Tres grandes oportunidades perdidas

Primera.- Terminada la Guerra de la Independencia, nunca debió dejarse regresar a Fernando VII, el rey felón, un traidor y amoral repugnante, villano donde los hubo, que había literalmente vendido España al tirano francés, quien además, mientras los españoles se desangraban defendiendo a la Patria, disfrutaba de prebendas sin cuento, lisonjeaba a los invasores y escupía sobre los ríos de sangre española derramada insensible a las miserias de aquella terrible guerra, como lo son todas, de la cual él y su igualmente nefasto padre eran culpables por los traidores pactos con Napoleón; y que no contento con lo dicho, durante su nefasto reinado abocó a España a décadas de enfrentamientos civiles. En 1814 debió acabar la monarquía borbónica en España; que no española, pues era práctica imposición francesa causada en buena medida por nuestra decadencia y debilidad.

Segunda.- Implantada la II República en 1931, y aún habiéndolo sido de forma ilegal e ilegítima, al fin y al cabo aceptada por la gran mayoría del pueblo español, debió ponerse inmediato coto a las izquierdas que la querían antinacional, revolucionaria, antidemocrática y soviética; izquierdas que en España, para nuestra desgracia, siempre han sido extremas, radicales e históricamente criminales. Quienes debieron pararles los pies actuando decidida y contundentemente para consolidar la república por vías nacionales y patrióticas, ni supieron ni quisieron hacerlo. Huido Alfonso XIII de manera cobarde, los españoles debieron unir fuerzas para librar a España de la peste marxista-leninista revolucionaria que los enanos y traidores querían implantar mediante la revolución y la guerra civil que creían ganadas de antemano. Fueron las derechas, siempre cobardes, egoístas y necias las que dieron al traste con la posibilidad de encauzar a España, pero por el contrario la abocaron a la única solución posible: la traumática de la guerra fratricida.

Tercera.- Tras la etapa de gobierno del Caudillo, periodo imprescindible y necesario para la reconstrucción espiritual, moral, institucional y material de una España devastada por la guerra, España tuvo la más grande oportunidad de todas para consolidar un sistema político y económico de convivencia, al tiempo que de engrandecerla aún más de lo que el Generalísimo lo había hecho. Todo estaba a punto. Todo estaba dispuesto. Todo podía ser. España no tenía límites. Pero… esta es, de las tres, la más grande oportunidad que nunca tuvo y que los de siempre han destruido: esa izquierda antinacional, vesánica e históricamente criminal que no tiene remedio, y esa derecha falaz, estúpida y cobarde que tampoco lo tiene, en esta ocasión amparados por un Borbón para el que no hay adjetivos descalificativos en el diccionario, máximo responsable de la deriva que nos destruye cada día más y más, amenazando como nunca antes con hacerlo del todo si no se le pone remedio ya.

¡Qué lástima!

PD.- Comprobar que todavía hay quienes reciben al más felón y nefasto de todos los borbones con vítores y alharacas es prueba de lo descerebrado que están los españolitos de hoy. De nuevo sin memoria. Ni siquiera se justifica por darle en los morros al dictador Sánchez. No tenemos ni remedio ni solución.


9 respuestas a «Tres grandes oportunidades perdidas»

  1. Enhorabuena por el artículo, D. Pedro Alvarado.
    BORBONES MASONES !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    SIN EXCEPCIÓN.
    Y no fue la Comunión Tradicionalista Carlista quien eligió a estos corruptos, miserables, ignorantes masones borbones, sino Franco.
    Tampoco el pueblo español tuvo opción ni de validar a estos traidores a nuestra Patria, ESPAÑA ni a cambiar la masónica constitución atea que nos trajo el «estado de las autonomías» y la mal llamada «democracia»..
    Desde que los gringos «inventaron» el «nuevo » modelo exportable de «democracia», NO ha habido NINGUNA en que los pueblos hayamos podido elegir nuestros gobernantes.
    TODAS LAS ELECCIONES HAN SIDO y SERÁN TRUCADAS.
    Íñigo Caballero
    Donostiarra y carlista desde que nací

