Una fragata nada Audaz
El patético “Perro” Sánchez y la penosa Margarita Robles (a) “la mofletes”, han decidido utilizar la fragata Audaz para misión tan militar, tan de Defensa y tan peligrosa como es servir de crucero a un par de decenas de supuestos “refugiados”, que no los son, o de inmigrantes, que tampoco, pues en realidad son parte del “ejército” invasor de Europa que, como en otras épocas, entran de nuevo por su flanco Sur desde Algeciras a Estambúl. De tales personajes poco hay que decir a estas alturas, porque ya no engañan a nadie… ¿o sí?. Son la viva imagen de la mediocridad, la irresponsabilidad, el sectarismo y la estulticia, todo ello mezclado con una sobredosis de soberbia, engreimiento, cretinez y falsedad; son el fruto de años de decadencia y degeneración.


De lo que nadie habla es de la cúpula militar, comenzando por el ínclito Gral. Ajejandre, o sea, el JEMAD, y siguiendo, en el caso que nos ocupa, por el Almirante Teodoro López Calderón, es decir, por el AJEMA. Y es que parece que a los militares no hay quien les toque, suceda lo que suceda. Como si nada fuera con ellos. Como si nunca rompieran un plato. Como si…
Pues bien. De nuevo una bajada de pantalones extra. Porque ninguno de los citados ha tenido lo que hay que tener, y lo han demostrado en repetida ocasiones anteriores, para hacer lo que había que hacer en este caso, como en otros, que es tan sencillo como entrar en el despacho de Robles y decirle que no, que naranjas de la China, que la Armada no está para hacer de canguro o de chófer de nadie, menos aún de inmigrantes, que para eso alquilen un bote, una chalupa o un yate, pero que de fragata nada de nada. Que no está en las misiones de la Armada lo que se pretende de ella en este caso, como tampoco en otros de los Ejércitos de Tierra o del Aire. Y tras el previsible rifirrafe correspondiente, irse a Moncloa a decir lo mismo.
Claro que para eso hay que tenerlos bien puestos de verdad, hay que tener honor, dignidad y valor, valor de verdad que suele ser más difícil de sostener en los despachos que incluso en el combate. Y no hay que haber confundido obediencia con sumisión y disciplina con sometimiento. Pero es que los citados hace mucho que dejaron, si es que alguna vez lo tuvieron, el honor, la dignidad y el valor, sobre todo el valor, en su trayectoria profesional –dudamos de que fuera vocacional–, porque no se llega a donde están haciendo alarde de honor, dignidad y valor, sobre todo de valor, sino de todo lo contrario, como vemos.

De ambos hay que recordar cómo dejaron que “la mofletes” pateara al vicealmirante Fernández de Córodoba delante de sus narices sin mover por él ni un dedo de verdad, o sea, sin arriesgarse a defenderle –lo tuvo que hacer él por su cuenta–; cómo el JEMAD dejó que por un “quítame allá esas pajas” la misma individua se cepillara –con perdón— a su propio jefe de gabinete y hombre de su confianza del que nunca más se supo; cómo permitieron que en el CESEDEN fueran a perorar Mondereo y Zaida Cantera. Y eso sólo por poner dos ejemplos recientes y no alargarnos, de las muchas veces que ambos y también el resto de la cúpula militar actual… y anterior… y mucho nos tememos que la que vendrá, se bajaron los pantalones.
Porque claro, lo que hay que hacer no es sólo lo que hemos dicho más arriba, eso de presentares en el despacho de “la mofletes” y de “Perro” Sánchez, sino también haberles dicho que si insistían en lo de la Audaz lo tendrían que hacer por encima de sus cadáveres, es decir, de sus cargos. Y más aún: que si eran cesados, además de la oportuna rueda de prensa explicando lo ocurrido, no iban a encontrar a ningún militar hasta el grado de Cabo incluido dispuesto a sustituirles porque ningún General, Coronel, Teniente Coronel, Comandante, Capitán, Teniente, Subteniente, Sargento, Cabo Primero o Cabo iba a aceptar tal cosa.
El problema es que siendo como son estos militares de hoy, ni unos son capaces de negarse a la humillación y la indignidad, ni los que están por detrás lo son a sustituirles. Por eso, unos por otros, pensando todos sólo en “hacer la carrera”, así nos va.

Otro magnífico artículo de este extraordinario autor.
