¿Rebelión a la eslovena?

La política de apaciguamiento, ideada por Sánchez, para Cataluña ha resultado ser un fracaso y una sorpresa para el Gobierno. El voluntarismo gubernamental se basaba en dar una serie de concesiones para que los secesionistas entraran otra vez en razón y pudiera restablecerse la ley. No tuvieron en cuenta los factores determinantes de la rebelión, que eran sobre los que debieron actuar para restablecer la legalidad.

El último estatuto, la corrupción sistémica, la inmersión lingüística, el adoctrinamiento escolar, la intimidación social en sus variadas formas, la exclusión de lo español y la comunicación dirigida y sectaria son los factores determinantes a los que me refería más arriba. Al no actuar sobre ellos, el independentismo catalán se ha reforzado, no solo por su fuerza, sino también por la debilidad mostrada desde Moncloa al no defender sin fisuras el Estado de Derecho y en su lugar practicar un posibilismo complaciente cuando se tensaba la cuerda.

El poco honorable Torra, ha hecho caer de su guindo voluntarista a Sánchez al recomendar la vía eslovena para la independencia. No ha sido resultado de una reflexión gubernamental. Los secesionistas han vuelto a dejar patente que la iniciativa política sigue siendo de ellos. El Gobierno ha sufrido una oscilación; de la debilidad anterior ha pasado al pánico, pues ahora no sabe que camino tomar y si lo sabe no lo demuestra.

En este escenario de rebelión abierta, mi posición contraria se fundamenta en la preservación de la soberanía del pueblo español, en la unidad de la nación y en la defensa de nuestro modo de vida: el Estado social y democrático de Derecho. Una vez fracasados los intentos de arreglo, negociación y paños calientes variados, los españoles, puestos en esta disyuntiva, debemos aceptar el desafío, unir nuestras banderas, recuperar la patria para nuestros hijos y el orgullo de pertenecer a una de las culturas más importantes del mundo por sus aportaciones a la humanidad.

La Constitución nos permite, dentro de la ley, enfrentar el problema ilegal suscitado por el nazismo catalán. Que ha utilizado sobre todo el terrorismo sicológico, aunque no descarta llegar pronto al enfrentamiento civil.

En efecto, el artículo 116 permite la declaración de los estados de alarma, excepción y sitio. El Gobierno dispone de 15 días mediante un decreto acordado en Consejo de Ministros, en el caso de estado de alarma, tiempo más que suficiente para poner en marcha la aprobación del artículo 155 y las medidas necesarias para obligar a la Comunidad Autónoma a cumplir la ley. Si la situación se agravara el estado de excepción o el estado de sitio, son más recomendables que propiciar el enfrentamiento civil.

Recuperar la iniciativa política, es en la actualidad la prioridad del Gobierno. No hacerlo supone facilitar la radicalización y que la rebelión vaya ganando etapas. Hablar ahora de negociar como defiende Podemos es vivir en la irrealidad, facilitar a los separatistas la iniciativa o ambas cosas. Esta recuperación pasa porque el Estado gestione las instituciones que se han situado fuera del interés general.

En Cataluña ni hay Estado de Derecho ni existe control sobre el orden público, responsabilidades básicas y que Sánchez debería tener como prioridad y no esos viajes inútiles, como el último a Marrakech para hablar de Derechos Humanos en un país donde brillan por su ausencia.

El último resorte constitucional para hacer frente al desafío lo proporciona el artículo 8º de la CE, las Fuerzas Armadas tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

El artículo 8º se encuentra en el Título Preliminar de la Constitución, encuadrado en su parte dogmática que es la que contiene los grandes principios que han de inspirar el desarrollo y la vida de la sociedad y el Estado. El tener un artículo diferenciado es lógico, al ser las Fuerzas Armadas un pilar de la identidad nacional y recordar el papel que desempeñan los Ejércitos en un país democrático como en Europa occidental, Estados Unidos o Japón.

La integridad territorial, puede ser amenazada en casos excepcionales desde dentro del propio país. Los constituyentes pensaron este artículo para encarar fenómenos separatistas o secesionistas (como decía Mújica “…o si en algún momento a un gobierno se le cruzan los cables y es incapaz de defender la nación). Como decía el general Quintana “…un respeto absoluto a la Constitución, que exige de las Fuerzas Armadas una actitud firmemente apartidista, no apolítica. De esta forma podrán defender a España, su Constitución y sus leyes…la paz es un bien que debe buscarse, pero no a toda costa. La paz a cualquier precio puede llegar a ser inmoral”.

Los tres aspectos de su misión, es lo encomendado por la soberanía nacional a las Fuerzas Armadas. Por ello el mencionado artículo se encuentra en la parte dogmática y no en la orgánica como se encuentran citados los demás órganos del Gobierno.

Para la tribunadeespana.com


4 respuestas a «¿Rebelión a la eslovena?»

  1. La gran clave es que la Nación española (Nación = vertiente política del pueblo español) es anterior a la constitución, y tiene un rango mucho mayor que ella. La constitución le otorga a las fuerzas armandas la misión y la responsabilidad de defender la integridad, la independencia y las fronteras de España, pero el ejército y TODOS los españoles tienen esa misión de «suyo», por el hecho de pertenecer a la noble, viejísima y gloriosa nación española, patria común de todos los españoles.