  2. Tremendo y terrible cuanto ha expuesto el autor… pero no por los vitriólicos términos empleados… sino por lo cierto.
    El enfrentamiento bélico que la historiografía designa como “Guerra de Sucesión” fue en realidad la “Primera Guerra de la Independencia” la que perdieron los españoles.
    España pasó a ser, durante todo el S. XVIII, una colonia de Francia merced a los “pactos de familia” donde además de perder su esencia histórica, supeditó sus intereses políticos y económicos, e incluso alteró sus tradiciones, en beneficio de quien había sido su secular enemiga desde los tiempos de los Reyes Católicos.
    Nada tiene de extraño que, guillotinados los reyes gabachos por la Francia revolucionaria, Napoleón considerara que la colonia española debería ser regida por su hermano… Ni que el cornudo Carlos IV y su hijo el felón Fernando VII, pensarán que una vez que estuvieran bien atendidos sus intereses particulares, la Corona de España podía pasar a manos de Francia.
    Es decir, lo que durante todo el siglo había sido una realidad de facto, pasara a serlo de iure.
    Pero ganada, ahora sí por los españoles, la segunda Guerra de la Independencia -a costa de sangre y sufrimientos sin tasa- y abandonados por los reyes de la “dinastía espúrea” los españoles pretenden organizar su convivencia mediante la Constitución de 1812.
    Pero el regreso de Fernando VII lo malogra.
    Y durante el S.XIX España se desangra de nuevo en las Guerras Carlistas…. responsabilidad también de la Dinastía Borbónica.
    Al igual que la desmembración del Imperio.
    Tras la nefasta experiencia de la Primera República y la guerra cantonal, España piensa en redimirse mediante la Restauración, si bien eligiendo el camino equivocado de volver a la dinastía que había originado su ruina histórica.
    El desenlace es el mismo de quien perdido en la noche, llega al borde del precipicio. Y buscando un nuevo camino retoma el que le llevó al despeñadero.
    Se llega así a la tercera guerra de la independencia, que se origina con el Alzamiento del 18 de julio tras una nueva deserción de su Rey Borbón.
    Este nuevo Alzamiento impide que la Soberanía Nacional pase a manos de Estalin. El nuevo Napoleón de Europa.
    Pero alcanzada la victoria, esta vez los Españoles vuelven los ojos a la realidad histórica de su origen.
    Y el Caudillo providencial que ganó la Guerra de Liberación o independencia, que además fue Cruzada -como lo había sido la Reconquista- quiere sustentar y asegurar el futuro de España en su tradición histórica:
    De Isabel y Fernando el espíritu impera…
    Nuestra España gloriosa nuevamente ha de ser….
    Al son de justicia de una nueva era…
    Pero muerto Franco un nuevo perjurio: tras aquel de “Marchemos todos juntos, y yo el primero, por la senda constitucional”… el de “Mi pulso no temblará para hacer cuanto fuera preciso en defensa de los Principios y Leyes que acabo de jurar”
    Lo ya dicho. Cuando se retoma el mismo camino que condujo al despeñadero, tarde o temprano se vuelve a él.
    El español es el único animal que tropieza tres veces con la misma piedra.

  3. Correcto y verdad en la primera oportunidad perdida
    En cuanto a la segunda oportunidad perdida también verdad pero añadiendo lo más importante: esa Guerra Civil fue anunciada por el Cielo, su comienzo su final y el Bando victorioso. La Madre de Dios se apareció con una espada en una mano y un rosario en la otra; es decir, «a Dios rogando pero con la espada dando»: con la espada dando no cuando uno quiera sino cuando quiera Dios, que no es lo mismo.
    Si la Madre de Dios o Dios nos dice como Chiquito de la Calzada «¡Al ataaaaaaaqueeeeee!» tenemos que ir de cabeza; pero si la Jefa y el JEFE no dicen nada, no hay que caer en la trampa del «palito patriótico», «golpe de timón», o como quieran denominarlo.
    En cuanto a la tercera oportunidad perdida también hay verdad pero falta también lo más importante: España estuvo en todo momento -y está y estará- tutelada por los Estados Unidos: a Franco le perdonaron la vida, a Carrero no y le elevaron al cielo.
    En cuanto al último Borbón no se preocupen: el chico fue iniciado en la secta de Lucifer en su etapa de estudios en los Estados Unidos.
    Y con respecto a esto último que afirmo. El problema de los españoles no es que no tengan memoria: es que no quieren tenerla que es peor. Un ejemplo:
    Seguro que casi todos recuerdan al Necrófilo sentado en la tribuna cuando en el desfile pasaba la bandera de los Estados Unidos… ¡ya!
    Pues bien, lo más importante y los que muy pocos recuerdan es que: el oficial de los Tres Ejército de España, no estaba porque estaba con su chica en Estados Unidos dando el ultimátum a su padre.
    (Papá, no voy porque quiero casarme con Leti y lo primero es mi felicidad). Correcto chico, pero en ese momento cuelga los tres trajes de militar y la futura coronita y ya te puedes quedar en los Estados Unidos con tu Leti.
    Y a la PD: llamar «dictador Sánchez» es un piropo porque es el Mentiroso, es la mentira encarnada, un verdadero hijo de Satanás «Padre de la Mentira y homicida desde el principio», al que como afirmó el Mentiroso había vendido su alma y que…: ¿recuerdan…? 15 de junio del 2016. Pues lo «vender el alma» y todo lo demás que dijo se ha cumplido punto por punto.

  4. Con respecto a la decisión de Franco a la hora de elegir el sucesor, esta fue uno de sus errores. Sin embargo, y aunque no puedo dar datos objetivos, no poder darlos no significa que no los tenga, Franco en sus últimos años si se dio cuenta de que se había equivocado en dicha elección, pero ya era tarde para rectificar.

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