Lo que pasa por las cabezas de los mandos militares sólo ellos lo saben, pero hasta donde yo conozco y he padecido (no de ellos sino de otros), los mandos militares tienen tal comida de coco, tal lavado de cerebro por la propaganda roja, tal falta de doctrina y de moral militar, tal desconocimiento de cuestiones políticas y militares básicas, y tal complejo de inferioridad frente a la clase política, que es que ven un político y es que se tiran en plancha para mostrarles pleitesía y acercarles un sillón o para hacerles la pelota. Las comparecencias del General Alejandre en el Congreso de los Diputados respondiendo a los separatistas o al guardia Podemita Delgado Ramos, haciéndose el “güai” y el afable, dan vergüenza ajena.
Naturalmente todo mando militar está sometido al poder del Estado, y debe obediencia y disciplina, de modo que el jefe militar no puede saltar por encima del Gobierno o negarse a acatar una orden que emane del Gobierno. Hasta ahí estamos de acuerdo. Pero esto es una cosa y otra lo que está ocurriendo en España desde hace décadas donde los jefes militares se han desentendido por completo del destino de España y han perdido ya los papeles por el servilismo, y el servilismo ha alcanzado tal grado de infamia que los políticos conscientes de ello no tienen el menor reparo ni escrúpulo de imponer hasta las cuestiones más indignas. Y entonces aquí ocurre como reza el lema de la Guardia Civil: «El honor es la mayor divisa, una vez que se pierde ya no se recupera jamás». Y esto es lo que ha pasado en el Ejército, que una cosa es la Disciplina y la Subordinación y otra el servilismo y el perder el honor y la dignidad como se ha venido perdiendo frente a los políticos sectarios, y una vez que se pierde y se deshonra es muy muy difícil recuperarlo, sobre todo si no se hace absolutamente nada para conseguir esa recuperación.
La actitud del Ejército ante la anti-España no se limita a la estricta obediencia, la subordinación y la disciplina, sino que es una actitud y colaboración activas en la que incurren no sólo la cúpula sino muchos militares y Guardias civiles de toda la pirámide jerárquica desde el vértice a su base. El caso del Brigada de la Guardia civil de Cádiz denunciado y acusado de franquista por el Diputado de Podemos por Cádiz Juan Antonio Delgado Ramos cuando era guardia civil, por supuestamente poseer el Brigada, en su página particular de Twitter, unos tuits contra Pablo Iglesias o defendiendo a Franco, es un claro ejemplo de esta colaboración activa por parte de todos y cada uno desde guardias a generales por los que pasó este asunto. El movimiento se demuestra andando y lo que en este caso (y otros muchos) demuestra es el colaboracionismo y la complicidad con la ultraizquierda. También aquí se puede apreciar el voto “útil”, inútil total, del PP.
Una cosa que apunta el artículo y que me parece de la mayor importancia es que cuando cesan a un militar por hablar (aquí se demuestra el nulo respeto que los rojos le dan a la libertad de expresión de los demás, y entonces aquí no hay libertad de expresión que valga), como cesaron por ejemplo al General Director de la Revista «Ejército» D. Ángel Luis Pontijas por hacer unas declaraciones que no pudieron ser más anodinas e inocuas en el artículo editorial de dicha revista contra el separatismo catalán en pleno proceso independentista que desembocó, pocos años después, en la declaración de independencia, y al Ministro de Defensa Pedro Morenés (el famoso voto «útil», es decir inútil total, al PP, aflora también por aquí y sitúa en sus verdaderos términos lo sobrevalorado y absurdo que está la necedad de pactar con el PP como si con los colaboracionistas del enemigo se pudiera pactar nada) le faltó tiempo de cesar al General, por algo tan «grave» como criticar muy levemente y de forma inocua las dificultades para acceder en Cataluña a una educación en Castellano (ni siquiera se atrevió a utilizar el término más exacto de Español, porque los españoles de hoy no hablamos «castellano» sino «Español», que es mucho más, pero se utiliza el ´termino “castellano” para contentar y hacerles el juego a los separatistas) y decir algo tan objetivo y tan sumamente moderado como que: “la solemnidad de la festividad del Día Nacional del pasado 12 de octubre (2012) estuvo condicionada por un desfile austero consecuencia de la crisis económica y por la descortesía del Presidente de la Generalitat que aprovechó la fiesta nacional para proclamar sus intenciones soberanistas”.
