Un Gobierno muy fotogénico (no todos)

La causa general de España pasa de castaño oscuro. Enseguida uno se pone a pensar cual es el tema que el presidente del gobierno domina y fuera de la pose para el retrato, su facilidad para hacer promesas incumplidas o colocar a sus amigos. Queda el vacío más absoluto.

La pandemia se ha generado a nivel planetario, lo difícil es permanecer entre los tres primeros puestos de mala gestión en las tres sucesivas oleadas del virus. Ese ánimo de enrocarse en los errores, indican además de incompetencia dar prioridad al interés del partido por delante de la vida de los ciudadanos.

Robles (Defensa)

No se han utilizado adecuadamente los enormes recursos que posee el Estado, se ha decretado un mando único que no se ha sabido ejercer o que ha salido huyendo como pasó con las residencias de ancianos durante la primera ola. No se quiso informar verazmente al ciudadano, ocultando sistemáticamente el número de fallecidos o dando información falsa como la proporcionada con las mascarillas. En definitiva, Sánchez no supo ejercer el liderazgo al que su alta magistratura le obligaba. Sí permitió que correligionarios suyos hicieran negocio con el abastecimiento sanitario, soslayando los mecanismos que tiene el Estado, y que en algunos casos además resultó inservible, el mantenimiento de un incomprensible rechazo hacia la salud de los ciudadanos de Madrid, así como su resistencia a adoptar medidas preventivas en el aeropuerto de Barajas.

Castells (Universidades)

Pasando por encima de la Constitución, con la ayuda de su aliado de gobierno, se ha dedicado a: dictar multitud de decretos leyes que en su mayor parte no cumplen con el requisito constitucional de la urgencia, decretar un estado de alarma de 6 meses cuando solo puede hacerlo por 15 días prorrogables por otros 15 días, eludir el control parlamentario efectivo como señala la Constitución en los estados de alarma y finalmente a cercar al CGPJ cuestionando sus competencias en el nombramiento de magistrados. En resumen, aprovechar la pandemia para reforzar un poder totalitario que debilite al actual sistema político y compense su debilidad exterior, así como una imagen internacional totalmente deteriorada, de la que ya se hacen eco los principales periódicos del mundo.

Ábalos (Transportes)

En la crisis económica que estamos padeciendo como efecto añadido, uno pensaba que el presidente con un doctorado en Ciencias Económicas, aunque de dudosa obtención, tendría ideas válidas para atenuar los efectos de la epidemia, pues tampoco. La política económica basada en unos presupuestos irrealizables adopta la senda del incremento gasto público improductivo como la contratación de más asesores o la continuidad en el financiamiento de chiringuitos innecesarios mientras las colas del hambre experimentan un notable incremento.

Para agravar aún más el panorama y no encarar decididamente las crisis sanitario – económica, intenta distraer el foco de atención de la opinión pública y no duda en distraernos con temas, aunque importantes son menos urgentes, como: Gibraltar, la inmigración, Marruecos el Sahara occidental, Venezuela o el acercamiento de terroristas al País Vasco.

Glez. Laya (Exteriores)

Temas en los que tampoco obtiene ningún resultado beneficioso para España y que por el contrario suponen una pérdida de imagen internacional, a la vez que manifiestan una debilidad internacional creciente a la que tenía cuando se inició esta legislatura.

En poco más de un año de gobierno, Sánchez ha demostrado su falta de: capacidad, liderazgo y empatía. Es como si en el palacio de la Moncloa las personas que allí trabajan lo estuvieran haciendo para una nación inexistente. La elección del ministro Illa para liderar la lista del PSOE, en las elecciones autonómicas catalanas, es una buena prueba. Un ministro de sanidad cuya gestión ha sido desastrosa es catapultado como la gran esperanza electoral del partido socialista. Lo importante, al parecer, es dar bien en las fotos o en la televisión no la cuenta de resultados.

