Satán veranea en Dover

Sobre la hierba de Albión,

Pérfida, triste y brumosa,

Hubo una inauguración,

De ejecución más bien sosa.

 

Era en homenaje a mí,

Pero en teoría el motivo,

Eran los «comangüel gains»:

Un certamen deportivo.

 

Me representaba un toro,

Del tamaño de un castillo,

Al que los siervos de Soros,

Estridulaban cual grillos.

 

Yo al verlo pensé en Baal,

Mi eficaz lugarteniente,

Al que el libre capital,

Rinde cuentas diariamente.

 

Fíjense en esto, rebaño:

En Creta hubo un minotauro,

Que engullía cada año,

Catorce jóvenes puros.

 

Eran de Atenas, los críos,

Tributo a Minos, padrastro,

De ese toro que es un dios,

Para almas de alabastro.

 

Pasados cinco milenios,

Cójanse un día cualquiera:

La cifra de asesinados,

Es diez mil por la que era…

 

Ese veintiocho de julio,

Fíjense bien en el día

En Birmingham, el falso dios,

Fue honrado mientras mugía…

 

(Catorce por dos fue el día…

Y el mes, catorce entre dos:

Sabrán que yo soy el guía,

De la cábala y la OMS).

 

Mugía en campos malditos,

Donde yo veraneaba.

Presidía el acto Carlitos,

Y su ama destartalada.

 

La emperatriz, vieja arpía,

Cuya iglesia me ama tanto,

-Y al que el Sexto ha pleitesía-,

Se tomaba el té entretanto.

 

Alrededor del estadio,

Medio islam se arrodillaba:

Birmingham y su extrarradio,

Es Black Sabbath y chilabas.

 

Les desprecio, no lo oculto,

Aunque me honre tal canalla.

No me explico que esos brutos,

Piensen ganar la batalla.

 

Porque no ganarán nada:

Sus almas hechas jirones,

Yo me las llevo a patadas;

Yo las pervierto a millones;

 

Con cada bacanal que avalan.

Con cada norma que imponen.

Con las tristes bufonadas,

De sus fúnebres hampones.

 

Con cada secular dogma,

Que el Vaticano tritura.

Con cada pluma que asoma,

Para trocarla en figura.

 

Con cada ego que elevan.

Con cada guerra que inventan.

Con cada pincho que aprueban.

Con cada rumor que alientan.

 

Con cada luz que les ciega,

Con las que a las diez apagan.

Con cada virus de pega,

Y con cada «leidy gaga».

 

Con cada alerta del clima,

Con cada nueva tendencia,

Que elevan rauda a la cima,

Siendo asquerosa indecencia.

 

Con cada niño que matan,

Con cada sueldo que niegan,

Con el ser a cuatro patas,

Que convierten en bandera.

 

Con cada imagen grotesca,

Con cada pose grosera,

Con cada mentira a cuestas,

Que añaden a su pechera.

 

Nunca obtuve mas victorias,

Que en esta moderna era.

Y nunca antes en la historia,

Tuve que usar menos fuerza.

 


2 respuestas a «Satán veranea en Dover»

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