¿Quiere Occidente desencadenar una guerra nuclear?

Lo primero es dejar bien claro, porque las evidencias son ya aplastantes, que ha sido Occidente –entendiendo por tal a los EEUU como motor y actor principal, a la OTAN como su brazo ejecutor y a la UE con su repugnante servilismo (Zelensky y los ucranianos sólo son vulgares mamporreros)– quien ha provocado a Rusia hasta obligarla a elegir la espada en vez de la humillante y vergonzosa pared. Que esta guerra la venían cociendo los EEUU desde hace casi una década. Que para ello incluso no dudaron en impulsar un totalitario y antidemocrático golpe de Estado en Kiev (Maidan), ellos que tanto alardean. Que de lo que se trata es de impedir el renacimiento de Rusia; incluso aunque fuera democrático, tanto que alardean de ello los EEUU. Que está claro que, por lo dicho, es Occidente quien está en guerra con Rusia. Que se trata de la tercera vez, siendo las dos anteriores las de Francia (Napoleón) y Alemania/Italia (Hitler). Que EEUU no quiere ni un mundo con Rusia, ni una Europa de naciones libres, soberanas e independientes de sus garras y ello en ningún plano incluido el económico/financiero, el energético y el militar; y los ingleses tampoco. Que la culpa de esta guerra, de la cual sabemos cómo comenzó, pero como siempre no cómo terminará, la tiene EEUU (Occidente). Que además, los EEUU, como siempre, han elegido de nuevo para ello un lugar bien alejado de su propio territorio, así como que mueran otros y no los suyos; EEUU nunca ha sufrido en sus carnes ninguna guerra a excepción de la propia de secesión. Que Occidente no quiere sentarse a negociar, sino alargar la contienda; prueba de ello es la ofensiva ucraniana a la desesperada sólo posible por la elaboración, dirección, supervisión y apoyo de todo tipo –sobre todo de inteligencia– de Occidente a pesar de que su éxito no podía ser más que baladí, excepto a nivel mediático que es lo que se buscaba, y por todo ello victoria pírrica, sin importar un bledo los 5.000 muertos ucranianos y los 12.000 heridos irrecuperables.

Ahora, y tal y como se están desarrollando los acontecimientos, y el hecho de haber forzado a Rusia a la movilización parcial, con la esperanza de hacer crecer el desencanto y desagrado en su interior y más aún la caída de Putin, cabe preguntarse, también a la vista del discurso de éste en el que ha vuelto a mentar las armas nucleares como posibilidad, si Occidente está dispuesta a seguir apretando hasta llevar al mundo, o más bien a Europa, a sufrir las consecuencias incalculables de una guerra nuclear. O mejor preguntarse si los EEUU está dispuesto a forzar tal desastre teniendo en cuenta que lo más posible es que el desastre lo fuera sólo en Europa –de nuevo lejos de sus propio territorio, ciudades, habitantes, etc.– y ello sólo con tal de hacer que sea Rusia la que aparezca como culpable y por ello merecedora de un castigo nuclear semejante. No olvidemos en este punto que hasta el momento sólo los propios EEUU son los que han lanzado bombas nucleares, además sobre objetivos netamente civiles, matando a cientos de miles de inocentes con la excusa, que no razón, de que con ello acortaron la guerra y salvaron muchas vidas (¿?); que se lo digan a los japoneses. Y no olvidemos que en buena medida Japón entró en guerra con los EEUU tras años de presiones, provocaciones y desplantes de los yanquis, o sea, no quedándole otra que, como a Rusia ahora, elegir la espada en vez de la pared. Y no olvidemos que los EEUU son expertos en provocar guerras con cualquier excusa, como por ejemplo con el Maine, el totalitarismo de Ho Chi Ming, la patraña de las «armas de destrucción masiva» en Irak, la «malicia» serbia –incluso en contra de la ONU–, la «tiranía» de Al Assad, o el «terrorismo» talibán, y todo sin que la sumisa Europa levantara la voz, sino incluso todo lo contrario, dejando además siempre tras de sí, y tras de su sempiterna derrota, el caos.