Al Ministro Morenés, en un acto de pura tiranía que lo retrata con nitidez, le faltó tiempo para cesarlo,…. y al sustituto le faltó tiempo de aceptar el cargo. He aquí el problema, y a lo que me refería, la falta de escrúpulos de muchos militares (no lo digo sólo por este caso en concreto que desconozco sus detalles sino en general) para que los políticos los nombren en algún puesto, no para el mejor y más leal servicio a España sino para mejorar ellos su particular situación social, económica y “laboral”(?), que es lo que verdaderamente está en su escala de valores y en la de sus cónyuges. Además el Ministro Morenés o quien fuera ordenó borrar de la edición digital de la revista “Ejército” la Editorial del General, y luego tienen la jeta todos estos hipócritas de hablar de la “censura franquista”.
Creo que cuando a un mando militar se le cesa de forma injusta o por el sectarismo de los políticos, si los militares tuvieran doctrina y una moral militar que hoy no poseen salvo excepciones muy contadas que son eso, excepciones, no aceptaría ningún otro el cargo. No hay que ponerse chulos ni cantarle las cuarenta a la Ministra simplemente cuando le propongan el nombramiento decir que no, que muchas gracias, como hacen muchos funcionarios civiles que no han desertado de sus deberes y del art. 103, 1º CE por 300 € más de un complemento de libre designación. Pero para eso hay que tener una preparación, no en inglés ni en matemáticas, que de eso saben mucho, sino en lo que tiene que tener un militar del Ejército Español, en lo que tenían los militares españoles en la Batalla del Misterio del Empel, de Lepanto, de Manila, Tifaruín, o de la Defensa del Alcázar, que estaban menos aburguesados, que ninguno de ellos tenía ninguna carrera por la UNED, ni un coche Audi, ni un Iphone, ni jugaban al padel, pero que en su modestia material, que era pura pobreza, eran ricos en virtudes y constituían “una religión de hombres honrados”, en palabras de Calderón de la Barca, con un enorme afán de servir a España que no quedaba en palabras el día de la patrona con el uniforme de gala, sino que se demostraba todos los días con la espada, la pica, el arcabuz o el mosquetón Máuser en la mano.
En esta página web de “El Español digital” un colaborador, militar de carrera, recordaba hace unos meses que la Disciplina y Subordinación están muy bien pero que la disciplina respecto del enemigo no se llama disciplina sino que se llama traición.
Esto es algo que en mi modesta opinión los militares (jefes y no tan jefes, todos ellos) pierden de vista y no tienen conciencia de ello. Como también pierden de vista que la clase política que hay en España no es una clase política normal, sino que es una clase política corrupta, que trabaja para la destrucción moral y material de España. Este dato es muy importante a la hora de otorgar compromisos y lealtades.
Los militares no tienen, -respecto de la clase política-, muchos más deberes que el resto de los funcionarios públicos. La condición de funcionario civil exige lealtad institucional, pero una cosa es la obediencia, la jerarquía y la lealtad institucional y otra venderse en una Mesa de contratación, en una Comisión de Urbanismo, en un proceso selectivo, o prevaricar de alguna otra forma, porque la condición de funcionario, y los deberes respecto de sus superiores, no exigen tal cosa, ni siquiera en los puestos de libre designación, otra cosa es los que por aspirar a tales puestos o para sostenerse en los mismos están dispuestos a cualquier cosa con tal de que los nombren, (que no son pocos, dicho sea de paso) pero eso es ya otra cuestión porque una cosa es la vocación y a lo que uno se preste y otra la obligación.
En este sentido, quizás pudo haber, a la altura del año 1976, en la mente de muchos españoles, entre ellos también militares, una esperanza inocente (no sé si también ingenua) y legítima en el cambio político (dicen que el Capitán Ynestrillas, asesinado después por ETA, de buena fe había brindado por el Rey cuando éste fue proclamado en 1975 tras la muerte de Franco), pero a la altura de los años en los que estamos ahora, que han pasado más de 40 años y con lo que ha pasado y llovido desde entonces, creo que si algo queda claro es que el sistema político en España no fue una voluntad del pueblo sino una estrategia montada en los despachos por los enemigos de España, que se inicia con el planeado asesinato del Presidente del Gobierno Carrero Blanco, que la democracia no se implanta por verdadera democracia sino que el Pueblo y las aspiraciones legítimas del pueblo no cuentan para nada verdaderamente, sino que si se impone el sistema de partidos y las elecciones por sufragio universal es como estrategia para impedir que la masa social sensata de la Nación pueda alcanzar el poder y desbaratar los planes de destrucción de España. Como escribió Jenofonte “la democracia es el sistema donde gobiernan los malos y deciden los ignorantes”, y como decía Borges “la democracia es la voluntad de la mayoría y la mayoría está compuesta por imbéciles”, si a través de los medios de comunicación, especialmente las televisiones, en manos todas ellas de la anti-España se manipula a estos imbéciles, como son mayoría se impide y neutraliza a la minoría sensata de españoles que advierte los peligros pero que nunca puede llegar al poder si todo se hace depender de la mayoría imbécil y este fraude así maquinado se presenta bajo la patraña de la “voluntad del pueblo”.
