Un conflicto que ni nos va ni nos viene
Y si rascamos un poco nuestro corazón se dividirá tanto entre el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, me refiero a la sociedad no a los gobiernos, y en ningún caso con los intereses de algunos de nuestros llamados “aliados”, “amigos” o “vecinos”.
Inglaterra tiene y ha tenido buenos, excelentes, pintores y dibujantes, pero en materia de trazado de fronteras ha sido el mayor desastre de la Historia comenzando por las suyas, siguiendo por nuestra amada América, fraccionada a su gusto en parcelas usufructuarias, la India, África, siempre mirando exclusivamente sus posibilidades extractivas y de saqueo, lo mismo que los EEUU de América otrora deudos de nuestra ayuda en su independencia reconocida por sus gloriosos padres fundadores y reconocedores de la acción española, hechos y cosas que ha sido enterradas por los protestantes anglosajones inventores de su particular Acción de Gracias pues los otros interlocutores de aquella inventada celebración, los desaparecidos nativos wampanoag, no existen para dar su opinión. Y es que incluso hasta el pueblo cherokee uno de los que formaban las ‘Cinco tribus civilizadas’, junto a choctaw, chickasaw, creek y semínolas que se aliaron y adaptaron con los ingleses, ello no les sirvió de nada para evitar ser despojados de sus tierras y desplazados a Oklahoma partir de 1838, en el genocidio conocido como ‘Sendero de las lágrimas’.
Pido disculpas pues comienzo a irme por las ramas en temas que también son de actualidad y tienen que ver con trazado de fronteras y desplazamientos forzosos de personas. Voy a intentar centrarme en la estepa ruso-ucraniana.
Antes de meternos en líos conozcamos nuestra historia, nuestra geografía, sepamos la geografía y la historia de nuestras propias regiones, todas, incluyendo los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca, del principado de Cataluña, Vascongadas, Navarra… y de regiones y territorios tan españoles como la mismísima Asturias, me refiero a Canarias, Gibraltar, Ceuta, Melilla, y resto de territorios de soberanía africana. Y por supuesto esta lección es imprescindible que sea conocida por nuestros políticos y enjambre de ignorantes asesores para ser defendida y explicada tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Sin esa pedagogía no podremos tener ningún peso en ningún foro internacional.
Cada día se escuchan auténticas frivolidades sobre Ucrania, la solidaridad de los pueblos de la OTAN, la supuesta arrogancia de Rusia. Todos sabemos del sufrimiento de los pueblos bajo el telón de acero, que tanto defienden ahora los comunistas españoles, ese telón que aplastaba a Polonia, Países Bálticos y otros territorios como la propia Ucrania, víctima del Holomodor terrible ejemplo del genocidio comunista.
Todo esto es cierto, pero igualmente de cierto fue la autodisolución de la Unión Soviética y la buena voluntad mostrada por la perestroika de Gorvachov y Yeltsin, ampliamente traicionada por el bloque occidental. Rusia quería ser europea y le dieron el portazo en la cara, fundamentalmente ingleses y americanos, el pacto de Varsovia se deshizo ¿Y la OTAN? ¿Cuál era el interés de mantenerla? ¿Qué fue de las garantías que se dieron a Rusia de no cercarla militarmente?… Todo papel mojado.
Cuando se habla de Dombás, la región que abarca las antiguas tierras culturalmente rusas de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) no se entra para conocer el detalle pues a lo mejor nos damos cuenta que es como si Cataluña se la quedase Francia.

El nombre histórico de Ucrania es «Rus′», aunque su transliteración al latín derivó a dos términos: Ruthenia o Russia. Hasta la aparición del Zarato moscovita, Ucrania era conocida en latín como «Regnum Russiae», es decir reino de Russia. Poco antes de iniciar la Primera Guerra Mundial, el territorio conocido actualmente como Ucrania estaba dominado por Austria y por Rusia.
