VOX-Ucrania

Por Tesolavilla

21/04/2022 España

Al hilo de un comentario que sobre VOX hacía días pasados M. Jacques Dupont, de quien tan de agradecer son las reseñas que nos brinda del parte de guerra en el conflicto de Ucrania, se me ocurre lo siguiente acerca de lo que ese partido manifiesta, lo mismo sobre la guerra que al respecto de un sujeto con la catadura moral de Zelenski.

Dupont aludía a la cretinez de algunos de los miembros destacados de VOX. Pues bien, a los marquesitos que aludía en particular, tan liberales ellos, me permito añadir otro nombre, no menos aristocrático, esta vez de raigambre vizcaína esto es castellana, que pudiera explicar en parte la actitud sobre el conflicto de partido tan supuestamente «patriótico».

A los dos marquesitos del casoplón en Chamartín, que hace muy bien quien vino de Cuba a que le echáramos de comer y puede elegir el barrio caro donde vivir tras hacer una buena boda, que no digo que no, es preciso añadir el nombre de otro fulano que es de esos con los que solo un inconsciente se sentaría a una mesa de «gilé», o de póker gitano que también se llama el juego. Se trata, ni más ni menos, que de un vividor de la calaña del Tertsch. Si, si, el mismo Hermann Tertsch que cantaba las alabanzas de las famosas «primaveras árabes», las mismas que organizadas por criminales tan infectos como la Hilaria y el cerdo de Kerry, contando con la espléndida financiación de la Open Society y con sus amiguitos de Al-Nusra y el Estado Islámico (EI) haciendo los coros… y las matanzas indiscriminadas de cristianos y musulmanes chiíes y alevitas, casi logran, si no llega a ser por Rusia, -por Putin, por las FFEE de su ejército y por la PM chechena desplegada en Alepo, entre otros recursos puestos a disposición del Ejército Árabe Sirio de Assad-, acabar con la presencia, milenaria donde las haya, de los cristianos en Siria.

Este fulano excomunista, Tertsch, de cuyo padre se apiadó la hija de una familia aristocrática vizcaína cuando con una mano delante y otra detrás salió a escape, a última hora, del Reich de los mil años y andaba tieso como la mojama por España, donde vino a que le echaran de comer, se ha convertido ahora en una especie de embajador áulico para todo lo que del extranjero viene a España vía VOX. Así, maneja, desde su puesto en el parlamento de la UE, las relaciones con Hispanoamérica y, sobre todo, la totalidad de aquello que tiene que ver con Centroeuropa, razón por la cual las relaciones con la AfD alemana son prácticamente nulas, a la vez que desaforada en VOX la admiración por ese payaso criminal de guerra presidente ucraniano, al que invitaron ellos a insultar a España en el Congreso, admiración rayana en el lameculismo más abyecto; en gran parte, claro está, porque ese criminal de Zelenski pertenece a la raza de los innombrables, que son para este sujeto hispano-austríaco voz de dios en la tierra, que prevalece ante cualquiera, incluidos los cristianos, por supuesto, que para él bien exterminados hubieran estado si eso redundaba en el bienestar y en la seguridad de los innombrables, a cuyos culos tanta pleitesía rinde y tan aficionado es de lamer. Se ve que vía parental les debe mucho y que, personalmente, tiene mucho que agradecerles, porque de otro modo no se explica.

Resalta, en resumidas cuentas, todavía más la actitud de este sujeto proveniente de muladar antiespañol tan acreditado como Prisa, de donde le honra haber salido a patadas y tarifando, el que sea conmilitón de uno de los más infectos propagandistas de esa innombrable hez, que figura como destacado publicista en VOX y en su panfleto “iberoesférico”, pero que ¡mira por cuanto! nos sorprendió a todos al principio del conflicto ucraniano firmando una columna que, por abreviar, daba la razón a Putin y señalaba las intolerables provocaciones que la OTAN había estado deliberadamente cometiendo contra Rusia. Se trata de Rafael Bardají, que si cuando el EI aparentaba dominar en Irak y Siria, hasta el punto de haberse hecho con Raca, a la que junto con Mosul titulaba como capitales de su emirato (casualmente dos ciudades que hoy siguen destruidas hasta los cimientos y con centenares de miles de víctimas civiles causadas por los bombardeos indiscriminados de la aviación USA, a la que tanto ponen como ejemplo de eficacia nuestros cipayos, que más rastreros y estúpidos no pueden ser salvo que se los mida con la vara del ridículo que hacen); Bardají, digo, nos cantaba entonces las glorias y beneficios del orden que aquellos agentes de la inteligencia USA, oficiando de cortacabezas, traían para la zona a la que así daban estabilidad; lo que, por cierto y todo hay que decirlo, Israel les agradecía curándolos en sus hospitales, además de armándolos y prestándoles apoyo aéreo junto con USA y sus cipayos, de manera que se dio el caso curioso de que las armas que usaron los carniceros del Bataclán, en gran parte, se las había pagado el gobierno francés. Pues bien, y esto es lo que choca respecto al vividor «tertschiano», es que ahora este «avispado analista» de Bardají cambia de parecer y ve provocación deliberada en llevar a Rusia a la guerra, insistiendo hasta hoy mismo, en su moderada y rara opinión, -a la vista de lo que se oye y ve en el panorama nacional de medieros con correa y collar-, sobre Rusia y el conflicto ucraniano; aunque lo haga, eso si, sin dejar de replicar la tendencia clara de la propaganda OTAN, que achaca a Rusia una supuesta e inminente utilización del arma nuclear táctica.