Lo estamos viendo con VOX ahora mismo, y el boicot informativo que sufre, como lo sufre toda la España Nacional, por todas las televisiones, incluidas las de la Iglesia. Y si algo ha quedado claro también es que la clase política española es toda ella y sin excepción corrupta (los de VOX ya veremos, que acaban de llegar), desde la propia jefatura del Estado (al menos con el Rey Juan Carlos) hasta los Ayuntamientos, y obedece a unos fines y a unos intereses que a la vista está que no son el bien común o el interés general de España y de los españoles sino intereses de “lobbyes” extranjeros y espurios.
Recordemos que las primeras medidas, estando todavía Franco agonizante, fueron entregar el Sahara y todo lo que giraba a su alrededor (proyecto de bomba atómica, fosfatos, petróleo, caladeros de pesca, seguridad estratégica de Canarias, etc etc. etc.), derogar la Ley antiterrorista de Franco a penas transcurridos 3 meses desde la muerte de Franco, que supuso la barra libre para los tremendos atentados que cometió ETA a finales de los 70 y en los primeros de los 80, que prácticamente íbamos a atentado por día. Después el desmantelamiento en el primer Gobierno del PSOE-Felipe González de toda la industria. Dilapidar la industria de un país es privar a la Nación de sectores estratégicos y condenar a España a depender de otros países y a una posición tercermundista, y todavía hablan de Felipe González como “hombre de Estado”. Lo que hay que oir encima.
Se ha descapitalizado el patrimonio público del Estado regalando o malvendiendo los Gobiernos a amiguetes o a intereses extranjeros las mejores empresas públicas y prácticamente todo el sector industrial del INI (Instituto Nacional de Industria) creado en 1941 : Telefónica, Iberia, Campsa, ENASA, etc etc en lo que eufemísticamente se denominó “reconversión industrial” y “privatización”, han pasado a manos de especuladores. Lo de la compañía Iberia es especialmente sangrante, y lo de Telefónica para qué vamos a hablar una gran empresa estatal, que presta un servicio público masivo a la ciudadanía (¿quién hoy no posee un teléfono móvil?) ahora en manos privadas para enriquecimiento no de las arcas públicas (interés general), que permita al Estado disponer de recursos para las políticas públicas, sino del interés privado muy conectado a la clase política, al igual que ocurre con las compañías eléctricas.
Por descapitalizar se ha llegado al extremo que llegó Zapatero prohibiendo a partir de 2009 la publicidad en la Televisión pública, con la consiguiente pérdida de ingresos por esta vía, con el pretexto de no hacer competencia «desleal»(?) a las televisiones privadas, como si lo público y el interés general tuviera que ceder frente a los intereses particulares de unos cuantos, para así asegurar todo el pastel de la publicidad a los lobbys de las televisiones privadas en manos de la anti-España (T5, A3, la Sexta, 13TV y la COPE que es como la Sexta pero con el disfraz de una sotana por encima, etc), con una pérdida de ingresos por esta vía para el Estado.
Los políticos se lo han comido todo: se han comido las empresas públicas del INI, se han comido las cajas de pensiones de regímenes especiales como la ONCE que poseía un fondo enorme, se han comido los Montes de Piedad y cajas de Ahorro de toda España, que no han dejado ni una. Uno de los mayores latrocinios de la “Democracia”. Se han comido los fondos reservados y mil cosas más, y ahora preparan el terreno para comerse la Seguridad Social y dejar a los españoles, después de 30 ó 40 años cotizando, sin pensiones, tras un proceso de pérdida de calidad y alcance de las prestaciones (¡qué huelgas no habría organizado CCOO y toda la izquierda europea desde Estocolmo a Lisboa si con Franco la Seguridad Social hubiera comprado los medicamentos en el tercer mundo como pasa ahora o hiciera pagar a los pensionistas las medicinas!).
