Ucrania busca desesperadamente aviones de combate… ¡rusos!
A día de hoy se puede afirmar con total rotundidad que Rusia ha ganado la batalla aérea que es además esencial para la victoria en tierra.

Los cazas y helicópteros de ataque rusos “planchan” literalmente todos los días el campo de batalla, impiden que soldados y milicianos nacionalistas ucranianos saquen sus cabezas de las trincheras y vuelan sobre las carreteras que permanecen desiertas dificultando hasta lo indecible la llegada a los varios frentes de combate de refuerzos, combustible, municiones, impedimenta y alimentos. A día de hoy, según la nada sospechosa web polaca claramente pro-ucraniana Defense24. pl los pilotos rusos realizan un promedio de 200 salidas diarias sobre Ucrania, mientras que los ucranianos no más de cinco a diez, incluidas las de transporte. En tales condiciones, la derrota total ucraniana es sólo cuestión de tiempo; como lo sería para cualquier otro ejército.
Naturalmente, Kiev está tratando desesperadamente de paliar tan desastrosa situación, lo que sólo podrá lograr si sus «socios» extranjeros le ayudan. Por ello, las autoridades ucranianas están desarrollando una actividad frenética tratando de conseguir aviones y helicópteros; otra cosa será cómo emplearlos después, si los consigue, en el combate.
La paradoja está en que los aviones que está obligado a obtener Ucrania tienen a la fuerza y obligadamente que ser ¡rusos! o mejor decir los de fabricación soviética. Y ello principalmente porque los pilotos ucranianos, los que aún le quedan, sólo saben pilotar dicho tipo de aviones, pues son los únicos para los que están entrenados. Desde su separación de la URRS los ucranianos no han tenido ni posibilidades, ni ganas, ni dinero para reconvertir su fuerza aérea (aparatos y pilotos) a modelos occidentales.

Pero los problemas en este aspecto para Ucrania son aún peores, porque recuerden que a principios de Marzo causó sensación la noticia de que ni Eslovaquia, ni Polonia, ni Bulgaria iban a suministrar a Ucrania los 70 cazas MiG-29 y Su-25 (soviéticos) que Zelensky pedía con urgencia; dichos países siguen teniendo en activo buen número de tales aparatos, así como de otro tipo de material de guerra de cuando formaban parte del Pacto de Varsovia. A pesar de la tremenda y abusiva presión nada disimulada de Estados Unidos sobre ellos, obviamente interesado en tal hecho, los tres países, uno tras otro, se negaron. Sus razones, por prudencia, fueron evidentes: el temor a que Rusia se lo tomara como lo que es: casus belli. Y aquí una pregunta ¿pretendía EE.UU. precisamente eso, es decir, que Rusia arremetiera contra tales países que, no olvidemos, son miembros de la OTAN, y así tener la excusa para organizar la «tercera guerra mundial»? Eso sí, utilizando como carne de cañón a los soldados y civiles de dichos países centroeuropeos. Pues tal y como son los EE.UU. bien pudiera ser.
Anteayer, 31 de Marzo, la cadena estadounidense CNN informaba de que se había recibido una nueva solicitud de suministros de armas urgentes de parte de Kiev al Congreso de los Estados Unidos “La lista incluye aviones de combate, específicamente el Su-25, un avión de ataque de fabricación rusa”, señalaba la CNN.
El SU-25 es un avión de ataque al suelo y apoyo a tierra soviético que se fabricaba desde 1986 en Ulan-Ude (Siberia – Rusia) pero que los rusos dejaron de producir en 2018 al preferirse fabricar el mucho más avanzado cazabombardero biplaza Su-34. El SU-25 se produce también desde 2002 en la Planta de Aviación de Tbilisi (Georgia), que desde dicho año, tras su privatización, pasó a denominarse Sociedad Anónima Tbilaviamsheni. Y es aquí donde está el meollo de esta cuestión
Lo que Ucrania está haciendo es pedir a los estadounidenses que consigan precisamente esos Su-25 antiguos que se fabrican sólo en Georgia. Tras el veto de los países centroeuropeo ex-miembros del Pacto de Varsovia, es fácil deducir que lo que pretende Kiev, aunque no lo diga claramente, es que los EE.UU. presionen a Georgia para que les entregue Su-25 y además con extrema urgencia.

El 31 de Marzo, el presidente Volodymyr Zelensky , en un discurso televisado a la nación, dijo que en el liderazgo de su país hay quienes “trabajan para la defensa de Ucrania” y quienes “trabajan sólo para permanecer en el cargo”. Entre estos últimos tenía en mente al embajador de Ucrania en Georgia, Igor Dolgov, quien había informado a Zelensky de la negativa de los georgianos a suministrar armas a Ucrania: “Con el debido respeto: no habrá armas, no habrá sanciones, no habrá restricciones a los negocios rusos, busquen en otro lugar”. Así pues, parece que el embajador Dolgov fracasó en sus intentos de conseguir que Tbilisi suministrara inmediatamente a Kiev aviones Su-25 que, como hemos dicho, continúan produciéndose en dicha república, algo mejorados bajo la denominación Su-25KM; la producción en todo caso es mínima porque durante la guerra civil en Georgia por la región de Osetia del Sur (en 2008), en la que intervino Rusia, uno de los objetivos de los bombardeos rusos fue, precisamente, la fábrica de los Su-25 por lo que desde entonces su producción decayó notablemente, recuperándose sólo a partir de 2021, o sea, prácticamente antes de ayer.
Aparentemente, la esperanza de Kiev en Georgia era especialmente grande, recordando, probablemente, la ayuda de Kiev a los georgianos con sistemas de misiles antiaéreos durante el conflicto de Osetia y la ayuda de los voluntarios georgianos a Ucrania en el enfrentamiento con Rusia durante la guerra del Dombás. Pero Georgia, escaldada por las amargas experiencias pasadas, y la peligrosidad del conflicto ruso-ucraniano actual, hoy (a diferencia de 2008 y 2014) se resiste con todas sus fuerzas a involucrarse en él suministrando aviones o cualquier clase de armamento en la batalla político-militar del Occidente con Moscú, no sea que éste se lo tome mal y decida pegarles «un repaso» (Georgia no pertenece a alianza militar alguna, menos aún a la OTAN).
El SU-25 fue uno de los aviones de ataque al suelo y apoyo directo a tierra más exportados por la URSS, quedando todavía no pocos aparatos en servicio en África y Asia, bien que debido al mal mantenimiento y a la falta de repuestos, así como a su uso y antigüedad de sus equipos, dichos aviones no parece que pudieran tener rival en el actual conflicto con Rusia. Según la revista Forbes, aproximadamente 485 SU-25 están actualmente en servicio en los ejércitos de 24 países. Constituyendo el 3% de todos los aviones de combate tripulados del mundo. La mayoría aún conservan los viejos sistemas y armamentos originales de los años 80 y 90, lo que les hace especialmente vulnerables a tenor de cómo ha evolucionado desde entonces la tecnología militar, en especial la aérea.

