Terrorismo comunista durante los años 40 y 50 (IV)

Sin despreciar lo que ocurría en otras regiones de España, puede afirmarse que el fenómeno terrorista comunista en Levante fue uno de los más activos…

En el Levante.-

Sin despreciar lo que ocurría en otras regiones de España, puede afirmarse que el fenómeno terrorista comunista en Levante fue uno de los más activos debido a que dicha región estuvo bajo dominio rojo durante toda la guerra por lo que en ella quedaron muchos emboscados una vez terminó la misma, habiendo en tal zona cierto poso capaz de producir efectos rápidos e intensos. Asimismo, fue posiblemente el terrorismo que más se alimentó de infiltrados desde Francia, ya que la proximidad y continuidad geográfica lo permitía y facilitaba.

Diverso armamento intervenido a terroristas comunistas, entre él materials para fabricar artefactos explosivos.

En el marco de la primera fase, entre 1939 y 1942, eran desmanteladas pequeñas redes comunistas dedicadas a la propaganda y el proselitismo cuya labor no llegó a cuajar por la rápida intervención de las fuerzas del orden; interesante es reseñar que entre los comunistas que las formaban surgieron enseguida serias discrepancias incluso en el liderazgo, así como más de una rebeldía contra los jefes que se les querían imponer desde la dirección del partido en Francia –la cual absorbida por la guerra mundial poco en realidad podía hacer al respecto–, lo que generó numerosos problemas. Algunas de dichas redes fueron la de «Los Galileos», que operó en 1940 en Valencia, cuya principal acción fue sostener un enfrentamiento armado con la Guardia Civil en Noviembre en Simat de Valldigna, resultando un terrorista muerto y dos detenidos; y la de «La Gabardina» que actuó en 1942 cuyos componentes se dedicaron sobre todo a intentar formar un verdadero grupo terrorista contactando con un grupo denominado «Gandía» formado por siete terrorista que actuaba en la región, lo que no consiguieron pues fueron rápidamente desmantelados por la Guardia Civil.

En 1944 la Policía detuvo al Comité Local de Valencia del PCE y a otros comités similares formados por activistas comunistas dedicados a la propaganda y el proselitismo. De la redada escapó Demetrio Rodríguez (a) «Centenera» que se autodenominaba secretario general del Comité Regional. Por la forma en que había conseguido escapar, la dirección del partido sospechó en un principio que podía haberse debido a que colaboraba con la Policía, lo que no era verdad, pues todo había sido una mezcla de suerte y habilidad. «Centenera», consciente de dichas sospechas, así como de que las mismas podían suponer su sentencia a muerte, optó por retomar el contacto y las actividades para hacerse de nuevo valer ante los dirigentes del PCE en Francia, logrando formar una partida terrorista con una decena de conocidos dedicándose a cometer atracos tras los cuales, y una vez repartido el botín, se dispersaban.

A pesar de sus esfuerzos, y debido sobre todo a que actuaba por su cuenta, lo que en la férrea disciplina interna del partido era inconcebible, se mandó desde Madrid a un sustituto de nombre Ambrosio Gómez (a) «Pedro», surgiendo entre él y «Centenera»  una dura rivalidad, llegando éste a amenazar de muerte a aquél. Tras varios tiras y aflojas, finalmente en Noviembre de 1944 se conseguía meter en cintura a «Centenera», quien a cambio de acatar la jefatura política de «Pedro» conseguía que se le permitiera organizar y dirigir el que se denominó «Grupo Guerrillero» de Valencia. Puesto manos a la obra, «Centenera» consigue crear dicho grupo sobre la base de activistas de su entera confianza, así como también de algún que otro pistolero a sueldo de los bajos fondos valencianos, reuniendo un total de nueve hombres de probada fidelidad y capacidad renombrando al grupo como «Sección de guerrilleros», para poco después bautizarlo como «Aparato Militar del Partido Comunista» de Valencia. En Diciembre, la partida de «Centenera» atracaba la sucursal del Banco de Vizcaya de la Gran Vía de la capital del Turia haciéndose con un botín de 44.500 pesetas que, en vez de entregar a las arcas del partido, «Centenera» repartió entre sus hombres, bien que él se quedó con la mayor parte.

Surgieron entonces nuevos desencuentros con la dirección del partido la cual, lógicamente, esperaba recibir la totalidad de dichos fondos, consiguiendo «Centenera» de nuevo no sólo echar la culpa de la desaparición de los mismos a los del Comité de Madrid, es decir, a «Pedro», sino que se le autorizara a trasladar su partida a la capital de España donde aseguraba que podía llevar a cabo atracos más sustanciosos cuyo botín prometía enviar sin falta al partido. Pero nada salió como «Centenera» había dicho y, aún peor, la partida tuvo que disolverse ante la presión de la Policía madrileña. Mientras «Centenera» logró huir a Francia, algunos de los suyos regresaron a Valencia sólo para caer abatidos o ser detenidos, Caso sonado fue el del apodado «Mario», fanático comunista que tras matar y herir gravemente a sendos policías durante el atraco que llevó a cabo en solitario a una sucursal del Banco Hispanoamericano en Valencia capital, terminó siendo abatido en su huida por la Guardia Civil.

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Comenzada entonces, a principios de 1945, la segunda fase, sus inicios no pudieron ser más negativos, toda vez que el incidente antes relatado trajo consigo, por las informaciones obtenidas, la desarticulación del aparato burocrático del PCE en Valencia, labor que remataron las fuerzas del orden en Marzo del mismo año al detener a los nuevos integrantes de tal aparato cuando intentaban reconstruirlo; no sin que en tal operación resultara asesinado en Elche un agente de Policía al recibir una ráfaga de subfusil desde el interior de la casa en que se encontraban tres de los activistas, los cuales, aunque de momento lograban huir, caerían abatidos unos días después en las cercanías de Alcoy.

Pero a pesar de dichos descalabros, el PCE envió a Valencia un nuevo delegado que lograba formar una partida a cuyo frente situó a uno apodado «Vargas», afectado por cierta deficiencia mental –motivo por el cual colocaron a su lado a otro apodado «Ghandi»–, cuya primera actuación fue el atraco de la sociedad «Previsores del Porvenir» consiguiendo un botín de 200.000 pesetas que se repartieron entre los autores del hecho, motivo por el cual el partido los declaró oficialmente «…traidores a la causa del pueblo…»; no obstante, al menos «Ghandi» y otro no pudieron disfrutar de lo conseguido porque al poco eran detenidos por la Policía.

Ante tal cúmulo de despropósitos, en el verano de 1945 la dirección del PCE decidió la formación en Valencia de una «Agrupación Guerrillera» similar a las que creaba por esos días en otras regiones, bien que asegurándose de someter primero a la disciplina del partido a sus integrantes a fin de evitar la repetición de casos tan lamentables para ellos como los que hemos relatado.