Pues bien. Sepan que se calcula que Rusia dispone de 5.977 ojivas, de las cuales 1.600 están listas para ser desplegadas. Este terrorífico arsenal puede ser lanzado desde tierra, submarinos y aviones. Que en lo dicho se incluyen armas nucleares no estratégicas, o sea tácticas, que tienen un menor poder destructivo, pensadas y destinadas a destruir, en principio, objetivos militares más que poblaciones civiles, aunque nunca se han utilizado en combate, hasta ahora, quedando sus efectos «comedidos» o «menores» en la esfera de la teoría de sus fabricantes. Rusia también dispone de las mucho más temidas armas nucleares estratégicas, que pueden ser lanzadas en potentes misiles de largo alcance, incluyendo misiles balísticos intercontinentales que sólo tardarían 20 minutos en llegar a Gran Bretaña y 30 a Estados Unidos. Estas armas estratégicas están diseñadas para arrasar ciudades enteras. Por su parte, y en contra, Occidente tiene un arsenal igualmente mortífero, ya que Estados Unidos conserva 5.428 ojivas, junto con las 225 del Reino Unido y las 290 de Francia.

El líder ruso sugirió ya en 2018 «Si alguien decide aniquilar a Rusia, tenemos el derecho legal de responder. Sí, será una catástrofe para la humanidad y para el mundo. Pero yo soy ciudadano de Rusia y su jefe de Estado». Puede que, como algunos aventuran, Putin haya dado el paso de la movilización parcial para meter presión a Occidente, además de cortar gas y petróleo para que este invierno sea muy crudo para Europa, buscando una escalada en la tensión para luego rebajarla previo acuerdos con ¿Ucrania?… no, con los EEUU que es, repetimos, quien ha provocado y manda en esta guerra. Puede que lo haya hecho como último aviso de que lo siguiente que le queda son las armas nucleares a ver si Biden está o no dispuesto a asumir tal riesgo. Puede que se trate de una provocación, un tanteo, una amenaza o una fase más verdadera y real. Pero lo que sí está claro es que ahora la pelota está en manos de los EEUU; la sumisa Europa hará lo que éste le ordene.

Así pues, nos encontramos en la misma situación que cuando la crisis cubana entre Kennedy y Kruchev. Entonces funcionó la máxima según la cual las armas nucleares en realidad no valen para nada porque ninguno de los que las tienen estaría dispuesto a utilizarlas por el desastre que producirían, porque nadie sería el vencedor, porque todos perderían, porque el concepto de «destrucción mutua asegurada» seguía en pie. ¿Y ahora? Putin ha dicho que no va de farol. Hasta ahora lo ha demostrado siempre. Se ha cargado de razones, pese a que en Occidente se impone lo contrario y el que no lo acepta no sale en la foto. Por nuestra parte creemos que, salvo error, pues no tenemos la bola de cristal, pasará como en aquella ocasión, es decir, que se llegará a un acuerdo sotto voce en el que ambas partes, Occidente (EEUU) y Rusia (Ucrania no cuenta, así de triste es el destino de los esclavos), salven de cara a la galería la cara, valga la redundancia, la honorabilidad, la dignidad y… a todos de la destrucción, quedándose Rusia con lo que tiene algo disminuido (sólo Dombás y Crimea) comprometiéndose a no más, pero aceptando la entrada de Ucrania en la OTAN sin que en su territorio se instalen cierto tipo de armas. En fin, sólo el tiempo lo dirá… aunque más vale que se dé prisa.


13 respuestas a «¿Quiere Occidente desencadenar una guerra nuclear?»

  1. Lúcido análisis.
    Lúcido ya desde su inicio:
    Occidente (EEUU) como motor y actor principal. La OTAN como brazo ejecutor. Y la UE con su repugnante servilismo de “chica para todo” (incluido para la cama)
    En cuanto a Zelensky (más que los ucranianos) de eficaz mamporrero… en beneficio de sus hermanos de raza.
    La provocación a una Rusia -que al dejar de ser comunista ha abjurado de su antigua “obediencia”- es similar a la que se ejerció sobre Alemania en el siglo pasado.
    Buscando sin duda un enfrentamiento que tuviera, con el mismo resultado, igual fin.
    Pero efectivamente: las guerras se sabe cómo empiezan… pero no se puede vaticinar como terminan.
    Sin olvidar aquella inquietante advertencia: Si hay una tercera guerra mundial… la cuarta será a pedradas.

