Un imbécil con un ordenador. Discrepancias, sí; injurias y amenazas, no
Mis artículos reciben bastantes comentarios, lo que me anima a seguir escribiendo, pues hacen suponer que alguien me lee…
En cambio, cuando recibo las liquidaciones por las ventas de los libros, me echo a llorar.
¡Cuánta razón tenía don Ricardo de la Cierva cuando decía que, si quieres mantener algo en secreto, publícalo en un libro!
Tengo una web, www.navegandocontracorriente.com, dónde, en cumplimiento de la ley de servicios de la información, aparecen mis datos personales, correo electrónico, etc., y facilita que quienes quieran contactar directamente conmigo, puedan hacerlo, sin problema alguno.
Por simples razones de educación (mis padres me enseñaron educación, y les doy las gracias por ello), contestó a todo el mundo, salvo a los que directamente…
Respeto a todos, hasta a los que, a falta de argumentos, recurren al fácil insulto, pero lo que no estoy dispuesto a soportar, ni creo que tenga el deber jurídico de soportar, son las injurias graves y las amenazas, no veladas, sino directas.
Yo no sé si ustedes viven en un Estado de Derecho, pero yo sí, y en estos casos recurro a la denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional más cercana a mi domicilio.
Hasta la fecha no he tenido que denunciar a nadie –y constituirme posteriormente en acusación-, una vez que hayan sido debidamente identificados (la IP del ordenador no falla), por muchos nombres falsos o seudónimos que utilicen.
Normalmente les envío un correo electrónico previo, diciendo que les voy a denunciar, y la práctica totalidad contesta, pidiendo disculpas, diciendo que fue un calentón, que estaban bebidos, o la excusa que quieran poner.
Y yo me doy por satisfecho, y perdono y disculpo sus insultos.
Aquí paz y después gloria.
Los abogados sabemos perfectamente que los juzgados están colapsados de querellas, denuncias, demandas, ejecuciones, etc., y que la función del buen abogado es evitar la excesiva litigiosidad, no aumentarla. (Aunque no todos piensan así).
Pero estoy hablando de los buenos abogados, no de los otros…, que por desgracia cada día abundan más.
Ayer recibí, al punto de la mañana, un correo electrónico injurioso. Se ve que estos imbéciles, constituidos en modernos Torquemadas, vigilan e inspeccionan las redes sociales, para que nadie se aparte de lo políticamente correcto.
Dice así: “Asunto: ramiro sionista hijo de puta y cobarde”.
“deja de hacer propaganda de estados hundidos, cobarde y maricón fracasado, que estas muerto, payaso, estados hundidos es la puta de israel, por que no dices eso? Cobarde hijo de puta maricón sionista, eres mas falso que el holocuento, basura inmunda analfabeto y lameculos sionista”.
Los errores de expresión, redacción, gramaticales, etc., son solo suyos. He respetado íntegramente el original, que será aportado a la Policía Nacional.
Contesto de la forma siguiente:
“Hoy mismo voy a ir a la Comisaría de Policía a interponer una denuncia contra usted, por los delitos de injurias graves”.
Ya tendrá noticias del Juzgado de Instrucción correspondiente.
Atentamente, Ramiro GRAU MORANCHO, Abogado, ZARAGOZA”.
No con idea de denunciarle, sino para que el idiota dejara de molestarte, o me pidiera disculpas, pues un mal momento, o un pronto, lo podemos tener cualquiera, y yo el primero.
Pero el idiota, en el sentido que dan a la palabra las cinco acepciones del DRAE, (“Tonto o corto de entendimiento, engreído sin fundamento para ello, propio o característico de la persona idiota, que padece de idiocia, y que carece de toda instrucción”), no se amilana, sino que se envalentona, y dedica media folio a injuriar y amenazarla, entiendo que de forma delictiva.
Como el texto es muy largo, y por ende aburrido, copio, en síntesis, las partes más relevantes, y que no sean demasiado repetitivas de los insultos anteriores:
“eres un hijo de puta y un miserable que tenía que estar muerto hace ya mucho tiempo…vete a la policía a la guardia civil y al ejército, como vaya a Avd. XXXXXX date por herido de gravedad como poco de la paliza que te llevas… le envías esto a la policía local nacional civil al ejercito y a filipo 6 también, pero que cojones amenazas con denunciar hijo de puta? Ahora es cuando si que voy a enviar a alguien a que te de una severa paliza en Avd. XXXX, que eres un hijo de puta sionista islaeli, un lameculos … le das también este enlace a todas las policías del lobby maricon lg al ejercito y a felipe 6 de las mentiras…”.
