La pregunta es si este pacto infame producirá una hemorragia de pérdida de votos en los votantes socialistas, espantados de esta conducta o por el contrario los socialistas mantendrán prácticamente el mismo número de votantes.
Si fuera así sería verdaderamente repugnante que la mayoría de sus votantes le sigan dando la confianza, teniendo en cuenta el número de socialistas asesinados por ETA. Los viejos dirigentes socialistas apenas se han manifestado, pero a buen seguro estarán hartos de la ignominiosa deriva que ha tomado el partido con Sánchez. Y esto no lo digo con ningún ápice de simpatía por el PSOE de González y Guerra, artífice de una de las peores revoluciones culturales en la historia de España. Tampoco me la genera Emiliano García-Page, dolido y perplejo ante la aberración del acuerdo.
Es un gran misterio que haga lo que haga Sánchez siga todavía liderando casi todas las encuestas, al margen del simulacro de Tezanos, que ya nadie se toma en serio. Sánchez se resiste a desparecer y resurge como plomo del asfalto emulando al malo de Terminator. Ya le dieron por muerto, cuando su propio partido, a través de la Junta Gestora, lo retiró de la circulación, aunque no lo remataron del todo y resurgió de sus cenizas para ganarse el apoyo de las bases, más radicalizadas.
Ahora se agarra fuertemente a los enemigos de España, que quieren chantajearle y él cederá todo lo que haga falta, parafraseando a Bunbury: vender una patria por una copa, pero lo cierto es que los números le siguen dando in extremis, desgraciadamente, para prolongar el control total con un estado de alarma que empalma con el verano y quién sabe si con la segunda oleada de la pandemia. Miedo me dio oírle decir que estamos venciendo a la primera oleada, como si supusiese con certeza (fue un lapsus) que iban a venir más, como si obedeciese a un plan.
Lo que es seguro es que Sánchez, siendo un sobreviviente sin escrúpulos, tratará a toda costa de agotar la legislatura, aunque sea con los presupuestos de Rajoy. Previsible los cuatro años se le pueden hacer eternos tras su criminal gestión de la pandemia y una de las mayores crisis económicas de la historia de España. Sánchez tiene ya el firme rechazo de muchos españoles, que están saliendo a la calle, pero lo que hay que saber es si los votantes socialistas le pasarán factura o qué es lo que realmente hará caer su régimen social comunista.
Yo no he sido nunca votante socialista, de modo que no sé lo que dichos votantes piensan o van a hacer, pero mi parecer al respecto es el siguiente.
1.- Aquí se están mezclando algunos conceptos.
Cuando el CIS de Tezanos dice que si hubiera elecciones, el PSOE volvería a ganar las elecciones, no lo dice porque lo haya comprobado o sea verdad (aunque pueda ser verdad pero él no lo dice por que lo sea o lo pueda ser), sino que lo dice por lo que nos avisó en esta misma página de El Español Digital, D. Laureano Benítez Grande-Caballero en su artículo «La hipótesis del centésimo mono (1) ¿Puede España llegar a alcanzar su masa crítica», por el efecto que sobre la masa de españoles puede producir el hecho de decir que Pandemio Sánchez o el PSOE van a volver a ganar las elecciones y por goleada. Nótese que los datos del CISno solo vaticinaban la victoria del PSOE sino también que los dos candidatos «mejor»(?) valorados eran el propio Pandemio Sánchez en primer lugar (cómo no), e Inés Arrimadas, justamente cuando había un aluvión de críticas contra ella, dimisiones y desmoronamiento de su propio partido incluido.
D. Laureano Benítez nos hablaba del concepto sociológico del «efecto del centésimo mono»,
en cuya virtud, por muy mal que estén las cosas para el PSOE si desde la televisión se hace creer a la población que el PSOE va el primero en intención de voto en las próximas elecciones, mucha gente (imbéciles efectivamente, pero no perdamos de vista que en España los imbéciles son mayoría absoluta) sólo por este hecho votarán al PSOE porque es lo que dicen que va a hacer la mayoría. Este es el motivo y no otro por el cual Tezanos da este mensaje cada cierto tiempo, para detener la posible caída libre del PSOE y tratar de revertir el proceso. (Aunque pueda haber otros motivos añadidos, como ir preparando el terreno para un posible pucherazo). y en el caso de Arrimadas para detener su descrédito y caída en intención de voto.
