancipación de clases… giran, en último término, en torno a la emancipación económica”.

La lucha de clases es el motor de la historia, sea entre esclavos y faraones o patriarcas, entre siervos y señores feudales o entre proletarios y capitalistas. En la medida en que en cada etapa histórica crecen las fuerzas productivas (esclavos, siervos o proletarios), se produce una rebelión contra el poder que los oprime (faraones, señores feudales o capitalistas) y de esa lucha se produce el paso de la sociedad hacia una etapa superior.

Este es, según el marxismo, el proceso evolutivo que mueve a las sociedades humanas. Ahora bien ¿hay alguna meta final? ¿Cuál será la sociedad ideal?

La lucha del proletariado con la burguesía es el inicio de la meta final. Marx en “Crítica del Programa de Gotha” escribe: “Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el período de la transformación revolucionaria, de la primera en la segunda. A este período corresponde también un período político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado”.

Es una fase dura, pero transitoria. Después vendrá el mundo ideal marxista. Marx continúa diciendo: “En una fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, el contraste entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, solo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades!”.

Pues bien, han pasado ciento setenta años desde que se proclamó el Manifiesto Comunista, y más de cien años desde que se implantó el comunismo en la URSS, y ese paraíso comunista en el que correrían “a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva”, ni está ni se le espera. Y en cuanto al hombre nuevo, que ha alcanzado la plena libertad humana y superado toda alienación, debe estar refugiado en alguna reserva comunista y no ha tenido tiempo de mostrarse. Las dictaduras proletarias nunca han dado ejemplo alguno de la construcción de ese reino de la libertad, sino tan solo de su capacidad de crear Estados policiales y totalitarios.

Lenin de forma precisa y concisa, decía en su biografía de Engels que “el socialismo no es invención de soñadores, sino fin último y resultado necesario del desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad moderna”. El materialismo histórico no había hecho otra cosa que explicar y justificar esa conclusión.

Así como para Hegel la consumación de la historia se realizaría en el Estado Racional Prusiano (el Estado de Derecho), para Marx y Engels la consumación de la historia humana se daría en la Sociedad Comunista Marxista, a la que se llegaría, tras una guerra sin cuartel contra los propietarios de los medios de producción.

Primera parte  Segunda parte   Cuarta parte

Fragmento del libro “Historia del Comunismo. De Marx a Gorbachov el camino rojo del Marxismo” del que es autor Enrique Sánchez Motos


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