Ángel Fuertes Vidosa (a) «Antonio»
Francisco Corredor Serrano (a) «Pepito el gafas»

Al frente de lo que pasó a denominarse primero «Agrupación de Levante», luego «Agrupación Guerrillera de Levante«, y más tarde «Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón», se colocó en un primer momento a Ángel Fuertes Vidosa (a) «Antonio», «José» o «Agüero» –que había conseguido huir tras la invasión del Valle de Arán, merodeando primero por Teruel y luego por Valencia–, el cual se presentó en la capital del Turia como jefe provisional de la citada agrupación, procediendo a organizar dos partidas de terroristas que denominó «Vanguardia» y «Retaguardia» con la intención de que actuaran en el campo y en la ciudad, respectivamente, colocando al frente de la primera a Francisco Corredor Serrano (a) «Pepito el gafas», experimentado activista comunista que durante la guerra había llegado a Capitán y a jefe del temible Servicio de Información Militar (SIM) en Aranjuez e, incluso, profesor de la Escuela de Espionaje roja de Barcelona, quien a pesar de tales antecedentes y de ser capturado al final de la guerra, la hoy tan pretendida «terrible represión franquista» había indultado en 1941, quedando libre, beneficio que aprovechó para implicarse enseguida en actividades clandestinas, progresando en ellas de forma que, como hemos dicho, en 1945 se le concedía la jefatura de la «Vanguardia» valenciana.

Tras varios atracos, incluida la «toma» de la localidad de Lorcha a finales de 1945, durante la cual desvalijaron a la práctica totalidad del pueblo, en Febrero de 1946 «Pepito» asesinaba en la calle Calvo Sotelo de Valencia a un guardia civil cuando éste procedía a su identificación, resultando herido en el enfrentamiento con el otro guardia el acompañante de «Pepito»; bien que ambos lograron huir. Puesta tras la pista la Guardia Civil, se conseguía en Marzo acosar a la partida dando muerte a dos de sus integrantes; lo que no impidió que los demás realizaran algunos atracos más.

El poco éxito de «Vanguardia» y el aún menor de «Retaguardia» –cuyas actividades no pasaron de algunos robos–, así como también de otra partida que actuaba por libre dirigida por el peluquero de señoras, Fernando Escribá (a) «Bernat»  –conocido sodomita de la localidad de Benetúser–, fue la prueba para la dirección del PCE de que la creación de la «Agrupación de Valencia»  había vuelto a fracasar.

Juan Ramón Delicado González (a) «Delicado»

Comienza entonces a cobrar protagonismo en tierras levantinas Juan Ramón Delicado González (a) «Delicado». Fanático comunista instruido por el partido en Francia, había participado en la invasión del Valle de Arán el año anterior, siendo uno de los varios que, tras su fracaso, decidió internarse en la Península al frente de una partida integrada por otros huidos como él, merodeando durante algún tiempo por la provincia de Zaragoza, para luego pasar a la de Teruel para terminar en estos momentos asentándose en la sierra turolense de Javalambre; en su haber tenía el asesinato a finales de 1944 del teniente de alcalde de la localidad de Dos Torres de Mercader y en Enero de 1945 de un peón caminero en la carretera de Alcañiz a Morella.

Comoquiera que en dicha sierra venía actuando una pequeña partida terrorista dirigida por el anarquista José Ramia Ciprés (a) «Petrol», y según la forma de pensar comunista todo debía quedar bajo el control del partido, «Delicado» procedió a entrevistarse con él para intentar atraerle al comunismo, lo que no logró, consiguiendo, no obstante, que varios de los de «Petrol» se le unieran. Como buen comunista, «Delicado» no se resignó a que en su nueva zona de actuación hubiera nadie que se escapara a su control, por lo que a los pocos días volvió a entrevistarse con «Petrol», quien cometió el error de acudir a la cita solo, circunstancia que aprovechó «Delicado» para asesinarlo sin contemplaciones de varios disparos por la espalda. A partir de ese instante «Delicado» y los suyos, dueños de la sierra, intensificaron los atracos, al tiempo que incrementaban el número de componentes de la partida con nuevos terroristas reclutados en la zona, así como agrupando a otros de los huidos de cuando la invasión del Valle de Arán que pululaban desperdigados escondiéndose de las fuerzas del orden; también enrolando a algún que otro delincuente común en fuga. A finales de 1945 la partida de «Delicado» llegaba al medio centenar de miembros, habiendo absorbido también a varios de otras partidas menores que actuaban entre Castellón y Teruel como eran la de José Llinares Beltrán (a) «Valencia» y José Borrás (a) «Cintorra»; este último había asesinado en Agosto al alcalde pedáneo de Llacova (Castellón) y en Noviembre a un concejal de Chiva (Valencia).

En Marzo de 1946 «Delicado» se entrevista en Valencia con el ya citado Ángel Fuertes Vidosa (a) «Antonio», que como hemos dicho ejercía de jefe del terrorismo en Levante, y en Abril ambos lo hacían con Valentín Galarza (a) «Andrés», llegado desde Madrid en donde se dedicaba a organizar la denominada «Federación de Agrupaciones Guerrilleras de la Zona Centro», acordando celebrar dos importantes reuniones, una en Valencia y otra en la Sierra de Javalambre, con los terroristas por entonces activos en aquella zona. De dichas reuniones salió la creación de la «Agrupación Guerrillera de Levante» (AGL) que, bajo mando de «Andrés», dotada de su correspondiente «estado mayor» y «escuela», estructuraron en un primer momento en tres sectores, que en 1947 pasarían a ser cuatro:

Grupo de terroristas de la «Agrupación de Levante».

* El 5º Sector, que cubría Cuenca y parte de Teruel y Guadalajara.

* El 11º Sector, que  actuaba en Cuenca, Valencia, Teruel y Castellón.

* El 17º Sector, que comprendía la mayor parte de la provincia de Teruel, y Castellón.

* El 23º Sector, que actuaba en parte de Zaragoza, Tarragona, Castellón y Teruel.

A recién creada AGL se la dotó de unos estatutos que incluían un «código penal» que castigaba con la muerte a los desertores y traidores, organizándose cada sector en «batallones», «compañías» y «secciones»; estructura que de todas formas siempre estuvo sujeta a múltiples variaciones. En sus mejores momentos la AGL llegaría a contar con cerca de 400 terroristas. Una de sus primeras actividades sería la edición, con cierta profusión, del pasquín «El Guerrillero» en alguno de cuyos primeros números podía leerse «…Todo guardia civil que se destaque en la lucha antiguerrillera será ajusticiado en la primera ocasión… La AGL saldará cuentas con la Guardia Civil de Mora de Rubielos y de Cuenca…». En cuanto «Andrés» consideró que la estructura estaba lista, giró una ronda de visitas a los distintos sectores para comprobar in situ lo realizado, así como para recoger los resultados de los atracos que se habían realizado últimamente.

Diverso material intervenido a terroristas: explosivo plástico, mechas, nitroglicerina e, incluso, cinco «lapiceros explosivo» (en el centro de la mesa)

Tanto la reorganización, como la visita citada, dieron a la AGL nueva vida, lo que trajo consigo un incremento verdaderamente importante de sus actividades terroristas, aumentando también en crueldad, justificando los habituales atracos, secuestros, asesinatos, robos, saqueos, sabotajes y pillajes como actos necesarios para «…defender al pueblo… de la tiranía franquista…». La consecuencia fue el correspondiente incremento de la pugna entre los terroristas y las fuerzas del orden que resumimos por sectores a continuación:

En el 5ª Sector:

* 1946.-

— En Junio, los miembros de una partida que huían de la Guardia Civil, con la que acababan de sostener un duro enfrentamiento armado en el que habían perdido a uno de los suyos, asesinan como represalia a un guarda en Henarejos (Cuenca).

— En Septiembre, doce terroristas «toman» la localidad de San Martín de Boniches (Cuenca) durante dos horas robando a los aldeanos cuanto de valor tenían, además de hacerse con abundantes víveres; en el Ayuntamiento sustraen los sellos oficiales y rompen los retratos de Franco y José Antonio.

— En Octubre hacen lo mismo en Las Monjas (Cuenca), donde además asesinan a un vecino que se negó a  entregar el dinero que poseía.

— En Diciembre atracan al recaudador de contribuciones de Requena (Valencia).

* 1947.-

Terroristas en un campamento en Aguaviva (Teruel) en 1947.

— En Febrero, seis terroristas asesinan a un guarda en Mira (Cuenca) y cinco días después los mismos secuestran a los dos hijos del guarda de Henarejos que habían asesinado en Junio, los llevan a un lugar apartado, los atan a un árbol y los torturan disparando sobre ellos a discreción hasta rematarles con sendos tiros en la cabeza.

— En Marzo «toman» la localidad de El Cubillo (Albacete), obligan al alcalde a que denuncie a los vecinos miembros del Somaten a los cuales roban sus armas; también todo lo que tuviera de valor los aldeanos, así como del Ayuntamiento.

— El 4 de Julio, como represalia, asesinan a un agricultor en Salvacañete (Cuenca); el día 15 en La Hoya del Peral (Cuenca), con gran ensañamiento, a otros dos; el día 28 ahorcan a dos más –uno lograría sobrevivir haciéndose el muerto– y, por último, la misma partida asesinaba a un guarda al día siguiente.

— En Agosto, treinta terrorista «toman» la localidad de Pajaroncillo (Cuenca) que saquean completamente.

Las actuaciones más destacadas de la Guardia Civil en este sector fueron:

*1946.-

— En Abril se abatía a un terrorista que se ocultaba en Minglanilla (Cuenca).

— En Junio, en un duro enfrentamiento, era abatido un terrorista entre Boniches y Henarejos, ambos de Cuenca.

— En Septiembre el enfrentamiento era en la Cojera de Rojo, donde caían abatidos dos terroristas, y en Cortes de Pallás otro, ambos en Valencia.

* 1947.-

Grupo de guardias civiles dedicados a la persecución de terroristas.

— El 19 de Enero la Guardia Civil, que hacía tiempo que había localizado y vigilaba convenientemente el campamento principal de este sector, ubicado en Fuente Olmedilla (Cuenca), lo asalta una vez comprobado que en él se hallaban concentrados varios terroristas. El resultado del enfrentamiento fue de nueve terroristas muertos, teniendo la Benemérita sólo algunos heridos. De la documentación encontrada se siguió la detención de numerosos enlaces, así como la detección de otros terroristas de los cuales a los pocos días se abatía a tres en La Fonseca; asimismo, se comprobó que quien facilitaba salvoconductos y otra documentación oficial a los terroristas era el administrador local de La Pesquera (Cuenca) que fue detenido.

— En Marzo la Policía detiene en Valencia a catorce miembros de una red de apoyo.

— En Abril una «contrapartida» de la Guardia Civil lograba la información necesaria para desmantelar varias redes de apoyo, lográndose detener a cuarenta enlaces y colaboradores.

En el 11º Sector:

* 1946.-

— Entre Enero y Marzo son varios los atracos que se comenten.

— En Marzo asesinan al alcalde de La Cuevarruz (Valencia).

— En Abril se registra un secuestro.

— En Mayo se intensifican los atracos, secuestros y se vuela un alternador de una central eléctrica que abastecía a Valencia.

— Entre Octubre y Noviembre arrecian los atracos y secuestros, entre estos últimos el de dos mujeres.

* 1947.-

Grupo de terroristas de la «Agrupación de Levante».

— Al anochecer del 20 de Enero, con la complicidad de dos vecinos que luego se fueron con los  terroristas, treinta terroristas «toman» la localidad de Losa del Obispo (Valencia) en la que además de asesinar a seis lugareños, intentan el asalto de la casa-cuartel de la Guardia Civil donde se defienden los dos guardias que habitaban en ella, resultando uno de ellos muerto, así como la esposa y el hijo de corta de edad del otro, el cual, junto con el otro hijos quedaron malheridos. Tras cuatro horas de expolio y tropelías de toda clase los terroristas se retiraron al monte.

— El 18 de Febrero asesinan a un guardia civil y hieren a otro en la carretera Valencia-Madrid.

— El 20 de Febrero «toman» la localidad de Loriguilla (Valencia), limitándose esta vez al robo de valores y de escopetas.

— El 5 de Junio veinte terroristas «toman» la localidad de Monterde, entre Zaragoza y Teruel, dedicándose durante tres horas al expolio y los destrozos; el día 14 eran asesinados tres vecinos de Villar del Cobo (Teruel).

— En Julio hacen lo mismo en Albentosa (Teruel), bien que en esta ocasión asesinan en la plaza del pueblo al médico y al secretario del Ayuntamiento; días después asesinan a un guardia civil; asimismo, en este mes asesinaban a un vecino de Tramacastiel (Teruel) y secuestraban a otro del barrio turolense de San Blas.

— En Septiembre veinte terroristas montan una emboscada en la carretera de acceso a la localidad de Broncheles (Teruel) deteniendo a los vehículos y autobuses de línea que pasaban. Además de desvalijar a los ocupantes, tiran los vehículos interceptados por un barranco, les prenden fuego y asesinan al propietario de uno de los autobuses.

Las actuaciones más destacadas de la Guardia Civil en este sector fueron:

* 1947.-

Guardia civil a la espera en la sierra.

— En Febrero, después de abatir a dos terroristas, la Guardia Civil localiza uno de sus campamentos en Benagéber (Valencia), el cual asalta abatiendo a seis terroristas.

— En Agosto, la Guardia Civil da muerte a dos terroristas más.

— En Septiembre, de nuevo la Guardia Civil localiza otro campamento que asalta, bien que en él sólo había uno terrorista que fue abatido al intentar huir.

— Entre Noviembre y Diciembre se abate a cuatro terroristas.

En el 17º Sector:

* 1946.-

— En Junio asesinan al propietario de una masía en Mora de Rubielos (Teruel), asaltan otra y sabotean una central eléctrica.

Francisco Corredor Serrano (a) «Pepito el gafas»

— El 7 de Julio, la partida de Francisco Corredor (a) «Pepito el gafas», compuesta por no menos de una treintena de terroristas, asalta en el apeadero de Caudé (Teruel) el tren pagador de Aragón que estaba custodiado por una sola pareja de la Guardia Civil, que fueron sorprendidos y desarmados, logrando un botín de 750.000 pesetas; el día 18 asaltan un tren de mercancías en la estación de Bejis-Torás (Castellón) en cuyos primeros cuatro vagones encierran a los empleados, después les prenden fuego, quitan los frenos y hacen deslizar por una pendiente, terminando el tren descarrilando quedado convertido en un amasijo de hierros retorcidos; de forma increíble no hubo que lamentar víctimas humanas.

— En Julio es asesinado como represalia el morador de una masía en Aguaviva (Teruel).

— En Agosto una veintena de terroristas detiene en la carretera de Vinaroz varios vehículos a cuyos ocupantes desvalijan.

— En Octubre son atracados varios vecinos que regresaban de la fiestas de Mora de Rubielos.

— En Noviembre se llevan a cabo varios atracos, sabotajes en la línea férrea y otras instalaciones próximas a Teruel.

* 1947.-

— En Enero es asesinado el propietario de una masía en Allepuz (Teruel) y una partida de quince terroristas ataca en la noche del día 11 el destacamento de la Guardia Civil del Puerto de Escandón (Teruel), integrado por cuatro guardias, a resultas de lo cual moriría de sus heridas uno de ellos días después, mientras que a otros dos hubo que amputarles sendos pies, quedando sólo uno ileso; también son asesinados los moradores de una masía en Gúdar (Teruel) que luego incendian.

— En Febrero unos quince terroristas desvalijan varios vehículos en la carretera a Sagunto (Valencia).

— En Marzo quince terroristas «toman» la localidad de Las Parras de Castellote (Teruel) y asesinan a un guardia civil que estaba cenando con el párroco del lugar; días después hacen lo mismo con un guarda de Palomar de Arroyo, con otros dos en Cuevas de Almudén y un último en Aliaga, todas ellas localidades de Teruel.

— En Abril son asesinados en Aguaviva un guarda y un guardia municipal y sus esposa; también un guardia civil en Cabra de Mora (Teruel).

— El 30 de Abril una veintena de terroristas «toman» la localidad de Ladruñán (Teruel) donde desvalijan a su vecinos y se llevan hasta seis escopetas de los somatenistas del pueblo.

— En Mayo era asesinado un vecino de Fuentes Calientes (Teruel).

— El 17 de Junio, en la carretera de Castellote a Calanda (Teruel), una partida de terroristas asesina a un agricultor con el único propósito de colocar debajo de su cuerpo un artefacto explosivo, de forma que cuando acudieron al lugar el médico, el juez de paz, el secretario del Ayuntamiento, el alguacil y tres guardia civiles a fin de proceder a los trámites legales oportunos, al remover el cuerpo explosionó el artefacto resultando muertos el médico y el Cabo de la Guardia Civil, y heridos graves todos los demás.

— En Julio doce terroristas asesinan al alcalde de Ortélls (Castellón).

— El 29 de Septiembre, en Gúdar, una partida de quince terroristas atacaba por sorpresa durante la noche la casa-cuartel de la Guardia Civil, consiguiendo con un potentísimo explosivo derribar una de sus paredes sobre los guardias que a esa hora cenaban. A continuación se lanzaron sobre ellos haciendo profuso uso de sus armas. Repelida la agresión, los terroristas iniciaron la retirada no sin llevarse secuestrados a dos matrimonios, tres hijos de ambos –de siete, nueve y doce años– y a una anciana de setenta y cuatro. Como quiera que con tales rehenes su huida se hacía imposible, llegados a las eras del pueblo hicieron un alto sólo para asesinarlos a todos y aún tuvieron tiempo de machacar con gruesas piedras especialmente las cabezas de las mujeres –anciana incluida– y de los niños. Este crimen es uno de los varios que pasaron a los anales por su inusitada crueldad.

— El 6 de Noviembre, el jefe del puesto de la Guardia Civil de La Fresneda, que viajaba con su mujer y su hija de corta edad en un autobús de línea, fue asesinado a sangre fría a la vista de los pasajeros, incluida su familia, cuando el vehículo fue interceptado en las cercanías de Ventas de Valdealgorfa (Teruel) por una partida de terroristas; días después, en Enero de 1948, dos de los autores eran abatidos, pero el resto no sólo conseguía escapar, sino que además «tomaban» la estación de Valdertorno y después de robar a los viajeros de un tren, lo incendiaban y le colocaban un artefacto explosivo que lo dejó inservible.

Las actuaciones más destacadas de la Guardia Civil en este sector fueron:

* 1946.-

Destacamento de la Guardia Civil en batida por la sierra de Javalambre.

— En Mayo se capturan, tras enfrentamiento con una partida en Mora de Rubielos, a tres terroristas heridos; además se abate a otro en La Cerollera (Teruel).

— En Julio se abate a dos terroristas en Aguaviva.

— En Marzo se abate un terrorista cerca del Santuario de Vallivana (Castellón), al que se encuentran ocho kilos de de dinamita cuyo destino era volar un trozo de vía ferroviaria.

— En Mayo un grupo de somatenistas de Armillas (Teruel) sorprende a unos terroristas con los que sostiene un intenso tiroteo logrando abatir a tres, resultando tres de aquellos heridos.

— En Junio se abate en Tronchón (Teruel) a dos terroristas y a otro en Portell de Morella (Castellón), bien que en este caso a costa de dos guardias muertos; al final de este mes, en Adzaneta (Castellón), caen abatidos tres terroristas que portaban, entre otras cosas, siete kilos de dinamita.

Cadáveres de terroristas abatidos por la Guardia Civil.

— En Julio, tras una siembra de propaganda en Nogueruelas (Teruel), se consigue abatir a un terrorista, bien que a costa de la muerte de un guardia. Seguida la partida de cerca, tras intensas pesquisas de una «contrapartida» de la Guardia Civil, se averigua que les servía de enlace y apoyo el Cabo del Somaten de la localidad de Ráfales (Teruel) al que se detiene, desarmándose por precaución a todo el Somatén de dicha localidad, logrando asimismo abatir a dos terroristas e intervenir 500 cartuchos de dinamita.

— En Agosto, en Pou de Pica, se abatía a tres terroristas y a una mujer que les acompañaba que también hizo contra los guardias.

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Uno de los más importantes servicios de las fuerzas del orden contra la AGL se producía en la segunda mitad de Enero de 1947 cuando una pareja de la Guardia Civil, al intentar identificar a los ocupantes de un taxi en Venta Mina, cerca de Buñol (Valencia), era tiroteada por los pasajeros, a resultas de lo cual los guardias, que repelieron la agresión, conseguían abatir a uno, logrando el otro huir. El caso fue que el terrorista muerto portaba importante documentación que llevó a la inmediata detención de la plana mayor de la AGL, incluido su jefe «Andrés», a varios jefes de sector, a numerosos terroristas, sobre todo de los que actuaban en Teruel, así como a intervenir varios pisos francos y abundante armamento, explosivos y material de propaganda.

— En Julio, tras una siembra de propaganda en Nogueruelas (Teruel), se consigue abatir a un terrorista, bien que a costa de la muerte de un guardia. Seguida la partida de cerca, tras intensas pesquisas de una «contrapartida» de la Guardia Civil, se averigua que les servía de enlace y apoyo el Cabo del Somaten de la localidad de Ráfales (Teruel) al que se detiene, desarmándose por precaución a todo el Somatén de dicha localidad, logrando asimismo abatir a dos terroristas e intervenir 500 cartuchos de dinamita.

— En Agosto, en Pou de Pica, se abatía a tres terroristas y a una mujer que les acompañaba que también hizo contra los guardias.

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Destacamento de la Guardia Civil de Levante descansando.

Uno de los más importantes servicios de las fuerzas del orden contra la AGL se producía en la segunda mitad de Enero de 1947 cuando una pareja de la Guardia Civil, al intentar identificar a los ocupantes de un taxi en Venta Mina, cerca de Buñol (Valencia), era tiroteada por los pasajeros, a resultas de lo cual los guardias, que repelieron la agresión, conseguían abatir a uno, logrando el otro huir. El caso fue que el terrorista muerto portaba importante documentación que llevó a la inmediata detención de la plana mayor de la AGL, incluido su jefe «Andrés», a varios jefes de sector, a numerosos terroristas, sobre todo de los que actuaban en Teruel, así como a intervenir varios pisos francos y abundante armamento, explosivos y material de propaganda.

Otro afortunadísimo servicio ocurría a mediados de ese mismo año cuando en un chalet de las afueras de Valencia, y debido a la colaboración ciudadana, se lograba detectar la presencia de tres importantes  terroristas entre los cuales estaba Ambrosio Gómez  (a) «Pedro» al que «Antonio» había encargado la tarea de revitalizar el terrorismo en la capital valenciana. Presentada la Policía en el chalet, los agentes fueron recibidos  a tiros. Tras el correspondiente tiroteo caía abatido uno de los terroristas, otro era tiroteado por la espalda por sus propios compañeros cuando, brazos en alto, salía de la casa para entregarse, y el último, Ambrosio Gómez, se suicidaba al verse acorralado.

Los anteriores servicios tuvieron varias importantes consecuencias. Una fue, como se ha dicho, la desaparición de tan destacados terroristas. Otra fue que, debido a que las actuaciones de la AGL habían provocado una considerable psicosis de terror entre la población rural, aumentando considerablemente el absentismo laboral por temor a ser atracados o secuestrados, las detenciones practicadas supusieron un gran alivio, pero además, debido a que las autoridades se daban cuenta entonces de la verdadera envergadura que dicha organización terrorista había adquirido, se procedió a la creación de una zona especial de la Guardia Civil para Teruel.

Gral. Pizarro Cenjor

La última fue que en Julio de 1947 se ponía al frente de la misma al General de División de la Guardia Civil Manuel Pizarro Cenjor –de 57 años; ingresó en la Academia de Infantería en 1904; en 1910 pasó a la Guardia Civil; en 1918 ascendió a Capitán y fue uno de los enviados, a petición del gobierno de El Salvador, a la nación centroamericana para la reorganización de su Guardia Nacional. Permaneció allí de 1923 a 1926; tras la Cruzada fue nombrado gobernador civil de Granada y Teruel, bien que encargándose fundamentalmente de la lucha contra el terrorismo; a Teruel fue trasladado el en Julio de 1947, como gobernador civil y jefe del Movimiento de esa provincia, siendo también nombrado jefe de la V Región de la Guardia Civil (Aragón); en dichos cargos estuvo hasta su fallecimiento en 1954–, con amplísima experiencia en la lucha contra el terrorismo, habiendo sido artífice máximo de su práctica erradicación en Granada, todo lo cual marcará el comienzo del declive de la agrupación levantina «…Ya son momentos en que el General Pizarro ha iniciado una fuerte contraofensiva, en que abundan las contrapartidas, en que los guerrilleros intentan con algunas acciones detener lo irremediable, en que se inicia la decadencia de la Agrupación…».

El Gral. Pizarro llevará a cabo una profunda reorganización de las fuerzas del orden en la región, al tiempo que concentrará en ella efectivos traídos de fuera, implicando a otras en  la lucha contra el terrorismo. Así, además de la Guardia Civil y Policía, empleará algunos destacamentos de Infantería del Ejército para vigilancia de zonas de paso, a un grupo especial de la Policía compuesto por agentes de Barcelona, Zaragoza y Valencia para labores de información y, en misiones de apoyo, al Somatén regional y a la denominada «Guardia de Franco» de Teruel formada por falangistas; lo anterior le permitiría liberar fuerzas de la Guardia Civil, teniendo así más efectivos de ella para las labores concretas de búsqueda y captura de terroristas.

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Francisco Bas Aguado (a) «Pedro».

En Octubre de 1947, poco después del descalabro sufrido, cruzaba la frontera francesa Francisco Bas Aguado (a) «Pedro» enviado por la dirección del PCE; al que vimos como jefe de la primera región de la agrupación de Monzón en 1944. Bas Aguado, junto con un equipo de terroristas muy capacitados, asistido por los ya conocidos Ángel Fuertes Vidosa (a) «Antonio», jefe del 17º Sector, y Francisco Corredor Serrano (a) «Pepito», jefe de la Escuela terrorista, del 11º Sector y del «servicio de información» de la AGL, procedió a reorganizar la Agrupación nada más llegar a Valencia; es en este instante cuando desgaja del Sector 17 uno nuevo que denominó Sector 23.

Bas Aguado hizo un detenido estudio de la situación de la AGL, tanto en el campo como en la ciudad, dictando una serie de normas con las que intentaría mejorar la malísima propaganda que a estas alturas tenía entre la población civil, así como para ganar tiempo de cara a la Primavera de 1948, estación en la que cifraba sus máximas esperanzas de poder llevar a cabo una amplia y eficaz ofensiva terrorista.

Algunas de sus directrices de Otoño de 1947 fueron la suspensión de las acciones terroristas que pudieran perjudicar especialmente a la población –excepción hecha del asesinato de «colaboradores» de las fuerzas del orden–; devolución a sus propietarios de parte de lo que en su momento se les había robado; infiltración en organismos oficiales e incluso en las fuerzas del orden; no reclutar nuevos terroristas, sino cubrir las posibles bajas trayéndolos de Francia para así poder estar seguros de su lealtad y formación.

Algunos de los tipos de granadas de mano utilizadas por los terroristas comunistas.

Pero en realidad, al margen de las anteriores directrices, engañosas en su pretendida bondad pues eran producto sólo de la necesidad, Bas Aguado iba a mostrar su verdadera cara de terrorista sanguinario al ser uno de los que más empeño puso en la realización de los denominados «ajusticiamientos» de aquellos terroristas que, debido a la desmoralización que cundía entre las partidas, pensaban en desertar y entregarse. Así pues, a partir de Otoño de 1947, la AGL se vio sometida a un régimen de terror y desconfianza mutuas insufrible, cuando poco a poco cundan los asesinatos entre sus filas a manos de los más fanáticos de sus miembros, que no tendrán escrúpulo alguno en eliminar a aquellos con los que venían compartiendo ideas y, más aún, penalidades y riesgos. Asimismo, Bas Aguado, y la dirección en Francia del Partido, es decir, en concreto Santiago Carrillo, aprovecharán también las circunstancias para eliminar a aquellos a los que por una u otra causa consideraban opuestos a sus directrices, rememorando las purgas stalinianas de los años treinta.

Serán muchos los terroristas que perderán la vida «ajusticiados» por su propios compañeros, indefensos en la soledad de los montes levantinos. Entre ellos los hubo tanto anónimos como conocidos: Federico Bada Beltrán (a) «Bada» y José Calvo (a) «El Calé», lo fueron en la Sierra de Javalambre; Antonio Torralba Pulido (a) «Floreal» lo fue a manos del «Madriles» y «Jorge» en La Puebla de Valverde (Teruel); José Ramón Delicado González (a) «Delicado» fue asesinado por «Vargas» por orden directa de Bas Aguado; Telesforo Lizandra Vicente (a) «Lizandra», y los apodados «Galindo» y «Félix» fueron eliminados en Cabra de Mora (Teruel); José Martín Romero (a) «Capitán Pipa» en el mismo término municipal en 1948; también Juan Manuel Cirujeda (a) «Mariano», Miguel Silvestre Talón (a) «El Nano», Feliciano Villarroya Bayo (a) «Centelles», Joaquín Boj Bayod (a) «Joaquín», Félix Valero Luengo (a) «Valero», Máximo Plaza Soria (a) «Roberto», Juan Ramón Bea Martín (a) «Núñez», así como los apodados «Mauro», «Tovarich», «Cunill de Arés», «Vitini» y otros muchos como ellos. Un terrorista superviviente de aquellos momentos contaría más tarde «…Una especie de temor se apoderó de nosotros. No solo porque veíamos que la Guardia Civil nos acorralaba y seguía la pista con más frecuencia y certeza que en años anteriores, sino por miedo de que cualquier chivato comunicara a «Pedro» supuestas debilidades o simplemente desgana y pérdida de entusiasmo; lógico por otra parte al poder vernos de la noche a la mañana en el paredón…» . Tampoco se libraron del «ajusticiamiento»  los integrantes de las redes de apoyo, como fue el caso de Felicia Pitarch, compañera sentimental de un terrorista apodado «Cubero», que era asesinada el 20 de Julio de 1948 en la localidad de Mosqueruela (Teruel).

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El año 1948 fue el de la gran confrontación entre la AGL y las fuerzas del orden. A él llegan los terroristas bajo el impulso de los nuevos planes de Bas Aguado, quien pone en dicho año su gran esperanza en la ofensiva que va a desarrollar sobre todo en Primavera; la Guardia Civil llegaba, por su parte, bajo el influjo de las nuevas directrices del Gral. Pizarro, además de cargada ya de amplia experiencia. Por ello, el choque sería duro y definitivo, marcando dicho año, por un lado, el cenit del terrorismo en Levante y, por otro, el inicio de su rápido final, pues serán las fuerzas del orden las que se hagan con la victoria, y con ellas España, los españoles, Franco y el Régimen.

En Enero la Guardia Civil localizaba otro campamento en las cercanías de Tuéjar (Valencia), que era asaltado, resultando abatido un terrorista, consiguiendo el resto huir al amparo de la oscuridad.

Dos hechos execrables ocurrieron en Febrero. Uno fue el asesinato del propietario de una masía en Aliaga (Teruel) en cuyo cadáver dejaron una nota que rezaba «Ricardo Iranzo, ahorcado por los guerrilleros, por traidor», así como dos granadas de mano preparadas para que hiciesen explosión al levantar el cuerpo, lo que no llegó a ocurrir. Otro, el asesinato del alcalde de El Cuervo (Teruel) y su esposa, hiriendo de gravedad a una hermana de aquél.

En Marzo, Bas Aguado realizaba una reunión con varios de sus más estrechos colaboradores, así como con algunos jefes de Sector, en la que alabó efusivamente los «éxitos» que se lograban.

El 21 de Abril, tras desarticular una extensa red de enlaces y detener a una veintena de sus miembros, eran cercados en una masía de la localidad de Torreblanca (Castellón) por una exigua fuerza compuesta por seis guardias y dos agentes de policía al mando del Cte. José Hernández de los Ríos, de la Guardia Civil del Sector de Morella, un numeroso grupo de terroristas pertenecientes al 23º Sector. Como resultado del correspondiente enfrentamiento armado eran abatidos tres de ellos, perdiendo las fuerzas del orden al Comandante que resultó muerto cuando en lucha cuerpo a cuerpo con uno que pretendía escapar, otro lanzó sobre ambos una granada de mano que les causó a los dos la muerte en el acto.

El 4 de Mayo la Guardia Civil, debiendo hacer uso del lanzamiento de varias granadas de mano, conseguía la detención de dos terroristas de los que habían participado en el asalto a la estación de Valdertormo (Teruel) el año anterior. Tras ello, se conseguía localizar el campamento base del 23º Sector de la AGL en las cercanías de La Cenia (Tarragona) que era asaltado el día 24 de dicho mes, consiguiéndose intervenir gran cantidad de explosivos, armamento y otros materiales. A partir de este instante serán constantes los descubrimientos de otros campamentos, su asalto y destrucción, interviniéndose abundante armamento, materiales y documentación asestando con ello durísimos golpes a la infraestructura de la AGL, lográndose aumentar considerablemente las detenciones de terroristas y de enlaces y colaboradores; puede decirse que lo encontrado en un campamento llevaba a otro.

Ángel Fuertes Vidosa (a) «Antonio»

El 26 de Mayo las fuerzas del orden conseguían abatir en una masía de la localidad de Portell (Castellón), tras un durísimo enfrentamiento armado en el que por ambas partes se hizo profuso uso de granadas de mano, a Ángel Fuertes Vidosa (a) «Antonio», jefe del 17º Sector de la AGL; junto a él resultaron también muertos dos de sus más cercanos colaboradores. Como en el caso de los campamentos, a partir de este mes serán también constantes los enfrentamientos con terroristas, sea en pequeños grupos o en partidas más numerosas, pues las investigaciones permitirán acosarles obligándoles a dar la cara, así como a desplazarse continuamente.

Basilio Patrocinio Serrano Valero (a) «Manco de la Pesquera».

En Abril destaca la partida de Basilio Patrocinio Serrano Valero (a) «Manco de la Pesquera» y «Fortuna». En un «control» en una carretera en Cuenca conseguían un botín de 200.000 pesetas gracias al secuestro del joven hijo de un fabricante de harinas; asesinaban a dos vecinos de una diminuta aldea de dicha provincia tras ser «tomada», haciendo los mismo con otro en las cercanías de Monteagudo de las Salinas (Cuenca); cerca de Almodóvar del Pinar (Cuenca) la partida lograba emboscar a dos guardias civiles que protegían a un vecino amenazado de muerte por la AGL asesinando a los guardias y quedando malherido el paisano; además, asesinaban al alcalde de Santa Cruz de Moya (Cuenca) en presencia de su hijo cuando ambos, en solitario, labraban sus tierras.

Pedro Merchán Vergara (a) «Paisano»

Por su parte, Pedro Merchán Vergara (a) «Paisano», que contaba en su haber con el asesinato de dos alcaldes, llevará a cabo varios sabotajes en líneas férreas, consiguiendo en uno de ellos el descarrilamiento de un tren de mercancías en el kilómetro 98 de la línea Madrid-Valencia.

En Julio dos terroristas intentan el secuestro de un vecino de Cuevas de Almudén (Teruel). Al resistirse optan por asesinarlo, hiriendo de paso a su anciana madre, a su esposa y matando a la hija de corta edad que ésta llevaba en sus brazos. En Puebla de Valverde (Teruel) se llevan a cabo dos secuestros de los que se logran sendos botines de 125.000 pesetas, bien que a costa de utilizar como rehenes a los hijos de diez y doce años de edad de las víctimas, demostrando una vez más la falta de escrúpulos que caracterizaba a los terroristas comunistas.

A partir de Junio de 1948 decrece considerablemente la actividad terrorista de la AGL debido a la creciente eficacia de la fuerzas del orden, a las bajas que causan los «ajusticiamientos» y a que las nuevas instrucciones que comienzan a llegar de Moscú, vía Francia, apuntan ya a un sustancial cambio de estrategia en la que se va a dar preferencia a la actividad política frente a la terrorista, impulsando la infiltración en las estructuras del Régimen en vez de en su destrucción que a la vista estaba que era imposible dado el práctico unánime apoyo con que contaba de parte de los españoles.

No obstante lo anterior, la batalla seguirá vigente. El 29 de Agosto, en el barrio de la Cañadilla de la localidad turolense de Ejulve, era asesinado un vecino de setenta años de edad propietario de una masía que había sido colaborador de los terroristas, pero que de un tiempo a esta parte, desengañado, había dejado de prestarles apoyo; además, los terroristas mataron el ganado que poseía, prendieron fuego a la casa y a la cosecha que tenía para recoger.

El 16 de Septiembre, en el término municipal de Martinete (Cuenca), una partida de unos veinte terroristas establecía un «control»  en la carretera a Alcantud (Cuenca) para atracar a los viajantes y feriantes que acudían a la feria de dicha localidad, topándose en un momento dado con un vehículo en el que viajaban dos guardias civiles y dos agentes de la Fiscalía de Tasas, a todos los cuales asesinaron salvajemente.

El 25 de Septiembre, en Nogueruelas (Teruel), ocho terroristas asesinaban como represalia a un vecino de sesenta y cinco años de edad, propietario de una masía, y a su pastor, en presencia de los hijos de aquél; tras ello incendiaron la casa. Pocos días después, cerca de Corbalán (Teruel), colocaban un artefacto al paso del autobús de línea de Cantavieja (Teruel). Debido a la explosión, el vehículo estuvo a punto de caer por un barranco de 30 metros de profundidad. Detenido el autobús, los terroristas abrieron fuego contra los pasajeros matando a dos e hiriendo a otro, no pudiendo terminar lo planificado por la intervención de un guardia civil que viajaba en el coche el cual les hizo frente; tan sorprendidos quedaron los terroristas que optaron por emprender la huida.

El atentado contra el expreso Barcelona-Madrid.

Por su parte, la Guardia Civil, además de abatir a varios de los autores de tales hechos, procedía el 16 de Octubre a asaltar un campamento descubierto en el Cerro de la Cabeza, en la localidad de Villarejo de la Peñuela (Cuenca), logrando, tras duro enfrentamiento, abatir a tres terroristas y capturar a dos más, interviniendo numerosa e importante documentación que trajo consigo la detención de una veintena de enlaces y colaboradores, entre ellos de un funcionario de la prisión provincial de Cuenca.

Con todo, el mayor atentado, y en realidad el «canto del cisne» del terrorismo de la AGL tendría lugar el 12 de Febrero de 1949, cuando dos terroristas –José Linares (a) «Valencia» y José González López (a) «Rubén»–, conseguían hacer descarrilar el expreso Barcelona-Madrid a su paso por el barranco Ull de Asma, entre las estaciones de Guiaments y Mora la Nueva (ambos en Tarragona), cayendo el tren al él, causando cuarenta muertos y más de un centenar de heridos, muchos de ellos graves. A finales de 1949 y a medidos de 1950 ambos terroristas resultarían abatidos en sendos enfrentamientos con la Guardia Civil, pero el daño y sufrimiento causado entonces fue sin duda irreparable.

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En Marzo de 1949 Bas Aguado marchaba Francia para dar cuenta a la dirección del Partido de sus logros, a pesar de que ya la vida de la AGL llegaba a su fin, no obstante lo cual aún durante este año los terroristas serían capaces de llevar a cabo varios asesinatos de propietarios de masías como represalia o al intentar defenderse.

De vuelta en la Sierra de Javalambre, Bas Aguado llevaría a cabo la última de las reorganizaciones de la AGL que pasaba a llamarse «Comité Regional de la Resistencia», desapareciendo los sectores, por otra parte prácticamente extinguidos por la acción de las fuerzas del orden, estructurándose ahora en «comités»: dos en Cuenca, dos en Valencia, uno en Teruel y otro en Teruel-Castellón, los cuales a su vez quedaron subdivididos en «consejos locales»; bien que todo era ya ficticio, pues la AGL, que en su mejor momento había tenido hasta 400 terroristas, ahora a penas conseguía sostener a 77 activos. La realidad sería que ni los comités, ni mucho menos los consejos, que no llegaron ni a la decena, funcionaron realmente, y que al poco sólo quedaban activos algunos terroristas que prácticamente en solitario sólo se preocuparían por sobrevivir y escapar.

Tras arduas labores de investigación se conseguía, a finales de Octubre de 1949, descubrir en Cerro Moreno, en las cercanías de la localidad de Santa Cruz de Moya (Cuenca), el campamento donde se ubicaba el Comité Regional de Levante y toda su plana mayor. Debido a la importancia del objetivo se concentró a toda una Compañía de la Guardia Civil para su asalto, empleándose también efectivos de las provincias limítrofes –Cuenca, Teruel y Castellón– para colocar controles y barreras fin de evitar posibles evasiones. El 7 de Noviembre a las 07,00 h. se procedió al asalto del campamento, durando el enfrentamiento armado tres horas. El balance fue de doce terroristas muertos, sufriendo la Guardia Civil sólo un herido.

El 14 de Noviembre dos terroristas que huían de la Guardia Civil, la cual venía siguiéndoles el rastro de cerca y había abatido ya a uno de sus compañeros, llegaban por la noche a una masía de la localidad de Villahermosa del Río y, al defenderse el propietario, como represalia, asesinaban a sangre fría a su mujer y a su hija de 14 años.

Nicolás Martínez Rubio (a) «Enrique».

Caso particular y paradójico, y que citamos para dar un nuevo ejemplo del nivel de depravación al que llegaron los terroristas comunistas, fue el de Nicolás Martínez Rubio (a) «Enrique», colaborador de los terroristas en una aldea de Cuenca, quien en Diciembre de 1949 decidió escapar al monte –con el tiempo acabaría siendo abatido por la Guardia Civil– una vez había sido detenido el enlace con el que contactaba. El caso es que decidió hacer tal cosa acompañado de sus tres hijas —«Blanca» de veintitrés, «Sole» de veintiuno y «Rosita» de diecinueve años–, las cuales pasaron de inmediato, junto con la hermana de uno de los terroristas que también se había unido a la partida, a ser utilizadas sexualmente por los terroristas que no tenían con ellas miramiento alguno. El caso llegó a tales extremos que se produjeron graves altercados entre los terroristas. Unos optaron por quejarse a sus jefes del Comité Regional por sentirse discriminados por los más fuertes y decididos en el uso de las chicas; otro, caso fue el de Máximo Plaza Soria (a) «Roberto», que por afear tan animal proceder a sus compañeros fue «ajusticiado» por éstos, que le ahorcaron, decapitándolo después y destrozando su cabeza para evitar que fuera identificado. El Comité, para solucionar el asunto decretó que las chicas pasaran bajo su «protección» haciendo ellos el mismo uso de ellas que sus subordinados. Finalmente, las mujeres fueron trasferidas a Francia donde siguieron el mismo camino; una de ellas volvería a España colocándose en Yecla (Murcia) de sirvienta, momento en el que fue detenida y contó toda la historia.

Para finales de 1949 la situación y el futuro estaban cada día más claros «…lucha estúpida, absurda, sin meta y objetivo a alcanzar. De lucha rebajada en cuanto a su violencia. Eran ya muy pocos y se hacía por demás muy difícil su localización. Casi nunca dormían dos noches seguidas en el mismo campamento. Era un continuo ir y venir; no descansar, no fiarse de nadie. En todos sitios veían delatores. En todas partes penetraban el peligro o presumían la captura o la muerte. Pero allí estaban, ciegos, fanatizados, llenas las manos de sangre, aún caliente de tantas víctimas propias y enemigas, y esperando que en Francia se decidiera su suerte; la retirada tras los Pirineos o la lucha a extinguir…» (Tomás Cossías).

La destrucción del campamento de Cerro Moreno trajo como consecuencia, a principios de 1950, una cruenta purga ordenada por Bas Aguado en la que fueron «ajusticiados»  nueve terroristas; por su parte, Bas Aguado fue llamado a Francia para rendir cuentas del hecho terminando por ser expulsados del partido, perdiéndose su pista a partir de entonces. La consecuencia de todo ello fue que a partir de Septiembre de 1950 menudearán las entregas voluntarias de terroristas, prefiriendo hacer frente a sus responsabilidades criminales que morir en cualquier enfrentamiento con la Guardia Civil después de meses de malvivir en el monte. Otros, en su necedad, intentarían la huida hacia Francia, pero sus pasos estaban ya controlados y sólo conseguirían ser abatidos antes de alcanzar la frontera. Sólo una veintena de aquellos 400 terroristas que en su día integraron la «Agrupación Guerrillera de Levante» conseguirían escapar finalmente a Francia.

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Florencio Pla Meseguer (a) «La Pastora».
Teresa Pla Meseguer (a) «La Pastora».

Por último, y como colofón de la vida de la AGL, reseñamos brevemente la biografía, más que particular, de dos de sus integrantes: Florencio ó Teresa Pla Meseguer (a) «La Pastora» e Isaías Jiménez (a) «Manolo».

El primero fue uno de los más conocidos a nivel popular de la provincia de Castellón. Florencio Pla Meseguer, nacido en Vallibona (Castellón) en 1917; también llamado Teresa Pla Meseguer (a) «La Pastora», ya que adoptó una segunda identidad femenina. Florencio Pla fue confundido con una mujer como consecuencia de una malformación genital, de ahí que también se le llamase Teresa. El propio terrorista se vistió en mucha ocasiones de mujer y llegó a estar preso en penales de mujeres, aunque finalmente, en Valencia, fue recluido en una prisión de hombres.

Víctima de una malformación sexual congénita –seudohermafroditismo masculino–, nació en 1917 en el Mas de La Pallissa, una casa de pastores de Vallibona. Un amigo de la familia advirtió a su padre del apuro que podía suponer para este niño cumplir el servicio militar con una anomalía en el sexo, por lo que su padre lo inscribió en el registro civil como Teresa Pla Meseguer. Sólo fue a la escuela quince días, pues su profesión de pastora no le dejaba más tiempo libre ni las burlas sobre su apariencia le eran cómodas. Así pasó su vida en soledad por los montes de Vallibona y el Turmell de Chert (Castellón), creciendo con escasa relación social. Con serias dudas sobre su sexualidad, sus rasgos más hombrunos que femeninos le causaron muchos problemas. Tras ser detenidos los propietarios del Mas del Cabanil por colaboradores con los terroristas, «La Pastora», que conocía de primera mano a varias partidas de terroristas con los que se encontraba cuando pastoreaba, decidió unirse a ellos vistiéndose de hombre.

Francisco Serrano Iranzo (a) «Francisco»

Sus andanzas como terrorista durarían unos veinte meses, entre 1949 y 1950, actuando en el Maestrazgo con el 23 Sector de la AGL interviniendo en varios asesinatos y atracos; de dicho periodo los últimos meses actuó prácticamente en pareja con Francisco Serrano Iranzo (a) «Francisco» al margen de las nuevas directrices del partido ya decidido a abandonar el terrorismo por el activismo político. Separado también de «Francisco» en Octubre de 1950, procedió a esconderse hasta Junio de 1952 en que logró pasar a Andorra dedicándose al contrabando de tabaco y nylon. De vuelta en España con «Francisco», tras la muerte de éste en enfrentamiento con la Guardia Civil en Agosto de 1954 en Roquetas (Tarragona), «La Pastora» se escondió sola en la Sierra de Espadella (Castellón) hasta Septiembre de 1956, mes en que consiguió entrar de nuevo en Andorra, siendo apresada por la Guardia Civil el 5 de Mayo de 1960 en la línea fronteriza entre la Seo de Urgel y Andorra; su identificación fue muy problemática, pues había experimentado un notable cambio físico. Condenada a muerte en Febrero de 1961, le fue conmutada la pena por la de treinta años de cárcel. En 1978 fue puesta en libertad, falleciendo en 2004.

Contrapartida de la Guardia Civil.

El segundo, Isaías Jiménez Utrilla (a) «Maquinista» y «Manolo», anarquista pasado al PCE, que se había integrado en la partida terrorista de «Antonio el Catalán» con la que había participado en varios atracos, pero nunca en asesinatos, decidió en Marzo de 1951 desertar, para lo cual aprovechó un descanso de la partida en las cercanía de Utiel para arrojar una granada de mano sobre la tienda donde dormía su jefe y salir corriendo; bien que la granada no explosionó. Presentado en la Guardia Civil, tras las oportunas averiguaciones, en Octubre de 1952 se le permitió formar parte de una contrapartida de la Benemérita a fin de aprovechar sus conocimientos para encontrar a otros terroristas. Su comportamiento inspiró siempre confianza, hasta que un día, cuando los guardias y él se hallaban descansado en una masía ubicada cerca de la localidad de Mosqueruela (Castellón), «Manolo», sin mediar palabra, cogió un subfusil y dio muerte instantánea a tres de los guardias, hiriendo a otro, tras de lo cual, en realidad enloquecido, se dio a la fuga asesinando durante ella a la hija de un labrador que encontró en su camino. Montado el correspondiente dispositivo de búsqueda, «Manolo» terminó por ser hallado ahogado en los apenas treinta centímetros de agua de una balsa cercana a la localidad de Vistabella (Castellón) a la que se había arrojado desnudo y agotado.

Continuará

Primera parte   Segunda parte  Tercera parte


2 respuestas a «Terrorismo comunista durante los años 40 y 50 (IV)»

    1. Acabo de leer el capítulo dedicado a Juan Delicado en su articulo sobre las guerrillas del Levante. Delicado no mató al teniente de alcalde de Dos Torres de Mercader a fines de 1944, ni a un peon caminero en la carretera de Alcañiz en enero de 1945. En ese momento todavía estaba organizando en la provincia de Tarragona, cerca de Reus (informes de Pérez Mari, Casto y Carlos). Tampoco mató a Petrol. Este último fue asesinado la noche del 24 de diciembre de 1946, cuando Delicado ya había muerto más de un mes antes (17 de noviembre de 1946).
      Delicado nunca opero en la provincia de Zaragoza. Después de haber organizado redes en la provincia de Tarragona (finales de 1944 y principios de 1945), por orden del PSUC cruzó el Ebro para reagrupar bajo un solo mando a todos los grupos con los que se reuniría. Así creó redes en las provincias de Castellón, Teruel y Cuenca.
      A principios de 1946, las organizaciones de Valencia y Zaragoza controladas por Carrillo fueron desmanteladas por la policía. En marzo, los sobrevivientes de estas organizaciones (Pepito, Grande, Vargas, el grupo de Ibañez y despues, en agosto, Antonio) se refugiaron en los campamentos de Delicado.
      En abril de 1946, Delicado creó los dos primeros sectores el 11 (jefe Gil) y el 23 (jefe Capitan). A finales de mayo, se establecio en Valencia para dirigir la agrupación en relación con el Comité Regional (informes de Vinuesa y Mangual). En julio, Delicado, que había sido carabinero, fue reconocido en la calle por ex amigos de la GC que lo detuvieron. Fue entonces cuando los carrillistas (Antonio, Andrés, Pepito, Grande y el CR de Valencia) aprovecharon la oportunidad para hacerse cargo de la AGL. En agosto de 1946, en la reunión de Cuevas del Regajo, agregaron otro sector (el 5) y quitaron el mando de los sectores 11 y 23 a los lugartenientes de Delicado (Gil y Capitán) para reemplazarlos con Grande y Antonio. Luego falsificaron los orígenes de la AGL. Como dijo Montorio en sus memorias, la historia de la AGL es falsa al 50/100.
      Delicado era un veterano de la resistencia francesa, en el verano de 1944 había dirigido la 5ta brigada del Aude. En Tarragona (noviembre 1944 – marzo 1945) su partida era compuesta por 17 hombres de su brigada (la 5ta) mas ocho hombres de la primera (Pyrénées Orientales) y de la tercera (Ariège).
      En el Levante los asesinos fueron los carrillistas (Antonio, Andrés, Pepito, Grande etc.) encargados por Carrillo de eliminar a supuestos »monzonistas» y mantener guerrillas contraproducentes a toda costa.
      Ivan Delicado

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