D. Laureano Benítez, lo decía con estas palabras:
«Por poner otro ejemplo, un cierto día a un individuo peculiar se le ocurrió salir a la calle con unos pantalones vaqueros rotos, algo que solamente podía constituir una moda entre los «sin techo», los vagabundos, los lumpens, etc., desafiando las críticas y los convencionalismos sobre moda que habían regido miles de años de la historia humana. El resultado actual está a la vista: se alcanzó una masa crítica en algún momento, y hoy no solo no está mal visto llevar pantalones agujereados, sino que es signo de cierta distinción.
Como vemos, la hipótesis de la masa crítica tiene tal potencia que no solamente puede conseguir que las masas acepten y practiquen conductas de difícil asimilación desde el sentido común, sino que incluso puede conseguir que esas conductas sean un signo de donaire.
Un concepto sociológico parecido al de la masa crítica es el que se conoce con el nombre del «efecto del centésimo mono», que afirma que un comportamiento aprendido por un grupo de monos se propaga rápidamente hasta todos los monos, una vez que se alcanza un número crítico de iniciados. Por generalización, se refiere a un fenómeno por el cual, una vez que una cierta parte de una población ha oído hablar de una nueva idea o aprendido una nueva habilidad, la difusión de dicha idea o habilidad entre el resto de la población se produce en forma instantánea. Es decir, que, según esta hipótesis, el punto de inflexión necesario para que se forme la masa crítica sería alcanzar los «cien monos».»
2.- La segunda cosa a tener en cuenta es lo que decía otro articulista de esta página, esta vez D. José Luis Díaz Jiménez, en su artículo del pasado 11 de mayo, titulado «La otra pandemia, la de los mediócratas»:
«Un pueblo ignorante suele elegir un gobierno ignorante».
Recordemos que este país es un país de 47 millones de habitantes, de los cuales por lo menos 42 ó 43 millones de tontos. Esta masa social impidió que personas de la talla de D. Blas Piñar pudieran llegar no sólo a Presidente del Gobierno sino a simple ministro. Comparemos a D. Blas Piñar con Irene Montero, con Pablo Iglesias, con Alberto Garzón o con Carmen Calva, o con cualquiera de los ministros que hay ahora o que ha habido en los últimos 50 años (cuando digo que se compare, no lo digo sólo uno a uno, sino incluso todos juntos frente a D. Blas, que valía él más solo que todos los demás ministros y presidentes del gobierno que ha tenido España juntos en los últimos 50 años), y que esta sociedad prefirió de Presidente del Gobierno a José Luis Rodríguez Zapatero y a Ministras de la «categoría» moral e intelectual de Leire Pajín, Bibiana Aido, Mª Teresa Fernández de la Vega, y otras «perlas» que quedan para los anales de la historia política española y sus catástrofes. Por motivos mucho más pequeños e insignificantes que este Numancia fue reducida a cenizas, en tiempos de los Romanos ciudades enteras fueron arrasadas y quemadas, y pueblos enteros desterrados de su patria y condenados a esclavitud y a galeras de por vida. Como sociedad no merecemos más que la ruina que tenemos, aunque en esa ruina una pequeña minoría pague injusta e indebidamente por los pecados y la imbecilidad social de la mayoría.
Con este panorama de lo que como sociedad somos (con honrosas excepciones, tan honrosas como escasas) y no hay institución ni Poder del Estado que se salve, el hecho de que Pandemio Sánchez pacte con la ETA o con quien haga falta, no tiene por qué ser obstáculo para que esa masa de imbéciles que ya hizo posible que Zapatero fuera Presidente del Gobierno, y que ha alzado al actual gobierno, vuelva a revalidar su mandato.
