¿Recuerdan…? 17 de Junio de 2015: «El Diablo quiere destruir España»
«El Diablo quiere destruir España.
El Diablo sabe lo que ha hecho España a lo largo de su Historia: la evangelización de América, el papel de España durante la Contrarreforma, la persecución religiosa de los años treinta del pasado siglo.
Tenga confianza.
Los enemigos de Dios y de la Iglesia hacen mucho ruido, están muy presentes en los medios, pero sin salir en los medios hay mucha gente que reza y esa oración es muy poderosa.
Las armas con las que habrá que derrotar al Diablo y no va a conseguir destruir España:
La primera la humildad.
La segunda la oración.
La tercera el sufrimiento.
Y devoción a la Santísima Virgen.
Tenga confianza, en el momento oportuno el Señor actuará y el Diablo no lo conseguirá».
Eso lo dijo este señor: AQUÍ
Y se lo dijo a un señor que era Ministro del Interior, el mismo al que la policía le grabó en su mismo despacho sin que se enterase.
Después de esos antecedentes de los demás debo escribir, que mi individualismo no me permite pertenecer a ningún sector o secta de dentro o fuera de la Iglesia católica, ni a ningún partido político, porque Dios nos quiere enteros no partidos.
Sé que a muchos les hace gracia el escribir sobre Satán, Satanás, Demonio, Diablo, o Lucifer que resulta más estético y poético. Pues solo unas pocas líneas para no perder más tiempo.
En cierta ocasión un conocidísimo «exorcista» estaba conversando con un cardenal y el monseñor le soltó: «Los dos sabemos que Satanás no existe«.
Lo de «exorcista» entre comillas es porque esos señores se tiran horas, días, meses y años para expulsar al demonio del pobre poseso, porque aplican el manual llamado Ritual. El Señor no aplicaba ningún manual ni ritual sino su Poder que se realizaba al momento, poder que dio a sus discípulos y que poco a poco va perdiendo su fuerza.
Sin dar datos, solo dos casos de verdadera posesión.
Hace años en España un sacerdote jesuita hizo un exorcismo a una niña de “entre once o doce años”. La niña “que apenas sabía leer y escribir” hablaba un corto español con acento de su tierra. El sacerdote mantenía con la niña conversaciones de “más de un cuarto de hora” en griego, latín, francés… “conversaciones completas y complicadas, nada de frases sueltas sin importancia, con la particularidad de que algunos idiomas los conocía mejor que yo, como, por ejemplo, el inglés”.
Y atención saltadores de longitud: un día en la capilla del colegio, la niña “salió volando por los aires en posición horizontal, a una altura de metro y medio del suelo” hasta “chocar violentamente contra el altar mayor: había pasado volando los 20 metros de longitud que tenía la capilla”.
El jesuita español quiso consultar el caso con un colega francés que tenía la experiencia de trece años de exorcista y había tratado cerca de veinte mil casos; pero que según él solo en cinco o seis casos se daba una auténtica posesión diabólica.
Total, que el jesuita español se fue a París. Una tarde, el sacerdote jesuita francés invitó a su colega español a que le acompañase a una sesión “para ver un caso que estaba tratando”. El caso era el de una joven de unos dieciocho años de familia de gran categoría social. Los dos jesuitas pasaron a un enorme salón con grandes columnas donde estaba esperando la muchacha. La joven estaba tranquila hasta que el sacerdote francés comenzó a hablarla del Señor y la Virgen María: “De repente, con irreprimible furor, la posesa empezó a subirse por la pared, como si anduviese por el suelo. Llegó a lo alto del techo, que cruzó andando cabeza abajo, para descender por la columna que había en medio del salón, dio la vuelta a la columna y la volvió a subir por el otro lado, al fin, a la pared y bajar al suelo; entonces se dirigió a su silla y se sentó en ella ostensiblemente cansada, pero sin decir ni una sola palabra”.
Y para que vean cómo hilaba de fino el sacerdote francés, pidió a la muchacha “que se quitara los zapatos y los examinamos para ver si tenía imanes o algo similar”. Finalizada la sesión los dos sacerdotes jesuitas se fueron a casa en coche, y en un momento dado el francés le soltó al español: “Creo que es un caso auténtico de posesión demoníaca, pero aún no estoy satisfecho con esa demostración; necesito muchas más pruebas”.