Una presión fiscal confiscatoria y abusiva no orientada al bien común, sino a sostener el tren de vida de los políticos y su séquito, y todos los chiringuitos montados alrededor del poder. Un empobrecimiento paulatino y sistemático de las clase media y trabajadora, con tasas de paro inasumibles, condiciones laborales de sueldos de miseria y condiciones manifiestamente abusivas incompatibles con proyectos de familia, mientras la clase política acumula privilegio tras privilegio y lujo tras lujo. Nula política de viviendas sociales, la vivienda ha pasado de ser una política pública orientada al bien común en tiempos de Franco al área más especulativa con la “democracia”. No se hacen viviendas sociales y las pocas que se hacen por las Comunidades Autónomas se adjudican a los moros. El resultado es un progresivo e imparable empobrecimiento y proletarización de la clase media y trabajadora en España, dentro de un empobrecimiento general de la población española salvo la clase política y la especuladora. Más de 12 millones de personas están en el umbral de la pobreza y en riesgo de exclusión social. El riesgo de pobreza infantil ronda hoy el 30%, y la pobreza severa en España afecta al 6’9 % de la población española, el segundo índice más alto desde que hay registros, y avanzando a cada año que pasa.
La enorme deuda externa que con Zapatero y Rajoy ha superado el 100% del PIB supone el endeudamiento de España para muchas generaciones de españoles, y como reverso de la misma moneda el enriquecimiento asegurado de los inversores por los intereses que a su favor les genera esta deuda, muchos de ellos meros especuladores que están detrás de esta deuda y del término eufemístico “mercados”.
Está por investigar y descubrir (quizás ahora que el Rey emérito tiene una edad y con su abdicación ha pasado a un segundo plano, se pueda empezar a hacer esta investigación, ahora que ya el CNI no tendrá que estar empleado buscando pisos para los encuentros amorosos con sus amantes, y quizás el CNI podrá ya, por fin, empezar a dedicar algún tiempo y algunas energías a lo que es la defensa de España) si los endeudamientos de los sucesivos Gobiernos “en los mercados” para luego gastos absurdos (como subvencionar a organizaciones gays en países extranjeros, por poner un ejemplo) o para gastos directamente contrarios a la Nación española (como las indemnizaciones planeadas por Zapatero a los moros descendientes de Ab-del-krim que tantos españoles asesinaron en la guerra del Rif) , y en todo caso inútiles para el interés general de España, si estos endeudamientos se acordaron por los Gobiernos para enriquecer a los prestamistas que de este modo ven aseguradas unas rentas en concepto de intereses galopantes, o si fue todavía peor aún, es decir si fueron estos prestamistas primero, con su enorme poder y su dominio de los medios de comunicación (léase manipulación) que modelan a la opinión pública a su antojo, quienes con su poder omnímodo movieron los hilos para que salieran elegidos precisamente estos Gobiernos como testaferros de sus negocios, para que endeudaran sin ninguna necesidad a la Nación (como el Plan “ñ” de Zapatero y otros muchos), y asegurarse las rentas de los intereses que esta deuda genera a modo de bola de nieve rodando por una ladera helada. Todo esto sin olvidar que con ello se consigue también tener a España amordazada en su soberanía con el chantaje de este endeudamiento y su posible exigencia si políticamente «se desvía» o no se deja esquilmar.
Quiero decir con todo esto que, salvo que el español haya estado en coma en un hospital los últimos 30 años y despierte ahora sin enterarse de nada, resulta que a estas alturas 40 años después de la reforma política, nadie puede desconocer hoy de qué va la película de la realidad política española, con los tres Poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) en manos de la ultraizquierda y la anti-España (valga la redundancia), cuando sin separación de poderes y sin garantía de legalidad por parte de un Poder Judicial independiente no hay verdadera democracia (en España el 96% de los Recursos de Amparo ante el Tribunal constitucional se inadmiten a trámite, la instancia anterior que es el Recurso de Casación ante el Tribunal Supremo las inadmisiones son casi del 100%, es decir el acceso a la Justicia constitucional no existe verdaderamente tras la reforma de 2016. Esto en general, si además eres «franquista» el agravio comparativo de las decisiones judiciales daría para varios libros, pero sin ir más lejos tenemos el caso de Blanquerna y cómo sin embargo contra la violencia de los separatistas catalanes en la universidad de Barcelona o en las proximidades de los actos de VOX que sufren sus simpatizantes, no se hace nada), que España está gobernada por sus enemigos, y que los procesos electorales son un fraude porque la población está manipulada y engañada por los medios de comunicación en manos todos ellos en régimen de monopolio de la anti-España. Sin medios de comunicación libres e independientes y sin información veraz no hay verdadera democracia, porque la opinión pública no está formada sobre la base de información completa y veraz, sino amañada, y por tanto el voto no es libre ni con conocimiento de causa, sino manipulado y teledirigido (nunca mejor dicho). Toda esta realidad no puede ser desconocida por el militar.