Otra cosa es que manifestaciones como la de ayer de VOX que rebasan todo pronóstico puedan tener un efecto «del centésimo mono» en mucha gente, del tipo «a dónde va Vicente va la gente» , y que puedan darle a VOX más votos de los esperados y al PSOE restarle parte del efecto del centésimo mono provocado por los pronósticos del CIS de Tezanos. Esto también es posible, todo depende de la fuerza de los distintos efectos del centésimo mono que confluyan y choquen entre sí. Si la cosa se pone muy negra para el PSOE y se detecta a tiempo, siempre se puede recurrir al atentado, a otros 11M o pueden matar a Abascal, bajo la apariencia de un infarto, un ictus o del socorrido «accidente» de tráfico y no se investiga, y aquí no pasa nada. Policías de mierda dispuesto a tapar un suceso de estas características tiene el Gobierno para llenar varios estadios de fútbol. Y ya se encargarían las televisiones de que el hecho no fuera ni noticia.
3.- Antes de ayer el Presidente del Gobierno, y también su Vicepresidenta y varios Ministros, no tuvieron otra ocurrencia para tratar de justificar su pacto parlamentario con los proetarras de BILDU, que echarle la culpa al PP: como el PP no los ha apoyado se han visto obligados de echarse a los brazos de BILDU, pero la culpa no es de ellos es del PP.
Con este argumento para retrasados mentales yo podría atracar un banco y si me pillan le puedo echar la culpa a mi jefe por no haberme dado un anticipo, o a mi vecino diciendo que la culpa es de él que le he pedido que me regale 1000 € y no me los ha querido dar.
Efectivamente el argumento es del nivel intelectual de Carmen calvo, es decir entre 0 y -5, pero no nos engañemos, cuando el Gobierno lanza este argumento, por absurdo que sea (y lo es para dar y regalar), es porque cala en la gente, es decir no cala en los lectores de esta página, y no cala entre gente con un mínimo de actividad cerebral, pero el Gobierno no se ha dirigido a esa gente sino a la mayoría absoluta que conforman la imbecilidad social de este país, que compara los 30.000 muertos (o 50.000) que llevamos en esta crisis sanitaria, con el perro del Ébola o con el naufragio del Prestige, para autoengañarse y autoconformarse.
Con este panorama, que como sociedad no merecemos otra cosa que ser sometida a esclavitud y condenada a galeras, el pacto del PSOE con BILDU no tiene ni tendrá el más mínimo efecto, como no lo tienen tantas cosas graves que han pasado en España, tanto en el Gobierno actual como en el anterior de Rajoy como en el anterior de Zapatero, y no ha pasado nada.
El pacto actual con BILDU no es más grave que el propio pacto del PSOE con Pablo Iglesias y Podemos despues de negar tal posibilidad en la campaña electoral, no es más grave con todo el problema de Venezuela y el narcotráfico y las presuntas implicaciones de miembros del gobierno y de la propia Fiscal General del Estado, ni es más grave que el pacto de Zapatero directamente con la ETA según se patentizaba de las actas encontradas en Francia, ni es más grave que el 11M y la destrucción de los trenes para tapar toda posible investigación en la dirección correcta, ni es más grave que la complicidad de PP y PSOE en el golpe de Estado continuado en Cataluña, los ERE de Andalucía , el caso Faisán y mil cosas más.
Por tanto la pregunta no es si esto le pasará factura al PSOE, que no se la pasará, la pregunta es si a pesar de todas las marrullerías habidas y por haber del Gobierno y de sus cómplices y colaboracionistas, las televisiones, la Policia y la Guardia civil rojas, la Corona haciéndole el juego, etc. etc. etc. si a pesar de todo ello, la España de Covadonga, dela Batalla de las Navas y del Parque de Artillería de de Monteleón de 1808, podrá pasar por encima de todo esto y vencer a los enemigos de España. Esa yo creo que es la pregunta.