Satanás para niños
Hace algunos días pude ver, a través de una red social, algo que me sorprendió y me produjo preocupación, la divulgación y venta a través de Amazon y Walmart, entre otros medios, de un nuevo libro satánico para niños.
En dicho libro se enseña a los más pequeños y frágiles a invocar demonios y entidades oscuras disfrazándolo de juego inofensivo y creativo, pero con un fin maquiavélico oculto de gran peligro para los niños. Por una parte, en el plano material o terrenal, el niño toma la idea de que no hace falta esfuerzo para conseguir logros o enfrentar problemas y adversidades puesto que con un sencillo llamamiento a esos demonios, éstos le concederán deseos…. nada más lejos de la realidad, lo que realmente harán será poner diques a su desarrollo humano, mermando su capacidad intelectual e inhabilitándolos para descubrir su verdadera fortaleza mental.
En el plano esotérico es aún más peligroso y dañino, puesto que abre puertas que facilitan la parasitación y posesión por parte de entidades negativas. Estos libros se presentan como algo lúdico, pero debemos ver más allá y darnos cuenta de que el hecho de que estos libros sean publicados nos demuestra que el satanismo existe, que no es ficticio y que la intención que se persigue es normalizarlo y extenderlo para así crear personas cada vez menos humanas, menos empáticas, tristes, solitarias, sin apego a la vida y de esta manera estas entidades se nutren de la fuerza de nuestras almas.
La mejor protección para nuestros niños, para nosotros, es tomar conciencia de la realidad de ese lado oscuro y que lo podemos combatir con amor, paz, felicidad, templanza, respeto por la naturaleza, poniendo toda nuestra energía en lo positivo.
Alguien dijo alguna vez: No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.
Los siguientes vídeos denuncian esta aberración de la que debemos proteger a nuestros pequeños.
NOTA: este artículo también ha sido censurado en Facebook, no se puede compartir en esta red de censura descarada.
Para despertares.org

Ya han conseguido integrar a los piratas «anglocas» en el mundo infantil, gracias a las películas que los presentan como gente interesante; un poco «traviesos» (como los niños), quizá, pero de buen corazón. Visión que no tiene punto de contacto alguno con la realidad histórica de esa gentuza de la peor especie.
Pues ahora le toca el turno a los demonios, ¿cómo no?. Si los católicos hablan mal de ellos, seguro que tienen su lado bueno (pensarán los protestantes). Una locura, sin duda, cargada de peligros para toda la sociedad.