Ante este panorama, en mi modesta opinión, la relación del Ejército con el Gobierno, con un gobierno que lo primero que hace (nada más salir investido su Presidente por el apoyo de bilduetarras y separatistas catalanes), es recibir en la Moncloa a George Soros, ha de ser de acatamiento por imperativo legal pero sin efusiones ni aplausos. ¿por qué lo digo?, porque el art. 8, 1º Constitución Española (de esta Constitución que los militares están siempre alabando pero que rara vez observan sus principios y valores) establece que:
1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Y este mandato constitucional es incompatible y contrario a colaborar o coadyuvar con Gobiernos que desarrollan políticas públicas y decisiones de Estado que son objetivamente contrarias a la soberanía e independencia de España y a su integridad territorial, como es el caso de los Gobiernos de los últimos 50 años, pero especialmente los de Zapatero, Rajoy y Perro Sanchez, que se sostiene mediante concesiones a los bilduetarras, a los separatistas catalanes y a los perroflautas de los stalinistas de Podemos. El caso Faisán o los papeles o actas incautadas a ETA en Francia han puesto de manifiesto hasta donde llegó el Gobierno de Zapatero (también han mostrado que en España no hay Justicia ni un Poder Judicial independiente, al rechazar la querella de VOX contra Zapatero por colaboración con banda armada).
Nada de esto debe pasar desapercibido para ningún español, pero con mayor motivo para un militar.
Todos recordamos aquéllas reuniones de septiembre de 2017 de la Junta de seguridad de sainete en Barcelona, mientras se perpetraba por las autoridades catalanas el proceso revolucionario que desembocó a los pocos días en el Referéndum separatista y en la declaración de independencia. La Junta de Seguridad tenía por objeto impedir el Referéndum de independencia y el proceso separatista pero la presidía Puigdemont, es decir el que estaba organizando el referéndum y dando el golpe de Estado, y acudían a ella como pánfilos (el famoso voto “útil”, inútil total del PP, lo tenemos aquí otra vez) el Coronel Pérez de los Cobos y Secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto. ¿Se imagina nadie que se constituyera una Junta de Seguridad para luchar por ejemplo contra el terrorismo yihadista, y la reunión la presidiera un terrorista islámico, vestido de negro, con su barba, con su turbante y con su chaleco táctico lleno de bombas y de cargadores para el kalasnikov ?, y la policía asistiera a estas reuniones como si tal cosa. Bueno pues algo parecido fueron estas reuniones que presidía el golpista Puigdemont y a la que se prestaba el Ministerio del Interior del PP (otra vez aquí el famoso voto “útil”, inútil total del PP y la necedad de pactar con estos idiotas, por no decir otra cosa). Me refiero a estas reuniones para hacer incapié en la actitud del Coronel Pérez de los Cobos y del Secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto, que parecían que iban a un velatorio porque ellos mismos se daban cuenta de la farsa a la que se estaban prestando por sostenerse en sus cargos.
Hago referencia a estas reuniones para visualizar cual debería ser la actitud de los mandos militares en su relación con Gobiernos que «presuntamente» trabajan abiertamente para la destrucción de España: es decir sin confraternizaciones, una cosa es cumplir cada uno en su función, y acatar lo que haya que acatar por imperativo legal y para no incurrir en responsabilidad, pero sin colaborar con el enemigo, (porque presuntamente parece evidente que son el enemigo de España) sin perder de vista qué clase de gente son y qué fines últimos persiguen más allá del disfraz institucional, y por tanto yendo a las reuniones a las que por razón sus cargos se vean obligados a asistir con miembros del Gobierno pero hacerlo sin efusiones ni para ganar puntos, sino como el que va a un velatorio, porque en realidad es un velatorio, y el cadáver o el futuro cadáver es España y la población española.
Esto es lo que yo echo de menos en los militares, que no se limitan a estar en su puesto sino que se inclinan y se arrodillan ante la clase política, y colaboran activamente con ella en hacerles el juego de las decisiones tendentes a las destrucción de España, como si lo que está pasando en España no fuera con ellos, ni ellos tuvieran ninguna responsabilidad en lo que está pasando y en lo que todo esto desemboque en el futuro.