    Los conceptos de Pueblo, Patria y Nación son anteriores a cualquier constitución, y tenemos una obligación ante la Patria (moralmente el patriotismo está ligado al cuarto mandamiento de la ley de Dios), lo diga ó no lo diga la constitución. Pero además la constitución del 78 lo dice y lo menciona explícitamente. Por todo lo anterior, TODOS, incluidas especialmente las Fuerzas armadas por su misión legítima bajo cualquier régimen político, tenemos la obligación de defender a España.

    Ya sabemos cómo está el tema… por ahora no ha ocurrido la traición final y completa, por lo tanto hay que seguir poniendo cada uno nuestro granito de arena para defender nuestra Patria, con la que tenemos una responsabilidad ante nuestros padres y antepasados, y ante todo frente a Dios que nos hizo nacer en ella.

    1. Totalmente de acuerdo con lo que dices, la defensa de nuestra nación es responsabilidad de todos los españoles. El recurso a las Fuerzas Armadas, es el último recurso para defender nuestra libertad y nuestro modo de vida, es deseable que no llegue a utilizarse y sea el pueblo español el que al final lo consiga. Es ese pueblo el que encomendó en 1978 a los ejércitos la salvaguarda última, en caso de necesidad.
      Militares que con anterioridad se han referido a este artículo 8º de la CE han sido cesado de sus puestos, le pese a quien le pese el mandato está ahí y si tuviera que intervenir no lo sería como un golpe de estado a la democracia sino como el último recurso para su defensa y para preservar los derechos de la ciudadanía.

  2. Nuestra libertad, nuestro modo de vida… nuestra historia, nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestra religión (hasta hace muy pocas décadas la religión del 90% de los españoles, y del 99% de nuestros abuelos y la que marca nuestro modo de ser y nuestra cultura en amplísimo porcentaje, y la que fue extirpada desde los gobiernos de Felipe González a conciencia y como una de sus metas principales). Ahora ponemos cara de poker y decimos que la religión es algo accesorio y particular, pero ha habido una auténtica guerra «progresista» para descristianizar España estos últimos 40 años. Una Nación es sobre todo su historia común, su comunidad cultural histórica, sus tradiciones inmemoriales, su esencia, su espíritu, su alma como nación (en el caso de España ligada irremediablemente a la religión católica, se tenga más ó menos fe y sin obligar a nadie a nada). La libertad de los españoles para vivir según sus constumbres con justicia y en paz es el objetivo final, pero el respeto a la historia, cultura y tradiciones, y a la independencia de nuestro país es igual de fundamental… en pocas palabras, dejarnos guiar por el PATRIOTISMO, que comprendemos que lo tengan los demás pero nos lo negamos a nosotros mismos después de 40 años de ingeniería social (ingeniería implementada desde bazofias infernales como el periódico EL PAÍS, y desde pozos negros como el PSOE, que ya va siendo hora que muchos comprendan que tipo de basura antiespañola era ese partido y ese repugnante grupo empresarial (hablo de la dirección, no de los trabajadores). Cebrián forma parte del núcleo duro del grupo Bilderberg, y es masón de alto grado, enemigo declarado de la Iglesia católica y de España, y lo siguen siendo esas sociedades secretas satánicas, como se demuestra con Valls y Ciudadanos.

    Lo de «nuestras libertades y nuestro modo de vida» suena demasiado a lo que dicen los norteamericanos de sí mismos, lo cual está muy bien para ellos, ya que su país nació a través precisamente de una constitución liberal (la primera del mundo) cuyo papel es precisamente lo que les unió desde un principio, es su hecho «fundacional» (la propia constitución en sí misma), sin embargo nuestro hecho fundacional es el primer Estado moderno fundado por los Reyes CATÓLICOS, que gracias a su espíritu evangelizador y católico comprometido se pudo acometer el descubrimiento y evangelización de américa y la lucha de éxito contra la «ideología» religiosa protestante, que se logró con figuras de la talla de Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola, para defender el catolicismo y regenerar la Iglesia después del Concilio de Trento.

    Lo del patriotismo «constitucional» se lo dejamos a los norteamericanos, ya que su nación comenzó su andadura a través de inventarse una constitución que unía 13 colonias inglesas con muchas diferencias e intereses distintos, por lo que su génesis como nación es el propio documento constitucional masónico y liberal (dicho sin acritud), pero nosotros tenemos nuestra propia historia y nuestra propia alma.

    Gracias por contestar mi mensaje, suerte coronel, le sigo en sus VEL y le felicito por su perseverancia y sentido del deber… realmente los»guerrilleros» de las Coes son de lo mejorcito de nuestra España. ¡Viva España! y ¡Viva Cristo Rey!.

  3. Te agradezco mucho tus deseos y el piropo que haces de las Compañías de Operaciones Especiales, donde tuve el honor de servir unos cuantos años. El recuerdo de los guerrilleros que estuvieron conmigo es imborrable mientras viva, ellos me ayudaron a ser un buen oficial y llenaron mi experiencia profesional con un ejemplo cotidiano de entrega, compañerismo y valor. Todos eran soldados de remplazo, suboficiales u oficiales iguales en su patriotismo y esfuerzo.
    Creo que tienes muchas ideas que podrías compartir, lo puedes hacer en esta página y estoy seguro que le darás una alegría al administrador de la misma, Francisco Bendala. Un abrazo y adelante.

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