  2. No soy ni mucho menos tan optimista como el autor; la descripción de la situación de culpa de Occidente o como se le quiera llamar a esta entelequia anglosajona es evidente e incluso está de más a estas alturas, pero las conclusiones no las comparto.
    Rusia no puede admitir nunca que Ucrania entre a formar parte de la OTAN, ya que esto significa la derrota total de Rusia, que se vería rodeada de mucha más OTAN, habiendo además impulsado a Suecia y Finlandia a su afiliación OTAN y encontrarse ya totalmente rodeada. Habría hecho el ridículo.
    El éxito de la OTAN habría sido total y se iniciaría el siguiente paso en cualquier otra república o en la misma Rusia; si Ucrania sigue soberana y en la OTAN nadie puede impedir ni ya tendría derecho para ello, el instalar cualquier base o material que deseen, además de nuevos laboratorios dirigidos directamente a la genética rusa. Ya nadie se tomaría ni medio en serio a Rusia.
    Tengo más que comentar ¡pero me tengo que ir! Ya seguimos si llega el caso.

  3. En lo que parece ser una filtración interna excepcional del think tank RAND Corporation, conocida entre otras cosas por haber estado detrás de la estrategia estadounidense para las políticas exteriores y de defensa durante la Guerra Fría, se da cuenta detallada de cómo la crisis energética en Europa ha sido planeada por los Estados Unidos.
    El documento, que data de enero, reconoce que la política exterior agresiva que estaba llevando a cabo Ucrania antes del conflicto empujaría a Rusia a tener que emprender acciones militares contra el país. Su propósito real, sostiene, era presionar a Europa para que adoptara una amplia gama de sanciones contra Rusia, sanciones que ya habían sido preparadas.
    La economía de la Unión Europea, afirma, «colapsará inevitablemente» como resultado de esto, y sus autores se regocijan en el hecho de que, entre otras cosas, los recursos de hasta $ 9 mil millones fluirán de regreso a los Estados Unidos, y bien educados los jóvenes de Europa se verán obligados a emigrar.
    El objetivo clave descrito en el documento es dividir Europa, especialmente Alemania y Rusia, y destruir la economía europea colocando idiotas útiles en posiciones políticas para evitar que los suministros de energía rusos lleguen al continente.
    El grupo de expertos de RAND Corporation, que cuenta con una enorme fuerza laboral de 1.850 empleados y un presupuesto de $350 millones, tiene el objetivo oficial de “mejorar las políticas y la toma de decisiones a través de la investigación y el análisis”. Está conectado principalmente con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y es famoso por haber sido influyente en el desarrollo de estrategias militares y de otro tipo durante la Guerra Fría.

    Un documento firmado por RAND, bajo el título inicial de «Debilitando a Alemania, fortaleciendo a EE. UU.», sugiere que existe una «necesidad urgente» de una afluencia de recursos desde el exterior para mantener la economía estadounidense en general, pero «especialmente el sistema bancario».

    “Solo los países europeos vinculados por los compromisos de la UE y la OTAN pueden proporcionarnos estos sin costos militares y políticos significativos para nosotros”.

    Según RAND, el principal obstáculo para esta ambición es la creciente independencia de Alemania. Entre otras cosas, señala que el Brexit ha dado mayor independencia a Alemania y ha dificultado que Estados Unidos influya en las decisiones de los gobiernos europeos.

    Un objetivo clave que impregna esta estrategia cínica es, en particular, destruir la cooperación entre Alemania y Rusia, así como Francia, que se ve como la mayor amenaza económica y política para los Estados Unidos.

    “Si se implementa, este escenario eventualmente convertirá a Europa en un competidor no solo económico, sino también político de los Estados Unidos”, declara.

    La única forma: “Llevar a ambos bandos a la guerra con Ucrania”

    Para aplastar esta amenaza política, se presenta un plan estratégico, enfocado principalmente en destruir la economía alemana.

    “Detener las entregas rusas podría crear una crisis sistemática que sería devastadora para la economía alemana e indirectamente para la Unión Europea en su conjunto”, afirma, y ​​cree que la clave es llevar a los países europeos a la guerra.

