Sánchez y el Estado Fallido: la prensa internacional denuncia la situación de España
Ya el pasado mes de Septiembre, el prestigioso Financial Times señaló a España como el enfermo de Europa. No solo porque fuera el segundo país del mundo con más contagios por cien mil habitantes sino porque era también el país del mundo donde peor se había gestionado la pandemia. La culpa, decía el FT, radica en el modelo de gobernanza de Pedro Sánchez, que básicamente, en ese momento, se reducía al ausencia total del Estado en la gestión de la crisis sanitaria del siglo.
La gestión del gobierno es en este punto espástica. Hemos pasado, según reza el viejo refrán castellano, de la “arrancada de caballo a la parada de burro”. Primero se decretó el estado de alarma más largo en el tiempo y más restrictivo en derechos de todo el mundo. Después, el gobierno levantó las manos, se fue de vacaciones y abandonó la gestión del problema en las Comunidades Autónomas. Ahora, Sánchez ha vuelto a la “arrancada de caballo” declarando un nuevo estado de alarma, escasamente justificado, sobre la Comunidad insignia de la derecha española: Madrid.
Esta misma semana, dos periódicos europeos de máxima relevancia vuelven a señalar a España como el enfermo de la Unión Europea, y los corrillos de Bruselas miran con preocupación la incapacidad del gobierno para gestionar con un mínimo de rigor la situación. Angela Merkel y Emmanuel Macron temen los riesgos de un default político, institucional y económico de España, que podría arrastrar al conjunto de la Unión Europea en su caída. Los acontecimientos, siempre negativos, que se suceden semana a semana en la política española, han calado en las cancillerías europeas: nuestro país corre el riesgo de convertirse en un Estado Fallido.
Así lo afirmaba este mismo viernes el periódico de mayor relevancia de Suiza, centro financiero internacional y sede de Naciones Unidas y de multitud de organismos internacionales como la OMS. Un lugar desde donde se irradian al mundo financiero, a los mercados y a los escenarios políticos de occidente no pocos criterios y percepciones.
En un artículo publicado en la Neue Zürcher Zeitung, titulado ¿Es España un Estado Fallido?, el prestigioso profesor Friedrich Leopold Sell, catedrático de economía en la Universidad de Bundeswehr de Munich, Presidente del Consejo Científico del Instituto de Investigación Económica de Halle y Vicepresidente de Estudios de la Academia de Negocios y Administración de Munich, hace un demoledor análisis de nuestro país.
El profesor Sell destaca a página completa las cuatro grandes crisis que están en este momento poniendo en riesgo la continuidad del Estado: la crisis constitucional, la crisis del gobierno y de la coalición que lo sostiene, la crisis de partidos y la crisis de la Justicia. Deja, pues, el analista, al margen la propia crisis sanitaria, que sobrevuela sin embargo sobre las demás.
La crisis constitucional viene dada, como sostiene el autor, tanto por los ataques del propio gobierno de coalición (a través de Iglesias y los suyos, con la connivencia de los demás) a La Corona y a la Monarquía Parlamentaria como forma de estado y las aspiraciones republicanas de parte importante de la mayoría que sostiene al gobierno, como por el cuestionamiento de todas las instituciones del estado realizadas por los separatistas catalanes, y la atonía del gobierno en defender al propio estado de dichos ataques. En definitiva, crisis de la Jefatura del Estado y crisis territorial.
La crisis de gobierno radica en la extrema debilidad parlamentaria del presidente Sánchez. La escasa y frágil mayoría que le sustenta en poder (en la que el articulista cita atónito a Bildu, “hasta hace poco el brazo político de la banda terrorista ETA”, y a ERC, que pretende la disolución del estado) ha impedido hasta la fecha que el gobierno tenga sus propios presupuestos generales del estado y deba arrastrar los de Mariano Rajoy de 2018. Cita como elemento de la extrema debilidad del gobierno el papel de Unidas Podemos -a la que liga al movimiento okupa y culpa de la ofensiva contra el rey- y la escasa incidencia de los 10 diputados de C’s en el concierto político. Por si fuera poco, el autor se refiere también la especial incidencia de la pandemia en España, segundo peor país del mundo en su control, con más de 10.000 infecciones diarias, y sus demoledoras consecuencias en la economía española, en especial en el importante sector de la hostelería.
La crisis de los partidos de la oposición es la tercera de las crisis que están haciendo de nuestro país un estado fallido: el desplome de C’s, la caja B y la operación Kitchen del PP dejan la oposición muy debilitada (el autor omite la crisis de unidas Podemos provocada por los casos de financiación irregular, corrupción y procesos judiciales contra su cúpula).
Por último, el autor cita la crisis de la Justicia, con el bloqueo de los nombramientos para renovar a los vocales del CGPJ y los magistrados del Tribunal Constitucional y el veto del gobierno al rey para poder asistir a la entrega de despachos de los nuevos jueves en Barcelona.
¿Que debe hacer la Unión Europea con España en esa situación? Para el autor del artículo, una rápida y masiva ayuda financiera de la U.E. para esta España plagada de Covid19 y aquejada de esa crisis múltiple, no tiene justificación. La situación, señala, es políticamente demasiado inestable. Más bien, dice, pudiera ser precisa la intervención del Banco Mundial o del Fondo Monetario internacional para identificar proyectos significativos que seas susceptibles de merecer el apoyo financiero. Desconfianza, pues, de las instituciones financieras y comunitarias hacia la oportunidad de los proyectos que esté preparando un país en la situación de España.
Junto a este varapalo del periódico más influyente de Suiza y del mundo financiero con sede en ese país, desde la prensa francesa también se cuestiona la viabilidad de España bajo este gobierno.
Benoit Pellistrandi, reputado historiador e hispanista francés, firma el mismo día 9 de octubre una tribuna titulada “¿España fracasada? en el periódico Telos. El autor afirma que España se enfrenta a una crisis sistémica sin precedentes. “Más grave aún ha sido la demostración de la incapacidad del sistema para organizar una solidaridad de carácter inter territorial. Sólo dos enfermos han sido trasladados del hospital de una Comunidad Autónoma a otra”. Y añade: “Es catastrófica la extrema tensión entre el Gobierno Central y la Comunidad de Madrid”. El conflicto, dice, “está adquiriendo proporciones preocupantes ya que revela que el Estado Central dispone de pocas palancas de acción sobre las Comunidades Autónomas y se crea una competencia entre poderes basada únicamente en la lucha partidista”. “Esta surgiendo un debate político entre monarquía y república, aunque esa disyuntiva no constituye ninguna prioridad para los españoles, más preocupados por las consecuencias económicas y sociales”, mientras la clase política se entrega a debates estrictamente doctrinarios y partidistas.
En definitiva, los medios internacionales siguen de cerca esta España fallida y desconfían de la capacidad de sus dirigentes actuales para llevar a cabo las reformas y proyectos que realmente necesitan los españoles para superar la tormenta perfecta que está a punto de producirse sobre nuestras cabezas.

Y el «Gobierno de España» pensando qué hacer con El Valle de los Caídos…
El rey Felón, Fernando VII, murió en su cama. Es conveniente recordarlo. En España, la culpa de todo lo malo que sucede siempre la tiene el de enfrente (o Franco, actualmente). Somos así, «buena» gente.