Recuerdo que cuando Zapatero nombró a Carmen Chacón embarazada de 6 meses como Ministra de Defensa, en una de sus visitas, no recuerdo si fue a Ceuta o a dónde, unos militares le regalaron un muñeco de peluche con un gorrito de la legión, para el niño que esperaba la Ministra. Este acto, aparentemente bienintencionado o inocente, para mí al menos demostraba el desconocimiento que tales jefes militares tenían de la situación y de los efectos perversos que las políticas de este Gobierno iban a suponer para la Nación Española.
Zapatero no nombró a esta mujer embarazada de 6 meses porque pensara que era “técnicamente” adecuada para el cargo (una ministra separatista catalana no podía ser más inadecuada), sino para humillar, despreciar y escarnecer a la Institución militar de la Nación española, tanto en su seno como en su proyección exterior, porque algún día se tomará conciencia de quién es y el daño que ha hecho a España este personaje de Zapatero. Y ante este panorama lo que no puedes hacer encima es regalarle un peluche, porque con este regalo esos mandos militares están demostrando que son más ingenuos que el mecanismo de un chupete, con unos conocimientos nulos en contrainformación y guerra psicológica, y que no se enteran, -o no se quieren enterar para seguir disfrutando del pabellón de 150 metros y de todo lo demás-, de la jugada de Zapatero para hacer un daño enorme al Ejército, a su moral, a su imagen exterior, y a su función disuasoria frente a los enemigos de España (que con esa ministra con la barriga de 6 meses pasando revista a las tropas –adviértase cómo detrás de ella a su lado va el General Félix Sánz Roldán, luego nombrado director del CNI hasta su cese el pasado julio 2019- la imagen para lo que servía es para invitar a los enemigos de España a lanzarse sobre nosotros y a enfervorizarlos, como de hecho así ocurrió en Afganistán nada más hacerse públicas estas imágenes, y en los asaltos de inmigrantes a la verja de Melilla).
Resulta que en España algo tan básico como una vacuna para prevenir la meningitis que se le pone a los niños de 6 meses no está cubierta por la Seguridad social y la familia si quiere proteger a su hijo la tiene que pagar a parte. No hay presupuesto para cubrir estas vacunas. Resulta que medicamentos tan básicos para las personas mayores como las pomadas antireumáticas o para los dolores articulares, los analgésicvos leves como el Paracetamol, o los laxantes para el estreñimiento crónico, y muchísimos más, han sido sacados de la cobertura de la Seguridad social para ahorrar dinero (¡qué algaradas y cuántos autobuses no habría quemado la izquierda si en tiempos de Franco se hubiera hecho tal cosa, y cuántos tontos se habrían dejado arrastrar para participar en ellas!). Resulta que para renovar la red de ferrocarril de Extremadura nunca hay dinero, y el AVE a Granada después de una espera de más de 15 años es una auténtica chapuza porque no enlaza directamente sino que hay que desviarse nada menos que hasta Antequera. Las pensiones en España son tan bajas que muchos pensionistas cenan con la luz apagada o no pueden poner un brasero en invierno, porque no les alcanza para pagar la luz, mientras muchas Diputaciones y Comunidades Autónomas otorgan a los inmigrantes extranjeros ayudas de todas clases por cuantía que triplica estas pensiones y sin haber cotizado jamás. Y podríamos seguir señalando ejemplos y ejemplos, porque según los políticos no hay dinero, y la población española sufre una pérdida progresiva de los derechos de que gozaba en tiempos de Franco y un empobrecimiento progresivo.
Pero entrando ya en el caso concreto de la Fragata Audaz, para poner en marcha un barco de esta naturaleza, que cuesta muchísimo dinero, para ir a recoger a estos inmigrantes como el que les manda un taxi para llevarlos al hotel, para eso sí hay dinero, y para estos menesteres de islamizar España y destruir la única unidad que queda ya en España que es la unidad étnica y cultural una vez dolosamente destruidas la unidad religiosa y la unidad territorial, para eso nunca hay estrecheces presupuestarias, a costa de tener abandonado el país en muchísimas cosas básicas.
Ante este panorama de malversación y mal gobierno, los mandos militares primero tendrían que mantener una actitud no digo de gallardía pero por lo menos no de ese colaboracionismo y permanente servilismo y humillación para que el Gobierno se pensara dos veces antes de plantear según qué cosas, y después cuando esta decisión la planteara Perro Sánchez, el Comandante del buque no puede negarse sin incurrir en responsabilidad, pero los mandos militares si tuvieran lo que hay que tener sí que podrían haber advertido al Gobierno que si se adoptaba esa decisión ellos dimitían en pleno. Pero para eso ellos tendrían que tener una moral militar que no parece que tengan, y los que hubieran ocupado sus cargos en plan rojo no ser tan rastreros y miserables de aceptarlos.