    “La única forma posible de garantizar que Alemania rechace los suministros energéticos rusos es involucrar a ambas partes en el conflicto militar en Ucrania. Nuestras continuas acciones en este país conducirán inevitablemente a una respuesta militar de Rusia. Está claro que Rusia no va a dejar que la enorme presión ejercida por el ejército ucraniano sobre la República Popular de Donetsk no tenga una respuesta militar. Esto permitiría retratar a Rusia como la parte agresiva y luego implementar todo el paquete de sanciones, que ya está elaborado”.

    Los partidos verdes obligarán a Alemania a “caer en la trampa”

    Los partidos verdes en Europa se describen como particularmente fáciles de manipular para que hagan los mandados del imperialismo estadounidense.

    “El requisito previo para que Alemania caiga en esta trampa es el papel dominante de los partidos verdes y las ideologías europeas. El movimiento ambientalista alemán es un movimiento altamente dogmático, si no fanático, lo que hace que sea bastante fácil lograr que ignoren los argumentos económicos”, escribe, citando a la actual ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, y al ministro del clima, Robert Habeck, como ejemplos de este tipo de político.

    “Las características personales y la falta de profesionalidad hacen suponer que les es imposible reconocer a tiempo sus propios errores. Por lo tanto, será suficiente para formar rápidamente una imagen mediática de la guerra agresiva de Putin, y convertir a los Verdes en partidarios ardientes y duros de las sanciones, un ‘partido de la guerra’. Esto permitirá imponer las sanciones sin obstáculos”.

    Baerbock es, entre otras cosas, bien conocida por declarar que continuará con la suspensión del gas ruso incluso durante el invierno, independientemente de lo que piensen sus electores sobre el asunto y las consecuencias para la población alemana.

    – Apoyaremos a Ucrania, y esto significa que las sanciones se mantendrán, también en invierno, incluso si se pone realmente difícil para los políticos, dijo recientemente en una conferencia en Praga.

    «Idealmente, una interrupción completa de los suministros»

    Los autores expresan la esperanza de que el daño entre Alemania y Rusia sea tan grande que haga imposible que los países restablezcan relaciones normales más adelante.

    “Una reducción en los suministros de energía rusos, idealmente, una interrupción completa de tales suministros, conduciría a resultados desastrosos para la industria alemana. La necesidad de desviar cantidades significativas de gas ruso para calefacción en invierno exacerbará aún más la escasez. Los bloqueos en las empresas industriales provocarían escasez de componentes y repuestos para la fabricación, una ruptura de las cadenas logísticas y, eventualmente, un efecto dominó”.

    En última instancia, se considera probable y deseable un colapso total de la economía en Europa.

    “No solo asestará un golpe devastador a la economía alemana, sino que la economía entera de toda la economía de la UE colapsará inevitablemente.”

    Señala, además, que los beneficios de las empresas con sede en los EE. UU. al tener menos competencia en el mercado mundial, las ventajas logísticas y la salida de capitales de Europa, significarían que podrían contribuir a la economía de los Estados Unidos en un estimado de 7-9 billones de dólares. Además, también enfatiza el efecto importante de que muchos europeos jóvenes y bien educados se vean obligados a emigrar a los EE. UU.

    RAND Corporation emitió un comunicado de prensa el miércoles negando que el informe provenga de ellos. No se hacen comentarios sobre qué partes del informe son falsas o precisas, aparte de simplemente escribir que el contenido es “extraño” y que el documento es “falso””.

    El documento original sobre la destrucción de la economía alemana por los Verdes. Los datos de la primera persona que lo hizo público
    La clave del éxito del plan fueron los Verdes, Habeck y Baerbock fueron mencionados por su nombre, y se dijo:

    «La condición previa para que Alemania caiga en esta trampa es el protagonismo de los partidos y la ideología de los Verdes en Europa. Los Verdes alemanes son un movimiento fuertemente dogmático, si no celoso, lo que hace que sea bastante fácil conseguir que ignoren los argumentos económicos. En este sentido, los Verdes alemanes superan a sus homólogos del resto de Europa. Las características personales y la falta de profesionalidad de sus dirigentes -Annalena Baerbock y Robert Habeck entre ellos- sugieren que es casi imposible que admitan sus propios errores a tiempo.»