Aún en el caso de que Georgia entregara a Ucrania sus Su-25KM, de poco servirían porque sólo posee cuatro aparatos y porque sus pilotos carecerían de protección contra el fuego antiaéreo desde tierra ya que el blindaje de la cabina carece del titanio necesario que deberían haber comprado, precisamente, a la corporación rusa VSMPO-AVISMA PJSC, y es muy poco probable que los rusos hayan suministrado productos de naturaleza tan «delicada» a Georgia con la que las relaciones son desde su separación de la URSS más que tensas. Debido a ello, casi con toda certeza, en el Su-25KM, o sea, la versión mejorada por Georgia del Su-25, el titanio parece que fue sustituido por aluminio reduciendo en gran medida las posibilidades de que el avión y su piloto sobrevivan en una batalla real.

La negativa de Georgia a suministrar armas a Ucrania (no sólo se ha negado a los SU-25, sino también a carros de combate y armas ligeras) fue la causa del feroz ataque que el pasado el 28 de Marzo llevó a cabo el jefe del gabinete del presidente ucraniano, Andriy Yermak, cuando intervenía en directo en una entrevista para la televisión georgiana, acusando públicamente a Tiflis de traición por connivencia secreta con Moscú: “El pueblo ucraniano está esperando pasos (del gobierno georgiano) para condenar la agresión de Rusia y sumarse a todas las sanciones anunciadas, no sólo de palabra, sino también de hecho. Pero tenemos la sensación de que algo se nos oculta. (…) La oscuridad debe terminar. Estamos esperando claridad”.
Pero hay aún un factor en juego. La dependencia política y militar de Georgia de los estadounidenses no ha desaparecido. Por lo tanto, es bastante natural que Kiev decidiera “chillar” a sus antiguos aliados que se han vuelto sospechosamente intratables, no sólo con Ucrania, sino también con Washington negándose a la entrega de armamento. La esperanza de Kiev en las presiones de los EE.UU. es comprensible, porque es poco probable que Tbilisi pueda resistir siempre una patada poderosa como puede ser la norteamericana. De ser así, es posible que los tan ansiados Su-25KM podrían ir a combatir en Ucrania, pero ¿servirían para algo a estas alturas y con sus graves deficiencias? ¿Cuatro o incluso cuarenta aviones pueden decidir la actual batalla a favor de Kiev? Supongamos que Ucrania los obtiene. De Georgia o de otro país, por ejemplo africano o asiático. ¡Estos aviones no duraría ni un par de días ni en sus aeródromos! Los sistemas de misiles antiaéreos rusos, las bombas y los misiles se enviarían contra ellos especialmente, como así ha sido contra casi todos los aviones de combate ucranianos durante el último mes con el resultado que hemos dicho al principio.

¡¡¡Fuerza a la Santa Rusia!!!
La Verdad prevalecerá.
Hablando claramente, y ahora que no me lee nadie: en mi modesta opinión, UCRANIA ES UN ESTAFO FALLIDO, y ahora, además, destruido.
Es un país desintegrado, refugio de las bandas de criminales que operan en Europa, y solo me extraña que la PSOE, o la familia PUJOL, por ejemplo, no hayan fijado su sede allí.
Muchas organizaciones criminales de tráfico de personas y drogas, pederastía, prostitución, etc., operan en y desde Ucrania, y el ¿Estado? no quiere o no puede controlarlas.
(Por cierto, en España vamos por el mismo camino, ser un Estado fallido).
Y al igual que España, su presidente de la república, y en nuestro caso del gobierno, SON TRAIDORES AL PAÍS, en el caso nuestro con la inación, dolosa y culpable, del que dice ser FELIPE VI. (Salvo que eté secuestrado en LA ZARZUELA, y no nos hayamos enterado).
En otras palabras, me dan pena y asco, a partes iguales…
Muy buen trabajo, Monsieur Jacques.
Impagable su contribución a que fluya la verdad entre los muros de censura y estupidez que nos cercan.
Muchísimas gracias.
Solo una cosa me rechina, el denominar caza al Su-25, un avión de ataque al suelo.
Juan Español: efectivamente,el Su 25 es un CAZA DE ATAQUE AL SUELO, del cual existe también una version naval.
Dejo aqui un video sobre la solidez del Su25 asi como mi testimonio de admiracion por el Comandante Alexander.S, por su valor al completar su mision habiendo recibido TRES ataques con missiles.
https://www.youtube.com/watch?v=pESeEMjhoEY