¡Qué más quisieran los piratas Anglos que fuera Putin quien cometiera ese error! Porque si así fuera, eso supondría la realización de sus sueños más ambiciosos: Robarle sin el menor reparo, tras destruirla, todas sus inmensas riquezas a esa vieja nación cristiana que es Rusia. Porque, que conste, a esa piara de criminales sin escrúpulos que componen la élite del destino manifiesto, lo que menos les importa es Europa y su población, a la que desprecian en todo aquello que no puedan manejar; que ahí está el Brexit y luego el pucherazo pro Biden para demostrarlo. Élite anglosajona, cuya actuación es hasta tal punto descarada, que cada día está más claro el punto de soberbia y delirio al que su ansia de poder les está llevando; salvo para los ciegos voluntarios, claro está, que en España junto con los idiotas son legión, si bien Alemania, aunque algo menos, no le vaya a la zaga. Una senda que, creen ellos, les ha de llevar al poder mundial indiscutido, como hace poco anunció ese criminal senil de Biden, y en la que valiéndose de mil artimañas, revestidos sus argumentos falaces con las ideologías más inauditas a cual más depravada, y siempre con las rameras de la prensa como propagandistas, acabarán estableciendo un nuevo orden, un gobierno mundial o como ostias quieran llamarlo, que podrá ser arcoiris o color panza burro, pero que jamás será otra cosa que la materialización de su dominio, el exclusivo dominio anglosajón del mundo, que a eso es a lo que aspiran junto con sus amiguitos los innombrables como ayudas de cámara.

Es curioso, por tanto, que hasta en VOX se haya reproducido esa dicotomía entre los que al menos guardan un rescoldo de sentido común, como parece ser hogaño el caso de Bardají, y la actitud tan servil como delirante ante lo de Ucrania que insisten en proclamar sujetos tan infectos como vividores al estilo Tertsch, que siguen amenazantes con sus murgas, sus fobias y sus filias, siempre en la misma dirección y con los mismos escenarios de fondo.

Por lo demás, el papelón que a España le está reservado en este sainete es desgraciadamente el propio de los bufones, a los que nadie hace caso salvo, si eso, para echarse unas risas. Claro que ni al nivel de un Calabacillas llegan y tampoco esta vez tendrán a un Velázquez que los inmortalice, porque con un retratista como Dalmau que los incluya en alguno de sus «santos» van que chutan. Podrán, eso si, escribir en prosa mazorral como acostumbran, y a tal fin existen diversos candidatos que gustosos aceptarían el marrón, siempre que fuera alguna institución militar la que les hiciera el encargo porque todo lo que contribuya a hacer la carrera bienvenido sea. A tal efecto, existen diversos ejemplos de oficiales que prefiero no nombrar, pero de cuyo «nivel» da idea su licenciatura en historia por universidades españolas. Tales lumbreras militares, tan neutros «intelestuales», tienen la ventaja, por un lado, de que dado su currículum jamás nombrarán al Generalísimo Franco, al que está garantizado tratarán en un alarde proyectista de lo que son ellos: ¡putos ganapanes!; y por el otro, es seguro que calificarán de héroes a comunistas tan cobardes e infectos como Miaja y el comandante Rojo, ¡ese al parecer, según estos lumbreras, genio de EM que cosechó derrota tras derrota en cada una de las operaciones que planificó!; si bien es cierto, que estos mismos lumbreras, auténticos burócratas uniformados pero solo en el cuartel que fuera lo tienen prohibido vestir, podrán redactar por encargo de sus superiores y para ganar méritos, que la carrera es la carrera, algún truño en prosa mazorral, tal es su especialidad, sobre la grandeza del momento patrio. Y es que, si alguna vez se pudo escribir sobre el «Milagro de Empel», ahora ellos podrán hacerlo y con razón sobre: «El papelón de Letonia», que no faltará luego quien, con poco esfuerzo y algo más de talento, transforme el argumento en farsa para sainete.