    Por lo tanto, si el documento es auténtico, se está confiando deliberadamente en el engaño ideológico y la incompetencia del «personal superior» de los Verdes para debilitar decisivamente a Alemania. Y puedes decir lo que quieras, Baerbock y Habeck están haciendo su trabajo de forma excelente, si tienes como objetivo la destrucción de la economía alemana.

    La cuestión era si el documento era auténtico. Ahora estoy convencido de ello, porque unos días después de mi artículo, otros portales empezaron a informar sobre el documento. En algunos casos sé que mi publicación fue su fuente, pero en algunos portales sé que mi informe no puede tener nada que ver. Esto sugiere que el documento fue efectivamente filtrado por alguien en Washington y no sólo puesto a disposición mía y de mi fuente.

    No publiqué el texto original del documento, por lo que el portal «Weltexpress» debe haberlo obtenido de otra persona, porque el portal informó sobre ello el 6 de septiembre y también publicó imágenes del documento, que yo no publiqué, por lo que no pueden ser mías.

    RT-DE ha publicado análisis del mismo basados en mi artículo, así como un artículo no basado en el mío que también publicaba imágenes que mostraban que había sido filtrado al autor por otra fuente.

    En inglés, también hay muchas publicaciones que no se basan en mi informe. Sin embargo, el 10 de septiembre envié el documento a mi colega estadounidense John Marc Dougan, que hizo un livestream sobre él el 12 de septiembre y publicó el documento en línea. Así que ahora puedes ver el original aquí.

    Así que al menos puedo asegurar que todas las imágenes del texto en inglés del documento que se publicaron antes del 10 de septiembre no proceden de mí. Todos los que escribieron sobre el tema antes del 10 de septiembre obtuvieron el documento por otros canales.

    Una aclaración

    Por cierto, hubo muchos lectores que me escribieron al respecto porque intentaron por su cuenta verificar la autenticidad del documento. Como resultado, algunos me dijeron que el documento era auténtico y me enviaron enlaces a él. Otros decían que era un poco estúpido porque el documento no sólo era auténtico, sino que no era para nada secreto ni nuevo, sino que ya era de 2019.

    Casi todos los lectores que me escribieron cometieron un error: confundieron el documento actual con un estudio de la RAND Corporation, que se publicó en 2019 y se tituló «Ampliación de Rusia: competir desde un terreno ventajoso». Informé sobre el estudio de hace años en una serie de 20 partes.

    Hago este comentario porque he recibido muchos correos electrónicos en los que los lectores han caído en esta confusión. Por lo tanto, señalo que se trata de dos estudios diferentes de la RAND Corporation.

    Recomiendo a todos que lean atentamente mi traducción del documento real, porque ahora creo claramente que es auténtico. Lo emocionante de la lectura del documento es que fue redactado ya el 25 de enero, lo que demuestra una vez más el tiempo que Estados Unidos lleva planeando empujar a Rusia a la trampa ucraniana.

    (*) Este artículo ha sido originalmente publicado en alemán por el periódico ANTI-SPIEGEL y su autor,

    Thomas Röper, nacido en 1971, es un experto en Europa del Este y ha ocupado cargos ejecutivos y de supervisión en empresas de servicios financieros de Europa del Este y Rusia.

    1. Tanto las sanciones a Rusia (= la guerra por otros medios) de Estados Unidos y la Unión Europea, como las contramedidas rusas en respuesta a las mismas, tienen toda la pinta de haber sido diseñadas con antelación al inicio del conflicto entre EE.UU. y la Federación Rusa en Ucrania.

  4. Rusia ha querido negociar desde el principio, pero Washinton no permite que Ucrania se siente en la mesa de negociaciones. Es obvio que si EEUU decidiera que hubiera negociación la habría en un día. El tema es que llegados a este punto, a Putin empieza a no interesarle negociar (por ahora), ya que se está metiendo poco a poco en una guerra de desgaste que no quería, y una vez metido hasta las cejas, ya no te interesa negociar sino terminar el trabajo (porque lo más difícil, que es mobilizar todos tus recursos y a tu propia población ya está hecho).