Por si faltaba algo, resulta que el Mentiroso y el del Mandil han vendido su alma a Lucifer a cambio de Poder. ¿De poder qué…? Pues por ejemplo, ganar las próximas elecciones generales por mayoría absoluta, y venga avión para ir a mear, y venga televisados pasillos con palmeros y una de caviar para tirar hasta la agenda 2030, o puestos a pedir el 2050. Y eso es posible porque unos son muy malos, otros muy tontos, y otros ni lo saben ni les importa… pero eso será otro tema.

Gracias por publicarlo.
Y ya puestos a dar las gracias: gracias al Director por ponerme ese careto y no el de la foto principal, aunque en realidad se parecen bastante.
He de decir también, que los testimonios de las posesiones son del escritor y comunicador Sebastián Arbonés, que coincidimos en un Congreso en Barcelona el 3 y 4 de diciembre de 1977.
Lo que se procura en los circulos conocedores de la realidad de la posesiòn y exorcismo es no dar publicidad al enemigo puesto que saben que es como darle fuerza.En sì,es màs frecuente de lo que se imagina.Por poner un ejemplo,los conocedores saben que el alcohol abre puertas especialmente para los que son alèrgicos al mismo.He dicho alèrgico,sì.(veànse los estudios del Dr. Silkworth al respecto)
Básicamente lo que ocurre es que en punto determinado de la intoxicaciòn el alma se separa del cuerpo momento que es aprovechado por un ente del bajo astral o espiritu maligno para ocupar el paquete fìsico y utilizarlo.Aparecen a posteriori los palimpestos(lagunas mentales).
Es solo un ejemplo de tantos.
Para sufrir una POSESIÓN DEMONÍACA por culpa de uno mismo, tan sólo hace falta, por ejemplo, BLASFEMAR públicamente.
Y no lo digo, precisamente, yo. Lo decía el que era el MEJOR SACERDOTE EXORCISTA, hasta que falleció, es decir, el famoso Padre italiano Gabriele Amorth.
Por cierto, sus libros, son excelentes.
Yo, me he leído CUATRO. Éstos:
– Habla un exorcista.
– Más fuertes que el mal.
– Memorias de un exorcista.
– Narraciones de un exorcista.
Satanás juega con todas las cartas y a todo:
Le interesa que no se hable o se escriba de él: sino existe el Mal tampoco existe el Bien.
Le interesa que se conozca el mal por eso tiene y desea adoradores con sus logias y lugares de culto.
Le interesa todo lo relacionado con la creatura de Dios para apartarla de su Creador y Padre.
Le interesa que se sepa y que no se sepa que Haití está consagrado por un Pacto a él, consagración y Pacto que se repite cada 200 años. Y que consistió en que Satanás concedía el Poder -por unos pocos años- a los dirigentes de esa Nación a cambio de mucha sangre, mucha muerte y muchas desgracias naturales: pregunten al español que mejor conoce todo eso por haber vivido e investigado allí muchos años, Juan Blázquez Miguel.
Se ha aparecido como «ángel de luz», como «el Señor en la Cruz» a una monja cuando entró en la iglesia a rezar y la extendió su mano y la habló con dulce voz.
LA ÚNICA FORMA DE DEFENDERSE Y DESTRUIR AL ENEMIGO ES CONOCERLE. Y QUIEN MEJOR LE CONOCE ES SU CREADOR PORQUE SATANÁS ES SU creatura.
A esa monja que se la apareció como el Crucificado, fue porque la sor lanzó al viento que con ella no podía el Mal, y Dios la quiso dar una lección que aprendió perfectamente después de casi 5 años.
1ª. ARMA contra el Mal: «SIN MI NO PODÉIS HACER NADA», dijo nuestro Dios y no hay que olvidarlo jamás y en todo momento.
2ª. ARMA contra el Mal: DIOS TRIUNITARIO, PADRE HIJO Y ESPÍRITU SANTO.
Y 3ª. ARMA contra el Mal: MARÍA LA LLENA DE GRACIA ELEGIDA POR EL PADRE ENTRE TODAS LAS MUJERES DESDE EL PRINCIPIO AL FIN DEL MUNDO, ESPOSA DEL ESPÍRITU SANTO Y MADRE DEL HIJO AL QUE DIO SU CARNE Y SU SANGRE: MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA: y esto último tenerlo presente cada segundo de nuestra vida y en todo momento y no olvidarlo jamás, jamás.