No puede ser que unas personas que forman parte, aunque sea como último eslabón de una red internacional de mafia y de nuevos negreros (descendientes de los viejos negreros) montada para la destrucción de la Europa Cristiana, en la que España se inserta, y que dentro de una actuación manifiestamente ilegal de tales mafias iban a entrar ilegalmente en Europa y en España, sin la documentación en regla y al margen de los controles y de los puntos habilitados para ello, que ante tremenda ilegalidad sea nada menos que un buque de la armada el que a modo de taxi vaya a recogerlos. Es muy fuerte que un barco de la Armada Española, concebido y construido para la defensa de España, termine siendo utilizado por los enemigos de España a modo de vuelo chárter para recoger una invasión ilegal que se planea por fuerzas de países extranjeros, que a corto plazo traerá graves problemas sociales y mayor empobrecimiento de la sociedad española, y a largo plazo la destrucción de la Nación. No hay años de cárcel suficientes para que los responsables por acción y por omisión de todo este fiasco paguen por lo que están haciendo una y otra vez, y por lo que están malversando porque toda esta operación tiene un coste que sale del bolsillo de los maltrechos españoles. Y tiene unas consecuencias sociales que el ciudadano de a pie sufre en sus carnes con una delincuencia y una inseguridad social que tiene un componente inmigrante nada desdeñable, aunque se silencie en los medios de comunicación.
España está necesitada de un proceso de regeneración, que parece haber encontrado en VOX un punto para germinar y para aglutinar este anhelo de muchos españoles. En este proceso es fundamental un Poder Judicial integrado por jueces honrados que sean garantía de legalidad y Justicia, y es fundamental también unas Fuerzas Armadas al servicio de España, cuyos componentes y mandos tengan el protagonismo social que corresponde a su misión y sea baluarte para la defensa de España no para colaborar activamente en su sometimiento a intereses extranjeros y su destrucción, como si el destino de España les fuera completamente ajeno.
Estimado seguidor: pues muchas gracias y, más aún por tan detallada aportación que abre la vía a muchas, pero que muchas investigaciones. Saludos cordiales
Este asunto de la fragata Audaz y otros tan humillantes, o degradantes, o ultrajantes, o vejatorios o vergonzosos como éste ya conocidos con anterioridad (sirva como ejemplos lo acontecido al pesquero español «Alakrana» o la nocturna retirada de la estatua del General Millan Astray de la plaza de su mismo nombre en La Coruña), vienen a demostrarnos, entre otras cosas, que por desgracia para los españoles y para la propia defensa de España, el Ejército Español ya no tiene la suerte de contar en sus filas con Generales como Franco, Mola, Millan Astray, Yagüe, Muñoz Grandes, Sanjurjo, Queipo de Llano, Fanjul, Goded…
Me temo que en las Academias Militares ya no se imparte con eficacia «Doctrina», «Formación del Espíritu Nacional», ni se educa el amor a la patria, ni aquellas virtudes militares tradicionales como el honor, el valor, la voluntad de vencer, el amor al servicio y el espíritu de sacrificio.
Resulta que ahora, por ese apresuramiento en someter la carrera militar al denominado Plan Bolonia, ya no formamos «soldados» en nuestras academias. Formamos ingenieros o arquitectos. Ingenieros o arquitectos que, salvo honradas excepciones, disimulan, ocultan, esconden o tapan su cobardía con el socorrido argumento de la disciplina.
El problema comienza cuando la mayor preocupación de un Jefe actual a su incorporación al destino, es conseguir que le pinten el pabellón adjudicado. Que le cambien los sanitarios por otros a estrenar. Que le hagan llegar sin demora los bonos para la piscina (si es que no dispone de una propia). Que le modifiquen y amueblen el despacho a su gusto. Que le garanticen a su esposa un lugar preferente en la terraza para que pueda presenciar plácidamente determinados actos militares en compañía de otras señoras de la oficialidad.
No pretendamos que el olmo nos de peras.
Arias de Bobadilla: espectacular.
Estimado seguidor: ha dado usted con este comentario toda una lección de conocimiento del tema, de sentido común y de patriotismo. Magnífico por su parte, aunque triste lo que refleja con toda razón. Mil gracias. Saludos cordiales