    Me temo que esta guerra será larga… Moscú ha comenzado su travesía una retorno (a corto y medio plazo) hacia el Este, China, India y los Brics, y ya no tiene miedo al aislamiento que pretendían los provocadores de esta guerra.

    Yo creo que un posible fin de película es que Rusia anexione una parte importante de la actual Ucrania (toda la parte ruso hablante), y que el resto de Ucrania se quede como un estado fallido meramente rural y con ayudas constantes de la Unión europea, también altamente militarizado por la OTAN. Creo que entrará en la Otan finalmente y a pesar de todo, pero ya no será ese gran enemigo lleno de odio anti ruso en que convirtieron Ucrania después del golpe de estado del Maidán, sino una frontera «caliente», donde habrá sabotages mutuos y una tensión permanente pero de baja intensidad, como en la guerra fría.

    Han logrado (por ahora) aislar a Rusia de Europa y crear un nuevo telón de acero, una versión del siglo XXI lo que fue el muro de Berlín… pero Rusia seguirá siendo cristiana y soberana, se habrá salvado como nación. Por su parte Europa está en el filo de la navaja… si logra volver a ser ella misma a través de elecciones con partidos soberanistas, podrá salvarse (y re-negociar su estatus con Rusia), y si no lo logra probablemente desaparezca como zona de alto desarrollo económico y social, y será un pastiche multicultural de bajo desarrollo y mucho turismo, sin cristianismo ni soberanía, masónico en sus «élites» y vacío culturalmente.

    Un nuevo orden mundial está formándose (ya estaba teorizado), y no es exactamente el que querían los globalistas… aunque para Europa Occidental sí puede que lo siga siendo. Veremos.

  5. Lo que dijo el diputado alemán sobre el día 24, las decisiones tomadas no tendrían retorno, que es lo que estamos viendo. Las empresas alemanas están de éxodo a EEUU, nos están expoliando antes del escenario termonuclear que nos tienen preparado en toda Europa. Este octubre tienen preparado el cisne negro en la economía, por eso el Vaticano repatria su patrimonio con día 30 de septiembre de tope. Lorenzo Ramírez nos detalla con claridad el motor de la economía hacia donde nos están llevando. La base de la OTAN de Rammstein, en Alemania, es el primer objetivo que va a arrasar Rusia por él saboteo de los oleoductos de gas. Mi opinión sobre la OTAN, necesita enemigos para no ser desmantelada, el miedo que han creado, varios países han entrado en la OTAN, una vez dentro sabotean el gas y quedan señalados por Rusia. La maquinaria de desinformación que viene, es que lo ha hecho Putin para desatar la guerra termonuclear. El enemigo de la humanidad siembre ha sido el mismo, la diáspora tira la piedra y señala la culpa al otro.

    https://cesarvidal.com/la-voz/despegamos/despegamos-sabotaje-al-gas-ruso-exodo-aleman-hacia-eeuu-y-cerrojazo-bancario-a-las-pymes-27-09-22

    https://www.elconfidencial.com/mundo/2022-09-27/alerta-fugas-nord-stream-1-2-gasoducto-rusia_3497044/

    Saludos cordiales

  6. Es posible que los estrategas rusos sean unos imbéciles irreparables y que Rusia ceda pero eso no parece probable. Según la lógica más elemental Rusia NO aceptará la entrada de Ucrania en la OTAN.

  7. Si álguien conoce los motivos que están empujando a Alemania a suicidarse (arrastrando con ella a toda la Unión Europea), me encantaría saberlos también.

    Ciertamente, la reacción del gobierno ruso a las sanciones que -parece- ya tenían preparadas de antemano, les ha cogido por sorpresa (Rusia no se ha hundido, ni se ha quedado sola); pero, no creo que sea razón suficiente que justifique el comportamiento demencial de las autoridades germanas, hasta el momento, en esta gravísima crisis internacional.

  8. Gracias Sr Alvarado. Excelente y verdadero análisis de la situación en este último enfrentamiento de EEUU contra Rusia, esperemos que no vaya a más.
    Tb me hago esta pregunta : que piensan hacer los actuales dirigentes alemanes?

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