¡Sí al celibato sacerdotal y por siempre!

Cuando el río suena es que agua lleva, y el río de suprimir el celibato sacerdotal no es que suene, sino que va está más que revuelto. Pues bien, a favor de ese maravilloso don y gracia que s el celibato sacerdotal, y en contra de quienes desde multitud de lugares de toda clase y condición lo quieren suprimir, nada mejor que este magnífico y valiente testimonio.


Deja una respuesta

Su dirección de correo nunca será publicada. Si la indica, podremos contestarle en privado en caso de considerarlo oportuno.*

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad