Tiempo de hacer balances

El pasado día 13 de febrero, en Castilla y León, las urnas dictaron sentencia expresada por la soberanía popular manifestada. Los resultados son los que son, ahora es el tiempo de hacer valoraciones de manera sosegada, prudente y responsable. No caben lecturas ajenas a lo manifestado de manera tan explícita. En unos comicios siempre hay ganadores y hay perdedores, cualquier otra interpretación es perversa y viciada. No se puede ganar y a la vez perder, como tampoco es posible perder y al mismo tiempo ganar. Y en eso estamos.

Los PERDEDORES han sido las formaciones de izquierda, es decir, el PSOE y Unidas Podemos, amén del esperado hundimiento de Ciudadanos, menos naranjas y más colorados que nunca, así se han manifestado en los posibles acuerdos de investidura a través de las declaraciones de su único superviviente, Francisco Igea. Miren ustedes, los datos son demoledores: los socialistas han perdido siete procuradores, han dejado de ser la primera fuerza política en la región, han cosechado menor apoyo –casi un 5% respecto a 2019- y, de manera demoledora, se han dejado –no se sabe donde-, 117.613 sufragios. Por tanto, ha sido el gran perdedor de las elecciones, hecho agravado si tenemos en cuenta que aspiraban a gobernar. Para hacer realidad sus sueños de gobierno, han contado durante la precampaña y la campaña, con el apoyo de la corte de Pedro Sánchez. Por Castilla y León, han pasado gran parte de sus ministros e, incluso, han contado con la presencia de nuestro ínclito presidente y del ex presidente, insulso risueño, José Luis Rodríguez Zapatero, vamos que han contado con todo su arsenal disponible y con el apoyo de todo el llamado aparato del partido. La derrota ha sido estrepitosa, no caben paliativos. El gran perdedor de la noche electoral ha sido el lenguaraz Luis Tudanca que, sin disimulo, ya ha dejado entrever su futuro incierto dentro del seno de los chicos del puño y la rosa.

Otro de los grandes perdedores ha sido Unidas Podemos, que sencillamente no puede ni podrá nunca. Han perdido uno de los dos representantes de que disfrutaban, un 1% de los apoyos antes recibidos y 7.497 votos menos. Su candidato, el comunista recalcitrante y antisistema, Pablo Fernández, no ha convencido ni a los suyos de las excelencias de los paraísos bolivarianos. Por otro lado, no olvidemos que concurrían en coalición con Izquierda Unida, más bien hundida, que no levanta cabeza, a Dios gracias, allá por donde quiere competir electoralmente.

Lo de Ciudadanos se venía venir desde hacía tiempo. Su varapalo ha sido épico. Se han reproducido en el solar castellano-leonés, la debacle padecida en otras convocatorias anteriores. No es de extrañar, habida cuenta de sus contantes vaivenes y ligerezas estratégicas. Han hecho cierto aquello que les definía como un partido veleta, y a fe que es cierto. No se puede estar en misa y repicando, no se puede estar hoy aquí y mañana allí, no es entendible para sus votantes tanto carrusel y tío vivo. Su futuro es negro, aciago y lúgubre, pero han hecho meritos suficientes para ser acreedores de tan incierto futuro. Han perdido 11 procuradores regionales, un 10,45% de los apoyos y, nada más y nada menos, que 151.666 sufragios. Es sin la menor duda, el partido que obtiene la medalla de oro en el cajón de los derrotados. Su supervivencia marginal seguirá prolongándose cuando se celebren las próximas elecciones municipales, que están a la vuelta de la esquina. Es muy difícil, sino imposible, que sean capaces de remontar el vuelo. Su lenta y triste agonía marcará su triste deambular por la escena política española. Sin la financiación pública, con cargo a los fondos del estado, les estrangulará y les condenará a la noche de los tiempos.

Los GANADORES han sido el Partido Popular, Vox, Soria “Ya” y el UPL (Unión del Pueblo Leonés). Los resultados así lo certifican. Sin embargo hay que tener mucho cuidado con las apariencias. No es oro todo lo que reluce. Cierto es que el Partido Popular ha vencido, pero con algunos peros que hay que tener en cuenta si centramos el análisis de manera seria. Cierto es que ha sido el partido más votado, pero pierde 54.916 votos; cierto es que se ha convertido en la primera fuerza política, pero pierde medio punto de sus anteriores apoyos; también es verdad que suma dos procuradores, pero no es el partido más votado en cinco provincias (León, Burgos, Palencia, Valladolid y Soria); seguramente será el partido que conforme gobierno regional, pero su diálogo pasa por negociar con Vox, un interlocutor mucho menos sumiso que su anterior socio en el ejecutivo, Ciudadanos; es verdad que ha ganado, pero sus expectativas eran mucho mayores que las metas alcanzadas. En Génova hay cierta preocupación, incluso tensión, pues ven que la amenaza verde crece por doquier y que el camino triunfal hacia La Moncloa no parece libre ni despejado. De este asunto ya tendremos ocasión de analizar el por qué, que tiene muchos e interesantes matices que observar.

El gran vencedor, teniendo en cuenta todos los aspectos y datos a estudiar, ha sido Vox. Ninguna formación ha conseguido tan positivos dividendos. Suma doce actas de procuradores a la ya obtenida; incrementa sus porcentajes de apoyo en un 12,40%; y su subida en el número de sufragios es espectacular, obtiene 136.892 votos más que en los comicios autonómicos de 2019. Su fuerte irrupción en el parlamento autonómico condicionará toda la legislatura, desde los acuerdos de investidura, pasando por los presupuestos regionales, o por la aplicación de cualquier línea de actuación política desde sus “líneas rojas programáticas”. Su protagonismo será sobresaliente y constante, algo que le conviene cara a las elecciones municipales, donde seguirá cosechando óptimos resultados. Es una amenaza real para las aspiraciones de los populares en todos los territorios, en todas las provincias y en todos los escenarios. También hay muchos matices que merecen una reflexión seria y rigurosa que hacer. Se quiera o no, han sido los grandes vencedores.

Los partidos localistas han eclosionado con éxito en Soria, León y Ávila. En otras provincias también concurrían y no es desdeñable que también allí puedan alcanzar futuros éxitos, caso de Burgos o Zamora, por ejemplo. Sus candidaturas han hecho especial daño a los partidos mayoritarios, en Ávila al Partido Popular, en León y Soria, a populares y socialistas. En otras circunscripciones donde no han obtenido representación, pero sí un buen puñado de votos,  han debilitado a la izquierda, sobre todo. Su papel, aparentemente simbólico, no lo es tanto si sumamos su total, siete procuradores.

En conclusión, por supuesto que la lectura se debe de hacer en la denominada “clave nacional”. A los populares, cara a las futuras elecciones generales, las cuentas aritméticas no les cuadran para hacerse con el ejecutivo nacional. Han cometido gravísimos errores de estrategia que les han pasado factura. Si no resuelven el asunto de Isabel Díaz Ayuso, en Madrid, cometerán un error de infaustas consecuencias.  Por lo pronto, “quieto parao” –ha dicho el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno-, ante la precipitación y el ansia de su correligionario castellano-leonés, Alfonso Fernández Mañueco, al que la jugada le ha salido más bien regular. Hay un dicho muy oportuno al caso que por la España meridional se han aprendido con inusitada aplicación: “Cuando las barbas de tu vecino veas quemar, pon las tuyas a remojar”. También valdría otro muy ilustrativo al respecto: “Atrás que retejan”. Es decir, de adelantar comicios en Andalucía, ná de ná, por si acaso, que allí Macarena Olona disfruta de reconocido predicamento. Por su parte,  los socialistas, más dados al poliamor político, sí que le suman sus pasiones encendidas con otros socios de gobierno, aunque sea pagando, como hasta ahora. Cada vez queda menos tiempo y el cielo azul soñado por algunos, limpio y despejado de nubarrones, parece menos claro, radiante y ausente de precipitaciones y borrascas políticas. De todo ello, si les parece, seguiremos hablando y comentando.


6 respuestas a «Tiempo de hacer balances»

  1. Sr. Casado, no sea tan obtuso y ábrase a la realidad. El decir un NO rotundo a VOX e ir a por unas nuevas elecciones, hará que pierda las que ahora tiene en la mano, y, posiblemente las venideras, ya que VOX está en auge y el PP no. No diga nunca NO, piénselo antes, cien veces, y si no tiene bastante, añádale otras cien, pero es mejor que la promesa de los socialmitas que le exigen decir un NO rotundo en toda España VOX si quiere que se abstengan para mandar en CyL, y sabiendo lo falso del indecente Sánchez, hoy le dice eso, y mañana, si rompe con VOX, no se abstiene y le deja en la estacada. Más vale pájaro en mano que ciento volando, aparte de que más vale gobernar en varias que solamente u¡en una, y condicionada por los socialmitas y con la espada de Damocles siempre encima por si hay una moción de censura. ¡¡¡OJO!!!!

  2. Al abrir el post he cazado al vuelo esta sandez monumental: “Cuando las barbas de tu vecino veas quemar, pon las tuyas a remojar”, y me he dicho: para qué seguir leyendo si ni el nivel de primaria, -pero de primaria de lo primero, de lo que por simple tradición oral se aprende-, somos en España capaces de mantener.

  3. “Cuando aparece un gran genio en el mundo se le puede reconocer por esta señal: todos los necios se conjuran contra él”.
    Jonathan Swift

    Toda esta lectura de los resultados es cierta, pero ni las derrotas son tan derrotas ni las victorias son tan victoriosas.

    Es verdad que el PSOE es el gran perdedor, pero aun siendo perdedor y habiendo pasado de 35 a 28 diputados, todavía hay una masa de de españoles lo suficientemente idiotizados o envilecidos (o ambas cosas a la vez) como para votar al PSOE, es decir al Gobierno de los asesinos de ETA, de la Agenda «20-trinca», de la destrucción de la unidad territorial de España con los separatistas, de la unidad religiosa de España promocionando la «cultura» del odio hacia todo lo Católico, que ha llegado al extremo de promulgar leyes para meter en la cárcel al que rece porque no se siga cometiendo el holocausto izquierdista del siglo XX y XXI: el genocidio de niños abortados; la unidad nacional de España introduciendo gentes subsaharianos y marroquíes para que la estirpe de los españoles se diluya; arrinconando al Español como lengua madre de todos los españoles como forma de torpedear uno de los pilares fundamentales y definidores de toda nación como es la lengua. Si a España se la disgrega territorialmente, se destruye su unidad religiosa, su unidad lingüística y su unidad étnica de componente hispano-romano visigoda, para sustituirla por negros del Senegal o del Atlas y bereberes de Marruecos. Ha habido un 30 % de lectores, 362.304 personas en concreto, que votando al PSOE han votado por todo esto, por todo esto y por las colas con el carrito de la compra en las parroquias y en los bancos de alimentos, por las oficinas de empelo cerradas donde no te cogen ni el teléfono, por los ERTES sin pagar desde hace un año aunque la televisión diga que no para blanquear al Gobierno, de los contratos basura donde los pobres no son los que no tienen trabajo sino que el trabajo que se tiene en España es tan precario que no te saca de la pobreza. Del Gobierno que mete al pais en una guerra con Rusia, y está todo tan controlado que no ha habido ni una sola protesta de nadie, ni las más pequeñas o simbólicas, que lo hubiera hecho «la derecha» la que se habría formado y la cantidad de coches y de contenedores que habrían sido incendiados.

    Decir que el PSOE ha perdido, es verdad solo en términos relativos, porque ha pasado de 35 a
    28 procuradores, pero en términos absolutos quien ha perdido no es el PSOE sino que quien ha perdido es España.
    Ha perdido España porque lo que está podrido es el sistema que impide que en España pueda haber un gobierno serio en el futuro que pueda dedicar todas sus energías ala noble tarea de gobernar por España y por los españoles, en lugar de dedicarse a las trifulcas parlamentarias.

    Ha perdido España porque el PSOE habrá perdido 7 procurados respecto a los resultados de 2019, pero aún así ha obtenido el voto de 362.304 personas, que comparado con las 202.605 personas que han votado por VOX, o las doscientas y pico que han votado por la Falange, se ve claramente que la anti-España le ha ganado a España.

    Ha perdido España porque todavía hay una masa de españoles que de los 1.218.909 personas que han votado, 378.896 personas lo han hecho por el PP. Todavía hay gente lo suficientemente estúpida, engañada por la propaganda o lo suficientemente podrida como después de todo el daño que el PP le ha hecho a España, de su papel en estos 40 años actuando como caballo de Troya del comunismo y la Masonería para perpetuar las políticas y las leyes del PSOE, y que incluso después de la actitud del PP en la moción de censura de VOX contra Perro Sánchez , o la actitud del PP en Ceuta que ya no es que se alíe con el PSOE en todos incluidas sus leyes y sus políticas, sino que está aliado con el partido promarroquí, que eso ya es para nota, y todavía les parece poco y siguen votando al PP. Todavía el día que los lleven los rojos a Paracuellos seguirán pensando que hay que nombrar con sus votos a Carrillo hijo predilecto de Gijón y condenar el Franquismo.

    362.304 votos al PSOE + 378.896 votos al PP, hace un total de 741200 votantes de la anti-España, frente a los 202.605 votantes de VOX.

    Por si este panorama no fuera desalentador (ni en la «Noche triste» del 30 de junio de 1520 en México-Tenochtitlan los españoles estuvieron en tanta desventaja frente a sus enemigos), a esto hay que añadir que todavía ha habido 61.290 personas que han votado por Podemos. En España hubo una guerra en la que el Comunismo dominó una parte de España donde imperó el crimen institucionalizado, la indefensión, la falta de propiedad privada, el tiro en la nuca, las chekas, la pena de tortura y muerte por haber ido a misa o pillarte debajo del colchón una estampita de la Virgen María … y parece como si esto no hubiera pasado nunca porque se ha perdido toda memoria histórica de este régimen de terror, torturas, hambre, indefensión y piojos a partes iguales.

    Añadámosle a este panorama los 54.186 idiotas que han votado por Ciudadanos, a estas alturas de la película, votar por Ciudadanos es para que esta gente llevara cosido en el abrigo la «E» de estúpidos, una estupidez que arrastra al resto de la nación al vacío.

    Si a estos 741.200 votantes de PSOE y PPSOE le añadimos los 54.186 de Ciudadanos y los 61.290 personas de Podemos, nos da un total de 856.676 votantes de la anti-España frente a los 202.605 votantes de VOX.

    Añadámosle a este panorama dos datos más que tampoco deben pasar desapercibidos:

    el primero, que que todavía ha habido 12.044 votantes que han ido a votar para hacerlo en blanco. Es decir con la que está cayendo en España todavía hay gente que está tan en la Luna, que no tienen capacidad para ver lo que está pasando delante de sus propias narices que se muestran indiferentes como para no tomar partido y mientras España muere y se desangra , ellos votan en blanco.

    El segundo, es el dato de los partidos localistas o índole provincial (Por Ávila, Soria Ya, etc). La lectura que aquí se hace es que han servido para quitarle votos al PSOE y al PPSOE, pero esa lectura «optimista» debe ser completa con otra más realista, y es que la parición de partidos localista es un síntoma evidente de decadencia nacional y de cómo el separatismo de Cataluña y Vascongadas, ha calado ya hasta en el corazón de España como son las viejas ciudades de la vieja Castilla. Esto es algo tremendo que el localismo o cantonalismo arraigue también en ciudades emblemáticas que son la esencia de España como Ávila, León, Valladolid, Zamora , Soria o Palencia. Tampoco estos partidos están por la salvación de España sino en haber lo que trincan siguiendo el ejemplo del PNV que vende sus votos a cambio de prebendas. Que esto cale en otras provincias, buscando tajadas que con tajadas de España dice muy poco a favor de este fenómeno.

    Si a los 856.676 votantes de la anti-España le sumamos los 12.044 votantes en blanco, + los
    124.454 de los partidos provinciales, tenemos un total de 981.130 de votantes en la destrucción de España, frente a los 202.605 votantes de VOX (que no es que sean gran cosa pero al menos no están en la destrucción descarada de España).

    De un total de 1.218.909 personas que han votado (que sería el 100% de los votantes), por la antiEspaña (con intención o sin ella este es el resultado el servicio a la anti-España) han votado 981.130 personas, lo que supone un 80’49%, frente a los 202.605 votantes de VOX que apenas suponen un 16’6% .
    Mas del 80% de la población está en la destrucción de España
    frente a un 16’6 % que están por sus supervivencia.

    A esta lectura hay que añadir dos datos más:

    el primero que todas las instituciones y Poderes del Estado desde la Jefatura del Estado a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial , y las instituciones que dependen de uno u otro poder, todos sin excepción están con la anti-España. Lo están Jueces para el Comunismo (que es el verdadero significado de jueces para la democracia), el Ministerio Fiscal, el Tribunal de Cuentas que si cumple con su deber va el PSOE y el PPSOE y lo cambian, etc. etc.

    Y el segundo dato, que es fundamental, y es que el enemigo público nº 1 de España no es Podemos sino las televisiones. Si algo podemos estar viendo tras las elecciones (y antes durante la campaña electoral) es la demonización de Abascal y de VOX, este es el punto en común de todas las televisiones y de todos los programas martilleando una y otra vez con este discurso y este mensaje anti VOX, lo cual recuerda la famosa frase de Jonathan Swift:

    “Cuando aparece un gran genio en el mundo se le puede reconocer por esta señal: todos los necios se conjuran contra él”.

    Y una penúltima cosa. VOX se equivoca en su afán de apoyar al PP o de formar Gobierno con él. El PP forma parte del enemigo, su actitud recuerda de alguna manera a W. Churchill después de la 2ª guerra mundial, que iba universidad por universidad dando conferencias sobre el Telón de acero y el peligro comunista, y se perdía de vista que ese Comunismo que ahora (en 1948) él tanto criticaba, era el Comunismo que él contribuyó de manera muy activa a encumbrar y a que esclavizara a media Europa, con su posicionamiento con Stalin. El PP por su actitud, por sus políticas , por sus leyes en todos los ámbitos, ha estado por un lado neutralizando a la España anticomunista, engañando a su electorado que desde la condena del Franquismo, el otorgamiento de la nacionalidad española a los Brigadistas Internacionales de la Kominter, y la moción de censura de VOX al Gobierno, su alianza en Ceuta con el partido marroquí, etc. etc ya no puede decir que está siendo engañado porque ya si se engañan es porque ellos se dejan, para neutralizar y llevar a vía muerta la reacción social contra Zapatero y el Comunismo; y por otro lado actuando como Caballo de Troya de las políticas masónicas y de extrema izquierda del PSOE en las fases en las que el PSOE no gobierna formalmente (aunque sí a través del PP).
    Con un partido así, que además mantiene una actitud tan despreciativa y hostil no solo hacia VOX sino respecto a las políticas de regeneración nacional que VOX de alguna manera representa, y que además asume todo el discurso cultural de la extrema izquierda (mientras el Presidente del Gobierno le exigía en el Congreso a Pablo Casado que se explicara si se iba a apoyar en la extrema derecha de VOX, y Pablo Casado se quedaba paralizado, nadie le decía al Presidente del Gobierno que para extrema la extrema izquierda separatista y pro-etarra en la que él se apoya, pero la claudicación cultural del PP es tan grande que de esto nadie habla), no cabe pacto sino señalarlo como enemigo y combatirlo.

    La culpa de la situación creada no es de VOX, con todos sus defectos y carencias que son muchísimas, la culpa es de la gente que en más de un 80% se han vuelto a decantar por los partidos que están por la destrucción de España, y que ya tendrán tiempo de lamentarse, (también José Antonio se lamentaba de la indiferencia de los españoles de 1935 frente al separatismo vasco y catalán, y luego estos mismos españoles tan indiferentes pagaron muy cara su indiferencia cuando la guerra se metió por el salón y los dormitorios de sus propias casas, porque tú puedes pasar de la política, pero la política no pasa de tí y te afecta quieras o no), el problema es que su estupidez arrastra al resto, porque las consecuencias las pagamos también los demás. Y mientras la anti-España goce del monopolio de las Televisiones, martilleando en toda clase de programas el discurso anti VOX, y antinacional, esto será muy dificil de revertir.

    Y una última cosa, las urnas no son la solución pero quedarse en casa sin votar tampoco, porque eso sirve todavía menos que votar, porque eso es dejarles directamente la vía libre al enemigo. Una cosa es no creer en el sistema o ver su trampa, y otra caer en la trampa de dejar expedito el camino para que el enemigo pueda moverse todavía más a sus anchas, y darle la coartada para que pueda cometer sin oposición toda clase de fechorías como las que se están cometiendo.

    Es mi punto de vista.

  4. ¿Las urnas dictaron…?
    No no ,Indra dictó una vez más.Una vez más el escrutinio general al 3 día sigue sin hacerse pero si se cobra.Y
    ya que estamos…¿Indra también es de Blackrock-Vanguard?

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