(Los errores ortográficos, sintácticos o lingüísticos son suyos, no míos. Yo me limito a transcribir el original).
Excuso decirles que hoy mismo le he denunciado.
¿Ustedes creen que son admisibles este tipo de terroristas digitales en nuestra sociedad…?

Querido amigo Ramiro : Recibe todo el apoyo posible de este humilde carlista donostiarra y te deseo que metas en chirona a ese anormal e ignorante.
Eso os pasa a los franquistas porque a los carlistas como nos tienen miedo piensan que les vamos a partir la cara al instante.
Como ahora ya se donde vives, paso este verano a tomarme una cerveza contigo.
Y si vienes a mi casa, lo mismo.
I. Caballero
Donostiarra y carlista
Gracias amigo Ignacio Caballero, por tu apoyo y solidaridad.
Por supuesto que sería un honor conocerte, y tomaremos lo que quieras, o almorzaremos, por cuenta mía, por supuesto.
Es el mínimo gesto que puedo tener por tu apoyo constante, y coincidencias, religiosas e ideológicas.
Un abrazo.
hace unas semanas sorprendí a mi mòvil efectuando llamadas «por su cuenta» desde la aplicaciòn de «guasa».Más que un teléfono parece el alfiletero de mi abuela.El problema radica en que los criminales que lo hackean (con indicios de uniformes)pueden hacer que parezca lo que ellos quieran.Se aburren las ratas,las mismas que durante 2 años 1/2 cometieron todo tipo de tropelías perjurios violaciones de derechos fundamentales y siguen teniendo fé en que se irán de rositas.Todo está podrido.Justicia Divina…
¡Vaya papeleta!, don Ramiro.
Más que un terrorista digital… parece el endemoniado de Gerasa.
Es ya el colmo tener que soportar algo así, D. Ramiro. ¿de que mente perturbada saldrán esas cosas?
Tiene sus inconvenientes situar la dirección real tan públicamente, yo no lo haría, el mundo esta lleno de demonios, como dijo Shakespeare: «No hay demonios en el infierno, porque todos están aquí», y esto es algo muy real por lo que hay que andarse con mucho cuidado.
La denuncia es inevitable y se debe seguir hasta el final del caso.
Mucha suerte y a por todas.
Es verdad lo que usted dice, pero he querido copiar el texto íntegramente… Desded luego, hubiera sido preferible sustituirlo por XXX.
De cualquier forma, y como abogado, figuro en muchos directorios públicos, páginas amarillas, guias profesionales, etc., por lo que no es tan difícil localizarme.
También es relativamente fácil localizar mi correo electrónico, por esos mismos medios.
De cualquier forma, voy a solicitar un permiso de armas, y adquirir un arma.
Si vienen a por mí, irán bien servidos…
(Mi abuelo, de derechas de toda la vida, y de una familia de orden, con cuatro hijos pequeños, tenía que salir al campo con la escopeta al hombro, y una cartuchera llena de munición.
No quiso huir a Francia, como le aconsejaban, pues hubiera condenado a sus hijos a la pobreza, y prefirió seguir en Laguarres, luchando por sacar adelante a su familia numerosa.
Ningún rojo cobarde se atrevió a ir a por él, pues, seguramente, se hubiera cargado alguno, en legítima defensa propia.
Yo seguiré su ejemplo, si preciso fuere).
Realmente no debe preocuparse, todo son balandronadas de tarados, pero creo que acierta en solicitar el permiso de armas (yo estoy en ello).
En todo caso nos sigue comentado el tema y si se precisa pues haremos un viajecito y veremos si esos cobardes dan señales de vida.
Sr. Grau: Siento mucho la situación desagradable que está pasando. Yo siempre leo sus artículos, me parecen muy interesantes y cargados de humor y sarcasmo y además en un estilo literario bello.Lo triste es que el español ,que hace ya muchos años era una persona cortés y muy educada, se ha convertido en un individuo soez, ordinario, chulesco y con modales del hampa. Penoso y triste. Un saludo cordial.
Gracias, amiga Covadonga. Celebro mucho que los lea, y le animo a comentarlos, y criticarlos, si lo estima pertinente, aportar ideas, etc.
D. Ramiro, no ya por este caso, sino en general, debería borrar su domicilio de esa página web.
El domicilio es un dato de carácter personal y no tiene ninguna obligación a que esté expuesto a todo el que lo quiera ver. Debería quitarlo no mañana sino ahora mismo. Con el teléfono haga lo mismo, El que quiera contactar con usted que lo haga a través del correo electrónico.
Como yo no he tenido ocasión de leer ninguno de sus libros no sé que fragmento de los mismos ha podido ser aprovechado por ese individuo para hacer esos comentario y amenazarle de esa forma, pero con carácter general la propaganda antifascista provoca dos efectos contrapuestos pero complementarios entre sí:
– un efecto general y más frecuente que es el de politizar en antifascismo, este es el efecto digamos «normal» de la propaganda roja.
– pero junto a este efecto hay otro, más minoritario pero no por ello menos nefasto que es el de «adoctrinar» en «fascismo» mediante el discurso antifascista.
Por el primer efecto, la gente acaba siendo roja, por el segundo efecto, los que pican en ello se hacen «nazis» (o falangistas o lo que sea) no conforme a los verdaderos postulados del estilo y la doctrina sino a imagen y semejanza de la caricatura antifascista que la propaganda enemiga impone del fascismo para desacreditarlo y provocar rechazo entre la gente normal.
Si la propaganda dice que los alemanes mataban judíos, ellos odian a los judíos, si la propaganda dice que los nazis soñaban con una sociedad de rubios con ojos azules, ellos acaban despreciando al que tiene el pelo castaño. Si en las películas antifascistas del cine comunista judío americano hay escenas específicamente preparadas para sublevar al espectador donde el malo abusa de los negros o les llama borracho «negros de mierda», los tontos que se adoctrinan en este cine antifascista americano, se encuentran con un negro en el autobús y lo insultan o se quejan de que los negros se puedan subir a los autobuses de los blancos, porque eso es lo que ellos han visto en las películas de cine antifascista americano que es el comportamiento de los «arios», y como no tienen ni idea de nada imitan el estereotipo creado por la propaganda que ellos abrazan como si fuera el modelo real.
Lo normal, ante la lluvia ácida de la propaganda antifascista que cae sobre toda la sociedad, es que la gente de buena fe ante la imagen que proyecta la propaganda se conviertan en detractores de toda esta ideología y «mundillo», pero de forma paralela también ocurre que en un grupo de descerebrados (los más) o de chavales incautos de buena fe (los menos) esta propaganda opera como una fuente de la que ellos beben el estilo que ellos creen, en su ingenuidad, ignorancia y mediocridad que es el fiel reflejo de esa ideología.
El ex Primer Ministro de Gran Bretaña Boris Johnson, con su cabellera rubia al viento, nos recuerda todos los días que los judíos también son rubios y eso no significa nada.
Precisamente por esta circunstancia la mayoría de la población está adoctrinada en antifascismo, y una parte nada desdeñable de esa minoría que se cree anticomunista, en realidad son unos impresentables, porque son anticomunistas (en sentido amplio, léase «ultraderecha» para entendernos) según el estereotipo que de los «fascistas» han creado e impuesto los antifascistas para provocar el rechazo de la gente normal.
Por esta razón no era infrecuente ver en un 20 N o en circunstancias así, gente con el cerebro lleno de mierda que se comportan como unos energúmenos.
Recuerdo hace muchísimos años, demasiados, estando yo sentando en el aula magna de una Facultad escuchando una clase, que me voló una naranja por detrás que habían lanzado desde el pasillo, que no me dió en la cabeza porque mi Ángel de la Guardia que estaba en plena forma desde hacía mucho estaría al quite, pero que el aire que levantó al pasar a milímetros lo noté como si me hubiera pasado un Ferrari. Luego me enteré que el mierda que tiraba naranjas llevaba un ping de una banderita de Falange en la ropa, y con su conducta deplorable iba deshonrando la memoria de José Antonio y de los que habían dado su vida por esa bandera y por lo que representa.
Por los efectos «colaterales» de la propaganda enemiga, es frecuente en los ambientes de «ultraderecha» la existencia de impresentables, con el cerebro y el corazón lleno de mierda.
Pienso que es una imprudencia que indique usted su dirección ( si es que es la verdadera dirección). Se expone a amenazas concretas como las de ese «impresentable» (por no decir palabras mayores). Cuídese mucho. Saludos. José Martí
Decía Quevedo que «la envidia es flaca porque muerde pero no come», y es que la mezquindad de la envidia es lo que ha provocado que en este país cada vez haya más inútiles, más incapaces de transformar sus existencias en algo más que el berreo del bufón.
Muy bien está la denuncia, porque el grado de libertinaje al que se ha llegado en esta sociedad es tan grande que o se empieza a poner coto ya, o desaparecerá España. Como se dice en Mateo 12:25 «Todo reino en sí dividido será devastado…»
Pero esto no es nuevo, sólo que ahora está más acusado debido a que estos sistemas de comunicación de masas han fulminado el principio de autoridad, no referida al ejercicio del poder, sino a escuchar a quienes saben más. Hoy cualquiera desde el pretendido anonimato de un teclado se cree por encima del resto, cuando lo cierto es que solamente logra multiplicar su estulticia. Se decía que no había nada peor que un tonto con un lápiz, pues resulta que si, un idiota con un teclado. Y es que al tonto se le terminaban las hojas del cuaderno, y éste terminaba en la basura. Pero el idiota con un teclado puede extender toda su maldad por el mundo entero y a ver como se limpia tanta mugre, porque idiotas con teclado los hay por legiones.
Con elegancia ya manifestaba su protesta hace siglos el poeta George Chapman al escribir:
«Hay algo despreciable en el escéptico inactivo: de incredulidad, ingenio de los necios, que chapuceros escupen sobre todo lo bello, castillo del cobarde y cuna del perezoso.»
Cuanto ganaría la existencia yerma de ese agresor estúpido si se cultivase en lugar de acosar.
En fin, creo que he divagado bastante, pero estimado amigo Sr. Grau, acuérdese de que no se puede sacar de donde nada hay y es que les pasa a muchos:
«Homo burrus in campus paces;
cuanto más paces,
más burrus te haces»
Es gente sin remedio ni solución. Un saludo muy cordial.
Amén, amigo.
Es cierto lo que dicen algunos de ustedes, y les doy las gracias por ello.
Voy a pedir a El Español Digital que sustituyan la dirección concreta por XXX. Es más seguro.
De cualquier forma, no tengo miedo, pero estamos en una desgraciada SITUACIÓN QUE, LAMENTABLEMENTE IRÁ A MÁS…
Primero es la violencia verbal.
Después pasan a la física.
Y, en último término, al asesinato.
¡Y en España tenemos mucha experiencia en ello, por desgracia!
Gracias, amigos.
«Ladran, Sancho, luego cabalgamos». «No hay mayor desprecio que no hacer aprecio». «Perro que ladra no muerde», etc, etc. Lo único que importa es no amilanarse y seguir combatiendo a esta chusma roja totalitaria día tras día sin desfallecer ni un instante. Somos muchos los que lo leemos, D. Ramiro, más de los que usted cree, y además muy fieles. Si en algún momento siente flaquear su ánimo, siga en la lucha aunque sólo sea por sus seguidores, que jamás lo abandonaremos. Mucha fuerza y recuerde lo que dijo Nietzsche por boca de Zaratustra, o el Santo Job a aquellos que lo increpaban. Muchas gracias, ahora y siempre. Seguiremos leyéndolo, apoyándolo y compartiendo sus artículos. Un fuerte abrazo.
Gracias, amigo Gaspar, muchas gracias.
A los aragoneses -no se si es defecto o una vírtud-, a tozudos no nos gana nadie…
¿No firmará como «Cruzado»?
No. Firma como Borja Gervasio, muy conocido en EL CORREO DE ESPAÑA, y en otros medios, dónde insulta a todo el mundo.
No tiene argumentos; solo insultos, injurias y amenazas.
Creo que le han debido de bloquear, pues últimamente ya no leo sus «deposiciones».
Si alguien tiene alguna información sobre quien es este individuo, dónde vive, etc., ruego la facilite (la dirección de EL ESPAÑOL DIGITAL les dará mi correo electrónico, para lo que están expresamente autorizados), para facilitar esos datos a la Policía Nacional.
Gracias, amigos.