Con el colapso de los imperios de Rusia y Austria después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa de 1917, a raíz de la cual Ucrania se proclama República independiente, al reaparecer el movimiento nacional ucraniano por la creación de un estado que nunca había existido. Debido a la invasión alemana por una parte y a las luchas civiles por otra, llevaron a la formación de dos Repúblicas que dividieron el país en sendas partes, una de las cuales quedó sometida al dominio de los alemanes. El 9 de febrero de 1918, la República Popular Ucraniana firmó su propio Tratado de Brest-Litovsk con las Potencias Centrales en la ciudad de Brest. Entre 1917 y 1920, existieron varios Estados ucranianos autónomos: la República Popular Ucraniana (RPU), el Hetmanato, el Directorio de Ucrania y la República Socialista Soviética de Ucrania (RSSU) que se establecieron sucesivamente en los antiguos territorios del Imperio ruso; mientras que en el antiguo territorio austrohúngaro surgió la efímera República Popular de Ucrania Occidental (RPUO).
Tras la victoria de los bolcheviques en 1920, Ucrania se convertiría en la República Socialista Soviética de Ucrania (RSS de Ucrania) y pasó a formar parte de la URSS desde 1922 mediante la firma del Tratado de Creación de la URSS. Previamente el 22 de enero de 1919, a exactamente un año de la proclamación de la RPU, se firmó el Acta de Unificación entre esta y la vecina RPUO. Sin embargo, tras la derrota de la República Popular de Ucrania Occidental en la Guerra polaco-ucraniana y la sucesiva ofensiva de la Rusia Soviética en Ucrania Oriental, en 1920 la República Popular de Ucrania firmó el Tratado de Varsovia con Polonia, aceptando la pérdida de territorios de Ucrania Occidental, que comprendía hasta el río Zbruch, en favor de la Segunda República Polaca. A la guerra polaco-soviética le siguió el fracaso de la ofensiva polaca, que fue repelida por los bolcheviques, aunque los polacos entraron a Kiev. De acuerdo con la Paz de Riga, Ucrania queda dividido en dos: el oeste fue anexionado a Polonia y el este a la URSS. Así, por la paz rubricada entre los soviéticos y la Segunda República Polaca en marzo de 1921, Ucrania Occidental se incorporó oficialmente a Polonia, que reconocía a su vez a la RSS de Ucrania (RSSU), la cual posteriormente fue uno de los miembros fundadores de la Unión Soviética en diciembre de 1922.

Deben ser tenidos presentes dos, o incluso tres, factores fundamentales en el distanciamiento ucraniano ruso, uno de ellos la desastrosa política estalinista sobre Ucrania y el otro la Segunda Guerra Mundial que acabó por destrozar el capital humano ucraniano a partir de 1941. Esta guerra causó daños muy especialmente a Ucrania, graves perjuicios económicos, e igualmente afectó considerablemente a la población del país. A pesar de ellos en contraprestación, Ucrania aumentó sus fronteras con territorios que habían pertenecido a Checoslovaquia, Rumanía y Polonia, por un lado, y se vio incrementada con Crimea por otro, transferida, como reiteramos en estas líneas, en 1954 a petición de la RSFS de Rusia, debido a la falta del acceso terrestre a la península, quedando muy claro que antes del 26 de abril de 1954, Crimea nunca había formado parte de Ucrania. El tercero de los factores fue, con la crisis del estado soviético, la explosión del reactor nuclear de Chernóbil en 1986, que supuso la mayor catástrofe radioactiva en la historia de Europa que generó terribles daños a la población, e invaluables consecuencias de futuro, con lo que aumentó considerablemente el malestar ciudadano y el espíritu reivindicativo nacional ucraniano.
La revolución que llevó al poder al partido socialista devastó Ucrania, dejando más de 1,5 millones de muertos y cientos de miles de personas sin hogar, además de que la Ucrania soviética tuvo que enfrentarse a la conocida y devastadora hambruna de 1921. Tras la invasión de Polonia en septiembre de 1939, las tropas alemanas y soviéticas se dividieron el territorio polaco. Por lo tanto, Galitzia y Volinia con su población ucraniana volvieron a unirse con el resto de Ucrania, con lo que finalmente y bajo el poder soviético se alcanza en este momento del siglo XX la unificación del país por primera vez en su historia, acontecimiento decisivo en la historia de la nación.
En 1945 Ucrania fue uno de los miembros fundadores de la Organización de las Naciones Unidas. Según las estadísticas, hasta el 1 de enero de 1953, el 20 % de todos los deportados por el régimen soviético eran ucranianos, el segundo grupo étnico con más deportaciones después de los rusos. Aparte de los ucranianos, más de 450.000 alemanes residentes en Ucrania y más de 200.000 tártaros de Crimea fueron víctimas de deportaciones forzosas.
Tras la muerte de Stalin en 1953, Nikita Jrushchov se convirtió en el nuevo líder de la Unión Soviética, tras haber ejercido como Secretario del Partido Comunista de Ucrania entre 1938 y 1949, familiarizado tanto con la política soviética como con Ucrania. Una vez erigido como líder máximo y director de toda la Unión Soviética, comenzó a estrechar la amistad entre las naciones de Ucrania y Rusia. En 1954, se celebró el 300 aniversario del Tratado de Pereyáslav, y con tal motivo, actuando como un terrateniente propietario transfirió por simple capricho y para contentar a los soviéticos ucranianos el territorio ruso de Crimea, que siempre había sido parte de Rusia, desde la RSFS de Rusia (República Socialista Federativa Soviética de Rusia) a la RSS de Ucrania (República Socialista Soviética de Ucrania).
Sería el 24 de agosto de 1991, y gracias a la Perestroika que el parlamento ucraniano aprobó la Declaración de Independencia de Ucrania, con la cual quedaba establecida como estado independiente y democrático. El 1 de diciembre de 1991, tuvieron lugar un referéndum y las primeras elecciones presidenciales. El 8 de diciembre de ese mismo año Yeltsin, por parte de Rusia; Kravchuk por Ucrania y Shushkiévich por Bielorrusia, firmaban el pacto de Belavezha, celebrado cerca de Polonia, dejando extinguida la URSS, y dando lugar al nacimiento de nuevos Estados Independientes.
El 6 de marzo de 2014, el Parlamento de Crimea aprobó «ingresar en la Federación de Rusia con los derechos de sus miembros» y más tarde llevó a cabo un referéndum en el que se consultó a la población de estas regiones si deseaba unirse a Rusia como estado federado o si prefería restaurar la Constitución de Crimea de 1992 y el estado de Crimea como parte de Ucrania. La primera opción fue aprobada con una abrumadora mayoría. Crimea y Sebastopol declararon formalmente la independencia como la República de Crimea y solicitaron que fueran admitidos como parte de la Federación de Rusia. El 18 de marzo de 2014, Rusia y Crimea firmaron el tratado de anexión de la República de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia.
Tras el referéndum en Crimea y su unión a la Federación Rusa, las protestas en Ucrania, que habían sido pacíficas contra el Presidente destituido, se convirtieron en una auténtica guerra civil entre las regiones del este y del oeste del país, entre ucranianos y las regiones pro-rusas que no querían continuar bajo el mandato del autoproclamado nuevo gobierno y aprovecharon la debilidad del país para celebrar el referéndum hacia la independencia.
El 27 de marzo de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 68/262, llamada ‘Integridad territorial de Ucrania’, en respuesta a la crisis de Crimea sin atender ningún estudio ni argumento histórico por supuesto. Aprobada por 100 países, ignorantes de la historia de aquellos territorios, la resolución afirmó el compromiso de las Naciones Unidas para reconocer a Crimea como parte de Ucrania, rechazando el referéndum sobre el estatus político e ignorando la arbitrariedad de Jrushchov aunque fuera una arbitrariedad de un comunista a quien como a todo comunista solo le importaba el poder, lo mismo que al bloque anglosajón cuando fragmentó la América Hispana para someterla económicamente tal como sigue a día de hoy.
Después del Euromaidán, manifestaciones y disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista en Ucrania que en su clímax derrocaron al presidente electo Víktor Yanukóvich del prorruso Partido de las Regiones, e influenciado por el referéndum de Crimea de 2014, los concejales del óblast, región, de Donetsk votaron a principios de marzo de 2014 tener un referéndum democrático para decidir el futuro de la región administrativa de origen ruso.
Aquella resolución de NNUU provocó que explotara la guerra de Donbás, comenzaron disturbios en las regiones del este y del sur de Ucrania. En varias ciudades de las regiones de Donetsk y Lugansk, se organizaron milicias locales, que se apoderaron de los edificios policiales, gubernamentales y de las comisarías de policía especiales en varias ciudades de las regiones. Desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, Ucrania ha estado dividida entre oriente y occidente. Aunque en el occidente del país predomina el idioma ucraniano, la lengua rusa, por el contrario, predomina en el este y el sur de Ucrania.
La importancia estratégica desde muy antiguo de esta región la vemos por ejemplo en la población de Rostov del Don en el mar de Azov, junto a Ucrania donde antaño existió la colonia griega de Tanais, la fortaleza genovesa de Tana y la fortaleza turca der Azov, región clave entre Ucrania y el mar Caspio.

A poco que observemos la distribución de los grupos étnicos y lingüísticos sobre el territorio percibiremos lo complejo de la situación. Para comprenderlo no tenemos más remedio que remontarnos al siglo XVIII así conocer y entender mejor la historia del este de Ucrania, así como las causas del origen de lo que se llamó Novorrossia, denominación usada durante el Imperio ruso del siglo XIX para el territorio de la costa norte del mar Negro, actualmente forma parte del sur de Ucrania, sur de Rusia, Besarabia y Transnistria, tierras recuperadas por el imperio ruso y que estaban en poder de los turcos. El occidente de Nueva Rusia, comprendida entre los ríos Dniéster y Dniéper, conocida como Yedisán por los otomanos, la cual había sido anteriormente habitada, junto con la parte central, por la Horda Nogái, regiones históricas de los campos salvajes y Besarabia.
El Imperio ruso fue tomando el control del territorio por los tratados de paz firmados con el Imperio otomano tras las guerras ruso-turcas de 1735–39, 1768–74, 1787–92 y 1806–12. La emperatriz Catalina “la Grande” otorgó poderes absolutos de gobernación al príncipe Potiomkin para llevar a cabo la colonización de la tierra, que fue concedida a la nobleza rusa. Más tarde, se trasladó a aquella inmensidad a campesinos rusos y ucranianos en calidad de servidumbre para el cultivo del territorio que hasta entonces era una estepa totalmente despoblada. La emperatriz rusa también invitó a colonos que llegaron de otros países de Europa como Alemania, Polonia, Italia, Grecia, Serbia para agilizar el proceso de colonización. De esta manera es a partir de 1754 que Rusia establece y funda Kirovogrado, Novorossiysk, Yekaterinoslav, actual Dnipropetrovsk, Nikoláiev, actual Mykolaiv, Jersón, Mariupol, Melitopol y Odesa, que como sabemos fue fundada esta última por el español José de Ribas.
En la actualidad este amplio territorio comprende a abarca las provincias ucranianas de Donetsk, Lugansk, Dnipropetrovsk, Zaporizhia, Mykolaiv, Jersón, Odesa, parte del Región de Kirovogrado y Crimea; en Rusia, la provincia de Rostov del Don, el krai de Krasnodar, el krai de Stávropol, y la República Autónoma de Adiguesia; y las regiones de Besarabia y Transnistria en la República de Moldavia. La presión del imperio ruso, cada vez más fuerte, privó a Ucrania de toda autonomía durante el siglo XVIII. Sería durante el siglo XIX que florecen movimientos separatistas, que dieron lugar a la Revolución rusa de 1905.
Si nos fijamos en el mapa podemos ver otras regiones de origen o profunda tradición rusa como el Oblast de Odessa que incluye la parte sur del territorio histórico de Besarabia llamado Budjak, que perteneció históricamente al Principado de Moldavia y que fue anexionado en 1812 por el Imperio ruso, que luego se anexó al Reino de Rumanía en 1918 y nuevamente ocupado por la Unión Soviética en 1940 en virtud del Pacto Ribbentrop-Mólotov. En ese maremágnum étnico la mayor parte la población de Budjak consta de ucranianos, rusos, rumanos, búlgaros, gagaúzes y gitanos. Se trata de un tema bastante peliagudo en el que los “grandes intereses” ni se detienen y se ponen alegremente a situar sus peones militares como si de una inofensivas partida de ajedrez se tratase. Al norte de Crimea se sitúa el oblast de Jersón de influencia rusa. Sobre el mapa podemos observar la situación oriental de Luhansk y Donetsk (Donbás).
Y qué me dicen de Bielorusia, que significa en eslavo Rutenia Blanca: Biely = Blanco + Rus, nombre de los Rus, la población histórica del Jaganato de Rus y de la Rus de Kiev. Por este motivo, especialmente cuando se encontró bajo el dominio del Zarato ruso, la región era llamada en español Rusia Blanca.

Con todo esto no quiero hablar ni referirme a partidos políticos, me refiero esencialmente al pueblo ruso que tiene todo el derecho a ocupar su territorio ancestral y no dejar abandonados a los de su lengua y cultura y que al igual que el sufrido pueblo ucraniano tiene todo el derecho a sobrevivir pero no a llevar a la guerra al resto de Europa por reclamar tierras y personas que en realidad son rusas y han sido rusas durante siglos. Este es un conflicto que ni nos va ni no viene y yo concretamente desconozco las intenciones tanto de los EEUU como de Inglaterra en este conflicto, guiadas exclusivamente por el poder estratégico de un territorio, cuando todos ellos, occidentales desde la inmensa Rusia a los EEUU de América, deberían estar mirando precisamente hacia China.
Para Lapaseata

Pues si no va y nos viene, porque cada vez de USA quiere pegarse con Rusia no lo hacen en sus fronteras, Alaska, donde se tienen no a tiro de misil sino a tiro de piedra.
Pero claro, es mejor pelearse en casa ajena para matar a sus habitantes, destrozarla y empobrecerla.
Recuerden lo que con toda sinceridad dijo un estadounidense: «USA no tiene amigos, tiene intereses».
Bueno no, lo siguiente. Mi agradecimiento al autor de este artículo y a El Español Digital por publicarlo.
Copio:
En ese maremágnum étnico la mayor parte la población de Budjak consta de ucranianos, rusos, rumanos, búlgaros, gagaúzes y gitanos.
Pregunta: de donde son los «gagaúzes»?
Involucra a todo los paises, toda esta provocacion de la guerra Ucrania/Rusia tiene dos vertientes una ver la capacidad de repuesta militar de Rusia ver hasta donde son capaces de actuat y la segunda sacar a flote la economia deUSA como lo fue en las dos guerras mundiales pero el problema esta en el momento historico porque las sanciones economicas a Rusia afectaran el comercio mundial y hasta decrecimiento economico en muchos paises sobre todo el los mas y menos desarrollados que produciran impago de deudas nacinales e internacionalesy con ello incremento de la inflacion mundial, fallas en el suministro de materia prima para la agroindustria con mayor inflacion y escases de alimebtos que produciran disturbios sociales en la mayoria de los paiese .
USA no escapara de esto a pesar que lo provoco para salvar su economia puesto que el remolino de la inflacion
les pegara muy fuerte con gran caos social y posible seccecion de algunos estados