Sigan la pista del dinero… también en las FFAA

Por B. Díaz del Castillo

8/05/2023 Defensa

Venimos denunciando desde hace tiempo lo mal, pero que muy mal que están nuestra FFAA, por mor de lo mal, pero que muy mal que están nuestros militares, especialmente los mandos superiores y los que todavía no lo son pero ya medran para llegar a serlo. Hemos denunciado las puertas giratorias, la desidia, dejadez, falta de patriotismo y espíritu militar. Hemos denunciado también el hecho de confundir disciplina y obediencia con sumisión, y neutralidad con inhibición y pasividad. Hemos denunciado asimismo la plaga de elementos antipatrióticos que las infectan, así como la politización sectaria marxista-leninista, claro, que sufren. Pues bien, como colofón, sólo quedaba denunciar la corrupción dineraria contante y sonante que, como no podía ser de otra forma, porque todo lo dicho lleva y/o procede de ésta, también carcome, y más de lo que algunos se creen, a nuestras FFAA.

Les ofrecemos AQUÍ el enlace a un artículo publicado por la web The Objective.

Las conclusiones pueden ser muchas y variadas, pongan ustedes las que gusten, nosotros ponemos las siguientes:

• Tan corrupto es el que da, el corrupto/corruptor, como el que acepta lo que le dan, el corrupto/corrompido. Esa es la esencia de la corrupción. Porque si al que se le da se niega a recibirlo y además lo denuncia, la corrupción no sólo no prospera, sino que se detiene y el corruptor coge miedo y puede que renuncie a seguir corrompiendo.
• Los incentivos monetarios de cualquier clase, públicos o bajo mano, legales y para qué decir de los ilegales, corrompen.
• Su reparto a discreción, es decir, a dedo, según el capricho, más todavía.
• Son la forma de comprar voluntades, bocas cerradas y connivencias.
• Suponen discriminación y agravios comparativos.
• Crean desunión, envidias, destruyen el compañerismo y la camaradería, atentan contra la verdadera disciplina.
• Fomentan la desilusión, el cinismo y la hipocresía, crean banderías y mafias.
• Destruyen la esencia más sagrada del soldado, del militar, de las FFAA.
• Dividen y debilitan.
• Hacen de los ejércitos instituciones donde se espera del favor y se teme de la arbitrariedad.
• Dinamitan la autoridad.

Pero, claro, todo eso y mucho peor es lo que los enemigos internos, pero también externos, de las FFAA y de la Patria quieren. Por ello, no sólo el corruptor, sino incluso más el que se deja corromper cometen traición y pasan a engrosar el bando de los traidores que, por desgracia, va a terminar petando de tantos como lo componen.