Para Espacioseuropeos


Una respuesta a «Un Gobierno muy fotogénico (no todos)»

  1. Al iniciarse el Movimiento Nacional, el Presidente de la IIª República Manuel Azaña en conversación telefónica con Francisco Franco, para tratar de desmoralizarlo y de convencerlo de que cesara en su actitud, se puso a enumerar las muchas cosas de que disponía su gobierno para ganar la guerra y las pocas o ningunas de que disponía Franco.
    Azaña enumeró la ayuda internacional de la Rusia de Stalin, de la todopoderosa Norteamérica del masón Franklin Delano Roosevelt, de la no menos todopoderosa Gran Bretaña y todo su imperio de la Commonwealth, de la Francia de Leon Blum, del Méjico de Lázaro Cárdenas y otros muchos países de Suramérica y el mundo, y que disponían de la práctica totalidad de la Fuerza aérea y de la Armada, de los principales puertos (Bilbao, Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga…), y bases navales, de la práctica totalidad de las zonas industriales, de la mayoría de los Generales del Ejército, etc etc.
    Y así siguió enumerando lo mucho que tenía él en contraste con lo poco que tenía Franco.

    Cuando terminó de vanagloriarse, Franco le respondió aquello, -que es toda una lección de moral-, de:
    «ustedes lo tienen todo, menos la razón».
    Tampoco en este punto los rojos andaban tan mal como decía Franco, porque hay que decir, que es verdad que la razón no la tenían pero lo suplían con bastante eficacia con tener a su favor a la prensa mundial, que con su inmenso poder de manipulación mentía a su favor con el descaro como saben hacerlo (hoy lo podemos ver como una orquesta por ejemplo cuando hablan del Presidente Donald Trump). Con lo cual, aunque Azaña no tenía la «razón», tampoco le hacía falta porque la prensa mundial a su servicio suplía con creces esta carencia presentando a la opinión pública extranjera un conflicto en el que una Nación entera, no sólo sus soldados sino más aún sus civiles, se levantaba por su supervivencia como en 1808, y lo presentaban falsamente como un «golpe de estado» de militares retrógrados y una lucha de la democracia (de Stalin) contra el «fascismo», siguiendo dicha prensa el viejo lema de Lenin: «Contra los cuerpos: la violencia; contra las almas: la mentira».

    Bueno pues teniéndolo todo, hasta incluso la «razón» (su sucedáneo, me refiero), porque aunque no la tenían la suplieron con la manipulación de la prensa mundial al servicio del comunismo y la masonería (es decir de Tío Joe en la URSS y de Tío Franklin en los EEUU), al final los rojos fueron tan ineptos que teniéndolo todo a su favor en abrumadora y apabullante superioridad, perdieron la guerra.

    La prueba de cómo ello fue posible la tenemos delante de nosotros desde marzo de 2020, cómo el actual Gobierno de Pandemio Sánchez y toda su retahíla de 22 Ministros (que se dice muy pronto) más todo su séquito de enchufados dentro de cada Ministerio , organismos miles, y dependencias diversas, a pesar de todo su enorme poder, más la prensa y las televisiones a las que previamente han regado con dinero para tenerlas de su lado, y ellas se han dejado comprar (que esto deberá valorarse en el futuro, el día que en España haya Justicia, qué relevancia penal tiene) está haciendo y sosteniendo la peor gestión de esta situación de todos los países de la Tierra, incluidos aquellos del Tercer mundo que no disponen de los recursos de lo que nosotros disponemos o podríamos disponer si no se los regaláramos a Marruecos, pero que sin embargo España, la España de Pandemio Sánchez y Felipe VI el «Yo no digo nada», les gana a todos en hacerlo peor imposible.

    ¿Cómo los rojos perdieron la guerra?, pues aquí está la respuesta: sólo hay que mirar al Vicepresidente del Gobierno cómo miente, sólo hay que ver qué gestión ha hecho de las Residencias de ancianos, y luego cuando ha producido miles y miles de muertes, cómo ha escurrido el bulto con toda la cara dura del mundo y sin pestañear, cómo solo toda esta gente es capaz de fingir. Sólo hay que ver cómo la Judicatura se pone a su servicio una vez y otra, y devuelve una y otra vez sus asuntos judiciales para no hacer nada, porque la Justicia en los países sometidos al control de los soviets, de Justicia solo tiene la fachada, el «disfraz» para aparentar lo que no hay, como aquella gente en la posguerra que no tenían para comer y que se echaban desmenuzadas unas migas de pan en la barba o una mancha sobre la ropa para aparentar que habían comido. Sólo hay que ver a la Ministra de Exteriores lamerle las babuchas de piel de camello al sátrapa de Marruecos, o entregar Gibraltar y 300 años del sacrificio y la sangre de generaciones y generaciones de españoles a los ingleses así , echados a la basura de golpe, mientras el Almirante López Calderón dice que hay que ayudar a los cayucos. Sólo tenemos que ver al Astronauta que debe tener una sola neurona en órbita descontrolada en su maltrecho cerebro, o al Ministro de Universidades con su cara de enajenado, y a la Ministra de la Clínica Ruber Internacional abriendo la boca sólo para echar odio y mentira, mientras en las residencias de ancianos miles de ellos han muerto en la indefensión de abandonarlos a su suerte a pesar de sus 40 años o más de cotización a la Seguridad social que luego se les ha negado impunemente y ala Fiscalía roja le ha faltado tiempo de impedir toda denuncia sin mirarla siquiera, sin una previa instrucción que hubiera permitido decidir con cierto conocimiento de causa (se explica ahora que en el video del artículo de ayer sobre la Liberación de Barcelona, en el punto 6 minutos 7 segundos esa mujer joven saliera del publico para ir a besarle las manos al General Yague, se comprende ahora por qué aquella mujer hizo eso?) abriendo la boca. Sólo hay que ver que el Ministro de Sanidad que peor gestión de la pandemia ha hecho a nivel mundial es elevado a candidato del PSOE a las elecciones Catalanas, y lo que es peor, la gente, en su miseria moral capaces son de votarlos. ¿Se entiende ahora por qué la España Nacional tuvo que compartir sus bienes con la población de la España Roja, que lo habían quemado y destruido todo y no tenían nada y habrían muerto literalmente de hambre si la España Nacional no les hubiera dado para que comieran? Acaso los que han perdido su trabajo y ya no tienen ni para comer van a casa de Pablo Iglesias o de Carmen Calvo a pedir comida, acaso no van a dónde siempre han encontrado calor y ayuda que son las parroquias de la tan odiada Iglesia católica que una y otra vez revalida la parábola del «Hijo pródigo». Lo podemos ver en los trabajadores abandonados a su suerte, muchos de los cuales todavía no han cobrado la prestación por desempleo o las ayudas erte aunque la Ministra de Trabajo diga que sí para engañar a los ingenuos que todavía piensan que alguna vez dicen la verdad. Sólo hay que ver a los policias y Guardias civiles que que guardan las casas de los políticos, de esos políticos que hacen leyes para que asaltar domicilio y ocupar casas pueda hacerse con total impunidad mientras esos mismo políticos en las suyas mantienen fuertes controles policiales, porque en esto los políticos rojos son maestros. Sólo hay que ver al Ministro de Justicia para lo que ha quedado, o al de Interior cómo miente con tamaña temeridad. Sólo hay que ver cómo las televisiones blanquean a diario al gobierno, y tapan noticias o manipulan otras, o usan a Vicente Vallés con el viejo truco del duo «policia bueno-policía malo» para aparentar una independencia que ni está ni se la espera, y que es pura manipulación incluido Vicente Vallés. Sólo hay que ver la esterilidad de las Instituciones, todas en manos de sátrapas, todo el aparato estatal prostituido, sin excepción. No hay nada al servicio del Gobierno que funcione, nada, lo último la ineptitud con las vacunas.

    El resultado los 60.000 muertos y las colas del hambre de las parroquias y de los bancos de alimentos. ¿Por qué no irán a las sedes del PSOE a pedir comida en lugar de a las parroquias?

    Aquí tenemos la prueba de todo, de cómo fue posible perder lo que tenían ganado.

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