Violencia en la campaña electoral

En la campaña electoral, de la Comunidad de Madrid, la violencia se ha convertido en la herramienta preferida para aquellos que buscan una victoria al margen de los deseos de los ciudadanos. Es también una forma de terrorismo, pues al intentar valerse del miedo que genera busca trastocar la decisión del votante, obteniendo así un rédito político.

El asunto comenzó con el lanzamiento de cocteles Molotov a la sede de Podemos en Murcia, continuó con el apedreamiento a Vox en Vallecas y con las cartas amenazantes al ministro del Interior, a la directora general de la Guardia Civil y al hasta hace poco vicepresidente 2º del gobierno.

El gobierno tiene la obligación de garantizar este derecho fundamental y posee los medios para hacerlo, investigar y detener a los culpables, pero además para acabar con un ambiente electoral de crispación que muchas veces ha alentado con su pasividad, o lo que es peor con declaraciones que justifican, señalan o aseguran impunidad.

A veces oímos hablar a personas de la democracia, como una actitud que solo ellos poseen, para descalificar al adversario político. Por eso es importante señalar cual es el tipo de democracia a la que me estoy refiriendo. Para mi la democracia es: Estado de Derecho con igualdad ante la ley, separación de poderes con control institucional y libertad individual para ejercitar los derechos naturales del hombre.

Pero si para otro ciudadano la democracia es: beneficiar al adicto, absorber en uno solo a los tres poderes del Estado con el único control del jefe y no considerar la libertad individual como un bien social, aunque la llame democracia, no lo es. Sería un régimen totalitario, como el que se vivió en la URRSS o el que se vive actualmente en Cuba.

Es curioso que a pesar de haber fracasado este modelo de “democracia popular”, sus seguidores hayan adoptado la semántica liberal-burguesa, aunque sea adjetivándola. Es evidente que un concepto como “dictadura del proletariado” es muy difícil que arraigue en Europa, España incluida, pues además de no haber proletarios no existe tampoco el deseo de ser uno de ellos. Sí, hay parados y personas desprotegidas socialmente, por esa razón un concepto de “lucha revolucionaria” sí tiene sentido hoy día en nuestro continente, sobre todo, cuando esa gran cantidad de parados son muchachos jóvenes que ni siquiera han tenido la oportunidad de mostrar su valía en la vida laboral, o tampoco han logrado un empleo acorde con su preparación personal.

La situación por la que atraviesan los jóvenes es precisamente el caldo de cultivo idóneo para propiciar un fin de régimen político, pues la revolución se convierte en un camino para librarse de un destino que no es aceptable. Por otro lado, la violencia es de un gran atractivo para la juventud por lo que tiene de liberación y afirmación personal, si se está buscando otra cosa diferente a la que la sociedad ofrece.

El gobierno al no articular políticas económicas y sociales que incidan en este problema y solo busque la subvención y la dependencia del joven y no su realización personal está propugnado el fracaso de una generación y facilitando la polarización social. Hay que invertir la mayor parte del esfuerzo en el trabajo productivo, reactivando la actividad en los tres sectores, a la vez que se racionaliza el empleo público al nivel que tenía hace tres décadas, cuando las cosas funcionaban mucho mejor.

No culpo de la violencia electoral a los jóvenes, lo digo por si alguien me ha interpretado mal, de la violencia es culpable quien la haya realizado y quien la haya inducido. Al gobierno le corresponde encontrar a los culpables, no demonizar a un partido, el tercero de España, sin pruebas y dando por cierta una autoría no demostrada.

Cartel de manifestación en Vallecas contra Abascal y VOX

Sánchez parece que quiere encontrar un resquicio para ilegalizar a Vox, que por el momento es la única formación que se atreve a hacerle frente. Lo que también hacen a nivel personal Ayuso o Álvarez de Toledo, aunque sin la colaboración de su dirección. No percibo tampoco que Vox sea un partido ni nazi ni facha, si veo a Podemos como un partido comunista, según dice y canta su líder. La participación de comunistas en gobiernos generales o autonómicos sí está proscrita por el parlamento europeo. Nazis, fascistas y comunistas son declarados enemigos de la democracia original, la liberal, la que nos dimos en 1978.

Lo que percibo es que quien recibe pedradas e insultos es precisamente Vox, no veo que ni PSOE ni Podemos reciban pedradas en sus mítines. De todas maneras, al presidente parece habérsele olvidado que lo es para todos los ciudadanos, no solo para los de su partido o los de su coalición. Cumpla con su obligación encuentre a los responsables de las amenazas, póngalos a disposición judicial y empiece a gobernar para España.


4 respuestas a «Violencia en la campaña electoral»

  1. Existe algún gobierno fascista en el mundo? Comunistas, sí, desde Corea del Norte y china a Cuba y Venezuela. Sobran comentarios

  2. Magnífico análisis.Agradezco al Coronel Diego Camacho este artículo tan importante en unos días tan guerracivistas.Su defensa de la Democracia, su denuncia del peligro de los “adictos “, y su preocupación por nuestro futuro, por el futuro de los jóvenes, por el futuro de ESPAÑA merecen mi sincero aplauso.

    1. Estimada seguidora: gracias. El autor lleva ya mucho tiempo y artículos dando en el clavo. Su preocupación, como cita en su comentario, es la de muchos, es la esencial, porque son el futuro inmediato y a largo plazo y… ya vemos con lo que van a tener que lidiar. Penoso. Saludos cordiales

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