Trump y su gobierno a la cabeza del mundo decente

Por Pedro de Alvarado

29/09/2020 Internacional

Nada duele más que la verdad. La verdad es como un puñetazo en frío que nos deja KO. La verdad es, por eso, siempre mal recibida. Pero por ello no deja de ser la verdad. La mentira, en cambio, es dulce como la miel hasta llegar a empalagar y hacernos perder el sentido.

Donald Trump ha demostrado durante su primer mandato –esperemos otro segundo–, que dice las verdades sin complejos, que le gusta golpear con ella a los mentiroso, que ha roto moldes. Precisamente los moldes que nos imponen desde todas las instancias, esos moldes del globalismo, el mundialismo, el materialismo, el hedonismo, la corrupción, la ideología de género, el feminismo y el abortismo. Por eso le odian, por eso el mundo, uno de los peores enemigos del alma, vomita toda su bilis y pone en juego todos sus maléficos poderes para intentar ridiculizarlo y más aún que no repita.

Y por eso mismo, o sea, por intentar evitar lo que las fuerzas del mal intentan, nosotros procuramos, aún reconociendo sus defectos  –¿quién no los tiene?–, dar a conocer lo que Trmup y su gobierno defienden incluso en plena carrera presidencial, momentos en que los políticos procuran nadar y guardar la ropa, o sea, mentirnos cual bellacos sobre lo que de verdad van a hacer que es todo lo contrario de lo que nos prometen.

Pues bien, dos nuevos méritos de Trump les traemos hoy aquí:

• En su mensaje con motivo del 75 aniversario de la ONU, el presidente norteamericano se ha despachado a gusto… como siempre: «(la ONU) debe centrarse en los problemas reales del mundo… el tráfico de seres humanos y sexual, la persecución religiosa y la limpieza étnica de minorías religiosas… proteger a los niños no nacidos… como muchas otras naciones aquí presentes, en América creemos que todo niño, nacido o no nacido, es un sagrado don de Dios”. Recordemos que no son sólo palabras, pues por decisión de Trump los Estados Unidos vigilan que todas las organizaciones no gubernamentales que reciben fondos federales deben abstenerse de promover o realizar servicios relacionados con el aborto en otros países, siguen esforzándose por rediseñar su estrategia de asistencia internacional, y pretende aplicarla también a los contratos de Defensa y gubernamentales con las ONG, además de haber interrumpió su financiación del fondo de población de Naciones Unidas (UNFPA) por su asociación con China, cuya política oficial de un máximo de dos hijos por mujer se aplica mediante abortos y esterilización forzosa, así como ha reducido su colaboración financiera con la Organización de Estados Americanos después de que uno de los departamentos de dicha organización presionara políticamente para que se despenalizara el aborto en aquellos países donde sigue siendo delito.
• Mike Pompeo, Secretario de Estado de Trump, no se ha cortado un pelo al denunciar la próxima firma del acuerdo Santa Sede-China con declaraciones más que contundentes y acertadas: “Hace dos años, la Santa Sede llegó a un acuerdo con el Partido Comunista de China, con la esperanza de ayudar a los católicos de China. Sin embargo, el abuso de los fieles por parte del PCCh solo ha empeorado. El Vaticano pone en peligro su autoridad moral, si renueva el trato… la historia nos enseña que los regímenes totalitarios solo pueden sobrevivir en la oscuridad y el silencio… los católicos se encuentran entre las voces más fuertes de Hong Kong a favor de los derechos humanos, incluidos Martin Lee y Jimmy Lai Apple. Beijing los ha arrestado, espiado y acosado por el “crimen” de promover la libertad. El Vaticano debería apoyar a sus compañeros católicos y al pueblo de Hong Kong… el Departamento de Estado ha tomado medidas para responsabilizar a quienes abusan de los fieles. Continuaremos haciéndolo y apoyando a los católicos y creyentes religiosos de China. Hacemos un llamado al Vaticano para que se una a nosotros”.